PNV
Paralizado parcialmente el proyecto del Guggenheim Urdaibai tras una alegación vecinal contra las obras

La resistencia de los usufructuarios de terrenos contra la expansión museística en la Reserva Natural lleva al Ejecutivo de Pradales a la suspensión de la adjudicación de la obra en Murueta, financiada con fondos europeos, que pretendía unir las dos sedes del proyecto a través de una pasarela. El suceso desvela los choques internos con la Diputación de Bizkaia y las transformaciones internas del PNV.
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Unai Rementería e Imanol Pradales celebrando "el mejor verano turístico de la historia" en 2016 (Fuente: Bizkaia.eus)

Están pasando cosas entre las distintas facciones del PNV, derivadas tanto de la crisis de legitimidad y electoral que sufre el modelo caciquista de gobierno como de la estrategia de supervivencia emprendida por Imanol Pradales. Estos cambios tectónicos entre los clanes que tienen poder en el PNV se pueden ver en algunos vaivenes institucionales recientes con motivo de la expansión del Guggenheim hacia la Reserva Natural del Urdaibai.

Todo apunta a que el recurso planteado por un colectivo de ciudadanos usufructuarios de los terrenos afectados por la obra se ha convertido en el principal factor que ha logrado paralizar una obra del Gobierno Vasco financiada por los fondos europeos. El Ayuntamiento de Murueta es uno de los señalados. Al no haber informado el Consistorio sobre la situación jurídica de los terrenos al Gobierno Vasco, la Consejería de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente dio por hecho que los terrenos estaban disponibles. 

Este giro en el desarrollo económico de la región se había vendido como una estrategia para “fomentar la movilidad peatonal y ciclable del área e impulsar una actividad económica turística sostenible, cultural y medioambiental”. Pero chocaba con la línea de actuación de la Diputación de Bizkaia, en concreto una “senda de uso peatonal y ciclable entre las instalaciones de la antigua fábrica Dalia en Gernika y los astilleros de Murueta”.

Según fuentes consultadas, el Gobierno Vasco trató de puentear a la Diputación de Bizkaia encargando la redacción del proyecto de su obra, ahora paralizada, a un familiar directo de uno de los responsables del partido en Murueta

La batalla por la expansión del museo en Urdaibai se intensificó hasta el punto de que estos últimos utilizaron diversos informes para señalar que la propuesta del Ejecutivo de Imanol Pradales provocaba efectos negativos al visón europeo, al borde de la desaparición, así como al hábitat de las tortugas autóctonas, del pez espinoso y de numerosas especies de avifauna protegidas. La Consejería de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente consiguió sortear el informe negativo emitido por la Diputación de Bizkaia. También los recursos presentados ante el Gobierno Vasco y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico por la asociación Zain Dezagun Urdaibai y la plataforma Guggenheim Urdaibai Stop en relación a la afección medioambiental de la obra sobre el espacio natural protegido. 

Según fuentes consultadas y documentación a la que ha tenido acceso esta revista, para hacer frente a la oposición de la Diputación, el Gobierno Vasco trató de puentear el “choque” con la entidad foral encargando la redacción del proyecto de su obra, ahora paralizada, a un familiar directo de uno de los responsables del partido en Murueta, buscando que la redacción pudiera incluir modificaciones sobre el proyecto inicialmente planteado y sortear así la oposición de los informes de la Diputación. Es conocida la posición favorable al proyecto de expansión por parte de esta familia, el alcalde jeltzale de Murueta, Julen Karrion Lamikiz, y de su padre, Julen Karrion Urkullu, tesorero de la Junta Municipal del PNV en el municipio.

Tras las modificaciones propuestas sobre el proyecto inicialmente planteado por la Diputación, el Gobierno Vasco consiguió un presupuesto de 1,5 millones de euros de los fondos europeos para un proyecto que ha tenido que cancelar

Tras las modificaciones propuestas para sortear la oposición de la Diputación, lo que en primera instancia iba a suponer la “construcción de un palafito en Tejera de Murueta y puesta en valor del Patrimonio Natural y Cultural del ámbito”, terminó convertido en el Proyecto de Restauración ambiental y puesta en valor del patrimonio natural y cultural del estuario superior de la Ría de OKA”. Bajo esta última denominación, con un presupuesto de 1,5 millones de euros del Gobierno Vasco, fue incluido en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por la Unión Europea con los fondos NextGenerationEU.

A la licitación de la obra finalmente suspendida se presentaron dos empresas, entre ellas Gaimaz, constructora que ahora tiene derecho a ser indemnizada, tal y como reconoce el Gobierno Vasco en documentación a la que ha tenido acceso esta revista. El director comercial de esta empresa, el exparlamentario jeltzale y exalto cargo de la Diputación Jon Legarreta, fue director general de Empleo y Formación del Departamento de Promoción Económica, y también director general de Relaciones Municipales del Departamento de Relaciones Municipales y Administración Pública.

Pero si partía como favorita para llevarse el contrato no solo era por sus conexiones políticas, sino por estar involucrada en otra obra similar en la zona. A finales de 2022, resultó ser adjudicataria de un contrato del Gobierno Vasco, cercano a los dos millones de euros, para ejecutar el “itinerario de la infraestructura verde de Urdaibai en la conexión Mundaka-Bermeo”. Así zanjó el asunto Imanol Pradales.

Medio ambiente
TURISMO Así son los operativos del Gobierno Vasco para acelerar la implantación del Guggenheim Urdaibai
Han sido externalizados el Plan Estratégico Comarcal de Busturialdea, el informe de valoración de los terrenos e instalaciones de Astilleros de Murueta para la expansión del museo y las campañas de comunicación para controlar el relato.

La batalla interna en el PNV

Hasta hace algunos meses, la postura oficial desde el PNV era clara. En palabras de la portavoz de la Diputación de Bizkaia, Leixuri Arrizabalaga, el proyecto del Guggenheim Urdaibai “sigue adelante”. Hace pocas semanas, la consejera de Cultura, Ibone Bengoetxea, puso fin a este consenso anunciando que en las próximas semanas el Gobierno Vasco pondrá en marcha un proceso de “escucha y diálogo” sobre la viabilidad del proyecto en Busturialdea.

Ponía en pausa el asunto siguiendo la línea de estilo impuesta Xabier Barandiaran, burukide que ha adquirido poder en el PNV: apelando a la democracia participativa y a las conversaciones entre distintos actores. Al fin y al cabo, este proceso de escucha prometido ahora desde el Gobierno Vasco ya fue solicitado hace 14 años por quien en la actualidad se muestra partidario incondicional del proyecto, el actual candidato jeltzale a alcalde de Gernika, Xabier Irazabal, cuando se mostró muy crítico con la iniciativa en 2010, según un documento en poder de esta revista.

Pero las palabras de Bengoetxea en el pleno de control del Parlamento Vasco consolidan la estrategia llevada a cabo por una de las facciones del partido, la encabezada por el nuevo lehendakari, Imanol Pradales, y el propio Barandirán, en detrimento de la más perjudicada a la hora de capitalizar el proyecto, la de Unai Rementeria, desplazado a Elkarkidetza, otrora Diputado General de Bizkaia, y antes alcalde de Mundaka, partidario del “sí o sí” del proyecto mientras el entonces lehendakari Iñigo Urkullu tenía sus “dudas”.

La tensa transición entre los antiguos clanes clientelares del PNV y el liderazgo tecnocrático de Imanol Pradales ha convertido el megaproyecto del Guggenheim Urdaibai en ingobernable, lo que ha llevado a su cancelación

Ambos clanes han sido fulminados recientemente con la nueva dirección del Gobierno Vasco, que trata de justificar la mayor, la viabilidad del proyecto, cargando las externalidades negativas en sus oponentes insitucionales, señalados ahora como gestores antiguos y con mala fama. Tanto los representantes del Gobierno Vasco como de la Diputación de Bizkaia y de los ayuntamientos de Gernika y Murueta querían apuntarse el tanto cultural, el supuesto desarrollo económico de la región, para ascender posiciones en sus carreras de cargo público o dentro de la estructura clientelar.

Ahora la pregunta es quiénes serán los nuevos barones del PNV que están tomando posiciones de poder en el partido, diseñado según la guía tecnocrática –más dependiente de la Deusto Business School que del caciquismo y clientelismo– de Imanol Pradales. Esta transición ha convertido el megaproyecto del Guggenheim Urdaibai en ingobernable, lo que ha llevado a su cancelación.

Según los cálculos de Pradales, bastaba con construir un relato turístico vinculado al Guggenheim Urdaibai o el Plan Estratégico Comarcal de Busturialdea para alcanzar su legitimación

Al fin y al cabo, no solo estaba rodeado de contradicciones políticas, sino de errores de bulto y clientelismo en los procesos de adjudicación, planificación e implementación. También hubo prácticas más sucias, como las filtraciones interesadas de datos del proyecto a medios, intentos de ocultación de convenios institucionales firmados para acomodar el proyecto en la zona, pero sobre todo contradicciones entre el marketing y los hechos ligadas a partidas presupuestarias destinadas a la expansión museística. Contra las críticas de los movimientos sociales, las campañas de greenwashing en la zona también fueron externalizadas a Iberdrola.

Según los cálculos de Pradales, bastaba con construir un relato turístico vinculado al Guggenheim Urdaibai o el Plan Estratégico Comarcal de Busturialdea para alcanzar su legitimación. Después, quizá tras varios procesos de escucha, llegará el informe final de valoración de los terrenos e instalaciones de Astilleros de Murueta para consolidar la obra más ambiciosa del antaño conocido como diputado foral de infraestructuras, exaccionista de Sacyr, y autor hasta el momento de las grandes obras viarias vascas, la autopista conocida como Supersur y el túnel subfluvial de Lamiako. 

Medio ambiente
MEDIO AMBIENTE Una obra paralizada en las inmediaciones del Guggenheim Urdaibai afectará a fauna en peligro
El Gobierno español ha autorizado al Gobierno Vasco a retomar una obra paralizada hace un año gracias a informes avalados desde la Diputación de Bizkaia sobre los efectos negativos al visón europeo, al borde de la desaparición.
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