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Ciencia ficción
Podcast | Ciencia ficción capitalista. Investir al pirómano como jefe de bomberos
Cuenta Michel Nieva, en Ciencia ficción capitalista (Nuevos Cuadernos Anagrama, 2024) -el libro/autor a cuya lectura hemos dedicamos el episodio de hoy y que puedes escuchar pinchando en la cajita de arriba☝️- que los trajes de los turistas espaciales de SpaceX: la empresa aeroespacial de Ellon Musk; se han alejado mucho de los primeros trajes de inspiración militar para aproximarse -bienvenidos a la tecnocracia sensata- a los de los superhéroes de Marvel. Como la pasará a tu sobrino el 6 de enero: si no puedo ir vestido de Iron Man no es mi revolución.
Hubo quién llamó hiperstición a ese evento creado por la imaginación que la realidad imitaba después. En los tiempos del capitalismo crepuscular, la producción tecnológica no imita al arte, sino que lo satura, le ocupa todos los posibles y lo depone, como continuación intensificada y delirante de las prácticas que mejor cotizan ya en el Nasdaq.
En realidad, en esto, no hay desvío o anomalía de la ciencia ficción. Más bien al contrario es el cauce natural de todo un caño gordo de la tradición canónica de la scifi: la hard-scifi. No te ponen hard por ser particularmente divertida. Eso es algo que te ganas por ser verdad o, al menos, una especie de anticipación de verdad, una forma de creación que no está allí solo para hacer bonito o ampliar nuestras posibilidades sensibles (el terreno de lo soft, que ya se ve por dónde vamos), sino que está ahí para servir al avance técnico, abrir camino, darle al capitalismo (ya en su versión veterocapitalista, el osado capitán de la industria, ya en su versión neoliberal, el rebelde nerd emprendedor) un héroe a su medida, enfrentado al Estado (es decir, a las mayorías) para encontrar una solución imposible que salve al mundo. Verne lo decía en francés pero con tono de bebida polaca hecha de huevo crudo: se trata de escribir en papel lo que otros esculpirán en acero.
Al final, dice Nieva, si este puñado de superricos os hemos traído hasta aquí, si somos los 12 terminators del zodiaco, pues os vamos a llevar de la mano al otro lado de la supervivencia
El problema es ¿qué imagina la ciencia ficción de un capitalismo que llega al final de la carretera? La respuesta les sorprendera: más carretera. Al final, dice Nieva, si este puñado de superricos os hemos traído hasta aquí, si somos los 12 terminators del zodiaco, pues os vamos a llevar de la mano al otro lado de la supervivencia. Es obvio, que este tipo de procesos rupturistas guiados por las élites producen monstruos: el canon de la scifi contemporánea está preñado de estas reduplicaciones morbosas. Las mismas prácticas carbono-expansivas del capitaloceno llevadas ahora a Marte para proporcionar ahí una pequeña atmósfera habitable. Los mismos colonos blancos conquistando otros planetas… o temiendo ser el objeto de una conquista por parte del gran otro extraterrestre que duplica punto por punto el colonialismo europeo: esclavización masiva, expolio intensivo de los recursos, destrucción de la diversidad humana y medioambiental a escala planetaria.
Como siempre y llegados a este punto cabe preguntarse si toda la imaginación científico-ficcional está agotada por el capitalismo. En otros episodios, hemos llenado esto de propuestas de ciencia ficción latinoamericana, feminista o de hopepunk, el gemelo guapo de la épica del fin del mundo. Hay de sobra. De hecho, si nuestras instituciones tecnológicas tuvieran la consistencia de nuestra imaginación, otro gallo rojo cantaría.