We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Feminismos
[Podcast] PAN #33: 30 años de Ciberfeminismos con Remedios Zafra
Me complace aceptar este premio y compartirlo con todas aquellas personas que llevan tanto tiempo excluidas de la literatura: mis colegas que escriben ciencia ficción y fantasía, que llevan cincuenta años viendo como estas hermosas recompensas eran para los llamados realistas […] Llegan tiempos difíciles y buscaremos las voces de quienes sepan recordar la libertad en sus textos. Poetas, visionarios y realistas de una realidad con horizontes mucho más amplios.
Sin embargo, veo como los departamentos comerciales ganan control sobre los editoriales. Y muchas de quienes escribimos lo aceptamos. A pesar de que los libros no son solo mercancía, vivimos en el capitalismo. Su poder parece inexorable. También los parecía el discurso divino de los reyes. La resistencia y el cambio muchas veces empiezan con el arte, y muy a menudo con nuestro arte, el arte de las palabras.
Estas lineas recogen parte del discurso que Ursula K. Le Guin pronunció en 2014, cuando le entregaron uno de los premios más prestigiosos de la literatura estadounidense. Frente a ella se sentaban representantes de toda la industria de la literatura, muchos de ellos inversores de Amazon, a quienes señalaba directamente parte del discurso. En ese momento, al final de su carrera, cristaliza uno de los objetivos que la autora se propuso desde los inicios.
Le Guin comenzó su trayectoria literaria escribiendo historietas de ciencia ficción de las que se publicaban por entregas en los kioskos plasmadas sobre las revistas de papel de pulpa. A pesar de que el canon literario y académico había relegado aquellos artefactos artísticos al terreno de los “poco serio”, el “entretenimiento” o la “baja literatura”, ella siempre tuvo claro que lo que salía de sus dedos era arte destinado a hacer pensar, no un género literario menor.
En 1968, la autora publica La mano izquierda de la oscuridad, una historia donde crea el mundo Invierno, un planeta en el que todos los seres son personas asexuadas, sin género. Una vez al mes, de forma totalmente aleatoria, los cuerpos mutan y surgen géneros masculinos y femeninos al azar y comienza el festival de la reproducción. De forma que una misma persona transita entre ambos géneros varias veces a lo largo de su vida. A pesar de que Le Guin creó este mundo para problematizar la cuestión del género desde nuevas ópticas, gran parte del movimiento feminista de su época la criticó duramente, ya que la autora usaba el masculino para referirse a los seres cuando supuestamente no tenían ningún género. “Aunque al principio me puse a la defensiva, tras una reflexión comprendí que aquellas críticas iban en la dirección correcta. Si la hubiese escrito hoy, habría sido diferente”, reconoce en una entrevista tres décadas después.
Estos dos momentos, el discurso del premio y el reconocimiento de las críticas para integrarlas en su trabajo sobre la forma lingüística, exponen dos cuestiones esenciales en la obra de Le Guin y escenifican una forma de construcción de conocimiento que entronca con otros movimientos feministas. Concretamente podemos trazar una linea que nos lleva a quienes leyeron a esta autora hasta la saciedad. Las integrantes del movimiento ciberfeminista.
El ciberfeminismo, un término que evoluciona y cambia con las épocas, podría nacer en los años 90, con el trabajo de grupos como VNS Matrix. Estos grupos entendieron que el ciberespacio que nacía y crecía en manos de compañías dominadas por hombres, establecía un canon, similar al literario, donde se dictaban las normas del juego.
De la misma forma que Le Guin introdujo la ciencia ficción en las altas esferas del “saber” literario, VNS Matrix irrumpieron en los congresos sobre internet y ciberespacio inundándolos de un discurso artístico que se salía de los parámetros establecidos para dichos espacios. Si Le Guin entendía que la forma del lenguaje alteraba la construcción de sus ideas y sujetos literarios, VNS Matrix llevaron hasta los congresos académicos un lenguaje que mezclaba la terminología informática con los hechizos de aquelarre para embrujar mentes.
El ciberespacio fue definido por primera vez -antes de existir materialmente, imaginado- por William Gibson como “una alucinación consensuada”. Los códigos lingüísticos en los que nos narramos como sujetos pueden ser entendidos también como un ciberespacio no material que podemos ampliar hasta donde nos deje la forma lingüística y deseemos.
Episodio trigésimo tercero de Post Apocalipsis Nau. Emitido en directo en Radio Vallekas el 8 de marzo de 2020. Sonamos también en Irola Irratia, Radio Almenara y Radiópolis.
Comenzamos con el Feeds N Chips, donde analizamos la actualidad tecnológica con el DJ Vaciasalas, Aurora, El Alemán Impensable, contando con la visita de Manuela Patrañas, Citronela y sus plantitas. Seguimos con un hecchizo para el antropoceno.
Analizamos a gigantesca obra “Ciberfeminismo”, editada por Teresa López Pellisa y Remedios Zafra, a quien entrevistamos acerca de este movimiento que camina ya durante más de treinta años.
Finalizamos con Memética Avanzada, donde explicamos el secreto más terrible del covid-19 aka coronavirus y le damos cerita a los grupos de redes que se flipan más de la cuenta.