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Izquierda Unida (IU)
Valero: “La música que suena ahora es diferente a la crisis anterior y la derecha europea ha aprendido. En Andalucía el gobierno PP-Cs mantiene la música anterior”
Un año y tres meses después de su elección, Toni Valero ha tenido que enfrentar como líder de la mayor federación de IU el primer gobierno de derechas de la autonomía y el primero de coalición progresista del Estado, la ruptura en Adelante Andalucía y una pandemia que lo ha cambiado todo en una tierra ya frágil antes del Covid-19.
El 17 de junio de 2019, Antonio Maíllo abandonaba su puesto como coordinador general de IU Andalucía con un discurso que pedía compatibilizar la política con la vida. Dejaba paso a Toni Valero, en ese entonces responsable de Organización y Finanzas, quien tomó el relevo en el cargo el 29 del mismo mes, en un tiempo récord. Desde entonces, este malagueño de 39 años, profesor de historia, se encuentra al frente del partido en Andalucía, la federación de IU de mayor tamaño del Estado español, donde la formación mejor ha resistido el envite de los tiempos, conservando una cierta posición de poder en el plano local.
Lleva algo más de un año como coordinador general de IU Andalucía, aunque mucho más tiempo dentro del proyecto. ¿Qué ha cambiado y qué se ha mantenido desde que se puso a los mandos de la organización?
No ha cambiado mucho. Continúo con unos equipos de dirección y unas tesis políticas que ya venían de antes. Lo que ha cambiado muchísimo es el contexto en el que hemos tenido que realizar nuestro trabajo. Eso nos ha llevado a reforzar ciertas líneas. Los últimos ciclos electorales nos han dejado extenuados y han constatado una certeza que teníamos de antes: sin organización no puede transformarse la realidad. Han cambiado algunas caras, se ha potenciado el protagonismo de la compañera Inmaculada Nieto como portavoza en el Parlamento, y lo que mi perfil aporta al conjunto del partido.
Fue secretario general de la Juventud Comunista en Andalucía en 2006, ¿rescata algo de aquella experiencia en su actual labor diaria como coordinador de IU?
Muchísimo. Para mí, la UJCE fue una escuela excepcional. Por desgracia, nuestra generación tiene una gran debilidad a la hora de hacer valer sus intereses políticos y económicos porque no ha habido muchas escuelas en las que formarse en este país desde una óptica antagonista. Aprendí lo importante que es el valor de lo colectivo y la importancia de la convivencia y la fraternidad a fuerza de ver su ausencia en los conflictos políticos internos. También aprendí a trasladar los horizontes utópicos que nos planteamos en prácticas concretas cotidianas. Invito a que la gente milite; donde quiera, pero que lo hagan porque necesitamos que haya una cultura política viva.
En Andalucía estamos cerca del 11% del presupuesto que va a la concertada. Málaga y Granada ya tienen la mitad del total de los centros educativos con un modelo concertado
¿Cómo se conjuga la vida personal, familiar, etc, con la responsabilidad de ejercer de coordinador general de un partido en tiempos de pandemia?
La clave está en la puerta de la nevera, donde confluyen las citas del médico, de tareas del cole, las reuniones y salidas que implican mi compromiso político. Y al abrirla, saber si hay que hacer la compra. Por tanto, esto requiere de mucha organización en casa, siempre con dos objetivos: no defraudar y estar a la altura del compromiso que requiere la paternidad y la coordinación con mi compañera. Afortunadamente, los medios telemáticos han ayudado mucho, pero a fin de cuentas reconozco que se improvisa mucho, aunque también es necesario reservar un espacio para la familia y el descanso, lo que requiere una gran capacidad de abstracción.
Desde la llegada del nuevo consejero de Educación, Javier Imbroda, se ha aumentado en un 7% la inversión pública en centros educativos privados y se está redactando una nueva orden que incide en estas políticas de privatización. ¿Le preocupa que ni siquiera las movilizaciones de padres y profesores puedan parar este plan de privatización que ha iniciado la Junta, dada la mayoría de PP y Ciudadanos en el Parlamento?
En Andalucía estamos cerca del 11% del presupuesto que va a la concertada. Málaga y Granada ya tienen la mitad del total de los centros educativos con un modelo concertado. En el barrio de Málaga donde yo vivo ha sido muy complicado poder matricular a mi hija en un centro público. El señor Imbroda ha introducido la lógica empresarial en la Consejería de Educación, donde el prima el beneficio económico y no la función social que la educación pública debe cumplir. Tanto PP, Ciudadanos y VOX ya han asegurado que seguirán incidiendo en este modelo de privatización encubierta. Ya no solo incentivan que surgan más centros privados, sino un trasvase de fondos públicos a escuelas concertadas. Un negocio redondo para esas empresas. Por no hablar que una buena parte de estos centros concertados caen en manos de la Iglesia católica...
Educación concertada
La Junta de Andalucía amplía la enseñanza concertada
El borrador de la nueva orden de la Consejería de Educación y Deporte, que incluye a las enseñanzas no obligatorias, ha provocado reacciones encontradas de “ataque frontal a la pública” versus “aumento de la oferta educativa”.
Dada su experiencia como docente en la educación pública andaluza, ¿en qué se traduce en el día a día la falta de recursos, medios y personal de la cual la comunidad educativa viene quejándose durante los últimos meses?
Por ejemplo: que un profesor tenga un percance, no pueda ir a clase durante una semana y se dé por sentado que no se va a mandar un sustituto. Ratios imposibles, lo que afecta a la atención a la diversidad. ¿Cómo se puede atender debidamente a una clase en la que hay más de 30 alumnos? Podemos hablar de la enorme carga burocrática de los docentes, tiempo que podría emplear en preparar clases, aprender nuevas metodologías, etc. También hay instalaciones muy obsoletas. Yo mismo he pasado frío en muchos institutos porque no se podía poder calefacción por la antigüedad de los centros y la poca inversión en renovar estos centros.
Aún así, el presupuesto en 2019 para la Consejería de Educación y Deportes respecto a 2018 creció un 2'4%, encadenando ya 5 años en subida de la inversión en esta materia. Sin embargo, esto no parece ser suficiente para paliar los problemas de la educación en Andalucía ¿No piensa que de fondo hay un problema de financiación autonómica por la falta de armonización fiscal existente entre comunidades?
Aquí coexisten dos problemas: la responsabilidad del Gobierno andaluz y la financiación autonómica, que sigue sin actualizarse. Esta es una reivindicación que la izquierda lleva reclamando resolver desde hace años. Es necesario revisarla y ojalá el Gobierno central plantee el asunto si la crispación política disminuye. Con el nivel de crispación actual, es facil imaginar el escenario en el que el PP utilice el debate como arma arrojadiza, sin voluntad alguna de llegar a un acuerdo. Esto tiene que repercutir en una mayor inversión en Educación, evidentemente. Más que nada, porque esta es uno de los pilares fundamentales para combatir las desigualdades sociales.
Más allá del control parlamentario rutinario al que la oposición debe ejercer al Gobierno autonómico, ¿cuál ha sido la implicación de IU Andalucía en las recientes movilizaciones por la educación y cuál es la hoja de ruta para los próximos meses?
Nosotros participamos en la distintas provincias con las Mareas Verdes. Mucha de nuestra gente también forma parte nuclear de estos movimientos, así como de sindicatos, AMPAS, etc... Nuestra implicación en estas movilizaciones es natural y fundante porque intervenimos directamente en ellas. Nuestra hoja de ruta para los próximos meses incide en tres brechas que, a mi juicio, deben guiar el camino: contratar más profesorado con el propósito de bajar la ratio, que se asegure la atención a la diversidad para romper las desigualdades que se dan en el mismo alumnado y procurar la derogación de la LOMCE.
¿Piensa usted que se está vulnerando el derecho de igualdad de acceso a la función pública, como afirma la Fiscalía Provincial de Sevilla, en el caso de las contrataciones exprés de interinos que está llevando a cabo la Junta de Andalucía?
Es sonrojante y es vergonzante. Con el shock en el que nos encontramos, después del confinamiento y sus consecuencias laborales, el Gobierno andaluz hace una oferta muy espectacular de contratación de gente para gestionar las situaciones derivadas de la pandemia. Esto se traduce en un modelo de selección en el que se admite el personal por orden de llegada. En esta tierra donde hemos sufrido tanto el enchufismo, del que se quejaba el PP en campaña electoral, la historia se repite. Para hacer un modelo selectivo como el que han hecho, para eso que ni lo anuncien en televisión. Si van a enchufar a gente, que no inviten a la gente a echar su curriculum.
Que UP defienda la República es una cosa totalmente asumida. El problema lo tiene el PSOE cuando en España hay, cada vez más, una mayoría republicana que está por organizarse
Pero, ¿cree que estas deficiencias en la gestión pública de las consecuencias de la pandemia se deben a una falta de planificación, como denunciaba su compañera Ana Naranjo, o más bien al cariz ideológico de los partidos que gobiernan la Junta?
Yo entiendo que pueda darse la improvisación. La pandemia ha generado situaciones que no están en la experiencia vivida una Administración que nunca había imaginado tener que contratar vigilantes de playa para que la gente no pusiera sus toallas juntas. Lo que no entiendo es que en esa improvisación se utilicen torticeramente fórmulas que huelen a enchufismo, aprovechando a que la urgencia nos obliga a tomar decisiones a corto plazo. Entiendo el atajo para resolver el problema; no entiendo las trampas. Eso tiene un claro matiz ideológico, el pensar que las instituciones son suyas que es algo que la derecha en nuestro país nos recuerda constantemente.
Usted instó hace una semana a Felipe VI que, si quería intervenir en la vida política del Estado, se presentase a las elecciones. Estando Unidas Podemos en el gobierno -donde se incluyen diputados de IU-, ¿es sostenible compatibilizar a medio-largo plazo la posición republicana de UP con la defensa de la monarquía que realiza el PSOE cuando ambos partidos gestionan un gobierno en común?
Debe serlo. La defensa de la República que hacen los diputados de UP se hace bajo el escrupuloso respeto democrático. Por tanto, un país que se reivindique democrático debe ser capaz de tener fuerzas en el Gobierno central que propongan una ruptura democrática con la monarquía para iniciar un proceso constituyente. De la misma manera que con el PSOE no estamos de acuerdo en este sentido, hay otras en las que sí y sirven para mejorar la vida de la gente. Pienso que el problema no es nuestro. Que UP defienda la República es una cosa totalmente asumida. El problema lo tiene el PSOE cuando en España hay, cada vez más, una mayoría republicana que está por organizarse y que no solo agrupa a socialistas, comunistas o anarquistas, también a conservadores.
Decía Juan Bravo, consejero de Hacienda: “tenemos que gastar con responsabilidad”. ¿Y qué es responsabilidad? ¿Responsabilidad es que la gente pueda pasar hambre o que en sus cuentas no aumente el déficit?
Sin embargo, ¿no le preocupa que algunos sectores de la izquierda vean demasiadas concesiones ideológicas en todo lo relacionado con las políticas del gobierno de coalición?
Me parecería pueril. Es no entender que no estamos en ese Gobierno porque nos hayan invitado sino porque hemos optado por esa trinchera. Pretender abandonar una trinchera que nos permite adelantar posiciones me parece infantil y no entender el papel histórico que estamos jugando ahora mismo, un momento cargado de oportunidades al estar en una situación de poder en la que nunca habíamos estado.
El Ejecutivo permitirá gastar más de 2.500 millones de euros para la lucha contra los estragos de la COVID en Andalucía. Ha declarado que PP y Ciudadanos ya no tienen excusa para seguir con la “ortodoxia neoliberal” que, según usted, rige en el Gobierno andaluz. Sin embargo, no se muestra muy optimista respecto a que se produzca un cambio de rumbo en las políticas presupuestarias que maneja la Junta...
La música que suena ahora es diferente respecto al período de crisis anterior y la derecha europea ha aprendido que hay precipios por los que no se puede despeñar. Ahora, la derecha europea habla de estimulación económica, de aumentar el gasto pública, etc. Y aquí en Andalucía nos encontramos con un gobierno del PP y Ciudadanos con la música anterior. Como decía Juan Bravo, consejero de Hacienda: “tenemos que gastar con responsabilidad”. ¿Y qué es responsabilidad? ¿Responsabilidad es que la gente pueda pasar hambre o que en sus cuentas no aumente el déficit? Soy escéptico con que el PP capte la música que hay ahora. Es evidente que no serán ellos quienes acometan los cambios estructurales que necesita Andalucía.
No la comprendo. Me parece que va en una línea contradictoria con muchas otras decisiones de ese mismo Ministerio (sobre el visto bueno de Transición Ecológica a enterrar los fosfoyesos en las marismas onubenses)
Esta semana, el Gobierno central anunciaba el aumento del techo de gasto, una medida que desde IU se ha considerado como el fin de la etapa de austeridad que se inició con la última etapa del gobierno de Zapatero y que continuó el PP de Rajoy. ¿En qué beneficia a Andalucía ese aumento del 53% en el techo de gasto?
No estando encorsetado con este techo de gasto, cada Gobierno autonómico puede plantearse un endeudamiento que le permita invertir en políticas muy necesarias para esta tierra, como el sector ferroviario, la energía verde, etc. Hay un déficit enorme en Educación y Sanidad con respecto a otras comunidades y ahora es el momento de acometer reformas importantes y acabar con la precariedad de los trabajadores y trabajadoras en ambos ramos. En concreto, en el ámbito sanitario debería abordarse el debate de los cuidados para mejorar la atención a la dependencia de manera urgente, porque se hace hoy más necesario que nunca una revisión del sistema público del bienestar.
Contaminación
Contaminación Fosfoyesos, los lodos que contaminan Huelva
El día 5, el BOE hizo oficial la DIA a favor del proyecto planteado por Fertiberia para clausurar las balsas de fosfoyesos de las marismas de Huelva. A pesar de la presión popular, no se ha aprobado la limpieza total de la zona y se procederá a su encapsulamiento. Teniendo en cuenta que IU también abogó por la limpieza total de las marismas, ¿qué valoración hace de la decisión del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico?
No la comprendo. Me parece que va en una línea contradictoria con muchas otras decisiones que desde ese mismo Ministerio se están tomando, y no es coherente con la postura en defensa del medioambiente que debería hacerse desde el Ministerio. Nosotros vamos aseguir participando de esas movilizaciones porque creemos que es un error y lo prioritario es posicionarse con los intereses de la mayoría social en Huelva que reclama el limpiado total de las balsas de fosfoyesos.
Gestionamos estas contradicciones con naturalidad. Lo que hay que hacer es mucha pedagogía y hacer ver a la gente que las políticas públicas no solo son resultados de lo que se decide en un Consejo de Ministros sino de lo que se decide en la calle y la correlación de fuerzas. En la medida en que somos capaces de hacer valer los dos frentes los que estamos, el institucional y la lucha en la calle, estaremos más cerca de conseguir nuestros propósitos. No podemos transmitir una imagen idílica de lo que sucede en un Gobierno como hacen los conservadores. Hay que reconocer nuestras limitaciones. Si no se puede llegar a más, entonces hay que empujar también desde fuera. Nosotros pedimos el voto para hacer políticas valientes y que tengan respaldo popular. Siempre hemos pedido que nos voten y nos acompañen en la calle para llegar junto a las organizaciones ciudadanas al horizonte que deseamos.
Reconozco que es difícil que Adelante sea ya ese espacio de unidad de la izquierda
Cuando usted fue elegido Coordinador General de IU Andalucía aseguró que era imprescindible “preservar los espacios de unidad”. A tenor de los hechos ocurridos con la confluencia andaluza, ¿sigue siendo Adelante Andalucía un espacio de unidad para IU Andalucía?
Yo dije eso porque me lo creo firmemente. La unión es imprescindible y más en los tiempos que corren y no podemos perder ni el más mínimo esfuerzo. Para mí es una frustración lo que está ocurriendo con Adelante Andalucía porque el potencial que albergaba era muy importante y ejemplar para nuestro país. Lo que construímos tenía más que ver con la gramática de la experiencia, la gramática de lo que el pueblo no obligue a hacer. IU no puede entenderse a sí misma sin concebir, en el presente y en el futuro, espacios de unidad con todos los actores políticos de la izquierda. También reconozco que es difícil que Adelante sea ya ese espacio de unidad. Hay aspiraciones que son muy legítimas, pero no olvidemos que se están llevando a cabo de manera unilateral, sin contar con la participación de las dos organizaciones principales, que somos IU y Podemos. Lo importante es que a IU no le está afectando lo más mínimo para seguir en el conflicto en la calle y las instituciones.
Tanto IU Andalucía como Podemos Andalucía han rechazado la propuesta de Anticapitalistas para alcanzar un acuerdo organizativo en el grupo parlamentario. ¿Cuáles son las razones de este rechazo? ¿Qué acuerdo sería, en su opinión, el óptimo para todas las partes integrantes de Adelante Andalucía?
Nosotros vamos a algo muy sencillo y que se encontraba en los orígenes de Adelante: que el trabajo de todos repercuta en el colectivo y no haya una parte del colectivo que se apropie del trabajo de todos. En definitiva, que todos tengamos la llave de la casa y desde esa condición de horizontalidad y democracia, sabiendo que no todos pesamos lo mismo. IU tiene una implantación local que es la que es. En cuanto a nuestra relación con el PSOE: con el PSOE se puede pactar o no, eso lo dirá la coyuntura y si las bases así lo quieren. Si las bases no lo quieren, ¿quiénes somos los dirigentes para decir lo contrario? Pero, ¿cómo podemos afrontar estos debates si hay una parte que dice que la marca es suya y si no le gusta cómo acaba el debate se lleva las llaves de la casa? Por eso no hemos podido aceptar esa propuesta: porque no es una propuesta, es una invitación a marcharnos por considerarnos otra cosa. Es poner por escrito lo que Anticapitalistas lleva haciendo por la vía de los hechos durante mucho tiempo. Vean ustedes la propuestas y saquen sus conclusiones.