Memoria histórica
La última carlistada

La polémica sobre la museografía del carlismo desvela su activo papel en el negacionismo de los crímenes del 36.

Figuras carlismo
Miniaturas de combatientes carlistas expuestas en el Museo del carlismo de Estella Clemente Bernad
21 feb 2018 17:26

¿Sobre qué discutió la sociedad navarra en 2017? Sobre la estafa de la UAGN, sobre el fiasco de Osasuna… y sobre el carlismo. Las páginas de opinión de la prensa y de los blogs se llenaron de dimes y diretes a cuenta de este movimiento histórico, sin apenas representación política en la actualidad, pero que ha impregnado durante dos siglos la escena política. El motivo: el reconocimiento de la responsabilidad del carlismo en los crímenes del golpe de 1936 que en Navarra, sin ser frente de guerra, provocó el asesinato de más de 3.400 inocentes. Para comprender la pasión con la que se discute hay que ser conscientes de que, como recuerda el editor José Mari Esparza, “raro es el paisano de humilde cuna al que rasques la cabeza y no le salga la boina roja”. Y de alta cuna, habría que añadir.

El carlismo ha sido un movimiento seminal de la política vasco-navarra de cuyas raíces populistas al modo peronista se nutren tendencias dispares, tanto el regionalismo españolista de UPN como las diversas ramas del nacionalismo vasco. Sergio del Molino, en La España vacía, lo caracteriza como una de las más persistentes tendencias antiurbanas de Europa y una suerte de insurgencia yihadista del catolicismo. Pero la cuestión no es la constatación del troquel carlista en el inmovilismo y el atraso español, sino si su alianza con el franquismo y su participación en los crímenes de la Guerra Civil determinan su esencia reaccionaria y lo condenan a un rincón de la Historia.

En esta tesitura, el carlismo de derechas sigue la senda negacionista —como ha demostrado su defensa del panteón carlista del Monumento a los Caídos de Pamplona—, y el de izquierdas ha optado por relativizarlo, señalando que este error no invalida su carácter popular como movimiento histórico. En este sentido, cierta historiografía todavía apela a la célebre cita de Marx: “El tradicionalismo carlista tenía unas bases auténticamente populares y nacionales de campesinos, pequeños hidalgos y clero. En tanto que el liberalismo estaba encarnado en el militarismo, el capitalismo (las nuevas clases de comerciantes y especuladores), la aristocracia latifundista y los intelectuales secularizados”. Una cita que —según el jurista y escritor Miguel Izu— es completamente apócrifa. Por otra parte, y para otros historiadores, la ideología fuerista del carlismo que encarnan lemas como “Jaungoikoa eta Foruak” (“dios y fueros”) parece más un mito propagado por las élites caciquiles e integristas que lo dirigían que una convicción funcional.

En cualquier caso, el detonante de la última polémica en torno al carlismo fue la renovación de los contenidos y del Consejo Asesor del Museo del Carlismo de Lizarra, del cual forman parte entidades como la Comunión Tradicionalista Carlista, que le resta credibilidad científica. A las denuncias de Izquierda-Ezkerra en el Parlamento navarro se sumaron las combativas intervenciones del Ateneo Basilio Lacort, para el cual “el carlismo no tiene cura” y, por tanto, “quien quiera un museo que se lo pague”.

La batalla por el relato

¿Qué papel puede tener cierta museografía, como el Museo del Carlismo de Lizarra y el Museo de Tabar, como legitimación del negacionismo carlista?

Desde 2010, el restaurado Palacio del Gobernador alberga el Museo del Carlismo, institución pública apoyada en su día por todo el Parlamento navarro. En la primera planta, una suerte de “centro de interpretación” cronológico despliega una serie de vistosos paneles divulgativos —como el que en un alarde kitsch dibuja una gran Cruz de Borgoña— que no pueden disimular la escasez de piezas relevantes. Esta mirada superficial, repleta de lugares comunes, concluye curiosamente en 1939.

Más relevante resulta la exposición temporal en la planta baja “Montejurra. La montaña sagrada”, comisariada por el historiador Manuel Martorell, que se sirve del motivo de esta emblemática montaña para ofrecernos su interpretación de la trayectoria final del carlismo. Un montaje profesional que no ha escatimado en medios y que presenta una rica iconografía. Como decía Baudrillard, “una ligera manipulación de las apariencias” domina la realidad de los hechos, ya que los comentarios y pies de foto sancionan el otro mito del carlismo: su activismo como movimiento antifranquista al uso. Como demuestran las imágenes de los incidentes de 1976 —en los que hubo dos asesinatos—, el franquismo reprimió al carlismo levantisco durante la posguerra, pero no por considerarlo una oposición contestataria, sino por ser una de las familias del régimen a la cual, como al falangismo, le iban a ser negadas sus aspiraciones. Cuando en esa misma zona todavía se exhuman cadáveres en cunetas, cualquier disputa interna entre clanes franquistas, y por tanto cualquier tesis de aroma victimista, tiene poca credibilidad.

Al este de la Zona Media, a unos pocos kilómetros de Lumbier, se encuentra el pequeño Museo de Tabar, una fundación del Marqués de Jaureguizar, cuyo hijo y presidente de la entidad fue detenido en 2010 por robar una placa de la Diputación de Gipuzkoa. La cicerone es un ama de llaves con prisa que introduce al visitante en una casa de piedra vista del siglo XVII. Su oscuro y húmedo interior contiene un abigarrado conjunto de piezas sin referencias —“el Gobierno ya no da subvenciones” (lejos quedan los 11.000 euros del Ejecutivo anterior)—: cuadros y bustos, bayonetas y armaduras, uniformes de las primeras guerras carlistas, hasta la misma espada que mató a Pizarro. Lamentablemente, la sala dedicada a la Guerra Civil permanece cerrada a cal y canto. Al respecto, una página web ultraderechista anuncia en medio de una variada parafernalia fascista la “más rica colección de banderas del Requeté, navarro o no, del mundo”.

¿Es significativa la doble coincidencia de que tanto en el museo particular como en el público se obvie la participación del carlismo en los crímenes del 36 e, igualmente, la expresa prohibición —tajante y sin mayores explicaciones— de realizar fotografías de su interior? La complicidad del carlismo con los crímenes franquistas ha sido eliminada y lo que permanece —los testimonios de su complicidad ideológica— o no puede verse o, si está a la vista, no puede fotografiarse. Lo único que cabe registrar gráficamente son los muñequitos uniformados para ambientar dioramas. En plena era del selfie, museos con esta falta de transparencia, más que otra cosa, solo pueden evidenciar lo que ocultan.

El escritor Floren Aoiz señala que “el recuerdo del carlismo pone sobre la mesa la vieja cuestión de la capacidad de los vencidos para vencer la batalla de la memoria”. Pero el carlismo sí venció en el 36, aunque perdiera la posguerra, anulado por una dictadura militar que finalmente apostó por su pervivencia a través de otra rama dinástica de los Borbones. El fantasma del carlismo sigue recorriendo Navarra como un viejo sudista, cada vez más desdibujado y menos romántico, intentando levantar un último bastión. Mientras un puñado de nostálgicos emprenden cada mayo, en romería, la ascensión a Montejurra, la última carlistada —la batalla por el relato de un pasado inconfesable— ha cavado su trinchera museográfica al pie del monte, a la espera de que el tiempo derrote sus silencios. 

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Memoria histórica
¿Quien dijo miedo? Las mujeres de la red Ponzán
Una vez más, el protagonismo es para los hombres de la red. Hoy seguimos a todas aquellas mujeres, que haciendo lo mismo no aparecen en las crónicas.
Portugal
Portugal Cuando los campesinos portugueses tomaron la tierra… y la contrarrevolución se la despojó a tiros
Tras el 25 de abril de 1974 una ola de ocupaciones agrícolas impulsó en Portugal una profunda reforma agraria que los gobiernos socialistas y conservadores tardarían más de una década en desmontar.
Portugal
Memoria histórica 50 años del 25 de abril: la reforma agraria
Cuando se cumple medio siglo de la Revolución de los Claveles este catedrático y corresponsal de prensa en Portugal entre 1974 y 1975 relata una de las caras menos conocidas de este proceso histórico: la reforma agraria.
Pedro Andía
20/4/2018 13:11

Las visitas al Museo del Carlismo son numerosas, al menos cuando he ido había bastante público visitante.
Respecto al de cerca de Lumbier me consta que el hijo del Marqués no quitó esa placa que insultaba la bandera de España. Fue al revés, estaba caída y ese señor la entregó a un guardia porque momentos antes un niño se había cortado con uno de sus afilados bordes.

3
2
#9838
5/3/2018 0:34

Lo del supuesto protagonismo del Requeté aún está por demostrar. La inmensa mayoría de los requetés luchaban en el frente, utilizados como carne de cañón por los militares, mientras que en la retaguardia de Navarra lo que más abundaban eran los falangistas.

2
1
#9706
3/3/2018 18:16

El periodista no se entera de nada. Precisamente si algo se demostró en la polémica periodística del año pasado es que Clemente Bernad y los demás señores del Ateneo Basilio Lacort mentían como bellacos al reproducir tópicos generados por el franquismo, ser incapaces de demostrar el protagonismo del requeté en la represión del bando sublevado (otra cosa es la participación que no es lo mismo que protagonismo), y hacer el ridículo más absoluto cuando se les recordaba que los carlistas, dirigidos por Manuel Fal Conde y Don Javier de Borbón Parma, sufrieron el acoso de Franco desde diciembre de 1936 y rechazaron masivamente el Decreto de Unificación en abril de 1937.

3
1
#9685
3/3/2018 14:21

Pues las veces que he ido a visitarlo no había nadie, y efectivamente había más seguratas que visitantes.
En el museo de Tabar a mi tampoco me dejaron hacer fotos especialmente de una habitación cerrada, ¿por que será?

0
1
Mikel
2/3/2018 12:36

Zure artikuluan "ahaztu" zaizu jasotzea, pentsatu nahi dut horrela izan dela, lapsus txiki bat izan dela, adibidez aurreko mendeko 40. hamarkadan frankismoak karlismoarekiko izan zuen jarrera bortitza edo Jurramendi 76ko hilketak.
Bi eredu xinple gixa.
Besterik ez, beste guztia zure iritzia besterik ez da.

2
2
EUDO
2/3/2018 10:56

Yo leería "E Requeté de Olite" de Mikel Azurmendi
Por cierto, nada sospechoso de carlista.
Seguimos con la estupidez de denigrar la historia de Navarra.
Con su pan se lo coman

3
1
#8996
23/2/2018 10:01

Repasa el índice de visitantes del Museo de Estella antes de escribir.

2
1
Maite
23/2/2018 9:59

Hay al menos dos errores . Uno sobre Tabar. En ese museo no hay ningún problema en hacer fotos. Tengo un álbum lleno.vusira de 2018
Y en cuanto a Estella, durante 2017 han pasado 13000 personas a visitarlo (12. 8 y pico para ajustar más)
El planteamiento del carlismo tampoco es objetivo ,está muy ideologizado. El carlismo salió con Franco pero Franco se encargó de darle la puntilla. Con el decreto de unificación,el cierre de los círculos y la prohibición de la prensa carlista. Ya durante la guerra había expulsado al jefe Don Manuel Falconde.
El carlismo nunca fue franquista

4
2
EUDO
2/3/2018 12:53

No salió con Franco, salió con Mola que, además era republicano y quería salir con la bandera republicana
Todos deberíamos olvidar esa desgraciada historia de hermanos contra hermanos. Don Javier de Borbón Parma negoció con José Antonio Aguirre que los requetés entrarán en Bizkaia y al enterarse Franco bombardeó las poblaciones más carlistas de Bizkaia
Recuerdo una misa en Peña Lemona en que el sacerdote que la oficiaba, Don José Madina cura en San Vicente y carlista, dijo, aquí rezamos por todos los que murieron aquí.
Sigo recomendando el libro de Mikel Azurmendi "El Requete de Olite"

6
2
Periodismo
Periodismo Desinforma, que algo queda
En la fecha que se conmemora el Día de la Libertad de Prensa, hay que analizar sus dimensiones, la opacidad en el reparto de la publicidad institucional, la necesidad de la alfabetización mediática y qué medidas concretas pueden llevarse a cabo.
Educación pública
Educación a la madrileña Huelga de profesorado en Madrid o cómo organizar la protesta desde abajo
El profesorado madrileño convoca los próximos 8 y 21 de mayo dos jornadas de huelga para que se reviertan los recortes de la época Aguirre en una protesta que tuvo su génesis al margen de la mesa sectorial.
Rap
Rap Viaje a los orígenes del hip hop en España: “Nadie esperaba ganar dinero con el rap”
El historiador Nicolás Buckley y el periodista Jaime Valero, exredactor jefe de HipHop Life, publican Maestro de ceremonias, un libro sobre la historia de la cultura hip hop en España.
Análisis
Análisis No dejemos de hablar de Siria
La situación humanitaria en Siria se endurece en un contexto de inestabilidad regional, mientras que la ayuda internacional que el país recibe es muy inferior a la necesaria.
Represión
Represión La Policía detiene por segunda vez en 2024 al portavoz del SAT, Óscar Reina
La Policía Nacional ha detenido al Portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores, Óscar Reina, durante la mañana del jueves en Navarra. El líder del SAT es uno de los sindicalistas que más detenciones acumula dentro del Estado español.
Sindicatos
1 de mayo Cargas policiales mandan a una persona de 70 años al hospital en el 1 de mayo de Castelló
Desde CGT Castelló anuncian que tomarán medidas legales por las provocaciones y agresiones sufridas por los diferentes cuerpos policiales que han actuado en las cargas.
Francia
1 de mayo La policía carga violentamente contra la manifestación de CGT en París y detiene a 45 personas
Las cargas policiales extremadamente violentas, de la unidad BRV-M, dejaron decenas de heridos. Según CGT en la manifestación participaron más de 50.000 personas.

Últimas

Comunidad El Salto
Palestina La campaña de apoyo a Gaza de El Salto recauda más de diez mil euros para la UNRWA
El pasado 26 de febrero, tras más de cuatro meses de ofensiva militar de castigo por parte Israel sobre la Franja de Gaza, desde El Salto decidimos ir más allá del periodismo ante la gravedad de los hechos.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: Una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Derecho a la vivienda
Elecciones catalanas El futuro de la regulación de los alquileres en Catalunya se juega el 12M
El decreto que regula los alquileres de temporada que lanzó el Govern era la pieza que faltaba para que funcionen los topes de los precios. Pero la norma debe ser revalidada con los votos socialistas y convergentes, que se han opuesto a la medida
Más noticias
Sidecar
Sidecar Las reglas del juego
Aunque es poco probable que el reciente intercambio de fuego entre Israel e Irán desemboque en una guerra total, este ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de Israel en un momento político decisivo.
PNV
CLIENTELISMO El Ayuntamiento de Bilbao coloca como interventor al cuñado de Josu Erkoreka por libre designación
Juan Mari Aburto explicó que Mikel Astorkiza, pareja de una hermana del vicelehendakari, “es el único candidato que cumple con los requisitos del puesto” para el control y fiscalización interna de la gestión económico-financiera.
Opinión
Opinión El debate europeo… contaminado
Hoy más que nunca necesitamos abrir un debate europeo que supere los lugares comunes y el regate corto porque es mucho lo que nos jugamos.
Reducción de jornada
Laboral Los convenios colectivos del País Vasco tienen la jornada anual más baja y los de Canarias, la más alta
La jornada anual varía muy lentamente desde que el Ministerio de Trabajo tiene una serie histórica, apenas 22 horas desde 2001. El País Vasco aventaja en 49 horas a esa media estatal en los convenios colectivos firmados.

Recomendadas

Arte contemporáneo
Artivismo Lara Ge: “A través de la práctica creativa nutrimos el espacio comunitario”
Ideadestronyingmuros desarrolla temas sobre feminismo, alternativas de vida al capitalismo y también sobre movimientos migratorios, con una fuerte posición transfronteriza.
En el margen
Francisco Godoy Vega “El ojo del blanco es como el ojo de Dios: es abstracto, es superior y puede verlo todo”
Doctor en Historia del Arte, Francisco Godoy Vega forma parte del colectivo de arte colaborativo Ayllu. Este activista antirracista aborda las consecuencias del supremacismo blanco. En 2023 publicó el libro ‘Usos y costumbres de los blancos’.
Laboral
Laboral Xavier Minguez: “Ni la rabia contra la empresa ni el orgullo de éxito de una huelga son solo tuyos”
Xavier Minguez es profesor de psicología social y análisis de resolución de conflictos en la UPV/EHU y ha realizado para el sindicato ELA la investigación ‘Un acercamiento psicosocial a la huelga’.