Opinión
Pamela Palenciano, la feminista que nos señala

El monólogo de la actriz y activista feminista no denigra a los hombres sino que señala los privilegios que generan la desigualdad. ¿Existe una relación más desigual que la de una madre y su hija?

Entre coreografías, tutoriales de bachata y curiosidades lingüísticas, esta semana se coló en mi timeline de TikTok un fragmento del monólogo de Pamela Palenciano No solo duelen los golpes.

El monólogo, ya sabéis, narra la vivencia personal de la actriz, comunicadora y activista feminista Pamela Palenciano en su primera relación de noviazgo, una relación que se tornó violenta con el paso de los seis años que duró. Así, nos va conectando con la historia universal de las violencias machistas y la construcción de estereotipos que generan la desigualdad que permite ejercer la violencia sobre otra persona, en todos sus niveles...

Bla, bla, bla. Nada que pueda molestar a una señora que trata de ser feminista y escribe sobre violencias machistas en El Salto.

Pero, en este fragmento, Palenciano no señala al hombre que la agredió, ni a los agresores machistas en general, ni siquiera al patriarcado, sino que reflexiona sobre su papel como madre.

Ella, una madre “alternativa” y “hippie” que convoca asambleas familiares para expresar cómo se sienten en casa los integrantes de la familia. Pero que manda a la mierda la asamblea cuando su hija decide expresar sus sentimientos sin aclarar cuándo piensa estudiar, algo que esta madre “superguay” corta con un “te vas a poner a estudiar porque lo digo yo y punto”.

En una versión de su monólogo ‘No solo duelen los golpes’, Pamela Palenciano reflexiona sobre la posición que tenemos las personas adultas ante la infancia 

“¿Os da risa? Pues a mi hija le da miedo”, reflexiona Palenciano, y señala así a todas las personas adultas que cada día utilizamos nuestro lugar en el mundo para dirigirnos a la infancia con un “y punto”, una subida de voz o un gesto agresivo sin hacernos cargo de las consecuencias que esto puede tener sobre una criatura.

Tras uno de los ya varios ataques en las redes que sufrió la activista, actriz y autora del monólogo, una de sus colaboradoras explicaba en este medio que el proyecto, que empezó siendo una exposición fotográfica, se ha convertido con el paso de los años en “un potente y extraordinario monólogo teatral que desvela los mecanismos ocultos de la violencia machista y de cualquier violencia que se apoye en los privilegios”. 

Cualquier violencia.

Y hay que reconocer que, si existe una relación de privilegio por antonomasia, y por tanto, una en la que puede tener cabida la violencia, es la que tiene una persona adulta frente a un niño o niña, más aun cuando la adulta es la referencia principal de ese pequeño o pequeña. 

¿Existe una relación más desigual que la de una madre y una hija? Duele hacerse esta pregunta unos pocos días después de volver de vacaciones, esa época llena de ocasiones para los “ypuntos”

¿Existe una relación más desigual que la de una madre frente a su hija? Duele hacerse esta pregunta unos pocos días después de volver de vacaciones, ese periodo del año donde el sistema nos deja una grieta para pasar tiempo con nuestra gente y se llena de ocasiones para los “ypuntos”.

Por eso duele el señalamiento que hace Palenciano, que es a las madres, que es a mí. Que es a ella misma, que acaba diciendo: “No os podéis imaginar el asco que me doy cuando mi hija me dice que le estoy dando miedo”.

Dentro de unos días, Pamela Palenciano tendrá que declarar en un juzgado por la denuncia que una asociación que se autodenomina “de hombres maltratados” ha interpuesto contra ella y una jueza ha admitido a trámite. La denuncia hace referencia a una representación que se produjo en Linares (Jaén) en 2018 y tras la cual ninguna de las personas asistentes interpuso querella alguna. La jueza pide ahora que se investigue si en el monólogo de la activista puede haber “trato denigrante” a los hombres y da alas así al acoso que sufre la actriz y su entorno desde hace años, y que se ha intensificado desde que Vox la ha puesto en la diana al utilizar fragmentos descontextualizados de No solo duelen los golpes para dar publicidad a su terrible pin parental.

La activista es objeto de una violencia que muestra cómo la ola reaccionaria que hasta hace unos años quedaba contenida en espacios de poca influencia como algunos foros machistas en red o los comentarios anónimos en los medios de comunicación hoy campa a sus anchas y expresa su amenazas en mensajes directos o se siente legitimada para ir a los juzgados. 

Pero Pamela Palenciano no denigra a los hombres, como no denigra a las madres. No solo duelen los golpes nos señala, nos propone reflexionar, a veces nos noquea. El monólogo sigue el camino que inició en 2004 mientras su autora pone el cuerpo —y sus perfiles en redes sociales— para contener una violencia que no solo es contra ella, sino a favor de un estado de las cosas. Uno que permite a algunas personas estar “arriba”, ese lugar donde no se escucha, no se espera y no se asumen consecuencias.

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pacolozano2004
10/9/2021 10:51

Estoy de acuerdo en que deberíamos pensar más en esos “ypunto” en esas verdades absolutas, subidas de tono, sin discusión, o razonamiento que las avale. Comparto la reflexión que se plantea, pero creo que al final la autora hace eso precisamente. Ofrece una verdad incuestionable sobre la denuncia a Pamela, sobre quién hace la denuncia y sobre el objetivo de hacerla. Permíteme disentir. Desde el dialogo y sinceramente, desde un tono bajito, ni subido, ni elevado.
En primer lugar no es totalmente correcto afirmar que ninguna persona pusiera ninguna denuncia o querella previamente. Ha sido dos veces denunciada. Una vez por un particular que se sentía ofendido por considerar que ella “se enorgullece de pegar a otras personas y además se ríe de ellas” y que continúa diciendo en su denuncia que: “como víctima de violencia doméstica me he sentido humillado y ridiculizado por esta persona además como padre. Está mandando un mensaje de violencia para que los chavales usen la violencia”.
La segunda vez por la Asociación Europea de Ciudadanos contra la Corrupción, por los mismos motivos. Estas dos denuncias no fueron admitidas. Sin embargo esta tercera denuncia de la Asociación de Hombres maltratados, si ha sido admitida por una jueza, por un posible trato degradante.
Antes de mostrar un apoyo sin fisuras, creo que lo honesto y lo correcto sería conocer la fundamentación de su denuncia. El porqué se le ha denunciado, ya que la denuncia no es por ser feminista, ni por todo su monólogo.
No entiendo porqué los motivos de la denuncia no se exponen y solamente se les atribuye que provengan de una ola reaccionaria, de acoso permanente
Personalmente ni he pertenecido nunca, ni pertenezco a esa supuesta ola reaccionaria, ni jamás he acosado a Pamela en ninguna ocasión. Sólo me he preguntado por qué se ha producido la denuncia, más allá del simplismo de por haber sido un “monólogo feminista” y he intentado saber las razones que han fundamentado la actuación judicial.
A Pamela se la ha denunciado por unas partes de su monólogo, donde en un entorno educativo con niños y niñas menores de edad, justifica una agresión hacia su novio y normaliza este uso de la violencia como la forma más natural de reaccionar: “ante una acción ,una reacción”
Concretamente: Ella en su monólogo relata situaciones de violencia que vivió con su expareja, donde tras una discusión, él decide dejar de contestarle verbalmente. A lo que ella dice textualmente: “¿No os están entrando ganas de que yo así, sin violencia, yo le dé a Antonio una rafailla en el aire, para que cambie de postura? (realiza un gesto de agredir a una persona) ¿Os están entrando ganas? Si enfrente tengo seres humanos, a cada acción le corresponde una reacción. ¿Antonio me miras a la cara, por favor, que te llevo un rato hablando? ¡Que me mires a la cara! (hace un gesto de abofetear a una persona). (….) Cuando yo le he pegado a mi novio ese pedazo de hostia mi novio reacciona así (gesto de dolor). ¿No os están entrando ganas de que le meta veintiséis más? Mi hostia tenía un objetivo: que el tío hablara, y como no habla me lío a hostias con él.”

No considero muy acertado en un monólogo que pretende fomentar la igualdad entre personas y ofrecer claves sobre la violencia de género, se justifique la agresión hacia su novio porque este no le hablaba. Ni es la mejor forma de solucionar los conflictos ni creo que se deba de poner de ejemplo a imitar o se busque la complicidad de esos niños y niñas para fomentar un modelo a seguir.
La violencia que Pamela pudo haber sufrido por parte de su novio no justifica que ella respondiera de la misma manera agrediéndolo verbal o físicamente. Me parece preocupante que pretenda justificar esa agresión sólo por el hecho de ser mujer, que exponga este hecho buscando complicidad con esos adolescentes donde se realizaba el monólogo, que su actuación agresiva y violenta se considere ejemplo a seguir y que se considere referente de cómo actuar ante situaciones de este tipo.

La violencia nunca ha de ser justificada, ni mucho menos promocionada en colegios ante menores de edad en clave de 'contexto educativo'.
No comparto la idea de posicionarse en denunciar sin duda alguna, la violencia de hombres hacia mujeres y sin embargo justificar la que se pueda realizar desde las mujeres hacia los hombres. Personalmente considero que la violencia no es camino en ninguno de los sentidos. No es justificable. No es imitable. No es el modelo a seguir. No es el modelo a promocionar.

Me llama la atención el apoyo inmediato y sin fisuras a Pamela. Apoyar a alguien sin mostrar ninguna duda, sólo por ser mujer y feminista, sin conocer el contexto y las razones de la denuncia, no creo que sea lo más acertado.

Pamela ha afirmado haber sufrido acoso en sus redes por este monólogo desde hace tiempo. Y tampoco es justificable. La sociedad debe de ser libre para expresar todas sus ideas aunque no las compartamos, y aunque no estemos de acuerdo. Nadie debería ser insultado/a o amenazado/a por expresar sus ideas o pensamientos. Pero el hecho de utilizar el sistema judicial para resolver un conflicto, en nuestro sistema democrático, no es acoso. No es darle alas al acoso. Es estar en desacuerdo con sus planteamientos expresados de forma reiterada en un monólogo que realiza en espacios públicos y contextos educativos y utilizar el cauce legal democrático existente para dirimir el conflicto existente. Afirmar que utilizar los cauces legales es promover y alentar el acoso a Pamela, es sólo pura demagogia.

Estoy de acuerdo en que Vox ha utilizado estas partes de este monólogo, para dar más peso a su petición de pin parental. Unas partes donde se justifica la violencia y la agresión hacia su novio porque este no le hablaba, naturaliza esta violencia como algo normal e intrínseco y la plantea como modelo a imitar, además de otro suceso donde ridiculiza a unos adolescentes imitándolos, insultándolos como “gilipollas” , e incluso riéndose de ellos por haber estos decidido abandonar su monólogo. Sería absurdo pensar que Pamela no se lo ha puesto en bandeja y no les ha dado argumentaciones que han podido utilizar.

Para intentar reconducir la opinión del lector se afirma que “utiliza fragmentos descontextualizados”. Y tampoco es demasiado correcto. Este monólogo se lleva realizando desde hace años sin modificaciones en esas partes que han suscitado la polémica. No me parece correcto que nuevamente se retuerzan los argumentos, y se quieran sacar como “descontextualizados” para intentar llevar la razón y crear corriente de opinión.
Finaliza el texto describiendo un papel victimista de Pamela para generar simpatías, afirmando que “ la activista es objeto de una violencia que muestra cómo la ola reaccionaria…() expresa su amenazas en mensajes directos o se siente legitimada para ir a los juzgados.”
Mal vamos si pensamos que cualquier crítica proviene exclusivamente de la “ola reaccionaria”. Hay que tener en cuenta que ni las personas que le habían denunciado previamente , ni la Asociación de hombres maltratados, jamás han amenazado en las redes a Pamela. Por el hecho de cuestionar y no compartir algunos argumentos de su monólogo, no se les pueda atribuir amenazas que no han cometido. No han alentado, promovido o instigado ninguna amenaza, ni siquiera el acoso. Tampoco Pamela en ninguna ocasión ha denunciado a esta Asociación por amenazas o acoso.

También la asociación de hombres maltratados se ha posicionado en contra de este monólogo porque en este se afirma, según Pamela que "Todos los que dicen ser hombres maltratados son maltratadores" desanimando así a que, cualquier hombre en edad estudiantil que esté entre la audiencia y sea víctima de maltrato, pueda hablar de su situación y buscar ayuda bajo la premisa de que si lo hace, será él el acusado de maltratador.”
La existencia de hombres maltratados no minimiza la existencia de violencia hacia la mujer, ni esconde sus muertes, ni la violencia que puedan sufrir.
Por haber sufrido un maltrato, si se es hombre, no se es siempre un maltratador.

Creo que hay que ser más reflexivos y antes de apoyar a nadie sin fisuras , hay que conocer las versiones de ambos lados. No sólo es la derecha ni la ola reaccionaria, quién cuestiona los argumentos que Pamela ofrece.

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