Minería
Organizaciones ecologistas denuncian el boom de la minería especulativa

El de 'tierras raras' al sur de Ciudad Real, el de uranio en Retortillo (Salamanca), los de cobre entre los concellos coruñeses de Touro y O Pino, o los de litio y wolframio en Cáceres capital y su provincia respectivamente son algunos de los proyectos mineros que han ido surgiendo en el Estado en lo que muchos consideran una explosión del sector minero a la sombra de la especulación financiera.

Mina de Touro
Manifestación contra la mina de Touro, en A Coruña. Galiza Contrainfo
30 abr 2018 06:55

El pasado 25 de abril se cumplieron 20 años del conocido como desastre de Aznalcóllar provocado por la rotura de una balsa minera —propiedad de la empresa sueca Boliden—, que causó vertidos tóxicos en el entorno del Parque Nacional de Doñana. Con motivo de este aniversario las cinco principales organizaciones ecologistas del Estado señalaron el riesgo de que un desastre así se vuelva a producir.

Ese mismo día, en Ávila, la Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanismo de la Junta de Castilla y León emitía una valoración negativa a la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de cantera de feldespato en la sierra de Ávila, uno de los tres proyectos en marcha actualmente en esa provincia.

Ecologismo
Ávila contra la minería de feldespato

La sociedad civil se organiza  contra varios proyectos de minería a cielo abierto se están tramitando en tierras abulenses.

Otros muchos proyectos han ido surgiendo en fechas recientes, como el de las denominadas 'tierras raras', al sur de Ciudad Real, de uranio en Retortillo (Salamanca), de cobre entre los concellos coruñeses de Touro y O Pino; de litio y wolframio en Cáceres capital y su provincia respectivamente; de zinc y plomo en Cantabria; de potasas entre Aragón y Navarra y un largo etcétera que extiende esta lista a todas las provincias del Estado.
Investigación
La pesadilla del sueño nuclear español
Después de estafar por valor de 2.500 millones a la empresa pública francesa del uranio, los responsables del fraude se instalaron en Berkeley, responsable del Proyecto Salamanca. Tras su marcha, pervivió su estilo de hacer negocios.

A la vista de estos múltiples casos, podríamos hablar de un intento de resurgimiento de un sector que, según los últimos datos disponibles —de 2015—, generaba 29.097 empleos directos en las 2.853 explotaciones con producción registradas en esa fecha.

No son casos aislados

Preguntamos a Roberto Martínez Orio, jefe del Área de Recursos Minerales del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) sobre esta proliferación de casos. Para él existe un cierto repunte de solicitudes de explotación en la minería metálica, mientras que otros minerales tradicionalmente punteros, como la sepiolita o la glauberita, se han mantenido en un nivel alto. Sin embargo, en aquellos materiales relacionados con la construcción se ha producido un retroceso desde que ese sector entró en crisis hace ya una década.

Elena Solís, abogada ambientalista y miembro de Ecologistas en Acción, sí que nos habla, en cambio, de un auténtico “boom de la minería especulativa” por la cantidad de nuevos proyectos mineros que están surgiendo por doquier en casi todas las comunidades autónomas, resucitando minas dormidas y sacando a concurso multitud de proyectos nuevos.

Algo parecido opina Carles Mulet, senador de Compromís, para quien se trata de “una burbuja especulativa que concede licencias a empresas muy opacas” y que no responde a una demanda real, como por ejemplo la industria cerámica de Castelló en los casos de las minas de feldespato. Esta dinámica supone, en su opinión, una mayor desprotección de la población, ya que no saben cuáles serán las consecuencias de la proliferación de estas explotaciones.

“Podemos hablar de 'minería especulativa' porque, además de tener como objetivo final la reventa de los permisos a empresas mineras que extraerán recursos, con todo el daño ambiental y social que eso conlleva, su objetivo inmediato es obtener ganancias antes de la explotación”, explica Solís. Estas ganancias se generan en los mercados financieros, donde los proyectos se convierten en instrumentos que se usan como cebo para atraer inversores privados, y en bolsa, donde la compra de acciones de la compañía dueña de los derechos, a su vez, contribuye a inflar artificialmente su valor.

Como ejemplo, Solís nos cuenta el caso de la mina de litio de Cáceres y advierte: “Mientras Valoriza Minerías —el brazo minero del grupo Sacyr— tramita los permisos en Extremadura, su socio, Plymouth Minerals, va informando a sus inversores en la bolsa australiana de que casi tiene concedidos los permisos y hecho el estudio de viabilidad de la mina. Aunque el ayuntamiento de Cáceres haya paralizado las obras porque carecían de los permisos urbanísticos necesarios, las acciones de Plymouth Minerals han subido considerablemente. Esta empresa ya ha sido paralizada por las autoridades bursátiles australianas en dos ocasiones porque los permisos de investigación no llegaban a materializarse”.

Minería
Cáceres, de montaña a cráter

Un proyecto de mina a cielo abierto de la empresa australiana Plymouth en colaboración con el Grupo Sacyr amenaza la Montaña de Cáceres y a la ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Siguiendo este modelo de “finanzas del espectáculo”, numerosas compañías mineras internacionales con poco capital social cotizan en mercados secundarios poco regulados, como los de Toronto, Australia o Londres, para atraer a fondos privados de inversión, y están consiguiendo permisos mineros a través de empresas pantalla españolas.

A este respecto, Solís señala también que “el carácter especulativo de un proyecto no impide que no haya desastre ambiental” ya que, por ejemplo, “en el de uranio de Retortillo [Salamanca] la empresa Berkeley empezó hace mucho tiempo a talar hectáreas y hectáreas de encinas centenarias”. Para ella, estas imágenes sirven para que los inversores vean que hay avances convirtiéndose en un “espectáculo de destrucción para mantener el beneficio de la empresa”.

El caldo de cultivo: la ley de minas y la política de la UE

Pero todo este proceso, surgido por un lado al calor de la crisis financiera que se inició hace una década, tiene unas circunstancias beneficiosas que lo hacen posible en el Estado español en este momento. Por un lado, la ley de minas de 1973 y, por otro, la política estratégica de la Unión Europea con respecto a los recursos minerales.

La ley vigente en la actualidad se aprobó en los estertores del franquismo —es, por tanto, preconstitucional— y, según un informe publicado recientemente por SEO Birdlife, “es en realidad una herramienta de carácter técnico y existe una importante inercia que favorece su mantenimiento, tanto entre las empresas como entre las administraciones públicas”. Además,  es previa a la organización autonómica, que es sobre la que reposan buena parte de las competencias sobre minería, y “está lejos de incorporar criterios de sostenibilidad y no está adecuada a los procedimientos de evaluación de impacto ambiental que establece la normativa vigente”, según sostienen desde esta asociación dedicada a la conservación de la naturaleza.

Como ejemplo de este conflicto competencial entre ley estatal y normativas autonómicas, el senador Mulet nos cuenta el caso de Prat de Cabanes-Torreblanca, uno de los principales humedales de la Comunidad Valenciana. A pesar de estar protegido desde 1989, figurar en el listado Ramsar, ser Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y formar parte de la Red Natura 2000,  no se pudo impedir que se continuara con la práctica de la extracción de turba dentro de este humedal por primar la ley estatal sobre la protección autonómica.

La reforma se ha intentado en varias ocasiones, las más importantes en 2003 y 2015. Pero, según SEO Birdlife, hasta ahora ningún gobierno se ha esforzado realmente por cambiarla y el Partido Popular ni siquiera lo llevaba en su programa. Mulet explica cómo, dentro de los grupos políticos, todos están de acuerdo con la necesidad de cambio pero “nadie le pone el cascabel al gato” y observa que, al menos en el Senado, no hay debate global para el cambio de esta ley. A su juicio y el de su grupo parlamentario, es necesaria una reforma que dé como resultado “una ley que impida la especulación y que permita una explotación razonable que esté limitada desde una perspectiva medioambiental”.

Martínez Orio, del IGME, señala por su parte que la ley es muy antigua pero que se adelantó a su tiempo, y que el hecho de que haya durado tantos años prueba que era una buena herramienta legal. Reconoce sus carencias, ya señaladas anteriormente: no contempla la realidad autonómica y tiene grandes carencias en regulación ambiental y seguridad en el trabajo. Nos cuenta que, dentro del sector, hay diversidad de opiniones en cuanto a la necesidad de cambio legal, habiendo actores que temen que este cambio les pueda perjudicar al complicarse los procedimientos de explotación.

Mientras se produce este cambio, el actual marco legal permite, según Solís, que se desarrolle la “principal causa de la burbuja minera en España: la estrategia de materias ‘críticas’ de la UE”, que son “fundamentalmente metales, elementos metálicos y minerales industriales, como tierras raras, wolframio, litio, cobre, zinc, titanio, potasas o fosfatos”. La Unión Europea los considera fundamentales para el desarrollo económico y para la llamada “transición energética”, y, por ello, pretende extraerlas mayoritariamente de territorio comunitario, evitando así la importación de China.
Sin embargo, Solís afirma que esto es “una falacia”, puesto que “la demanda de estos metales ha caído porque la economía en China se ha ralentizado y habría que excavar toda Europa para conseguir la cantidad de metales que necesitamos”. Además, detrás de estos entramados empresariales especulativos se encuentran también involucradas, directa o indirectamente, empresas chinas, por lo que el mineral acabaría igualmente en sus manos.

Orio también señala como utópico el objetivo de un autoabastecimiento de materias primas en la industria europea, pero sí cree que es factible, al menos, tratar de ser menos dependientes en las que denomina como materias primas críticas, es decir, aquellas que están en manos de pocos productores mundiales, lo que puede poner en riesgo su suministro.

Por otra parte, Solís nos explica cómo la Comisión Europea lleva esta política a la práctica a través de acuerdos con las comunidades autónomas denominados planes estratégicos de recursos minerales no energéticos (PERMINE), fruto de los cuales, la mayoría de ellas han sacado estrategias incentivando la minería sin prácticamente ninguna información pública.

Pero no solo las organizaciones ecologistas se hacen eco de esta política europea, hace unos meses aparecía un artículo en la web de la empresa que explota la mina sevillana de Las Cruces en el que se hablaba del programa de la Unión Europea denominado Horizonte-2020 que pretende, con un ambicioso presupuesto de 80.000 millones de euros, impulsar la revitalización de la industria minera en la Unión. En este mismo artículo se recoge cómo esta inversión se utilizará para “afianzar un modelo tecnológico avanzado de minería sostenible” para la faja pirítica ibérica, en la que se sitúan las explotaciones mineras más antiguas de la península, así como las minas de Aznalcóllar.

“Los políticos han vendido nuestro territorio sin consultarnos y la UE ejerce de celestina entre compañías mineras multinacionales, universidades y empresas pantalla locales que se supone que están innovando nuevas formas de extracción y concentración”, concluye Solís. En contraste con esta supuesta innovación, pone como ejemplo el caso de Torrenueva (Ciudad Real), donde un supuesto laboratorio de última tecnología promovido por la Escuela de Minas de la Universidad Politécnica de Madrid, Quantum Minerías y otros socios es, en realidad, un corral a las afueras del pueblo.

Archivado en: Minería
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Galicia
Galicia La UE cava hondo: litio gallego para el nuevo militarismo europeo
En pleno rearme ordenado desde Bruselas, Galicia entra en el tablero geopolítico como potencial proveedor de litio para la industria de defensa. Un enclave de alto valor ecológico en Doade (Ourense) se convertirá en cantera para baterías militares.
Sevilla
Medio ambiente Diez Ayuntamientos, agricultores y colectivos sociales exigen el cese de los vertidos mineros al Guadalquivir
Ayuntamientos y colectivos han enviado una carta al presidente de la Junta exigiendo que haya una moratoria a las minas de Aznalcóllar y la Mina Las Cruces y a los vertidos que pretender realizar al Guadalquivir
Inés
2/5/2018 12:08

Un gran artículo, muy bien docmentado y necesario. Hay que seguir insistiendo, divulgando, informando y participando pues al final se materialice o no el proyecto concreto, ellos hacen - a costa de arruinar y ensuciar por generaciones grandes extensiones de tierra y agua- contribuyendo muchísimo a la emisión de gases - su negocio basado no sólo en la especulación sino en las indemnizaciones que pretenden sacarnos a todos, si les dejamos que lleguen al DIA- por eso siguen subiendo las acciones de determinados proyectos... Muchas gracias por el artículo. Seguimos.

3
2
#15364
2/5/2018 10:21

El artículo termina con una gran mentira, en Torrenueva nadie habló de laboratorio de ultima tecnología, en ningún caso fue promovido por la UPM u otros socios, se trataba de un lugar donde se cribaban, pesaban y ensacaban muestras de tierra para enviarlas al laboratorio de muestras. Basta ya de mentiras

2
3
Luis Cuena
1/5/2018 14:31

Excelente artículo, Félix. En los 6 proyectos de investigación presentados hasta la fecha en Cantabria el interés está volcado en la esfalerita (galena), en conseguir Zinc, y aunque las mineralizaciones siempre están asociadas a la presencia de Plomo, no hay interés en obtener este otro metal

2
1
Serrana
30/4/2018 21:32

Muy esclarecedoras las declaraciones y el artículo. Me parece un artículo muy bueno. Gracias por informarnos y por cuidar de nuestra tierra.

4
3
Anónimo
30/4/2018 11:47

Estupendo artículo

9
2
Galicia
Galicia Así opera en la sombra la banca en el proyecto de la celulosa de Altri en Galicia
La sociedad público-privada Impulsa Galicia, que cimentó los primeros planes de la multinacional papelera y Greenalia está participada fundamentalmente por la Xunta y por el banco que surgió de la desastrosa fusión de la cajas de ahorro gallegas.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí Israel encubre en un informe “lleno de mentiras” el asesinato de 15 trabajadores humanitarios
Una investigación interna admite la masacre realizada el pasado 23 de marzo, pero oculta información, es contradictoria y llena de falsedades, según denuncia la Media Luna Roja y la organización israelí Breaking The Silence.
Líbano
Líbano Cinco décadas sin paz ni justicia en Líbano
El país mediterráneo conmemora el 50 aniversario desde el inicio de la guerra civil, un conflicto cuyos crímenes no se han juzgado y cuyos desaparecidos no se han encontrado
València
València “‘El vol de Guillem’ ha supuesto la liberación de todos estos años de lucha”
Ricard Tàpera, autor del cuento, y Betlem Agulló, hermana de Guillem Agulló, que ha puesto voz a la historia, nos explican cómo ha sido el proceso de creación de esta obra coral, ilustrada por Helga Ambak.

Últimas

Eventos
Taller de podcast El Salto invita a estudiantes a explorar las posibilidades del formato audiovisual
Proponemos un taller de guion y producción de programas para estudiantes de comunicación y periodismo los días 24 de abril y 8 de mayo.
La vida y ya
La vida y ya Días de vacaciones
No somos conscientes de que la lluvia depende, en un porcentaje altísimo, de ellas. Sin plantas hay menos lluvia. Sin lluvia las semillas no germinan. Así funciona.
Opinión
Opinión Poliamor de derechas, poliamor de izquierdas
La no-monogamia no puede ser simplemente una etiqueta identitaria o una preferencia personal, sino una práctica material que cuestiona la propiedad privada, la privatización de los cuidados y la reproducción de los roles de género
El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Ayuntamiento de Madrid
Residuos La “motosierra de Almeida” no frena la oposición social al cantón de la limpieza en Montecarmelo
Los vecinos no entienden por qué el Ayuntamiento madrileño no accede a construir el cantón en una parcela técnicamente viable y que no afectaría a miles de niños y la única zona verde del barrio.
Más noticias
Crisis climática
Crisis climática La UE se entrega al ardor guerrero mientras descuida la crisis social y la emergencia climática
Varios países de la UE ya están recortando drásticamente en servicios públicos y estado del bienestar para poder costear el aumento del presupuesto militar.
Opinión
Space X Los viajes al espacio y el efecto Katy Perry
El 2024 fue el año más caliente desde que hay registros, mientras que Katy Perry y un puñado de millonarias nos deleitaron con su viaje espacial cortesía de Jeff Bezos.
Estados Unidos
Estados Unidos La buena sintonía entre Trump y Meloni
Como era de esperar, los mandatarios mostraron afinidades políticas e ideológicas. La italiana insistió en la idea de “fortalecer Occidente”.

Recomendadas

Economía social y solidaria
Tecnología Inteligencia Artificial y economía solidaria: ¿posibles aliadas?
¿Cómo debe relacionarse la economía solidaria con una tecnología que vulnera derechos humanos y ambientales constantemente? Cooperativas e investigadoras tecnológicas animan al movimiento a perderle el miedo y a utilizarla de manera crítica.
Multinacionales
Multinacionales Maersk y las rutas de complicidad con el genocidio israelí en Gaza
Crece la presión internacional contra la naviera danesa que está aprovisionando a Israel de armas para cometer el genocidio de Gaza en contra de las medidas cautelares tomadas por la Corte Internacional de Justicia.
Historia
Historia Cuando la solidaridad antifascista reunió a musulmanes, judíos y cristianos en la España republicana
Marc Almodóvar y Andreu Rosés rescatan a los combatientes árabes de la Brigadas Internacionales en el libro ‘Moros contra Franco. El antifascismo y la Guerra Civil española en el mundo árabe’.
Valencià
València Duelo colectivo y brecha de género, las consecuencias de la dana en la salud mental
Más allá de lo material, el sufrimiento mental continúa golpeando las vidas de l´Horta Sud. Mujeres cuidadoras y colectivos vulnerables encabezan un luto que todavía no ha encontrado descanso.