Fake news
El arte de perder

¿Cómo se viviría en una Segunda Revolución Industrial que, en vez de ser meramente mecanicista, fuera informativa y tecnológica? ¿Y si, en vez de enfrentarnos a la escasez de conocimiento, nos enfrentásemos a un exceso en el que estuvieran a la misma altura informaciones falsas y verídicas, lo banal y lo profundo, como si fuese un vertedero informativo y nos dejasen allí y hubiese que entrar a buscar algo que no se sabe cómo es y está enterrado?

Franz Kafka
Franz Kafka Nicholas Boos
Paula Llaves
28 abr 2019 06:18

Cuando Quin Shi Huang unificó China, su primera medida fue quemar libros y matar a quienes transmitían el pensamiento. Pasaron cuatro siglos y un poquito, y Diocleciano prendió fuego a los textos alquímicos de la Biblioteca de Alejandría. La Hoguera de las Vanidades, antes de ser novela de Tom Wolfe, fue la quema de manuscritos en Florencia, y Diego de Landa quemó todos los códices mayas del Yucatán. El cardenal Cisneros abrasó todos los libros de La Madraza de Granada. Y las llamas nazis devoraron todos los libros de autores judíos, comunistas o anarquistas. Argentina quemó su conocimiento dos veces en del siglo XX y el ISIS destruyó, también con fuego, 20.000 libros. Pero, a veces, no hace falta. Al fin y al cabo, los libros solo son peligrosos si los abres y les dedicas tiempo. Era el año 1990 y el cantante de un grupo del momento decía en un documental que le encantaban los anuncios de la televisión porque había consumido tantas drogas que no podía mantener la atención más de un minuto. El fuego lo llevaba dentro.

Hasta la primera revolución industrial la vida era muy lenta, los oficios, hereditarios; la información, escasa. Se aprendía escuchando, mirando, no leyendo. Los textos eran tan escasos que el acceso a los mismos era un valioso privilegio. Y la memoria y la capacidad de concentración para aprender o para hacer podían salvarte la vida. Pero ¿cómo se viviría en una Segunda Revolución Industrial que, en vez de ser meramente mecanicista, fuera informativa y tecnológica? ¿Y si, en vez de enfrentarnos a la escasez de conocimiento, nos enfrentásemos a un exceso en el que estuvieran a la misma altura informaciones falsas y verídicas, lo banal y lo profundo, como si fuese un vertedero informativo y nos dejasen allí y hubiese que entrar a buscar algo que no se sabe cómo es y está enterrado? ¿Qué pasaría si, en vez de nacer a varios días de la ciudad más cercana, se pudiese charlar con alguien al otro lado de la tierra en casi cualquier momento y, sin embargo, no se supiese por qué puedes hacerlo? ¿Cómo sería vivir sin saber cultivar la tierra, levantar una casa, hacer fuego, cocer el pan, porque todo estuviese destinado a formarte para una sola cosa, aislada, una pieza especializadísima de un engranaje tan complejo que una sola persona no podría reproducirla sola aunque quisiera?

Si se naciera, por ejemplo, en un mundo de luces de colores que disparan desde todos los flancos y las canciones de la radio y las series de televisión se interrumpen abruptamente para dar paso a imágenes inconexas, música confusa, gritos. Y en la calle las voces de los turistas llegasen a la ventana incluso en las noches de invierno y las redes sociales resumieran el mundo en vídeos de dos minutos y nunca se supiera cuando puede ser necesario responder a un mensaje y se hubiera nacido para aprenderlo todo, y nada entra en la mente si no es por los sentidos. Nacer en ese mundo donde antes que persona se es consumidor potencial bombardeable y si existiese una estructura indiscriminada que te asaltase a todas horas gritando: “¡Mira!”, y señalase en todas direcciones…. Eso tendría un precio.

Adam Schaff se quedó en la economía, en el trabajo como mercancía escasa, y en el desengaño y la resignación que genera la falta de expectativas de futuro. Pero es aún más cruel. Aguantamos porque somos adaptables. Somos animales que sobreviven en las condiciones más extrañas. La especie humana soporta la tundra y el desierto, la selva y la montaña, terremotos, monzones, guerras, dictaduras… Somos maleables. Nos adecuamos al medio y, en lo que podemos, adecuamos el medio a nosotros. Nuestro cerebro es plástico, nuestra conducta, nuestro código moral, nuestras costumbres… Por eso funciona la psicoterapia. Por eso somos tan frágiles también. 

¿Cómo sería nacer en un mundo que atentase contra lo más profundo de la psique, contra nuestra cognición, incluso contra la propia narración de lo que somos? ¿Cómo sería nacer en un lugar donde no hay expectativas de futuro ni tiempo para hacerse uno? Tal vez nuestro tiempo de reflexión, nuestros silencios, el espacio que usamos en las esperas para poner el pensamiento en orden, se cambiase por mirar a una pantalla, responder emails, utilizar fotos con letras grandes como alternativa a leer ensayo. Y, si así fuera, empezaríamos a perder la capacidad de abstracción y la memoria a largo plazo porque donde todo es de consumo rápido —la comida, la información, las relaciones—, casi no se puede centrar la atención durante veinte minutos, y si se llevase un ordenador en el bolsillo no haría falta recordar teléfonos o datos y el conocimiento podría acabar siendo una colección de impresiones, sensaciones, imágenes que apenas se articulan. Perderíamos la capacidad de la metáfora, de la interpretación lingüística entre lineas, acabaríamos en un cierto erial semántico, demasiado literal para ser bueno.

Si eso pasase, los adultos lucharíamos contra la incapacidad de concentrarnos para leer una novela, hablaríamos de lo que nos cuesta últimamente “entrar” en el libro, a nosotros, que hace quince años leíamos tanto, y la infancia nacería ya diagnosticada de trastornos de atención y de ansiedad.

Veríamos niños con estrés en parvulario y olvidaríamos la historia más reciente. Habríamos perdido lo más básico: nuestra capacidad de reflexión y permanencia, nuestro análisis profundo, y la poesía.

Adaptándonos a tanta insidia, habríamos perdido aquello que nos permite ser.

No digo que fuera imbécil esta sociedad hipotética. Sería, eso sí, completamente vulnerable. Estaría, eso si, trágicamente indefensa.

Menos mal que nada de eso puede pasarnos a nosotros.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Dana: la extrema derecha inunda las redes de bulos
La devastación de la dana ha creado una indefensión terrible entre muchas personas que lo han perdido todo, una situación que ha sido aprovechada por la extrema derecha para agitar el fantasma de la inseguridad ciudadana.
Fake news
Fake news El embuste de las presas: la ultraderecha aprovecha el desastre de la DANA para sacar tajada
Agitadores de ultraderecha y políticos de Vox propagan bulos sobre una eliminación de presas que jamás ha existido en pleno recuento de víctimas.
Fake news
Opinión Ayuso leyó un bulo en titulares
La maquinaria de esparcir noticias falsas es un círculo cerrado de periodistas vendidos, políticos que mienten y dinero público.
#33565
28/4/2019 11:10

En este día que conmemora a las personas trabajadoras muertas en su trabajo.
¿Hay algo más triste y de perdedor que dar tu vida por un trabajo que odias y mandado por un jefe que no te respeta y te explota como si fueras un robot?

5
0
Genocidio
Genocidio El Tribunal Penal Internacional emite orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.

Últimas

Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
Más noticias
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.
Dana
Encuesta Tres de cada cuatro personas en España ligan la virulencia de la dana con el cambio climático
Una encuesta realizada por More in Common señala que una amplia mayoría de la población considera que el país está mal preparado para adaptarse a los fenómenos extremos que trae la crisis climática y debe hacer más esfuerzos al respecto.

Recomendadas

València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Redes sociales
Redes sociales Bluesky, la red social donde se libra la batalla por el futuro de internet
Ni es descentralizada ni está fuera de la influencia de los ‘criptobros’ que han aupado a Trump a la Casa Blanca, pero ofrece funcionalidades útiles para recuperar el interés por participar en redes sociales.