Cine
Todo es tarta, o Cronenberg y el barroco

Poco dado al futurismo explícito en su filmografía, David Cronenberg plantea con 'Crímenes del futuro' una rareza marginal dentro de su propio cine.
Crimes of the future 2

Hace un par de años, allá por julio de 2020, tuvo cierta repercusión viral en Twitter el hashtag #everythingiscake. Este anunciaba vídeos en que los internautas bromeaban con la apariencia de objetos que en realidad eran trampantojos hechos de tarta. La propia Netflix, atenta al trending topic, estrenó a principios del 2022 el concurso ¿Es una tarta? (Is it cake?), variante de los clásicos programas-concurso de cocina que ya anuncia segunda temporada y en la que los jugadores deben identificar cuál de los objetos que observan es real y cuál una simulación.

El principal reclamo del concurso, más allá del propio efecto de descubrimiento, es la euforia que se observa en los participantes cuando descubren a golpe de cuchillo que el objeto más insospechado esconde el dulce secreto. Cabría preguntarse, en tiempos en que el CGI ha culminado visualmente, en un plano mimético, cualquier expectativa de la ilusión, si el sentido de la maravilla ha quedado reducido a esto: a la constatación de una ilusión óptica, a la instantánea toma del control sobre la pérdida del control de la percepción propia. En cualquier caso, el ejemplo es una muestra bastante contundente de una realidad en la que los hechos han dejado de ser discernibles.

El cineasta, como el cirujano, reduce radicalmente la distancia con el otro, despedaza la imagen y la somete (y se somete con ella) a una legalidad nueva: penetra en la imagen y se deja penetrar

Cronenberg tiene algo que decir sobre esa indiscernibilidad en Crímenes del futuro, su película recientemente estrenada. La imprecisa peripecia neonoir de un performer que organiza junto a su pareja extirpaciones públicas de órganos sobrantes de su propio cuerpo sirve al director canadiense para proyectar un universo que resuena, aunque sea superficialmente, como un memorial de su obra. Sin embargo, más allá de los ecos, evidentes, de Videodrome (1983), Inseparables (1988), Crash (1996) y Existenz (1999), películas en las que la modificación orgánica se presentaba como un correlato de relaciones de deseo más o menos humanas o sistémicas, Cronenberg ha urdido una rareza hasta cierto punto marginal dentro de su propio cine.

Walter Benjamin, en su clásico de la teoría estética La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica (1936), argumenta que el cine trajo una forma completamente nueva de arte, un revulsivo que no solo modificaba la forma de percibir, sino también la propia naturaleza de lo percibido. Explícitamente, el autor emparenta el séptimo arte con la cirugía: mientras en la pintura, como en la magia chamánica, el artista mantiene una distancia natural y hace posible la comprensión de una imagen total, el cineasta, como el cirujano, reduce radicalmente la distancia con el otro, despedaza la imagen y la somete (y se somete con ella) a una legalidad nueva: penetra en la imagen y se deja penetrar. El cine, según Benjamin, operó un salto del retrato a la simulación, de la totalidad a la parcialidad, de la relación sujeto-objeto a la indiscernibilidad entre ambos. El primer paso de un viaje que culmina, como bien sabemos, en la promesa de la realidad virtual.

Los artistas del barroco ya supieron intuir el valor ontológico del cuerpo. Oponiéndose al carácter proporcional del proyecto renacentista, a la belleza aritmética de la idea, abrieron los cuerpos para mostrar los horrores de lo real

Crímenes del futuro parece muy consciente de esa dimensión científica del cine, que sustituye los cortes quirúrgicos por cortes de plano y modela sistemas expresivos y escópicos desde el diseño de una lógica en las relaciones entre planos y secuencias (no olvidemos que el griego órganon significa, precisamente, “lógica”). La máxima “Body is reality” que figura en mayúsculas en un televisor analógico, fuertemente corpóreo, durante una de las performances de los personajes del filme apunta a una acepción no únicamente física del cuerpo. Una que se evidencia en los empeños neorreaccionarios que en la actualidad intentan comprometer los avances en la legitimidad del aborto y del cambio de sexo: hasta tal punto el cuerpo es un asunto ontológico.

Los artistas del barroco ya supieron intuir el valor ontológico del cuerpo. Oponiéndose al carácter proporcional del proyecto renacentista, a la belleza aritmética de la idea, abrieron los cuerpos para mostrar los horrores de lo real. Al modelo que representaba El hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci, opusieron la Lección de anatomía del doctor Nicolaes Tulp de Rembrandt. A los grandes sistemas, el detalle que escondía al Diablo. Las venus anatómicas figuraron una de las expresiones más grotescas y exquisitas de esta tendencia: principalmente fabricadas entre los siglos XVII y XVIII, estas esculturas femeninas en cera, en poses extáticas y abiertas en canal para la observación de sus vísceras en clases de anatomía, se ubicaron en un lugar imposible entre el arte y la ciencia. El morboso espectáculo que estos modelos anatómicos representaban para los estudiantes de medicina era igualmente ambivalente: Eros y Tánatos en la imagen de una mujer desnuda que ofrecía el prolapso de sus vísceras, un gesto que hacía indistinguible la simulación quirúrgica de la sacrificial.

Lo que Cronenberg plantea en su cine no son solo retablos más o menos pomposos o matrices racionalistas de estilo, sino la negociación a largo plazo de una síntesis entre arte y ciencia

En su ensayo “Santa sangre: Iconografía católica y cine gore”, el crítico Jesús Palacios establece una cierta relación entre las tradiciones religiosa católica y protestante y las manifestaciones artísticas del cine sangriento, más o menos ceremoniales según una u otra procedencia cultural. En esta dicotomía, la insistencia del canadiense Cronenberg en las liturgias podría entenderse como una rara excepción: a diferencia de la propensión latina a lo fastuoso y lo sensual (véase el subgénero giallo) o de la reformista al ascetismo contable (véase el body-count), lo que plantea en su cine no son solo retablos más o menos pomposos o matrices racionalistas de estilo, sino la negociación a largo plazo de una síntesis entre arte y ciencia.

Esta síntesis solo puede ser procesual y arquitectónica; en efecto, como la que tiene lugar en una simulación. Eloy Fernández Porta alude a una poética del teatro anatómico en su comentario a CUERPO SOCIAL [Lección de anatomía], la pieza de videoarte de Joan Morey: “La clínica, la tecnología y la filosofía se disputan el cuerpo. Tres ciencias pugnan por conseguir la primacía del significado de la carne, por determinar su sentido, en un escenario donde las cámaras se desplazan, con parsimonia, a lo largo de las curvas y revueltas de la circularidad fatal de la arquitectura, el ojo total”. La biopolítica deviene psicopolítica cuando la interferencia en los cuerpos excede los umbrales de la conciencia; y es ahí, en el punto decisivo de la conquista del yo, donde el cineasta de la Nueva Carne se pregunta qué poderes habrán de imponerse, si los de la contención simbólica (escenificados en una reedición del crimen de Medea, como con toda lucidez ha identificado el crítico Sergi Sánchez) o los del exceso y el devenir.

Conque el de Cronenberg podría ser hoy ese gore simulacral, ya desvinculado de los afectos implícitos de la fe, sintético, que en el fondo fue desde sus inicios. Emancipado de Dios, el aparato estético necesita otro principio activo y otra casa sagrada para no derrumbarse en un saco indistinto de piel y vísceras; por ello, el cineasta ha encontrado en su nueva fantasía un espacio para un tiempo (según el título, futuro) liminal o ideal, el reflejo irónico de un porvenir cancelado en el presente. Solo así se entiende esa atmósfera analógica y descascarillada, sin dispositivos digitales, en la que aún rigen las mismas distinciones patriarcales de género y en la que el arte tiene tal presencia que incluso los policías alternan sus interrogatorios con profusas opiniones sobre filosofía estética.

Probablemente la imagen de la cremallera-cicatriz, síntesis de permanencia y reversibilidad que bien podría pasar por idea de Miguel Noguera, sea el gran hallazgo conceptual de la película

El último Cronenberg va más allá del oscurantismo y el culto edgy a lo raro, y coincide con una concepción literal del barroco como incapacidad de la realidad social de reproducir las formas ideales de la Ilustración de otro modo que como tumoraciones y esperpentos. Lo que resulta más sugerente de Crímenes del futuro no es, probablemente, la esclerosis de sus códigos neonoir, ni sus minuciosos discursos sobre el dolor y el arte, ni el tenebrismo de un mundo en ruinas, morfogénico y des-organizado, sino una especie de gran compromiso entre todos estos efectos, cuyas lógicas más sutiles quedan en off: la razón por la cual la modificación se literaliza (¿metafóricamente?) en el cuerpo propio y se aleja de aplicaciones, plataformas y otros formatos virtuales.

En ese sentido, probablemente la imagen de la cremallera-cicatriz, síntesis de permanencia y reversibilidad que bien podría pasar por idea de Miguel Noguera, sea el gran hallazgo conceptual de la película. Compárese con la “vagina abdominal” de su clásico Videodrome, que se abría y cerraba en función de oscuras lógicas inconscientes y a partir de ellas producía máquinas deseantes por combinación máquina-humano. En Crímenes del futuro ese inconsciente ha aflorado ya a un espacio de plena operatividad, pleno flujo esquizofrénico de mercancías producidas en serie que comprende el arte, desvestido de fundamento filosófico porque el enunciado ya no necesita justificarse, sino solo replicarse, infinitamente.

La referencia a Noguera no es una boutade: sus ultrashows traen la concepción de mundos posibles que literalizan los barroquismos implícitos del presente como lo pueden hacer las peleas palíndromas de Tenet (Christopher Nolan, 2020) o el calculado cringe del cine de Ari Aster, ambos siempre a un paso del gag. Esa ambivalencia interpretativa (¿es comedia o es en serio?), que es también la que hay entre el adentro y el afuera en el cuerpo eviscerado y la que designaba el hashtag #everythingiscake, podría hacer pensar en Crímenes del futuro como una obra fallida, demasiado subrayada y volcada en ocasiones al mecanicismo dramático o al automatismo autoral. Quizá lo sea, pero solo dependiendo del giro de la banda de Moebius en que nos encontremos. Quizá Cronenberg está interesado en hacernos entender lo que tiene de barroca la cadena producción-registro-consumo de la mercancía, el escenario de su fetichización. Quizá, a sabiendas, nos ha ofrecido un órgano apenas funcional, sin demasiado encaje en el organismo de su filmografía, implicado en el gesto de su producción y extirpación antes de ser tatuado y metido en un tarro. Otra idea, no me lo negarán, perfectamente nogueriana.

Sobre este blog
Kaep K. Weshêt es doctor en comunicación y profesor e investigador de cibercultura y nuevos medios.

Qwertynomia: 1. f. Intervalo que separan y conectan las leyes secretas del teclado, donde el gesto espontáneo es, al mismo tiempo, huella material y calculable.

Hipersticiones, xenorrealismos y crítica cultural.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Ciencia ficción
El Salto Radio Podcast | Ciencia ficción capitalista
“La ciencia ficción capitalista es la violencia que restringe el monopolio de la imaginación sobre el futuro a las corporaciones” (Michel Nieva)
Literatura
Luis Carlos Barragán “Lo más preciado que tenemos, las memorias que atesoramos, de repente son solo un producto más”
Luis Carlos Barragán desafía las narrativas hegemónicas de género y sexualidad a partir de la construcción de identidades híbridas entre lo humano y no humano que trascienden las limitaciones impuestas por las estructuras normativas de poder.
Estados Unidos
Hari Kunzru “En EE UU hay dos tipos de nazis: los que llevan botas y los que llevan corbata”
El escritor británico reflexiona sobre la victoria de Donald Trump y cómo los conservadores han movilizado teorías como la psicología evolutiva para renovar sus posiciones y plantear una batalla cultural en foros online o redes sociales.
Enriquelon
29/9/2022 11:48

Mira Juan, a este paso en un par de críticas más te vas a quedar sin contenido para la tesis de doctorado ... En otras palabras: lo que buscamos en la crítica de cine en un medio que se quiere generalista es otra cosa. Para rompernos los sesos vamos a otro lado. Saludos

0
0
Sobre este blog
Kaep K. Weshêt es doctor en comunicación y profesor e investigador de cibercultura y nuevos medios.

Qwertynomia: 1. f. Intervalo que separan y conectan las leyes secretas del teclado, donde el gesto espontáneo es, al mismo tiempo, huella material y calculable.

Hipersticiones, xenorrealismos y crítica cultural.
Ver todas las entradas
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El PSOE da muestras de cansancio con Yolanda Díaz
Tanto en Moncloa como en Ferraz la opinión sobre la gestión política de la vicepresidenta está en mínimos. Sin criticar su labor en Trabajo, la tropa de Sánchez ya anhela un socio que impulse la unidad a su izquierda con la mira puesta en el 2027.
Palestina
Palestina Israel prohíbe regresar a los 40.000 palestinos desplazados en el norte de Cisjordania
El ejército de Israel desplaza a miles de sus casas en campos de refugiados en diferentes ciudades de Cisjordania ocupada. Mientras, Israel presiona para no llegar a una segunda fase de alto el fuego.
Turismo
Turismo depredador Poca agua, mucho turismo: la crisis hídrica amenaza las islas Eolias en Italia
Las islas italianas del Mediterráneo están acusando especialmente las consecuencias de la turistificación, pero también de una crisis hídrica sin precedentes provocada por el cambio climático. Es el caso de las islas Eolias, en el norte de Sicilia.
Palestina
Palestina Illan Pappé: “No esperaba esta magnitud de indiferencia europea ante lo que está sucediendo en Palestina”
El historiador de origen israelí no se ha sorprendido la violencia cometida por Hamás en octubre de 2023 ni de la reacción de Israel o el apoyo a Estados Unidos, pero sí de cómo ha abordado la cuestión la sociedad europea.
Argentina
Argentina Gauchito Gil, uno de los nuestros hace milagros
En enero, más de 620.000 personas llegaron a Mercedes, una localidad de la provincia de Corrientes, en Argentina. Caminando, de rodillas, a caballo, para agradecer y hacer promesas a un santo popular: el Gauchito Gil.
Andalucismo
Día de Andalucía ¿Por qué Andalucía sigue celebrando el 28F?
Las andaluzas y andaluces celebramos el día de Andalucía entre los actos institucionales y las reivindicaciones políticas, reflexionamos sobre la vigencia y la influencia política de este día.
Macrogranjas
Maltrato animal Una investigación revela una nueva “masacre” en una granja de pollos que salpica a Mercadona
En España, la granja investigada comercializa el producto ‘Cuartos traseros de pollo’ en la cadena de Juan Roig y está certificada con el sello catalán Welfair de bienestar animal, según denuncia el colectivo ARDE que ha realizado la investigación.
Oriente Próximo
Oriente próximo Abdullah Öcalan llama a deponer las armas para lograr la plena democracia para el pueblo kurdo
El líder del Partido de los Trabajadores de Kurdistán llama a la disolución de la organización. Ankara dice que “estudiará” la situación, que también influye sobre Siria, Irán, Iraq y la situación en los países de Oriente Próximo.

Últimas

Ley de dependencia
Derechos sociales Reclaman más financiación para la ley de dependencia ante el nuevo anteproyecto
Bustinduy garantiza como universales servicios como la teleasistencia o recibir sanidad se resida donde se resida, en referencia a los protocolos del covid en las residencias.
Opinión
Opinión De Errejón a Monedero: reflexiones sobre el ciclo del desasosiego
¿Qué pasa cuando quien abusa ha sido o es tu compañero de filas, tu colega, alguien que se consideraba feminista, y no una caricatura facha o un incel de manual? ¿Cómo manejamos la complejidad?
Barcelona
Activismo Absueltos los ecologistas que pintaron el megayate de Walmart en Barcelona
La sentencia afirma que la acción no constituye un delito de daños leves, ya que “la pintura biodegradable fue fácilmente limpiada con una manguera de agua”.
Sanidad pública
Barómetro sanitario La mitad de las personas que piden cita en el centro de salud esperan más de seis días para ser atendidas
De media, la población espera 8,7 días para ser atendida por su médico o médica de Atención Primaria, cuando hace diez años la espera media era de 3,5 días.
Más noticias
Ecuador
América Latina El final abierto de las elecciones en Ecuador
El 13 de abril, la correísta Luisa González y el multimillonario y actual presidente Daniel Noboa se disputan la presidencia de Ecuador en la segunda vuelta. Todas las miradas están en la posición del poderoso movimiento indígena.

Recomendadas

Pensamiento
Mar García Puig “Habitar la metáfora es un peligro que merece la pena”
La escritora catalana Mar García Puig publica ‘Esta cosa de tinieblas’, un breve ensayo narrativo que defiende el poder liberador de la metáfora frente a una pureza simplificadora y paralizante.
Guerra en Ucrania
Geopolítica Trump fuerza a Zelensky a hipotecar la explotación de minerales críticos a cambio de su apoyo
Según el borrador del acuerdo comercial presentado por EE UU, esta potencia deberá obtener el 50% de todos los beneficios de las nuevas explotaciones minerales de Ucrania.
Represión
Represión Javitxu, desde la cárcel de Zuera: “Lo que peor llevo es estar lejos de la gente que más quiero”
Francisco Javier Aijón, Javitxu, es uno de ‘los seis de Zaragoza’. Entró en la cárcel el pasado mayo con una condena de casi cinco años basada en las declaraciones policiales durante el juicio.
Racismo
Fatima Ouassak “Las madres tenemos un papel estratégico dentro del feminismo”
En Francia hay una organización antirracista que lucha por una infancia sin violencia. Es el Frente de Madres y Fatima Ouassak es su fundadora. En ‘El poder de las madres’ (Capitán Swing, 2025) defiende la maternidad como sujeto político.