Pueblos originarios
Justino Piaguage: “Chevron cambió nuestra manera de vivir”

Presidente de la Nacionalidad Originaria Siekopai, Justino Piaguage lidera la lucha de su pueblo por recuperar sus territorios ancestrales en la frontera entre Perú y Ecuador, de donde fueron desplazados por la guerra.
Justino Piaguage, presidente de la nacionalidad originaria Siekopai, en la Amazonía ecuatoriana.
Justino Piaguage, presidente de la nacionalidad originaria Siekopai, en la Amazonía ecuatoriana. María Alemany Ortiz
10 may 2023 06:00

Hasta los ocho años, Justino Piaguage solía cruzar cada día el río Wa’iya cerca de su casa en San Pablo de Katëtsiaya en una pequeña embarcación a remo. Cruzaba el río con sus amigos para ir a buscar agua y aprovechaban para jugar y bañarse. Un día se dieron cuenta de que algo había cambiado: “Vimos toda una franja así de tintura negra —dice separando las manos a una distancia de unos 50 centímetros—. Al principio no sabíamos qué era, pensábamos que eran aguas negras [aguas contaminadas], pero nunca lo habíamos visto así. El río se había manchado de petróleo. A partir de aquel momento, observar el crudo se volvió una costumbre”. 

Las manchas de petróleo en el río eran consecuencia de la actividad de Chevron-Texaco, la petrolera estadounidense que en ese momento ya llevaba 20 años explotando la Amazonía ecuatoriana e invadiendo el territorio de algunas comunidades indígenas como los siekopai, los kofán y los siona. 

Esta lucha no es mía, no fue de mi abuelo, ni será de mis hijos ni de mis nietos. Será por la vida de los siekopai, por la Amazonía. Es una lucha intergeneracional que trascenderá”

La que ha batallado durante 30 años contra Chevron es una de las grandes luchas que han marcado la vida de Justino Piaguage, pero no la única ni la más importante. Presidente de la Nacionalidad Originaria Siekopai, Piaguage lleva décadas tratando de lograr que los siekopai recuperen su territorio ancestral, Pë’këya, del que fueron desplazados durante el conflicto entre Ecuador y Perú, en 1941. El líder indígena, que ha visto desde niño cómo su comunidad era menospreciada y despojada, ha dedicado su vida a preservar la cultura y cosmovisión de sus antepasados siekopai y a denunciar el expolio y el ecocidio provocados no solo por Chevron, sino también por otras transnacionales petroleras y de monocultivo de palma. 

El caso Chevron-Texaco 

Chevron comenzó a explotar la Amazonía ecuatoriana en 1964, sirviendo de precedente a otras petroleras para explotar la zona y despojar a las comunidades indígenas de sus tierras. La empresa operó hasta 1990 y provocó uno de los crímenes ambientales más graves de la historia: volcaron miles de millones de litros de residuos de petróleo y millones de litros de petróleo bruto en la Amazonía. Según un informe del Ministerio de Relaciones y Movilidad Humana de Ecuador, durante los casi 30 años que operaron en la región, más de dos millones de hectáreas de la Amazonía ecuatoriana fueron afectadas. La petrolera no utilizó los métodos de explotación que se habían acordado en el contrato con el Estado de Ecuador, a pesar de que sí los empleaba en Estados Unidos. La empresa contaba con una tecnología que reducía el impacto medioambiental y que tenía costes más elevados, pero “decidió deliberadamente aplicar técnicas obsoletas, lo que le reportó mayores beneficios económicos”, detalla el informe.

Durante esos años, Chevron explotó 356 pozos y creó más de 1.000 piscinas sin protección, cuya función era la de contener desechos. La falta de aislante de las piscinas permitió que los residuos se filtraran, provocando enfermedades y la muerte de más de dos mil animales. 

“Wa’iya significa ‘río de abundantes peces’, pero unos años más tarde ya casi no quedaban peces. La petrolera cambió nuestra manera de vivir”

“Wa’iya significa ‘río de abundantes peces’ —explica Justino Piaguage desde Barcelona, donde ha estado recientemente en el marco del proyecto Ciutats Defensores dels Drets Humans—; pero unos años más tarde [del incidente del río] ya casi no quedaban peces. La petrolera cambió nuestra manera de vivir”. Ante esta situación, en 1993 las comunidades afectadas se organizaron para demandar a Chevron ante los Estados Unidos por los daños ocasionados. Piaguage fue una de las primeras personas en firmar la denuncia conjunta. En 2002, el caso pasó a los tribunales ecuatorianos que, en 2011, sentenciaron que la transnacional debía pagar una indemnización de 9.500 millones de dólares a las comunidades afectadas. Tras la sentencia, Chevron comenzó una campaña de desprestigio contra los tribunales ecuatorianos, recurrió ante la Corte Constitucional en 2013 y llevó el caso a los Tribunales de la Haya. 

“Fui la persona más joven en firmar. Lo hice porque veía el sufrimiento de mi madre y por toda la injusticia que había visto. La intención era que la Amazonía fuera restaurada, que las culturas de los pueblos indígenas fueran restablecidas y que la salud de los pueblos que están más cerca de los pozos fuera atendida, por lo menos”. A día de hoy, la transnacional no ha pagado ni un dólar de indemnización y sigue sin haber reparado los daños ocasionados a las comunidades. El ecocidio provocado por Chevron destruyó la biodiversidad de la región y provocó además la destrucción de la cosmovisión siekopai, el desplazamiento de las comunidades y un aumento de los casos de cáncer en la zona —especialmente entre las mujeres, quienes según Piaguage son las que pasan más tiempo en contacto con el agua y las que se quedan en la zona mientras sus maridos salen a las ciudades en busca de trabajo—, así como otras enfermedades relacionadas con la contaminación. 

“Luchando con sangre e incluso con nuestra muerte logramos bajar los decretos de ampliación de la actividad petrolera”

El caso Chevron-Texaco no es el único contra el que las comunidades indígenas han luchado en Ecuador: Piaguage explica que hace unos años el Gobierno ecuatoriano prometió duplicar la explotación petrolera, a pesar de que los únicos territorios en los que queda petróleo son aquellos donde viven las comunidades indígenas. “Luchando con sangre e incluso con nuestra muerte logramos bajar los decretos de ampliación de la actividad petrolera. Hoy hay cierta calma, pero hace muy poco un hermano indígena fue asesinado por defender su territorio”, dice Piaguage en referencia a Eduardo Mendúa, líder indígena kofán asesinado a finales de febrero tras meses de resistencia en contra de un proyecto extractivo de la petrolera estatal Petroecuador EP. “Los defensores de la naturaleza y de la vida seguimos siendo atacados por medio de procedimientos jurídicos, de amenazas e incluso la muerte”, asegura. “Mientras tanto, la Amazonía sigue sangrando, se sigue derramando el petróleo y nuestra gente sigue muriendo de enfermedades. Queremos que las empresas se responsabilicen”.

Pë’këya: la lucha por volver al territorio ancestral 

De su infancia, Justino Piaguage recuerda también a sus abuelos explicando historias sobre Pë’këya, la tierra ancestral donde los siekopai vivieron hasta los primeros años del siglo XX y de la cual fueron expulsados. Pë’këya se encuentra actualmente en una región entre Ecuador y Perú. “En los años 40 estalla la guerra entre ambos estados y, cuando ocurre, los siekopai ya no pueden regresar a su tierra ancestral. Unos se desplazaron hacia arriba y otros hacia abajo”, explica. Con el conflicto los ríos y las fronteras se militarizaron, ya que el territorio era de interés para ambos países, por lo que para los siekopai, que se dividieron entre Perú y Ecuador, era imposible volver a reunirse. Tras la firma de los acuerdos de paz, en 1998, las familias se reencontraron. Muchas no se habían visto en 50 años: “Mi abuela lloraba de alegría. Por primera vez tíos, primos, sobrinos, se volvieron a ver”, recuerda Piaguage, quien en ese momento conoció a una parte de su familia. “En ese momento me di cuenta de que los jóvenes lo sabíamos todo sobre Pë’këya, pero nunca habíamos pisado esa tierra. Entonces comenzó una nueva etapa de lucha para reconstruir culturalmente la nación”, relata. Crearon así la Organización Indígena Secoya del Ecuador y la Organización Indígena Secoya de Perú y comenzaron a luchar para que el Estado reconociera su título de propiedad sobre Pë’këya. 

“En ese momento me di cuenta de que los jóvenes lo sabíamos todo sobre Pë’këya, pero nunca habíamos pisado esa tierra. Entonces comenzó una nueva etapa de lucha para reconstruir culturalmente la nación”

Pë’këya —también conocida como Lagartococha por la gran cantidad de lagartos que hay en la zona— se encuentra entre los ríos Aguarico, Putumayo y Napo. La región está dentro de la que actualmente es la Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno —creada en 1978—, que ocupa una extensión de 700.000 hectáreas y está catalogada como humedal de importancia internacional. Cuando se hizo el reparto de tierras de la Reserva, el Estado de Ecuador solo otorgó unas 5.000 hectáreas a los siekopai, quienes en 2017 decidieron reclamar formalmente una extensión de 42.360 hectáreas al Ministerio de Ambiente. “Estábamos amparados en la figura jurídica de la Ley de Tierras Rurales y Territorios Ancestrales”, asegura Piaguage. Tras excusas y demoras por parte del Ministerio, la comunidad llevó el caso a la Defensoría del Pueblo, que emitió un fallo a favor de los siekopai: el Ministerio de Ambiente debía reconocer a la nación siekopai como propietaria ancestral de Pë’këya y entregarles el título de propiedad del territorio reclamado. Por otro lado, el Ministerio de Defensa debía tomar medidas urgentes de reparación. 

Tras meses de espera, y viendo que la resolución de 2021 no tuvo efecto, en septiembre de 2022 los siekopai denunciaron al Gobierno ecuatoriano por no reconocerlos como administradores ancestrales de Pë’këya. “Nos hemos dado cuenta de que en Ecuador se sigue pensando que hay una sola justicia. Tienen que entender que el sistema ordinario no es el único que vale. Las instituciones no han cambiado su forma de proceder”.

Actualmente se está llevando a cabo el proceso para demostrar que los siekopai son la nación originaria de ese territorio. Uno de sus alegatos para conseguir el título de propiedad es que sin su territorio ancestral su supervivencia como nacionalidad está en peligro. Según los historiadores llegó a haber entre 20.000 y 40.000 personas siekopai, pero la llegada de los colonos, la guerra entre Ecuador y Perú y la explotación de las petroleras y las empresas de caucho y monocultivo de palma africana provocaron la disminución progresiva de esta población hasta las 2.000 personas siekopai que se calcula que hay hoy en día, 800 en Ecuador y 1.200 en Perú. “Para nosotros es imprescindible recuperar Pë’këya, porque en el territorio actual estamos rodeados de la actividad petrolera, del monocultivo de palma, de la colonización”, relata el líder indígena. 

Según los historiadores llegó a haber entre 20.000 y 40.000 personas siekopai, pero se ha producido una disminución progresiva de esta población hasta las 2.000: 800 en Ecuador y 1.200 en Perú

La suma de estos factores ha llevado a la comunidad a buscar formas de vida alternativas: ante la imposibilidad de vivir de la pesca y la caza algunas familias siekopai están emigrando a las ciudades en busca de sustento económico. Cuando van a la ciudad y encuentran trabajo remunerado se establecen allí. “Muchas veces sus hijos ya no hablan el idioma, ya no se sienten siekopai, incluso niegan su propia identidad. Es un problema porque estamos viendo cómo se está perdiendo la cultura y eso supone una amenaza para la nacionalidad siekopai”. Ante esta problemática, Piaguage fomentó un nuevo sistema educativo complementario a la escuela basado en el intercambio entre mayores y jóvenes. “Queremos seguir teniendo la cosmovisión de nuestros abuelos. Queremos que los jóvenes se sientan orgullosos de su identidad indígena. Por eso, cada día jóvenes y mayores conversan durante horas para que los jóvenes aprendan los saberes ancestrales. Algunos profesores temen que aprender sin usar la tecnología nos deje atrás, pero yo les digo que esto no nos va a hacer más ignorantes, sino más sabios”. 

Piaguage sonríe, achica los ojos y asiente con la cabeza tratando de responder si tiene esperanza en el futuro. Tras décadas de lucha comunitaria, los siekopai han soportado muchas derrotas, aunque su perseverancia también les ha llevado a algunas victorias. Asegura que el camino será largo, pero no duda que los siekopai tienen la fuerza suficiente para seguir luchando. “Hace más de 80 años que estamos peleando. Esta lucha no es mía, no fue de mi abuelo, ni será de mis hijos ni de mis nietos. Será por la vida de los siekopai, por la Amazonía. Es una lucha intergeneracional que trascenderá”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Ecuador
Crisis diplomática El asalto a la Embajada de México, el naufragio diplomático de Ecuador
El país sudamericano queda cercado por la crítica internacional tras la detención por la fuerza del exvicepresidente Jorge Glas, asilado por el Gobierno mexicano en su sede en Quito.
Sidecar
Sidecar Caos en Ecuador
Ecuador se está convirtiendo rápidamente en la nueva línea de frente de la fracasada Guerra contra las Drogas estadounidense.
América Latina
América Latina Ecuador, Argentina, Guatemala
En diversos países de América Latina se impone el “sálvese quien pueda”, donde las élites solo se preocupan de aumentar su propia seguridad, riqueza y privilegios; y las grandes mayorías, de sobrevivir.
Memoria histórica
Memoria histórica Relatores de la ONU piden a España que actúe contra las leyes antimemoria de tres autonomías
Los relatores internacionales denuncian las posibles vulneraciones de derechos de dos normas en proceso y una aprobada por los Gobiernos de coalición de Partido Popular y Vox en tres comunidades autónomas.
Periodismo
Periodismo Desinforma, que algo queda
En la fecha que se conmemora el Día de la Libertad de Prensa, hay que analizar sus dimensiones, la opacidad en el reparto de la publicidad institucional, la necesidad de la alfabetización mediática y qué medidas concretas pueden llevarse a cabo.
Educación pública
Educación a la madrileña Huelga de profesorado en Madrid o cómo organizar la protesta desde abajo
El profesorado madrileño convoca los próximos 8 y 21 de mayo dos jornadas de huelga para que se reviertan los recortes de la época Aguirre en una protesta que tuvo su génesis al margen de la mesa sectorial.
Rap
Rap Viaje a los orígenes del hip hop en España: “Nadie esperaba ganar dinero con el rap”
El historiador Nicolás Buckley y el periodista Jaime Valero, exredactor jefe de HipHop Life, publican Maestro de ceremonias, un libro sobre la historia de la cultura hip hop en España.
Análisis
Análisis No dejemos de hablar de Siria
La situación humanitaria en Siria se endurece en un contexto de inestabilidad regional, mientras que la ayuda internacional que el país recibe es muy inferior a la necesaria.
Represión
Represión La Policía detiene por segunda vez en 2024 al portavoz del SAT, Óscar Reina
La Policía Nacional ha detenido al Portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores, Óscar Reina, durante la mañana del jueves en Navarra. El líder del SAT es uno de los sindicalistas que más detenciones acumula dentro del Estado español.

Últimas

Comunidad El Salto
Palestina La campaña de apoyo a Gaza de El Salto recauda más de diez mil euros para la UNRWA
El pasado 26 de febrero, tras más de cuatro meses de ofensiva militar de castigo por parte Israel sobre la Franja de Gaza, desde El Salto decidimos ir más allá del periodismo ante la gravedad de los hechos.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: Una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Sindicatos
1 de mayo Cargas policiales mandan a una persona de 70 años al hospital en el 1 de mayo de Castelló
Desde CGT Castelló anuncian que tomarán medidas legales por las provocaciones y agresiones sufridas por los diferentes cuerpos policiales que han actuado en las cargas.
Más noticias
Francia
1 de mayo La policía carga violentamente contra la manifestación de CGT en París y detiene a 45 personas
Las cargas policiales extremadamente violentas, de la unidad BRV-M, dejaron decenas de heridos. Según CGT en la manifestación participaron más de 50.000 personas.
Derecho a la vivienda
Elecciones catalanas El futuro de la regulación de los alquileres en Catalunya se juega el 12M
El decreto que regula los alquileres de temporada que lanzó el Govern era la pieza que faltaba para que funcionen los topes de los precios. Pero la norma debe ser revalidada con los votos socialistas y convergentes, que se han opuesto a la medida
PNV
CLIENTELISMO El Ayuntamiento de Bilbao coloca como interventor al cuñado de Josu Erkoreka por libre designación
Juan Mari Aburto explicó que Mikel Astorkiza, pareja de una hermana del vicelehendakari, “es el único candidato que cumple con los requisitos del puesto” para el control y fiscalización interna de la gestión económico-financiera.
Opinión
Opinión El debate europeo… contaminado
Hoy más que nunca necesitamos abrir un debate europeo que supere los lugares comunes y el regate corto porque es mucho lo que nos jugamos.
Reducción de jornada
Laboral Los convenios colectivos del País Vasco tienen la jornada anual más baja y los de Canarias, la más alta
La jornada anual varía muy lentamente desde que el Ministerio de Trabajo tiene una serie histórica, apenas 22 horas desde 2001. El País Vasco aventaja en 49 horas a esa media estatal en los convenios colectivos firmados.

Recomendadas

Sidecar
Sidecar Las reglas del juego
Aunque es poco probable que el reciente intercambio de fuego entre Israel e Irán desemboque en una guerra total, este ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de Israel en un momento político decisivo.
Arte contemporáneo
Artivismo Lara Ge: “A través de la práctica creativa nutrimos el espacio comunitario”
Ideadestronyingmuros desarrolla temas sobre feminismo, alternativas de vida al capitalismo y también sobre movimientos migratorios, con una fuerte posición transfronteriza.
En el margen
Francisco Godoy Vega “El ojo del blanco es como el ojo de Dios: es abstracto, es superior y puede verlo todo”
Doctor en Historia del Arte, Francisco Godoy Vega forma parte del colectivo de arte colaborativo Ayllu. Este activista antirracista aborda las consecuencias del supremacismo blanco. En 2023 publicó el libro ‘Usos y costumbres de los blancos’.
Laboral
Laboral Xavier Minguez: “Ni la rabia contra la empresa ni el orgullo de éxito de una huelga son solo tuyos”
Xavier Minguez es profesor de psicología social y análisis de resolución de conflictos en la UPV/EHU y ha realizado para el sindicato ELA la investigación ‘Un acercamiento psicosocial a la huelga’.