Opinión
Sin hogar y sin luz durante la mayor nevada en 40 años

Volver a una casa, con calefacción, comida, cama y cariño nos suele parecer normal. En noches como la de ayer se hace más evidente que es un privilegio. Las personas sin hogar se juegan literalmente la vida.

Nieve en la Cañada Real - 1
La Cañada Real durante la nevada del 7 de enero de 2021. Bruno Thevenin
Tom Kucharz

@tomkucharz

9 ene 2021 11:20

Madrid, 8 de enero 2021. El temporal de nieve y frío ha convertido a la ciudad en una bella postal. Pero mientras disfrutamos del paisaje invernal cientos de personas sin hogar lo están pasando especialmente mal. Incluso pueden morir de frío. Cuando esta noche volvimos de un paseo por los alrededores de nuestro barrio, en el centro, hipnotizados aun ante las estampas formadas por los delicados copos de nieve y felices por la ausencia de coches, vimos una persona arrastrando unos cartones mojados por la acera. Le dijimos que entrara al portal para pasar la noche. Entró pero no quería quedarse a dormir. Por miedo a que un vecino llamara a la policía.

Nos pide algo de comer y le bajamos comida. Sólo comió a medio día, en un comedor social de Vallecas. Ali, como se presenta, nos cuenta que lleva muchos años viviendo en la calle, incluso en varios países, después de pasar por un centro de menores. Dice que los albergues a los que ha ido están llenos y, aunque la trabajadora social le ha apuntado en una lista, el Samur Social de la Carrera de San Francisco no le ha podido asignar un albergue a pesar de la borrasca.

A 14 km de la Plaza Mayor, en la Cañada Real, con temperaturas bajo cero, hay aproximadamente 4.000 personas ─entre ellas 1.800 niñas y niños─ sin electricidad

No sé si el Ayuntamiento de Madrid ha ampliado el plan para resguardar a las personas sin hogar. En la página web sólo encuentro un documento del invierno pasado; y los partidos de la alcaldía han anunciado que Madrid eleva a 560 las plazas de la campaña del frío ¡cuando hay 3.000 personas sin hogar! Lo que sí sé es que Ali volverá a pasar la noche a la intemperie. La piel de su cara es gris azulada, puede ser una lesión traumática superficial por el frío.

Me cuenta que de niño ha esnifado pegamento y me pregunta si sé lo que es. Desde hace tiempo no tiene teléfono, contactos con nadie ni posibilidad de conseguir empleo o vivienda. Cuando pregunto por su familia baja la cabeza y prefiere cambiar de tema. Dice que tiene 28 años, “soy de tu quinta”, observa. Le respondo que ya tengo 43 años. Le ofrezco llamar al albergue donde ha ido para ver si hay camas o encontrar otro albergue. Le insisto en que se quede en el edificio. Lo agradece. Sin embargo dormirá bajo una cubierta de la Plaza Mayor. “Para no molestar”, expresa.

Menciona que con el nuevo alcalde la situación ha empeorado. Les han echado varias veces de allí. “Dicen que es por el covid pero es por dar mala imagen a los turistas”, aclara Ali, envuelto en dos abrigos, aparentemente ya mojados y una manta azul muy fina. Mete la comida en la bolsa donde guarda todos sus enseres. Nos damos la mano al despedirnos. Él sale al frío de la nevada. Yo subo a la casa. Me siento impotente y culpable. Quiero llorar pero ni las lágrimas me salen. Me pongo a escribir.

Volver a una casa, con calefacción, comida, cama y cariño nos suele parecer normal. En noches como hoy se hace más evidente que es un privilegio y personas sin hogar como Ali se juegan literalmente la vida allí fuera. Qué terriblemente dura es la existencia de las personas a las que se les priva de este derecho. Un hogar. Mientras hay cientos de miles de viviendas vacías en Madrid para especular, por falta de una política coherente de vivienda pública ─tanto municipal como estatal─ y porque están en manos de fondos de inversión, bancos, grandes fortunas o personas que se pueden permitir tenerlas así.

Y a 14 km de la Plaza Mayor, en la Cañada Real, con temperaturas bajo cero, hay aproximadamente 4.000 personas ─entre ellas 1.800 niñas y niños─ sin electricidad. La empresa multinacional Naturgy (antes Gas Natural Fenosa), con un beneficio neto de 1.432 millones de euros en 2019, les ha cortado la luz.

Entre las consecuencias: sabañones de frío, quemaduras infectadas, familias intoxicadas por usar bombonas de gas para calentarse y menores atendidos por hipotermia. Incluso Naciones Unidas y UNICEF han denunciado que esta situación está impactando de forma negativa en el bienestar y protección de las niñas y los niños que sufren la falta de suministro eléctrico y puede tener un efecto nefasto en la salud e integridad de la infancia. La luz eléctrica es un derecho humano y un bien de primera necesidad que no debería ser el negocio de nadie.

La crisis de Derechos Humanos en la Cañada Real (y la situación de Ali) se debe a la dejación de funciones del Ayuntamiento de Madrid, del Gobierno de la Comunidad de Madrid y de Naturgy ─lo cual constituye un delito─. Entre otras normas se ha incumplido el Pacto Regional por la Cañada Real Galiana, que incluye la garantía de la dignidad para sus vecinos y la garantía del suministro. A ello hay que sumar una política urbanística antisocial del PP que pone los beneficios de las empresas constructoras e inmobiliarias por encima de la vida de la gente. No se atiende al sencillo reclamo de restablecer la luz y normalizar el suministro con contratos porque para incrementar el precio del suelo de los desarrollos urbanísticos situados en la linde con la Cañada se busca despejar de “pobres” el terreno.

Eso sí, para privatizar la sanidad, construir un hospital fantasma y despilfarrar dinero público adjudicando contratos y pagando sobrecostes millonarios sí hay voluntad y se actúa con rapidez. Dinero, por cierto, que va directamente a los bolsillos de las empresas aliadas del Partido Popular, cómo ACS, FCC, Ferrovial, Sacyr, para luego financiar campañas electorales o enchufar algún cargo que se ha quedado sin escaño.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Opinión
Opinión La eclosión del autoritarismo reaccionario y otras nueve tesis sobre la victoria de Trump
La victoria del candidato republicano nos ha demostrado que estamos en una nueva era: la del neoliberalismo autoritario, en donde el camino del mal menor propuesto por los Demócratas ha sido la fórmula más rápida para llegar al mal mayor.
Segovia
Opinión Agarrarse a un clavo ardiendo: comprar unas llaves
La quimera de un vivienda digna y accesible en Segovia seguirá incrementándose si el Ayuntamiento, la Junta de Castilla y León y el Gobierno central no adoptan las medidas necesarias.
#79504
11/1/2021 13:37

La Justicia deberia sentar en el banquillo de los acusados a los politicos que gobiernan en Madrid , por abandonar a estas personas.

1
1
#79391
10/1/2021 13:07

Como muy bien dice el autor del artículo, el Ayuntamiento de Madrid, el Gobierno de la Comunidad y la empresa eléctrica Naturgy son los culpables de esta situación por no haber dado solución a estos problemas y no tener intención de darla. Eso no vende. Son pobres que no votan, aún más, son todos delincuentes incluidos lxs niñxs.

Vecinos, organizaciones sociales y personas concretas ha propuesto el uso de generadores provisionales instalados por la UME y, como su instalación y uso debe autorizarlo el Gobierno de la IDA y no ha dado el permiso, ahí siguen lxs vecinxs de la Cañada Real muriéndose de frío; y el trío responsable sin mover un dedo.

Los medios de comunicación pesebreros no sólo no ponen el foco en estxs vecinxs de Madrid, sino que lavan, blanquean y santifican a la mayor responsable de esta tragedia, la Presidenta de la Comunidad. Y mientras tanto, el parlanchín fulero de Almeida haciéndose salir en todo medio que lo escuche, pero sin dar palo al agua.

3
1
#79319
9/1/2021 14:11

Placebo y Necropolítica.
El Capitalismo es maravilloso.
Que nieva, que nieva !... Pero vótame !

2
1
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el estado español.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto como el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Uruguay
Uruguay La izquierda parte como favorita en la segunda vuelta de las elecciones en Uruguay
El candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, parte con ventaja en las encuestas. El alto número de indecisos, y la ausencia de mayorías en parlamento y senado, marcan estos comicios.
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.
Dana
Encuesta Tres de cada cuatro personas en España ligan la virulencia de la dana con el cambio climático
Una encuesta realizada por More in Common señala que una amplia mayoría de la población considera que el país está mal preparado para adaptarse a los fenómenos extremos que trae la crisis climática y debe hacer más esfuerzos al respecto.
Opinión
Opinión La eclosión del autoritarismo reaccionario y otras nueve tesis sobre la victoria de Trump
La victoria del candidato republicano nos ha demostrado que estamos en una nueva era: la del neoliberalismo autoritario, en donde el camino del mal menor propuesto por los Demócratas ha sido la fórmula más rápida para llegar al mal mayor.
Más noticias
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.

Recomendadas

València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Redes sociales
Redes sociales Bluesky, la red social donde se libra la batalla por el futuro de internet
Ni es descentralizada ni está fuera de la influencia de los ‘criptobros’ que han aupado a Trump a la Casa Blanca, pero ofrece funcionalidades útiles para recuperar el interés por participar en redes sociales.