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El sábado 29, a las 12:00, ha sido convocada en la Avenida de Huelva de Badajoz una concentración en el marco de las acciones de apoyo que, desde hace varias semanas, desarrolla la campaña #MamáEstáCastigada como denuncia de la situación de Sara B. B., profesional sanitaria en Llerena y Badajoz y madre de dos niñas.
En la actualidad, Sara tiene perdida la custodia de las menores (situación recurrida en los tribunales), además de haber sido condenada el pasado mes de enero a cuatro años de prisión y otros cuatro de inhabilitación para ejercer la patria potestad por dos delitos de sustracción de menores. Como responsable de la resolución, el Juzgado de lo Penal nº 2 de Badajoz. No se tuvo en cuenta por parte del mismo, entre otros factores, que el propio Servicio Extremeño de Salud interpusiera varias demandas por malos tratos a Sara, así como por presuntos abusos sexuales a una de las hijas.
Todo ello en el marco de un proceso calificado desde distintos sectores como kafkiano y que arranca en 2016, cuando el médico de Sara detecta indicios de malos tratos en la revisión de su segundo embarazo, activando el protocolo por violencia de género. Desde ese momento, Sara huye con su hija mayor a casa de sus padres, temiendo represalias de su ex-pareja, e interrumpiendo posteriormente las visitas a éste por parte de la niña, aconsejada por profesionales y tras verbalizar la misma que sufría abusos, como señalan desde Mujeres libres, mujeres en paz.
No se tuvo en cuenta por parte del mismo, entre otros factores, que el propio Servicio Extremeño de Salud interpusiera varias demandas por malos tratos a Sara, así como por presuntos abusos sexuales a una de las hijas
Tan disparatado en todos sus extremos parece haber sido el desarrollo de dicho proceso que dos de las juezas intervinientes en el mismo, ambas del Juzgado de Instrucción nº1 de Zafra (Badajoz) y que fueron quienes decretaron la ejecución forzosa del cambio de custodia, han sido sancionadas por la comisión disciplinaria del CGPJ, que ha apreciado infracciones disciplinarias muy graves de desatención al ejercicio de los deberes judiciales. Las magistradas son M.R.A.F, en calidad de sustituta del juzgado primero, y P.J.D.G., como jueza titular. Las dos han resultado expedientadas por el Consejo General del Poder Judicial por sus actuaciones, de las que llega a señalar en un informe que incurrieron en lo que califica como “prácticas medievales”.
Machismo
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Por el camino, y hasta la fecha, cuatro años en los que ha tenido lugar la detención de la madre, la separación violenta de ésta de sus hijas y la pérdida de custodia de las mismas a favor de su ex-pareja. El pasado 19 de abril se reunió la Audiencia provincial de Badajoz para resolver el recurso de apelación de Sara a la condena por sustracción, desestimándolo en todos sus extremos y haciéndolo, además, en términos de extrema dureza. La Audiencia llega a pasar por encima de la circunstancia de que la más pequeña de las hijas ni siquiera tiene filiación reconocida con la ex-pareja de Sara en el Registro Civil.
Tan disparatado en todos sus extremos parece haber sido el desarrollo de dicho proceso que dos de las juezas intervinientes en el mismo, ambas del Juzgado de Instrucción nº1 de Zafra (Badajoz) y que fueron quienes decretaron escritos de ejecución forzosa del cambio de custodia, han sido sancionadas
En cualquier caso, desde hace dos años Sara no ha podido tener ningún contacto con sus hijas; y todo ello a pesar de que, como colofón de unas actuaciones que numerosos profesionales de la justicia observan con estupor, no está en la actualidad sujeta a absolutamente ninguna media de incomunicación o alejamiento de las menores.
La vista del juicio para señalar las medidas definitivas en relación a la custodia de las menores fue pospuesta del 27 de abril al 18 de junio, en otra decisión polémica de acuerdo a las fuentes jurídicas consultadas.