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Educación pública
Sigue girando la rueda
¿Os acordáis? El 90% del Parlamento Vasco suscribió un Acuerdo (“de país”) sobre Educación hace dos siglos (perdón, dos años). La reacción de la izquierda parlamentaria osciló entre la euforia de los unos y la satisfacción moderada de las otras. Según el celebrado documento, los centros privados seguirían recibiendo dinero público siempre y cuando respetaran los principios y objetivos establecidos por la legislación, haciendo suyos los compromisos y deberes que ésta marca.
Antes de vulnerar esa parte del pacto, el Departamento de Educación ya se burló del mismo cerrando un acuerdo con la multinacional Google. Después del acuerdo “histórico” tuvieron que sacar adelante la ley de educación en la cámara vasca sin el apoyo de la oposición. Pero qué más da: de los borradores al Acuerdo, del Acuerdo a la Ley y de la Ley a la cruda realidad, por algún resquicio se perdió el rastro de lo poco bueno que el acuerdo contenía (aparte de la verborrea infame de los retos y los desafíos de la sociedad del futuro).
El Departamento de Educación ya se burló del pacto de educación vasco cerrando acuerdos con las multinacionales Google y Microsoft
El gobierno autonómico despistó de manera notable a los firmantes de la izquierda y el dichoso acuerdo histórico sigue teniendo eco dos siglos después ⎯aunque servir, no sirvió para nada más que para hacer mucha publicidad favorable al gobierno autonómico. Saben cómo manejar la propaganda. La educación pública salió muy mal parada del trance, pero quién se acuerda. Además, ni el Gobierno ni el Departamento de Educación de hoy es aquél (simplemente sucede que la Viceconsejera de entonces es hoy la Consejera).
El lehendakari actual ha pedido un plan para reducir la burocracia gubernamental. Después de dedicarse a inflar la burbuja burocrática, ellos mismos piden ahora un plan para adelgazar lo que han engordado durante años (ay, perdón, que son otros). Por supuesto, alguien tendrá que poner el plan en marcha, a alguien habrá que hacerle un contrato, con alguien habrá que firmar un convenio o lo que sea.
Mira, precisamente este año ha firmado el Gobierno Vasco un acuerdo de colaboración con Microsoft sobre ciberseguridad y educación digital (podéis ver en el vídeo cómo se le cae la baba al representante de la multinacional). Pero, ¿cuántos años llevan introduciendo dispositivos digitales en las aulas a mansalva y sin criterio? ¿Cuántos datos de estudiantes y profesorado se han puesto en manos de los gigantes tecnológicos? ¿Cuánto dinero público han traspasado a manos privadas los distintos gobiernos vascos? ¿Cuánto necesitarán ahora para arreglar el desaguisado? (Y ojo-cuidado: ¡volverán a beneficiarse los mismos gigantes! Es el bien común).
Los distintos Gobiernos Vascos se jactan de estar a la vanguardia de la innovación educativa, también en el ámbito de la digitalización. Pues bien: debéis saber que la tecnología digital que utilizamos es del s. VII y los programas se cuelgan a la primera de cambio. La aplicación del Departamento para registrar las notas, además de ser fea e incómoda, no facilita nada el trabajo, al contrario, lo dificulta muchísimo.
Cuando hemos terminado lo que es nuestro trabajo (explicar, aclarar dudas, corregir, evaluar, calificar) nos tenemos que armar de paciencia para introducirnos en una temible aplicación y volver a rellenar las calificaciones que ya hemos metido en otro lado, porque no hay un programa informático de volcado de datos
Una vez que hemos terminado eso que sí es nuestro trabajo (explicar, aclarar dudas, corregir, evaluar, calificar) nos tenemos que armar de paciencia para introducirnos en la famosa y temible aplicación y volver a rellenar en ella las calificaciones que ya hemos metido en otro lado, porque el Gobierno Vasco no dispone de un programa informático de volcado de datos (ya os digo, tecnología del s. VII: algunas compañeras juran que cuando encienden el ordenador oyen un lejano canto gregoriano).
¿Por qué motivo nos iban a dar la oportunidad de que retomáramos en paz nuestro trabajo dedicándonos a las cuestiones de la siguiente da evaluación? Qué va, mucho mejor que sigamos con la cabeza baja, rogando a las diosas para que la aplicación no se cuelgue, con toda la tensión para no confundirnos (cosa que no es difícil a las nueve de la noche después de un día agotador y con una aplicación fatalmente diseñada que te deja pistoja).
Pero, digo yo, alguien habrá diseñado esa aplicación, y no lo habrá hecho gratis, algún Gobierno Vasco habrá pagado la factura. ¿Cuánto tardará el nuevo Gobierno vasco en cerrar un acuerdo millonario con una gran corporación para que los docentes podamos tener herramientas informáticas adecuadas que nos permitan trabajar correctamente? ¡Como para no agradecérselo, encima, si lo hacen! Nos han atado en corto. No sólo saben manejar la propaganda, sino que también saben hacer comunidad y velar por el bien común (¿o es lo mismo? Después de tantos giros, estoy confusa).
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