Japón
La retórica de la resiliencia II

¿Recuperación del Estado o recuperación del pueblo?
Central nuclear de Fukushima
Central nuclear de Fukushima. Foto:TEPCO
Urbanista
16 dic 2024 02:21

Artículo publicado originalmente en Far-Near.

Viene de la primera parte.

El Estado japonés empleó la resiliencia como herramienta pseudoterapéutica, elaborando estratégicamente visiones de superación elegante de la aniquilación -pareciendo tener un caso de amnesia selectiva de su propio papel en la creación de las circunstancias de devastación nuclear. Esto permitió al Estado alimentar una sumisión colectiva a una realidad existente de contaminación radiactiva: una «sumisión al sufrimiento».

Al tiempo que utilizaba un lenguaje idealista y visiones de futuro, el Estado japonés no proporcionó servicios básicos, vivienda, recursos ni apoyo al pueblo japonés, que se había convertido básicamente en refugiado nuclear. El Estado categorizó a los evacuados como «obligatorios» o «voluntarios» en función de la proximidad de sus hogares al lugar de la fusión nuclear, aunque se ha demostrado que los niveles mortales de radiactividad persistían mucho más allá de las zonas obligatorias.

Utilizando parámetros obtusos y designados apresuradamente para definir políticas que definen la vida, los evacuados obligatorios (que es en sí mismo un término contradictorio, ya que supone que las personas de la categoría «voluntaria» no corrían riesgo de exposición letal) se vieron finalmente obligados a «elegir entre el retorno y la reubicación sin ayuda del gobierno», según el experto en derecho de catástrofes Mishi Ishimori. Aparentemente, los evacuados están «facultados» para elegir; sin embargo, la elección implica capacidad de decisión. La decisión entre regresar a paisajes tóxicos o mudarse a hogares nuevos y desconocidos sin ayuda económica no es una elección con capacidad de decisión.

Aparentemente, los evacuados están «facultados» para elegir; sin embargo, la elección implica capacidad de decisión. La decisión entre regresar a paisajes tóxicos o mudarse a hogares nuevos y desconocidos sin ayuda económica no es una elección con capacidad de decisión.

El pueblo japonés sufrió como resultado de la negligencia del gobierno; y en su inmensa pérdida, las comunidades forjaron lazos colectivos, extendiendo el apoyo mutuo, la curación y los recursos. La resistencia de la gente resonaba en el dolor de sus cuerpos y corazones, una resistencia encarnada por el cuidado y el amor mutuo. Kohso retrata vívidamente el formidable levantamiento de la gente que resiste a la radiación y a la nación nuclear-capitalista. Los bautiza como la «multitud radiactiva», reflejando la trágica realidad de su condición y el profundo daño que han sufrido debido a la radiación, al tiempo que alude a la poderosa unidad de su resistencia.

Cientos de miles de manifestantes formaban parte de la multitud radiactiva, desmintiendo el estereotipo occidental común que describe a los japoneses como dóciles y poco dispuestos a resistirse a la autoridad. Los medios de comunicación ignoraron el movimiento de resistencia, desestimando la anticipación y ansiedad generalizadas del público ante futuros accidentes nucleares, y en su lugar se plegaron a la línea del gobierno de que la energía nuclear es segura.

La resistencia impulsada por la comunidad y dirigida por activistas se centró en una amplia gama de preocupaciones, como el anticapitalismo, el feminismo y el ecologismo. A la cabeza de esta resistencia estaban las madres y quienes trabajan para cubrir las necesidades cotidianas, organizando incansablemente redes de intercambio de información y apoyo. Por el bien de sus hijos y seres queridos, quienes desempeñaban funciones asistenciales cuestionaron los opacos informes del gobierno sobre los niveles de radiación, aunque a menudo fueron tachadas de «histéricas» y «paranoicas» por las autoridades y otros familiares, según Kohso. Dentro de los confines de la sociedad patriarcal japonesa, que a menudo socava el valor del conocimiento de las mujeres, las activistas subvirtieron normas que «las liberaron de cierto grado de control social, dándoles mayor libertad para movilizarse».

Dentro de los confines de la sociedad patriarcal japonesa, que a menudo socava el valor del conocimiento de las mujeres, las activistas subvirtieron normas que «las liberaron de cierto grado de control social, dándoles mayor libertad para movilizarse».

La autora Nicole Frieiner documenta cómo las mujeres movilizaron la resistencia en espacios digitales informales, como un grupo de Facebook llamado «Red Fukushima para Salvar a los Niños de la Radiación» y un blog titulado «Connecting Mother's Blog». Crearon espacios seguros y accesibles que sirvieron de puntos de conexión alternativos para personas de todo el mundo. Los artistas también fueron cruciales para la resistencia nuclear de Fukushima.

Project Fukushima! fue un colectivo lanzado para ayudar a revitalizar las artes, la cultura y la comunidad de la región de Fukushima. Se organizaron talleres, festivales de danza, exposiciones de arte y actuaciones políticas para reunir un diálogo local y global y una comunidad de artistas, músicos y activistas, según describe el etnomusicólogo David Novak. Las escenas de baile y canto eran aparentemente menos controvertidas para los medios de comunicación que las acaloradas protestas, y esta cobertura permitió que los mensajes de resistencia del Proyecto Fukushima viajaran internacionalmente y obtuvieran un reconocimiento y un apoyo sustanciales.

Project Fukushima! fue un colectivo lanzado para ayudar a revitalizar las artes, la cultura y la comunidad de la región de Fukushima. Se organizaron talleres, festivales de danza, exposiciones de arte y actuaciones políticas para reunir un diálogo local y global y una comunidad de artistas, músicos y activistas, según describe el etnomusicólogo David Novak.

Se formaron nuevas redes de activismo a través de experiencias compartidas de violencia por la exposición a la radiación. La activista antinuclear feminista Mari Matsumoto identifica la forma en que las trabajadoras nucleares y las trabajadoras del sexo desempeñan papeles similares en el mantenimiento de la producción capitalista, al tiempo que son excluidas de ella. La resiliencia post-Fukushima se centra en un activismo arraigado en las experiencias corporales de las personas afectadas y revela cómo el Estado nuclear está inextricablemente vinculado al Estado capitalista, entrelazado en un aparato de beneficios.

El Estado japonés pregonaba narrativas muy idealizadas de una lucha quijotesca y de un futuro rico en resiliencia, pero se negaba a comprometerse con las políticas de seguridad de la vivienda y el apoyo respaldado por recursos necesarios para hacerlas realidad. La resiliencia significaba algo más para el Estado: fomentaba «una comprensión de sentido común de los problemas urbanos y soluciones empapadas de bromuros neoliberales», tal y como la caracteriza el experto en urbanismo Timothy Weaver, mientras que la resiliencia de la comunidad alimentaba infraestructuras informales de atención.

El Estado japonés pregonaba narrativas muy idealizadas de una lucha quijotesca y de un futuro rico en resiliencia, pero se negaba a comprometerse con las políticas de seguridad de la vivienda y el apoyo respaldado por recursos necesarios para hacerlas realidad.

Los eslóganes de la resiliencia en la reconstrucción social y espacial de las ciudades y comunidades tras las crisis suelen ocultar las circunstancias antinaturales del desastre e «impiden que nos preguntemos por qué se pide a los habitantes urbanos que sean resilientes en primer lugar», como señala Slater. El poder suele estar confinado en manos de quienes pueden escribir sus propias versiones de las historias que se comparten con el mundo y se aceptan como autoridad y verdad. El concepto de «poder simbólico» del sociólogo urbano Loic Waquant describe el potencial determinista del discurso performativo para tergiversar el pasado de forma que permita que las agendas neoliberales se conviertan en realidad.

Los supervivientes de Fukushima deben vivir no sólo con el trauma causado por el terremoto, el tsunami y la fusión nuclear, sino también con el que siguió en la ambigua secuela: años de una violenta falta de reconocimiento, dignidad y respeto por parte de las autoridades públicas. En cuanto al trauma nuclear agravado por las genocidas bombas atómicas de la Segunda Guerra Mundial, Kohso señala que «ya no había simple ira». Más bien, imágenes de fantasmas y signos impresos con el carácter de maldición (呪) se filtraron en el etos de la multitud radiactiva. Bōkyaku (忘却) describe el «olvido sin olvido» de los japoneses de la «existencia en, a pesar del olvido», como describe Novak. Los fantasmas que se dejaron para el infierno y se olvidaron volvieron como la maldición nuclear de Japón para atormentar a la multitud radiactiva. Existe un camino hacia la liberación y el alivio del sufrimiento al seguir adelante con sus vidas. Aun así, es necesario cierto tipo de amnesia para imaginar un futuro positivo.

Perdonar, pero no olvidar; la capacidad de recuperación de la población se encuentra en esta tensión. Su perdón se opone activamente al olvido selectivo por parte del Estado de su propia responsabilidad: es la liberación autodefinida y autoiniciada por la población la que permitirá la curación del sufrimiento. Las palabras tienen la poderosa capacidad de trivializar la violencia y, al mismo tiempo, perpetuarla. Pero también tienen la capacidad de invertir esta dinámica de poder. A medida que Japón avanza hacia la recuperación, la pasión y el cuidado se encarnan en las experiencias viscerales de la vida como lucha, vidas en las que el sufrimiento no se olvida, sino que coexiste con la felicidad.

Traducción de Raúl Sánchez Saura.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Energía nuclear
Antinuclear Desmantelar Almaraz
Breve análisis de exigencias, necesidades y responsabilidades en el cierre de la central nuclear de Almaraz.
Energía nuclear
La ruta nuclear La hoja de ruta nuclear es un gran desvío II
El plan británico revela que la verdadera agenda «energética» es el camino hacia el sector de las armas nucleares.
Cine
Cine Los cubanos que lucharon contra el fascismo en España renacen en el ensayo documental ‘Escuchar la sombra’
El cineasta Miguel G. Morales, tras tres años de documentación en diferentes ciudades del mundo, presenta esta cinta en la que trata el paso de los cubanos por España para intentar derrotar al fascismo durante la Guerra Civil.
Bolivia
Bolivia Adriana Guzmán: “No nos organizamos para que una compañera feminista sea diputada o presidenta”
Esta referente del feminismo comunitario antipatriarcal boliviano critica al actual Gobierno de su país por sus políticas de extractivismo al tiempo que reclama un proceso de reorganización de las comunidades indígenas y feministas.
Francia
Francia Macron se aferra a la continuidad y depende del jóker de los socialistas y la ultraderecha
El presidente francés nombra primer ministro al veterano centrista François Bayrou después de que este último le amenazara con retirar su partido de la coalición presidencial.
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.

Últimas

Especulación inmobiliaria
Especulación en Madrid Las vecinas de Tribulete, 7 denuncian la especulación de Élix Rental Housing con una acción musical “fúnebre”
VV.AA.
30 inquilinas de este bloque resisten en sus hogares pese a que este fondo buitre ya ha adquirido la totalidad del edificio para convertir los pisos en apartamentos turísticos. Este sábado, han vuelto denunciar el proceso de gentrificación del barrio
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Opinión
Opinión La oportunista invasión israelí de Siria
Desde la caída de Bashar al-Assad, Israel ha llevado a cabo una invasión de Siria sin provocación previa y con el apoyo de Estados Unidos. Los objetivos son claros.

Recomendadas

Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.