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Ocupación israelí
Más de 50 ciudades salen a la calle para exigir el fin del genocidio en Palestina
Tras casi 14 meses de genocidio, Israel ha asesinado a más de 44.000 personas. El desplazamiento forzoso del 90% de la población de Gaza (1,9 millones de personas) constituye un crimen de guerra, según el último informe de Human Right Watch publicado en noviembre de 2024. Entre las personas desplazadas, 345.000 (el 16%) se encuentran en situación de catástrofe de inseguridad alimentaria y 876.000 personas (el 41%) en situación de emergencia, según el Integrated Food Security Phase Classification (IPC).
La Rescop, la plataforma que aglutina a decenas de organizaciones y movimientos de solidaridad con Palestina, ha convocado de nuevo un fin de semana de movilización estatal descentralizada al que se han sumado 50 municipios en todo el territorio. Iruña, Jaén, Málaga, Ontinyent, Ourense, Reus, Salamanca, Sevilla, Soria, Valladolid o Zamora son algunos de los municipios que no faltan a esta cita cada mes desde que empezó el genocidio en Gaza en octubre de 2023.
El 29 de noviembre, con motivo del Día Internacional de solidaridad con el pueblo palestino tuvieron lugar las primeras acciones, como fue el caso de Santa Cruz de Tenerife en donde se manifestaron “contra la inversión en armamento por parte de los bancos BBVA, CaixaBank y Santander con la complicidad del Gobierno”, cuentan desde la organización.
La mañana del 30 de noviembre las calles de Oviedo reunieron a unas 2.000 personas. También Santander convocó una manifestación en la que participaron más de 1.000 personas, desde donde Najaty Jabart, médico palestino y activista de Interpueblos, explica que “nos manifestamos desde la solidaridad y el internacionalismo con el pueblo palestino. Pedimos un boicot en todos los niveles al Estado de Israel”.
Durante la movilización en Barcelona activistas han hecho una montaña de sal manchada de tinta roja para denunciar los vínculos entre la Generalitat y la empresa minera israelí ICL. “Este genocidio se sostenta sobre la impunidad de Israel gracias a la complicidad internacional de instituciones y empresas. Estamos consiguiendo una movilización sin precedentes en las calles mensualmente, a veces hasta en más de 100 municipios, mostrando que la población está con Palestina y el Líbano y que se opone frontalmente a las barbaridades que está cometiendo Israel”, cuenta para El Salto Alys Samson Estapé, portavoz de la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (Rescop), desde la manifestación de la capital catalana.
Los efectos de la dana tampoco han impedido la organización de movilizaciones en 13 municipios del País Valencià. Justo un mes después del devastador desastre y con motivo del Día Internacional de solidaridad con el pueblo palestino, varias activistas hicieron una acción en el Pont de la Solidaritat, el lugar por donde han estado pasando durante semanas miles de personas voluntarias para ayudar a la población afectada.
“La dana ha sido una catástrofe inimaginable y la gran parte de las personas del movimiento valenciano de solidaridad con Palestina conocemos a gente afectada. Muchas y muchos activistas hemos acudido a los municipios para ayudar de forma espontánea o de manera organizada. Hemos apoyado y difundido campañas de apoyo a las afectadas y nos hemos manifestado y seguimos haciéndolo por la dimisión de Mazón”, explica Jorge Ramos, activista de BDS País Valencià, la campaña internacional de Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel.
En Madrid, las organizaciones y movimientos sociales se han unido en una manifestación de Atocha a Callao que ha juntado a más de 15.000 personas, según las convocantes. “La ciudadanía madrileña tiene muy claro que Israel está llevando a cabo un genocidio en Palestina y que eso no es aceptable. Salimos para exigir al gobierno de España las medidas necesarias para que no sea cómplice del genocidio de estos meses, así como, de la ocupación, apartheid y colonialismo israelíes”, señala Laura Ferre, activista de BDS Madrid.
Por su parte, Saida Ghodaieh, palestina y presidenta de la Asociación Hispano-Palestina Jerusalén de Madrid, sostiene que “esta manifestación no es solo un acto simbólico, es una herramienta para exigir que no se normalice ni silencie esta tragedia humanitaria. Es nuestra forma de decir que no abandonaremos la lucha por la justicia, la libertad y la dignidad de Palestina”.
Las demandas de las organizaciones son: la aplicación de un embargo total de armas a Israel; la imposición de un alto el fuego inmediato y permanente en Palestina, Líbano, Siria y Yemen; el cumplimiento de las exigencias impuestas por el Tribunal Internacional de Justicia, el 19 de julio de 2024, que reclama el fin de la ocupación y el apartheid en Palestina y la prohibición de cualquier colaboración; la ruptura de todo tipo de relaciones con Israel, incluyendo todas sus expresiones deportivas y culturales; y el apoyo a Palestina en su reconstrucción.
Entre las demandas colectivas, Ghodaieh también destaca “el fin de la criminalización de la solidaridad con Palestina, permitiendo que organizaciones y personas puedan trabajar libremente por los derechos humanos sin represalias”. Recordando, así, el caso de las activistas Jaldía Abubakra y Miriam Ojeda, que tuvieron que declarar ante la Audiencia Nacional, el 29 de octubre, en el marco de una denuncia del partido de ultraderecha Vox, que las acusa de enaltecimiento del terrorismo. También a las personas sancionadas recientemente por la acción propalestina realizada en la Vuelta Ciclista España, en septiembre.
El 1 de diciembre continúan las movilizaciones en los municipios de Granada, Lebrija, València y Zaragoza. Para Samson, “sabemos que lo que estamos haciendo funciona. A raíz de la campaña del embargo de armas estamos viendo avances que antes parecían imposibles. Se ha excluido la participación de empresas israelíes en la Feria Internacional de Defensa y Seguridad (Feindef), que se organiza en Madrid. En la última semana se ha cancelado una compra de 6 millones de euros en balas israelíes por parte del Ministerio de Defensa. También parece ser que en los últimos meses no se ha producido ninguna venta de armas a Israel. Esto demuestra que la presión popular que estamos ejerciendo funciona, por eso debemos seguir”.