Opinión
¿Seguras?

Dos años de encierro, dos años de espera para la ebullición, el desenfreno, el baile y la jarana. Ha sido duro y ahora toca disfrutar, pero llegó la sumisión química, los pinchazos y el mejor estáis en casa, más seguras.
Sudergintza Kooperatiba
4 ago 2022 06:00

Llevamos semanas hablando de que se está pinchando a mujeres en las fiestas, aunque aún no sepamos exactamente con qué objetivo ni cuál es la dimensión, lo que sí podemos afirmar es que  se está convirtiendo en una forma consciente y grupal de generar miedo  Abordémoslo.

Una parte del debate se está centrando en si con ese pinchazo se está inoculando sustancias o si es “una gamberrada” —así lo ha llegado a calificar el Catedrático en Farmacologia de la UPV, Javier Meana—, pero la realidad es que hay poca información de qué es la sumisión química —más allá del pinchazo—, para qué se usa y qué estamos haciendo para pararla. Mucho ruido mediático, demasiadas conexiones en directo, prime time, alarma y miedo. A más de una le entran las ganas de quedarse en casa, ¿casualidad?

Nos cuida la comunidad y nos cuidan las amigas

El miedo ni es nuevo ni nos es ajeno. Las mujeres y los colectivos feministas llevan años enfrentándolo, teorizando la noche, abordando sus riesgos, conquistándolas, diseñando espacios seguros y de placer, creando mecanismos de autoprotección y autodefensa y coordinándose con agentes festivos —populares e institucionales— para responder en caso de darse una agresión. Ha sido un trabajo meticuloso, complicado, pedagógico y profundamente político. Ha sido y lo sigue siendo.  Cómo han reaccionado las mujeres que han sido pinchadas y su entorno demuestra que el trabajo de años está dando sus frutos. En su mayoría han avisado a sus amigas o se han acercado a las barras, se han activado los protocolos, han sido cuidadas por sus compañeras, se las ha creído y se ha hecho la denuncia pública. Nos cuida la comunidad y nos cuidan las amigas. 

Este verano toca esta forma de agresión y en vez de validar el trabajo realizado hasta ahora y abordar el problema con las herramientas que nos son útiles, las instituciones, el poder mediático, los cuerpos policiales y los expertos aprovechan para quitar a las mujeres, a los agentes feministas y a los festivos toda su agencia y protagonismo y se preguntan: ¿Ahora qué hacemos? Todos tienen la solución, por supuesto, y toca inoculárnosla.  

Dos grandes propuestas

Por un lado, intensificar la presencia policial en espacios festivos con “vigilancias preventivas”, patrullaje a pie conjunto entre Guardia Municipal y Ertzaintza y mayor vigilancia policial en los itinerarios de vuelta a casa. Así lo ha anunciado el jefe de la Ertzaintza, Josu Bujanda. Su solución es la de securitizar un conflicto social y político – la violencia contra las mujeres – y no la transformación del mismo, la identificación de sus causas y la responsabilidad colectiva. ¿El cometido de los agentes será solo vigilar que no pinchen a las mujeres? O ¿aprovecharán, ya que pasan por ahí, para llamarnos al orden porque hemos bebido o nos hemos drogado más de la cuenta, porque enseñamos un poco por demás y bailamos demasiado estridente o porque estamos haciendo actos que alteran el orden público? – ese concepto tan amplio –. Ya que están de servicio ¿identificarán a quien consideren que tiene una piel demasiado oscura o que parece, a su mirada, un poco delincuente o molesta por su pobreza?. La excusa de la seguridad para el control, el disciplinamiento y ordenamiento patriarcal, clasista y colonial. 

Su solución es la de securitizar un conflicto social y político – la violencia contra las mujeres – y no la transformación del mismo, la identificación de sus causas y la responsabilidad colectiva

Por otro lado, aprovechando que la cosa está peligrosa toca comportarse con responsabilidad y hacerse cargo, cada una desde su individualidad, de la gravedad de la situación. Está siendo habitual leer en foros recomendaciones tales como llevar prendas que tapen la piel, no consumir sustancias que puedan alternar tu concentración, no practicar sexo con desconocidos o, incluso, quedarte en casa. La pandemia nos metió a todos en ella, ¿qué necesidad tienen ahora las mujeres de salir? En casa están más modositas, pero no , per se, más seguras.

La respuesta securitizadora frente a los pinchazos viene de la mano de discursos con una profunda moral puritana que buscan aleccionarnos a las mujeres, reservando el uso del espacio público para las decentes, para las buenas mujeres. Y las buenas mujeres serán las que se queden en casa ante el peligro. Conclusión: la noche, el desenfreno, el placer y la jarana no nos pertenece y no lo merecemos. Esto no es nuevo, llevan años adviertiéndolo y enfrentándolo las feministas. 

Lo que hay detrás de los pinchazos no es nada nuevo. Es una forma más de la violencia machista a la que tenemos que prestar atención, abordar y enfrentar pero, sin duda alguna, con un enfoque integral y feminista que asegure la libertad sexual de las mujeres, su emancipación, la agencia que tienen sobre sí mismas y su derecho al gozo y al disfrute. No necesitamos abordajes moralistas, securitizadores y profundamente conservadores. Los hombres, por su parte, deberán abordar sus responsabilidades, su estatus social e implicarse en la denuncia de la violencia machista y en no airear ni alimentar la misma en sus grupos de amigos. Cuidémonos juntas mientras no paramos de bailar.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

La vida y ya
La vida y ya Una línea imaginaria
Querían que supieran lo que les pasa. El miedo. La llave en la mano en el camino de vuelta de noche. El mirar atrás. El caminar deprisa. El mensaje de: “Ya llegué a casa”.
Violencia machista
Ayuntamiento de Madrid Almeida aloja a víctimas de violencia machista en hoteles por la falta de plazas en los recursos de emergencia
En la semifinal de la Champions un hotel ordenó desalojar a tres mujeres víctimas de violencia machista, una de ellas derivada fuera de la ciudad, algo “puntual” según el Ayuntamiento.
Guinea Ecuatorial
Guinea Ecuatorial Las mujeres nunca son menores
Se observa que en Guinea Ecuatorial existe una tendencia preocupante: muchos hombres buscan relaciones con niñas menores de 18 años.
juanTFK
juanTFK
5/8/2022 11:52

Un texto extraordinario, con interesantes planteamientos y que hace reflexionar.
Muchas gracias.

0
0
yermag
yermag
4/8/2022 16:18

Fantástico artículo, de acuerdo por completo. Por fin un escrito que pone las cosas en su sitio. Los pinchazos a mujeres, y a algun hombre, NO son gamberradas ni cosas de "cuadrillas de imbéciles", que también, son actos de terrorismo callejero y discotequero de baja intensidad (relativa), perpetrados por fachas machistas - misóginos que siguen la estela del discurso de Vox, partido franquista que debe ser ilegalizado, bien por la acción antifascista en la calla (ilegalización de facto) o puesto fuera de la ley presionando a los politicuchos hasta que apliquen a Vox la Ley de Partidos. Idem para Falange Española y demas grupúsculos nazis que alguna articulista despistada llamó hace poco "cuadrillas de imbéciles". Y claro que lo son, pero eso es decir muy poco, eso es como no decir nada. Si Diana la cazadora no apunta bien, ¿como va a cobrar la pieza ?

0
0
Nerea-chan
Nerea-chan
4/8/2022 11:11

Al fin y al cabo, el feminismo a facilitado la vuelta de la pena capital, en concreto la cadena perpetua (prisión permanente), echando por tierra el esfuerzo de tantos/as demócratas que consiguieron erradicarla de Europa en su día.

Así que hay que felicitarse por la mayor presencia policial.

0
4
María Almansa Sánchez
5/8/2022 17:38

Yo diría más bien que el machismo inherente a todos los machos de izquierdas es lo que ha facilitado una izquierda cada vez más debilitada y el avance de una derecha punitivista. Mis felicitaciones...

2
0
Nerea-chan
Nerea-chan
5/8/2022 23:48

Gracias maja, yo también me doy una palmadita en la espalda, porque no es nada fácil salirse de las corrientes de pensamiento dominantes para tratar de no andar a ciegas repitiendo los mismos errores de siempre.

Salú.

0
0
Scum
8/8/2022 23:23

Troll

0
0
Antonino
8/8/2022 17:25

Joder, aún puedes superarte, llevar más arriba tu mendacidad y desvergüenza. Porque, en caso contrario, sería la medicación o ignorancia.

0
0
Policía
Espionaje político Juancar, otro policía infiltrado en los movimientos sociales de Madrid
El Salto desvela la identidad del agente policial Carlos P.M., que pasó dos años infiltrado en movimientos sociales de Madrid bajo la falsa identidad de un joven estudiante.
Opinión
Opinión Infiltrados en la democracia
Un nuevo caso de infiltración policial subraya la permanencia de una serie de prácticas que amenazan derechos fundamentales y tienen potencial delictivo.
Sanidad
Sanidad Universal El Gobierno aprueba un proyecto de ley para volver a la sanidad universal
La norma, que deberá atravesar el trámite parlamentario para su aprobación, pretende retornar a la situación anterior a 2012, cuando Rajoy eliminó la universalidad en la atención sanitaria.
Catalunya
Catalunya El Senado veta la Amnistía y la Audiencia Nacional intenta que los imputados de Tsunami abandonen el exilio
El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, les ha llamado a declarar desde Barcelona el 22 de mayo, antes de que se apruebe la ley. Les imputa terrorismo, un delito por el que no podrían ser amnistiados.
Genocidio
Human Rights Watch Israel ha lanzado al menos ocho ataques sin aviso previo contra organizaciones humanitarias
La organización no gubernamental Human Rights Watch acusa a Israel de atacar centros y convoys de ayuda humanitaria y advierte a los países que suministran armas a las FDI que eso contraviene el derecho internacional.
Genocidio
Movilizaciones Estudiantes por Palestina, el “no en nuestro nombre” global
Las acampadas se extienden por todo el mundo. La represión de algunas de ellas no consiguen limitar el alcance de una forma de protesta que desafía a los Estados y que Israel considera una amenaza que pone en riesgo su impunidad.
Sidecar
Sidecar Un régimen de guerra global
Los conflictos armados están atrayendo a algunos de los actores más poderosos de la escena internacional, lo cual invoca el espectro de la escalada nuclear.
Palestina
Movimiento BDS Archivada la denuncia por una acción de boicot a McDonald's
Un juzgado de Madrid considera que en el despliegue de la pancarta “Ahora sí, boicot McDonald's. Llámame McGenocidio” no existió delito.

Últimas

Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda El Gobierno amplía la moratoria hipotecaria unas horas antes de su vencimiento
Cuando faltaban unas horas para el fin de la moratoria hipotecaria que beneficia a 30.000 familias, el Consejo de Ministros aprueba su prórroga hasta 2028. La PAH anuncia que seguirá luchando por una “solución definitiva”.
Crisis climática
Industria y crisis climática La transición de la industria del acero choca con los límites del hidrógeno verde
La industria siderúrgica debe reducir en un 93% sus emisiones para que el aumento de la temperatura global se mantenga un 1,5º C por debajo de los niveles preindustriales. Y el hidrógeno verde no es suficiente para transformar la industria del acero.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Un vídeo muestra las técnicas violentas de las agencias de desocupación
Una grabación realizada con móvil muestra la utilización de técnicas de violencia física por parte de trabajadores de una empresa de desocupación, un sector que ha escapado hasta ahora de la regulación y cuenta con la complicidad de la Policía.
Elecciones
Elecciones catalanas El triunfo de Sánchez e Illa en el embrollo catalán
Los socialistas derrotan con claridad al independentismo, pero lo tendrán complicado para formar gobierno y la derechización de la política catalana no es una buena noticia para el PSOE.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Sanidad pública
Privatización sanitaria Una nueva ley para “limitar” la participación de las empresas en la sanidad pública
El Ministerio de Sanidad lanza a consulta un proyecto de ley de gestión del sistema nacional de salud que pretende poner coto a las privatizaciones aunque sin eliminar esta posibilidad de manera explícita.
Historia
Historia ‘Japó Roig’: la historia olvidada de la izquierda nipona en plena Guerra Fría
Ferran de Vargas publica ‘Japó Roig’ (Manifest, 2024), en el que reconstruye la historia de la izquierda revolucionaria japonesa desde el final de la II Guerra Mundial hasta 1972.

Recomendadas

Ocupación israelí
Guerra contra Gaza Crece el debate en EE UU por su responsabilidad en la masacre de Gaza
Un informe del Departamento de Estado admite por primera vez que las bombas de 900 kg suministradas por EE UU se han podido utilizar de forma indiscriminada contra civiles.
Salud
Salud perinatal Susana Carmona: “No encuentro nada más feminista que estudiar lo que pasa en nuestros cuerpos”
La psicóloga clínica Susana Carmona recoge en ‘Neuromaternal’ casi todo lo que la neurociencia puede enseñar sobre las madres. Por ejemplo que la maternidad, como la adolescencia, es una época de neuroplasticidad y de adaptación.
Palestina
Noura Erakat “Nuestra lucha por salvarnos como palestinos es también una lucha para salvar el mundo”
La organizadora y abogada defensora de la Campaña en Estados Unidos por el fin de la ocupación israelí Noura Erakat respondió a las preguntas de Olga Rodríguez para la entrevista de la revista trimestral de primavera de El Salto.
Barcelona
Barcelona El Lokal se queda en el Raval
En un giro inesperado de su historia, el mítico espacio libertario El Lokal, de Barcelona, ha tenido que decidir si mudarse o firmar un contrato de compra-venta para preservar su espíritu, a ras del Raval.