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Educación
Becarios, el cuento de la lechera
400.000 estudiantes se lanzan cada año a hacer prácticas no laborales, pero solo una quinta parte recibe algo de dinero por su trabajo. El becariado es, junto a los falsos autónomos y la mano de obra sin papeles, una ‘zona gris’ del derecho del trabajo. La obligación de alta en la Seguridad Social para todas las prácticas prometida por el Gobierno de Sánchez podría arrojar algo de luz, pero aún está por ver cómo se pondrá en práctica.
Te gusta pasártelo en grande y disfrutar de todos los momentos, nosotros no concebimos que trabajar pueda ser de otra forma”. Pepe Jeans oferta plazas de prácticas para este verano. ¿Tareas que hacer? Organizar el showroom antes de la campaña, apoyo al equipo de ventas, toma de pedidos, atención a los clientes. ¿Requisitos? Que puedas firmar un convenio de prácticas con una universidad o escuela, que no se te dé mal el inglés, que seas flexible y sepas trabajar en equipo.
Y ¿qué te ofrecen? Trabajar cerca del Retiro, en Madrid, una cafetería “de lo más healthy” y descuentos en las marcas del grupo. De salario, nada. Bienvenido a las prácticas no laborales. Trabajarás mucho, aprenderás algo, no cobrarás nada o, con suerte, algunos euros que no te llegarán ni para pagar el alquiler de media habitación, pero vivirás la experiencia de trabajar como quien va a un parque de atracciones.
Cada año más de 400.000 personas hacen algún tipo de trabajo en prácticas. Son estimaciones de CC OO, para las que el sindicato ha tenido en cuenta la Encuesta de Inserción Laboral de titulados universitarios, los matriculados en grados y Formación Profesional, los datos de la Tesorería de la Seguridad Social y del Servicio Público de Empleo Estatal. Pero no son cifras definitivas: una gran parte de las prácticas, todas aquellas que se hacen sin ningún tipo de remuneración, no se registran de ninguna manera, y las que sí suponen algo de dinero para el becario solo comenzaron a ser registradas con la reforma del sistema de pensiones de 2011, que hizo obligatoria su alta en la
Seguridad Social, pero con la cotización bonificada al 100% por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social desde 2014.
De estas últimas que reciben algún tipo de pago —aunque sea los 50 euros de ayuda al transporte—, hay alrededor de 80.000, la quinta parte de esos 400.000 que calcula CC OO Pero aún peor que el hecho de que no se reciba un euro es la opacidad en la que se desarrollan las prácticas.
“Si no reciben ningún tipo de remuneración, no se conoce el mapa, y ese es uno de los grandes problemas: no tenemos el mapa del colectivo de becarios, dónde están, y esto dificulta mucho la lucha contra el fraude que existe", denuncia Carlos Gutiérrez Calderón, secretario de Juventud y Nuevas Realidades del Trabajo de CC OO.
Quirón Hospitales SL
Es, junto a los falsos autónomos y el trabajo de las personas migrantes, una de las ‘zonas grises’ del trabajo, que queda prácticamente fuera de la regulación, según apunta José Luis Carretero, profesor de formación y orientación laboral, miembro del Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA) y del sindicato Solidaridad Obrera, y autor del libro Contratos temporales y precariedad (2004): “En las zonas grises encontramos tanto al migrante sin papeles que no puede apelar a la legislación del derecho del trabajo, como a los falsos autónomos, que han tenido una explosión tremenda en los últimos tiempos, lo que tiene una vinculación con las plataformas colaborativas como Deliveroo o Glovo, y, por otro lado, lo encontramos en el trabajo de formación, el hecho de que se haga pasar por periodos de formación lo que realmente es trabajo por cuenta ajena”.
En el caso de las prácticas formativas, Carretero añade que “también han venido acompañadas de un discurso más moderno en torno a la educación y la formación para la empleabilidad: cuando la educación ha dejado de ser una educación para la vida en un sentido genérico, para el desarrollo de las propias potencialidades de las personas, y ha pasado a ser una formación para el mercado de trabajo”.
En diciembre, el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó un real decreto por el que se lanzaba el Plan de Choque por el Empleo Joven 2019-2021, que, entre otras medidas, prometía la cotización obligatoria de todas las prácticas no laborales, aunque no fueran remuneradas, y la creación de un estatuto de las prácticas no laborales.
En enero, la respuesta de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) fue echarse las manos a la cabeza y advertir de que, con la reforma, se ponía en peligro la economía y gestión de las universidades. La cotización obligatoria, que está planteada para que empiece a aplicarse en el curso 2019-2020, aún sigue pendiente el desarrollo de un reglamento en el que se concrete quién paga y cuánto. Del estatuto del becario tampoco se sabe aún más que el compromiso de que exista.
Ya en septiembre de 2017, desde el Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea presentaron una proposición de ley para regular las prácticas académicas universitarias externas en la que se incluía una remuneración no menor al salario mínimo interprofesional aplicado al número de horas de las prácticas y, por tanto, el alta en la Seguridad Social, pero el texto quedó varado en el Congreso.
Gecko Hotel & Beach Club
Período: sin información
Horario: sin información
Para: estudiantes de Turismo
Tareas: conserjería, aparcacoches, check in y check out físico, soporte en eventos
Remuneración: 300 euros/mes, alojamiento y uniforme.
UNA MARAÑA DE MODALIDADES
El primer obstáculo: la complejidad de los diferentes tipos de prácticas, cada uno de ellos con unos —escasos— derechos para el estudiante y unos —abundantes— beneficios para las empresas. Empezamos con una pequeña guía para no perdernos. Las prácticas no laborales complementan —extracurriculares— o son parte —curriculares— de la formación y van asociadas a estudios de formación profesional o universitarios. En otra línea van los contratos formativos, estos sí contabilizados por el Ministerio de Trabajo, que van de los contratos en prácticas que las empresas pueden hacer a los recién licenciados —por un sueldo menor y con bonificaciones a la cotización a la Seguridad Social—. Pero eso ya es otra historia.
Del colectivo de becarios hay pocos datos. Algunos de esos pocos son los recogidos por un estudio realizado por la Comisión Europea en 2013, The Experience of Traineeships in the EU. En él se mostraba a España como medalla de plata en porcentaje de estudiantes que hacen prácticas después de acabar los estudios (67%, solo por detrás de Eslovenia), que solo el 42% recibió algún tipo de compensación económica —cifra que ha ido a peor según lo calculado por CC OO— y que esta era suficiente para sostener los costes básicos solo en el 29% de los casos, el peor porcentaje de toda la Unión Europea.
“Yo en mi trayectoria he hecho cuatro o cinco prácticas no laborales, curriculares y extracurriculares. En unas cobraba 300 euros, otras han sido mejores; unas han servido para lo que pensamos que deben servir, ya que tenían ese carácter formativo que complementa el conocimiento teórico que se recibe en una formación, y en otras estaba supliendo a un trabajador, lo que en verano se da mucho”, recuerda Gutiérrez Calderón de su experiencia haciendo prácticas entre los años 2007 y 2013.
Sotec Consulting
Para: Relaciones Laborales
Período: todo el año
Horario: de 8h a 15h en julio y agosto y de 9h a 18.30h el resto del año
Tareas: altas y bajas de personal, bajas y altas médicas, controlar absentismo laboral, control de nóminas y de vacaciones
Se requiere: inglés medio-alto, tolerancia a trabajar bajo estrés, autonomía, proactividad.
Remuneración: 400 euros/mes.
Otro dato que se desprende del estudio de la Comisión Europea es que España presenta las peores cifras en cuanto a tutorización de las prácticas, un 79% —frente al 96% de Portugal, el 90% de Italia o el 95% de Alemania—. Es uno de los criterios para saber si un becario es realmente “un falso becario”, es decir, que cumple las labores de un trabajador por cuenta ajena.
Otros son si tiene autonomía o si realiza más actividades de las que aparecen en el convenio de prácticas firmado con el centro formativo. Aunque no hay normas rígidas sobre cómo son o deben ser unas prácticas, varias sentencias echan algo de luz, creando jurisprudencia: el objetivo de unas prácticas no laborales no es sacar beneficio del trabajo del becario, sino su formación, por lo que, si el becario hace labores de un trabajador, es que es un trabajador.
“El fraude típico con las prácticas no laborales es sustituir a un trabajador que debería estar amparado por el Estatuto de los Trabajadores por un convenio de colaboración o de formación, unas prácticas no laborales”, apunta Gutiérrez Calderón. “Muchas de las prácticas se usan en verano para sustituir a los trabajadores que se van de vacaciones, es un fraude de ley”, continúa. Pero la falta de datos al respecto sigue favoreciendo el fraude. La información disponible de las únicas prácticas no laborales sobre las que hay datos —las que tienen algún tipo de remuneración— se limita al número de altas anuales. El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) no da más información que esa. “Aunque sabemos que la mayor parte del colectivo de becarios no cobra nada, por lo que están en un agujero negro, de los que sí cobran algo hemos pedido al INSS que bajemos más a la concreción y nos digan los sectores, las edades, fechas, duración…, pero, hasta ahora, silencio administrativo”, dice Calderón.Adecco
Periodo: tres meses con posibilidad de prórroga.
Horario: de 10h a 18h de lunes a viernes
Tareas: dar apoyo a los consultores senior, evaluación de candidatos, conocer el ciclo completo de contratación
Requisitos: titulación finalizada en ADE, Psicología, Relaciones Laborales, Recursos Humanos o similar, incorporación inmediata, deseable haber trabajado en hostelería.
Remuneración: 500 euros mes.
Otros: si no puedes aportar convenio de colaboración educativa, ellos lo gestionan.
UNIVERSITARIOS PRECARIOS
En el curso 2015-2016 se graduaron 203.253 estudiantes universitarios, de los que CC OO calcula que un 72% —147.000— realizaron prácticas no laborales a lo largo de su carrera, tomando las cifras de la “Encuesta de inserción laboral de titulados universitarios 2014”. La mayoría —68%— habría realizado prácticas curriculares, y el resto —32%—, extracurriculares. Dentro de los estudios universitarios, los de Periodismo y Comunicación Audiovisual son los que destacan por tener unas prácticas con condiciones más duras.
“Mis compañeros y compañeras han aceptado prácticas de Onda Cero con jornadas de 30 horas semanales por 220 euros brutos. Y ya es bastante, veo muchas ofertas a jornada completa sin remunerar”, explica a El Salto Yaiza Oliva, estudiante de Periodismo en la Carlos III de Madrid. “Yo estoy buscando un alternativa, pero al final tendré que aceptar una opción similar porque siento que la carrera es demasiado teórica y echo en falta la práctica por la que seguí esta vocación. Además, insisten en lo importante que es haber tenido experiencia laboral antes de acabar la carrera para encontrar trabajo”, continúa. “Yo estoy buscando trabajo, pero todas las empresas me dicen que prácticas, y solo me pagarían entre 100 y 150 euros”, explica, por su parte, Carla Parras, estudiante de Periodismo en la Universidad de Valencia, a falta de un mes de terminar la carrera. Ella ya tuvo una experiencia de prácticas el pasado año, en la revista Groguets, relacionada con el Villarreal C.F., que estaba a punto de lanzarse. “Estuve tres meses, solo contactaba con ellos vía WhatsApp, me hice todas las entrevistas, la maquetación, edité todos los textos, y a los tres meses desaparecieron. Me dijeron que me iban a pagar cien euros pero, al final, ni eso”. La revista sigue existiendo.
Cable Televisión Albacete
Tareas: cobertura de ruedas de prensa, elaboración de reportajes, técnico de televisión y realización
Periodo: 1 de julio a 30 de septiembre
Remuneración: 0 euros
(anuncio visto en la bolsa de prácticas de la Universidad Miguel Hernández de Elche)
Rubén Hernández, estudiante de 4º de Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid), destaca lo complicado que es encontrar prácticas que tienen que hacer de forma obligatoria para terminar la carrera. “En mi universidad no tienes prácticas aseguradas, tienes una plataforma en la que inscribes tu oferta y esperas a que te cojan; las ofertas que hay para este verano son escasas y muy pocas remuneradas”. El año pasado ya hizo prácticas en el marco de un curso de realización en Tenerife. Eran sin remunerar, pero al menos le pagaban el transporte si justificaba el gasto. “Teníamos un tutor de prácticas, que era el dueño de la empresa, que era pequeña, y sí hacíamos trabajos normales que se vendían”.
¿Cuál es el peor sector en el tema de las prácticas? “No hay datos, pero uno intuye que los medios de comunicación —responde Gutiérrez Calderón—. Muchas personas que salen del graduado de Ciencias de la Información te relatan su experiencia: cómo estuvieron en tal o cual sitio haciendo prácticas no laborales en verano y estaban sustituyendo al redactor de turno”.EFE
Período: 1 de julio al 31 de agosto
Horario: sin información
Tareas: sin información
Requisitos: alumnos de los dos últimos cursos de Periodismo y/o Comunicación Audiovisual.
Remuneración: 350 euros/mes.
Desde la Sección de Prensa y Medios de Comunicación de CNT llevan ya años publicando en su cuenta de Twitter pantallazos de las ofertas más sangrantes publicadas en las bolsas de prácticas referidas a comunicación. “Ha habido veces que sí se han conseguido cambios”, resalta Guillermo Martínez, integrante de esta sección de CNT Madrid.
Uno de los casos fue con M21, la revista cultural publicada por el Ayuntamiento de Madrid, que se reunió con ellos para hablar sobre las condiciones de los becarios, y otra fue con Distrito TV, una televisión privada en el ámbito de la Comunidad de Madrid, dirigida por Jesús Ángel Rojo Pinilla, constituida en 2018 y que tiene como estrellas a opinólogos de OkDiario e Intereconomía. “Recibió becarios de un programa del paro y los trataban mal, los vejaban, y conseguimos que la Consejería de Empleo les impidiera recibir más mano de obra gratuita”, recuerda Martínez.
Cadena Ser
Para: estudiantes de Periodismo
Periodo: sin información
Horario: rotativo
Tareas: apoyo en locución en antena, asistencia a ruedas de prensa, redacción de boletines informativos o especiales de temas de actualidad, producción, redacción y locución de noticias y reportajes.
Requisitos: al menos un año de experiencia.
Remuneración: ayuda al estudio sin especificar.
(anuncio visto en Infojobs)
¿Y ESTO SE VIGILA?
“No lo suficiente”, lamenta Martínez. “De hecho, en algunos casos, cuando ya te han elegido como becario y estás en capacitación, te dicen que, si hay alguna inspección, mientas diciendo que no trabajas fuera del horario establecido de la beca y que no sales fuera del centro de trabajo a realizar diferentes actividades, más aún en el ámbito periodístico, cuando la propia profesión te exige que no permanezcas en la redacción”. Para este sindicalista de CNT, lo peor de todo es que “te lo cuentan como que, si dices la verdad, será peor para ti, ya que poder salir a hacer entrevistas o crónicas es algo bueno y, si lo ve la inspección, tendrás que dejar de hacerlo”.
Inspección de Trabajo da pocos datos sobre las campañas de inspección que realiza, pero en los últimos meses de 2018 empezaron a aparecen advertencias a las empresas de que tuvieran cuidado, porque los inspectores se había lanzado a perseguir la figura de ‘falso becario’. Hasta ahora, las campañas más conocidas han sido las impuestas a las propias universidades, después de que en 2017 descubrieran que la Universidad Autónoma de Madrid había usado a 400 estudiantes como falsos becarios para sostener las funciones estructurales del centro. En mayo de este año comenzó a investigar las prácticas de la Universitat Pompeu Fabra y de la Universitat Politècnica de Catalunya. Otros dos estudiantes han denunciado a la Universitat de Barcelona por considerar que su beca de colaboración supone que asuman tareas estructurales, y esta misma universidad ya indemnizó en junio de 2018 con 7.200 euros a una estudiante que denunció un caso parecido. Mario Villaverde, de CNT, recuerda que también se han ganado casos en la Universidad Complutense, en la Universidad de Alcalá de Henares y en la Carlos III. “Lo importante es que se ha creado jurisprudencia”, apunta.En 2013, año con los últimos datos disponibles del Ministerio de Ciencia y Universidades, había 7.000 estudiantes con una beca de colaboración en su propio centro universitario, cubriendo tareas administrativas, en las bibliotecas, aulas de informática o archivos. “Uno de los problemas en las universidades es que son juez y parte: quieren incidir en la regulación de las prácticas no laborales, pero a la vez también sabemos, y esto lo dice Inspección de Trabajo, que cometen fraude”, señala Gutiérrez Calderón.
El premio, siendo becario, por denunciar que se cumplen tareas de trabajador no es desdeñable: pasar a tener un contrato indefinido, reconocimiento de la antigüedad desde el primer día,
retribución según convenio, y la empresa que ha hecho fraude deberá pagar las cotizaciones debidas a la Seguridad Social con un recargo del 20%, además de una multa de 6.250 euros. Pero también son de peso las razones que hacen que la mayoría no denuncie. “Es evidente que, si hay inspección y relatas la verdad, es casi seguro que esa empresa no te vaya a contratar”, señala Martínez. “Existe mucho miedo, una persona que está realizando prácticas no laborales está en una tremenda vulnerabilidad porque no existe un marco de derechos que la proteja, está 0% protegida”, añade Gutiérrez. Y una cosa más: la esperanza de que sea una situación temporal. “La parte más joven de la población piensa que solo puede mejorar, que es algo temporal, y no denuncia. Pasa algo parecido con los captadores de socios de las ONG, que es un trabajo superprecario, pero como lo consideran temporal, no se organizan”.
Lucena Consulting SL
Para: ESO, EGB, graduado sin especialidad
Período: sin especificar.
Horario: de 10h a 15h y de 16h a 19h
Tareas: preparación y presentación de liquidaciones tributarias, elaboración de contratos, estudios de costes laborales, tramitaciones telemáticas o presenciales ante organismos públicos.
Contrato de formación y aprendizaje, con formación online.
Requiere: autonomía, trabajo en equipo, iniciativa y dinamismo
Remuneración: sin información
(anuncio visto en empleate.gob.es)
FP DUAL: ¿COMO EN ALEMANIA, PEPE?
En 2012, el Real Decreto 1529/12 desarrollaba el contrato de formación y aprendizaje y establecía las bases de la Formación Profesional (FP) Dual, tomando como ejemplo el modelo alemán, aunque no totalmente. “Son dinámicas en las que se adaptan cosas que se hacen en el norte de Europa, pero de manera totalmente degradada”, explica Carretero. “Pueden funcionar más o menos bien allí, pero aquí han posibilitado el uso de los alumnos de las escuelas públicas y privadas como mano de obra en los centros de producción empresariales”, continúa.
Sobre la FP Dual, al año en el centro formativo le sigue otro en una empresa. “Reciben una pequeña remuneración, pero sigue siendo una actividad puramente educativa”, explica Carretero, quien señala que, frente al fuerte control sindical ejercido en Alemania sobre este tipo de formación y trabajo, en comunidades como la de Madrid “se aplica de manera improvisada, enloquecida, favoreciendo los intereses de las grandes empresas de determinados sectores, no tanto los del aparato productivo como tal, y mucho menos los de los trabajadores y alumnos”.
Desde el departamento de prensa del Ministerio de Trabajo afirman que no tienen información sobre las ofertas de trabajo con este tipo de contrato que están en vigor, pero en 2018 se hicieron hasta 52.803 contratos de este tipo —el 0,2% del total de los contratos de trabajo firmados—, menos de un tercio de los 174.923 que se llegaron a firmar en 2015, año récord tras el cual comenzó a bajar el número de contratos de formación y aprendizaje.
“Son contratos pensados para las profesiones en las que no hay un título oficial, se da mucho en el caso de las casas-taller o escuelas de oficios, y hay una limitación de edad”, explica Carretero. Sin embargo, hoy la mayoría de ellos se hace en los sectores de comercio, hostelería y administración pública, según datos del SEPE. Su remuneración es, al menos, el salario mínimo interprofesional, pero aplicado solo a las horas de trabajo, no a las de formación. “Esto implica que seguramente cobres por debajo del salario mínimo interprofesional”, aclara Carretero. Es el famoso ‘contrato basura’, bautizado así en 2012 y sobre el que se introdujeron algunas mejoras, como que ahora comporte una cotización de desempleo. Por las horas de formación, es la empresa la que cobra: ocho o cinco euros por hora y alumno de formación presencial o telemática, respectivamente, más una bonificación adicional de entre 60 y 80 euros más por alumno y mes. Un chollo, vamos.
Y CADA VEZ MÁS
A día de hoy, la tendencia a incluir o aumentar las prácticas no laborales en todos los grados a partir del Plan Bolonia podría haber agudizado la tendencia, según señala José Luis Carretero, pero el problema es más de fondo: “Todo esto tiene que ver con la dinámica de flexibilización de la relación laboral”.
En concreto, Carretero cita un año, 2007, cuando la Comisión Europea adopta el libro verde Modernizar el derecho laboral para afrontar los retos del siglo XXI, en el que se apuesta por un nuevo concepto: la “flexiseguridad”, flexibilidad de las empresas para despedirte, pero seguridad en que encontrarás otro trabajo, aunque esta última parte se ha trabajado menos. Un concepto que ahondaría en la regulación del trabajo española con la reforma laboral de José Luis Rodríguez Zapatero en 2010 y aún más con la de Mariano Rajoy en 2012.
“La flexibilidad se ha introducido por todas las vías: para poder cambiar condiciones de trabajo, horarios, facilitar el despido, subcontratar, para poder expandir esas dinámicas de zonas grises del derecho del trabajo. Y esto no se va a poder enfrentar con cambios de legislación mínimos, sino que implican una mirada radicalmente distinta sobre el fenómeno mismo del trabajo”, concluye el sindicalista.
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