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PSOE
“Estamos siendo rácanas y miserables con las mujeres trans, esta ley tiene que salir”
Rafaela Romero (1972) lleva más de treinta años en política. En Euskadi y siempre vinculada al PSOE. Ahora cumple cincuenta y con un ritmo más calmado al que acostumbra el frenesí de la política repasa su vida. Se desnuda en el libro biográfico Hasta que me mates, escrito por la periodista Ana Erostabe y editado por Alberdanía.
Romero ha vivido en sus carnes la amenaza de ETA y ha cogido, más de una vez, el teléfono a Rubalcaba durante las negociaciones de paz entre el Gobierno y ETA. También es de las voces más críticas dentro del PSOE con el terrorismo de estado. Feminista, superviviente de violencia machista y roja, como ella se define; o, la mujer de y alguien obsesionada con la igualdad como la definen otros. Sobre violencia, sobre todas las violencias, habla para El Salto.
Más de 30 años en política, ¿por qué ahora?
Hay dos duelos que ya tengo hechos. El de la violencia de ETA y el de la violencia machista de mi padre. Los dos los he vivido en mi casa y en mis carnes. Tengo las cuentas saldadas conmigo misma y ahora hablo por responsabilidad. Es un ejercicio de poner mis cicatrices al sol.
Una infancia llena de violencia machista. Odia la palabra lacra, prefiere nombrarla violencia política.
Las víctimas de violencia machista tienen significación política y su existencia muestra un déficit democrático. No somos un colectivo vulnerable, somos la mitad de la población y son necesarias políticas para hacerle frente. Yo he sido una niña de becas y de la ayuda de Cáritas. Cuando sales de ahí todo es una precariedad muy violenta. El enemigo es tan poderoso que no ha habido ninguna organización terrorista con tanto poder y apoyo.
No ha habido ninguna organización terrorista con tanto poder y apoyo como la violencia machista
En su partido le han dicho que es testaruda y que está obsesionada con la igualdad. ¿Molesta el feminismo en la izquierda?
Muchos en mi partido no entienden que el feminismo es un movimiento de derechos humanos y se nombran feministas, pero siguen desconfiando del movimiento feminista. Todos los partidos de izquierdas deben revisar su actitud frente al feminismo. Estamos cansadas, pero no podemos dejar de luchar. España no es un país feminista. Poco cuesta el estado del bienestar para la igualdad que todavía hace falta.
Últimamente ha habido críticas a su partido por no defender a todas las mujeres, le hablo de la obstaculización del PSOE a la ley trans.
No podemos permitirnos un retroceso tan incomprensible. Estamos siendo rácanas y miserables con las mujeres trans, esta ley tiene que salir. Las mujeres trans son mujeres, lo tengo clarísimo. Hay algunas posturas socialistas que lo han equivocado porque el feminismo no es exclusivo de nadie.
ETA no solo nos hizo perder a muchos amigos, sino que a algunos les arrebató su salud mental
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Una vida atravesada por la violencia, también la de ETA. Llega el fin y con ella la calma y los peores demonios. ¿A qué se refiere?
En mi casa se apagan las luces. Mi pareja llega emocionalmente destrozado porque no es fácil negociar con una organización que ha matado a tus amigos. El día que ETA declara su cese a ti no te invade la alegría sino la pena, te acuerdas de mucha gente. A partir de entonces tienes que convivir con toda la demonización y manipulación de la derecha española y de los medios madrileños. ETA no solo nos hizo perder a muchos amigos, sino que a algunos les arrebató su salud mental. Es muy injusto. Este duelo todavía lo tengo abierto.
Las negociaciones con ETA las vivió en primera persona. Le cogía el teléfono a Rubalcaba y hablaba con Otegi, pero los que negociaban eran ellos. ¿Qué supone ser la que sostiene?
La vida. Detrás de esa negociación había muchas mujeres que escuchábamos y sosteníamos a quienes negociaban. Las viudas de los asesinados, de esas no hablamos. Muchas hijas tiraron adelante sin padres, con familias completamente desestructuradas y algunas tuvieron que cuidar a los que se volvieron locos por la violencia.
El día que ETA declara en mi casa se apagan las luces. No te invade la alegría sino la pena, te acuerdas de mucha gente
Usted dice que vivir con escolta es tener una vida tutelada, ¿qué supone llevarlos?
Estoy viva por ellos. Ahora bien, me sentía en una vida prisionera y no podía tener secretos. Todo se vuelve endogámico. Te relaciones, te casas y te reproduces solo con socialistas y eso deja marcas. Nunca vuelves a ser la misma. Yo vivía en San Sebastián y me iba a Francia porque no venían los escoltas. Me sentía por un rato libre.
Sin embargo, algunos compañeros del partido vieron con recelo cuando se los pusieron, le decían que tenía preferencia por ser la mujer de Jesús Egiguren.
No pensaron que era porque había aparecido en las listas del comando Bolueta y que me podían matar. Es el machismo que también impregna los partidos. Yo he tenido que mostrar el triple por ser la novia de un hombre importante de mi partido. A veces era considerada un apéndice de Jesús. Mi relación con él me ha perjudicado más a mí que a él. Lo pensamos los dos. Pero esto nos pasa a todas las mujeres.
He tenido que mostrar el cuádruple por ser la novia de un hombre importante de mi partido. Mi relación con él me ha perjudicado más a mí que a él
Ha sido de las voces críticas de su partido con el terrorismo de estado y con la tortura, ¿Por qué le cuesta tanto al PSOE hablar de ello?
Estoy segura de que Sánchez opina lo mismo que yo y no creo que le costase nada hacer un pronunciamiento crítico, pero desde Madrid todo se ve de otra manera y hay otro orden de prioridades. Sería procedente, por ejemplo, un pronunciamiento de todo el gobierno sobre las declaraciones de Barrionuevo. El PSEE lo ha hecho.
Han pedido una investigación judicial, pero ¿las responsabilidades políticas?
Tenemos leyes para proteger a las víctimas como la de abusos policiales y hay que socializarlas. Se puede salir diciendo que las víctimas del GAL son víctimas de violencia y denunciar que las palabras de Barrionuevo las revictimizan. Irene Montero lo hizo con las personas trans al reconocer que el estado la ha olvidado.
Sería procedente un pronunciamiento de todo el Gobierno sobre las declaraciones de Barrionuevo
Eres pesimista. Dices que la política no cuida a las personas. ¿Es muy alto el precio?
Ahora se habla de la feminización de la política, pero eso no es verdad. A veces es un ejercicio de marketing. No se trata de llegar sino de poder llegar con el mismo esfuerzo que ellos. Hay que dejar de ser el atrezo. Algún que otro político ha dicho que él ha puesto a las mujeres en primera línea. Eso es condescendientemente machista. Ellos las ponen y ellos las quitan. Yo en el PSEE he tenido muchos cargos y he llegado a muchos sitios, me han cuidado mucho, pero la política es mucho más cansada para nosotras que para ellos.