Culturas
La resistencia cultural

Una evocación personal, casi íntima, sobre el papel de muchas mujeres como células de resistencia cultural en la España vaciada.
Mujeres medio rural
Dos mujeres conversan en la puerta de una casa en un pueblo segoviano Álvaro Minguito
11 sep 2024 13:01

Un amigo mío me decía hace muchos años, cuando él ya estaba casi en los cincuenta y yo estaba entrando en los treinta, que a partir de los cuarenta hay que celebrar, sin perdonar uno, todos esos días en los que se levanta uno de la cama y no le duele nada.
Mi amigo murió hace años, desgraciadamente no de viejo y cuando le debería haber tocado a muchos otros antes que a él, y le intento hacer ahora más caso del que le hice en aquél entonces. Este amigo mío se fijaba en las cosas.

Despoblación
La España vaciada: nostalgia tramposa y rebeldías por venir
Con la idea de la España vacía parecía que retornaba una asignatura pendiente, la vieja herida de la desigualdad territorial. En su lugar se ha impuesto una mezcla de ruralismo mitificador e inofensiva jerga burocrática.

Hace todavía más años, a mediados de los 90,  trabajaba yo a veces de lucero (es decir, el de las luces) de una compañía de teatro intrépida, indómita e infatigable.  Una compañía de teatro a punto de profesionalizarse que estaba trabajando sin tasa con cada vez más energía y recursos puestos en que el movimiento se demuestra andando: para profesionalizarse había que hacer un montaje serio, grande y profesional y allá que iban, paso a paso y haciendo bolos para un público casi siempre infantil y a veces en sitios donde lo de ser intrépidas, indómitas e infatigables era lo mínimo posible para salir adelante, no un extra. Yo estaba metido hasta las cejas en el rock precario (con suerte cobrar en cervezas, generalmente ni eso) y lo de echar una mano a gente tan maja y que encima me pagaran me parecía maravilloso, la antesala de muchas cosas. En aquellas furgonetas todo el mundo estaba en la antesala de algo. 

La cosa cultural de una comunidad autónoma inventada en un fin semana en el Parador Nacional de Sigüenza les organizó una gira por el Campo de Calatrava, una comarca de la Mancha Baja cuyo nombre viene de una orden militar y religiosa casi milenaria del mismo nombre. En esa zona muchos pueblos llevan “de Calatrava” en el nombre, están a la sombra (es un decir) de un castillo mucho más grande que el pueblo y hay mucha, mucha, mucha historia en esas piedras. Y se bajaba uno de la furgoneta y no veía mucha historia, pero las antesalas a veces son así.

Para profesionalizarse había que hacer un montaje serio, grande y profesional y allá que iban, paso a paso y haciendo bolos para un público casi siempre infantil y a veces en sitios donde lo de ser intrépidas, indómitas e infatigables era lo mínimo posible para salir adelante, no un extra

El plan solía requerir llegar con tiempo para ver dónde había que montar todo, porque no era raro que lo que nos ofrecieran fuera un espacio a ras de suelo en mitad de un parque desangelado y sin sombra alguna, para que a las ocho de la tarde, todavía “a la solanera”, intentáramos (bueno, intentara yo) competir con el sol manchego del casi verano con las cuatro luces que llevábamos y sin posibilidad de poner detrás de las actrices nada más que un teloncito que era casi peor ponerlo que no.

Antes de entrar en harina decidimos ir al bar a beber y desbeber y luego, ya, que fuera lo que tuviera que ser. Estos pueblos están construidos a lo ancho y no a lo alto, que por allí hay mucho sitio, así que preguntamos por el bar, porque al azar no había manera. Antes de explicarnos cómo llegar, el paisano al que preguntamos metió bien la cabeza dentro de una furgoneta llena de mujeres y preguntó: 

- ¿Sois los cómicos?

El director de la compañía confirmó la sagacidad de aquél señor, que más hueco que un palomo nos explicó cómo llegar a la primera al bar al que él quería que fuéramos. El bueno. El de la plaza.

Como yo era el lucero y además el único rockero de la expedición obviamente entré al bar el primero, aunque no fuera el primero en salir de la furgoneta. Estaba yo juntando dos mesas y arramplando con las sillas pertinentes para toda la compañía cuando hete aquí que me encuentro con que aquella segunda mesa está vacía en cuanto al número de sillas ocupadas, pero sobre ella había no uno sino dos tricornios. Jamás en la vida se ha visto dicho ridículo accesorio sin que muy cerca, si no es justamente debajo, haya un tío carente de sentido del humor hasta un grado superlativo.

Me giré ciento ochenta grados intentando no mostrar demasiado y sobre todo no salir corriendo y en efecto ahí había dos guardias civiles. Muy sonrientes. Uno de ellos se me dirigió de esta guisa:

- Hola. Son ustedes los artistas ¿verdad? Les hemos visto llegar antes.

Y se identificó con grado militar y apellido y como el jefe del puesto. Me presentó a su subordinado, cuya mano estreché también. Me presentó al farmacéutico, a un señor que tenía no sé qué empresa y al veterinario, que justamente se incorporaba en ese momento al vermú. No voy a decir que no eché de menos al cura en esta jarca porque faltaría a la verdad. 

Me cuentan que hoy en día, treinta años después, han cambiado muchas cosas y otras no: seguramente ya no nos preguntarían si somos los cómicos; hay algunos teatros y hay muchos salones de actos que reciben ese nombre

Sentarme a hombros de gigantes es siempre una buena opción, así que elegí a don José Sazatornil  e intentando emular su voz y su prestancia me identifiqué como “Josevicentecarrasco, técnico de luminotecnia”. Se acercó en ese instante nuestro director y como tal le presenté a mis nuevos contactos locales, engolando tanto la voz que nuestro director creo que se enfadó un poco porque se olió un (inexistente) retintín. A las artistas, que eran tres y se quedaron a una distancia bastante fácil
de comprender en esas circunstancias, las presenté tal cual como “las artistas” y según yo lo recuerdo las miraron de pies a cabeza como si fueran visitantes desganados en una feria de ganado. Hay tiempos y lugares en el mundo donde hay muchos tipos de ganado y no todos requieren revisiones del veterinario, ya sabemos todas de qué estamos hablando.

La función se hizo a pesar del peligro mortal de la caja de electricidad donde había que conectar las luces, o la escandalera de algo que pasaba por detrás, o algunas ventanas que no se podían cerrar o no se podían abrir, o el ensayo del alarde de bombo y cencerro, o vaya usted saber cuántas cosas más o cosas menos, pero el público infantil llegó cuando tenía que llegar, se lo pasaron como los indios y en cuanto acabó el asunto allí solo quedábamos la compañía y el personal docente del colegio local, que yo creo que eran tres nada más. Dos mujeres y un hombre, mayores que nosotros (la antesala una vez más) pero bastante jóvenes.

El personal docente del colegio local estaba entusiasmado con la obra y con todo lo demás y nosotros arrastrábamos la paliza de varios días yendo y viniendo, porque a veces el bolo estaba tan lejos que era una paliza, pero no tan lejos que hubiera que quedarse a dormir. A veces era el presupuesto y a veces era un “si total…”. No veíamos el momento de cargar y salir zumbando y el personal docente que no, que unas cervezas, que nos quedáramos a cenar, que allí todas tenían casas enormes con un montón de habitaciones y que nos quedáramos y dale y vuelta la borrica al trigo. La diferencia entre (la mayoría de) la gente del teatro y (la mayoría de) los rockeros es que a los rockeros a veces no hay ni que pedirles que se queden, mientras que la gente del teatro ya se lo puedes pedir cincuenta veces, que tienen su plan y no hay más que hablar. Y dio igual la de veces que nos dijeran y que nos pidieran por favor que nos quedáramos, por favor. Por favor. 

Estas mujeres son las que, contra  viento y marea, llevan teatro a sitios donde el único cine cerró en los  80; embajadoras tozudas de la cultura que mueven Roma con Santiago para  llevar cultura en bloques como cuando la gente tenía despensas y los  frigoríficos eran armarios

Me cuentan que hoy en día, treinta años después, han cambiado muchas cosas y otras no: seguramente ya no nos preguntarían si somos los cómicos; hay algunos teatros y hay muchos salones de actos que reciben ese nombre, el ente autónomo se gasta el dinero en lo que sea menos en cultura y en ese bar de los tricornios están los mismos pero más viejos. Lo que ha cambiado es que en muchos de esos pueblos, los que tienen vino y los que pierden gente desde antes del encuentro de dos culturas previo al genocidio y expolio, sobre todo en la España vaciada, hay unas células de resistencia que mueven, organizan, convocan y reinciden todo lo que haga falta.

Estas células son casi siempre mujeres, con suerte unas cuantas, demasiadas veces solamente una o dos. Estas mujeres son las que, contra viento y marea, llevan teatro a sitios donde el único cine cerró en los 80; embajadoras tozudas de la cultura que mueven Roma con Santiago para llevar cultura en bloques como cuando la gente tenía despensas y los frigoríficos eran armarios que conservaban la comida a base de partir barras de hielo y aprovechar los trozos.

Esas mujeres son las que organizan en marzo todas las actividades que pueden durante el mes y van dejando su marquita. Y la Marquita se ve si uno se fija en las cosas, porque luego ahí te cruzas a la señora octogenaria que muy tozudamente también (será por falta de tozudez en Castilla) se bambolea bajo ese paraguas lila que le han dado por el Día de la Mujer. Y esa señora tiene más paraguas pero las que se lo han dado hacen cosas buenas. Esas mujeres que han vuelto, a las que han arrastrado las circunstancias de vuelta al lugar, que no salieron o que han rebotado y que ahí están, donde es más difícil ser lo que son y por eso lo hacen. Esa gente que seguramente no llegue a ver las consecuencias a largo plazo de todo lo que hacen. Esas que a veces dicen “la vida” como un comodín que lo contiene todo y sonríen la mayor parte del tiempo. Esa gente feroz, indómita y audaz. Esas mujeres. 

Archivado en: Culturas Culturas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Perfiles con tiempo
Perfiles con tiempo Ricardo Mar, arquitecto-arqueólogo: “El patrimonio arqueológico es un problema para el modelo especulativo”
Profesor de Arqueología en la Universidad Rovira i Virgili, Ricardo Mar ha explorado en su trayectoria académica y en múltiples excavaciones las posibilidades que ofrece trabajar con un doble enfoque: el de la arquitectura y el de la arqueología.
Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)
30 aniversario del levantamiento del EZLN Los viajes de la Montaña. Arte, política y simbolismos de la lucha Zapatista
En este noveno texto de la serie, la autora nos propone una mirada a través del arte para entender la dinámica de construcción de la lucha zapatista en México y cómo se articula con las redes de resistencia europeas
Palestina
Mohammad, bailarín palestino “Cada taller de Dabke es una semilla de resistencia que planto ante el borrado de la identidad de mi pueblo”
Mohammad Ali Deeb, bailarín palestino presenta su espectáculo ‘Al Fin’ que le ha llevado por más de 30 ciudades en todo el Estado español combinando su performance con talleres de Dabke
Palestina
Palestina Ocho muertos y casi tres mil heridos en Libano y Siria al explotar sus 'buscas'
Hezbolà atribuye la explosión a un ataque indiscriminado de Israel y denuncian que hay una niña de ocho años entre los asesinados por la detonación coordinada de sus dispositivos de comunicación.
Gobierno de coalición
"La máquina del fango" Sánchez presenta un plan descafeinado de regeneración que no toca la Justicia ni el grueso de la Ley Mordaza
El plan de regeneración democrática contempla acabar con los delitos contra los sentimientos religiosos y la corona, así como las sanciones por fotografiar policías, pero mantiene intacto el resto de leyes mordaza.
Movilidad
Contaminación La justicia anula las zonas de bajas emisiones de Madrid
Una sentencia del TSJM acepta un recurso de Vox y elimina Madrid Central, Madrid ZBE y la Zona de Bajas Emisiones de Especial Protección de Plaza Elíptica. El fallo es recurrible, con lo que por el momento las restricciones continúan.
Querella argentina contra los crímenes del franquismo
Proceso contra Martín Villa La justicia argentina se niega a archivar la querella contra los crímenes del franquismo
Rodolfo Martín Villa, imputado por 12 delitos de homicidios agravado, no consigue que se archive la única causa activa contra los crímenes de la dictadura franquista y la transición.
Unión Europea
Unión Europea Von der Leyen presenta una Comisión Europea que mira al Este en materia militar y de fronteras
Teresa Ribera será vicepresidenta de Transición limpia, justa y competitiva en el nuevo ejecutivo comunitario. El este gana peso en materia militar.
Laboral
Laboral LAB consigue que la Justicia reconozca a un preso su derecho a la prestación de desempleo
El demandante prestó servicios a través de la Agencia Vasca de Reinserción Social (Aukerak) durante un periodo superior a un año. Al obtener el tercer grado, solicitó el paro y el SEPE se lo negó.
Palestina
Genocidio 14 páginas de nombres de bebés palestinos asesinados
Las autoridades gazatíes hacían público el pasado domingo un documento de 649 páginas recogiendo las 34.000 víctimas identificadas de la masacre israelí. Un tercio de ellas son niños y niñas.

Últimas

Violencia machista
Violencias machistas Ayuso deniega la beca comedor a una mujer víctima de violencia machista
El Gobierno de Madrid ha otorgado 34.000 ayudas menos de las prometidas. Asociaciones y sindicatos denuncian que familias que necesitan esta beca están viendo denegadas sus solicitudes.
Fronteras
Migración Cinco claves sobre el protocolo canario de acogida a infancias migrantes
El Gobierno lleva el controvertido protocolo canario para la acogida de niños, niñas y adolescentes migrantes ante el Tribunal Constitucional señalando un conflicto de competencias. El texto ha sido criticado por vulnerar los derechos de la infancia.
Migración
Frontera Sur Declaradas ilegales las devoluciones en caliente ejecutadas en el mar
Dos sentencias consideran contrarias a la legalidad las acciones de rechazo en frontera que se realizan fuera del perímetro de las vallas fronterizas, y que constituyen una práctica habitual por parte de las fuerzas de seguridad.
Más noticias
Estados Unidos
Hacia el 5 de noviembre La violencia política se adueña de la campaña electoral en Estados Unidos
Un nuevo intento de asesinato contra el candidato republicano, Donald Trump, sube otro decibelio el tono de una campaña marcada por las descalificaciones, las 'fake news' y los fusiles con mira telescópica.

Recomendadas

Cuba
Vijay Prahsad “Cuba nos enseña que gastar dinero en sanidad y educación es mejor que gastarlo en la guerra”
El historiador, editor y periodista indio Vijay Prahsad escribe en colaboración con Noam Chomsky el libro ‘Sobre Cuba’, un intento de recordar a las generaciones más jóvenes las conquistas del proceso revolucionario cubano, que comenzó hace 70 años.
Guerra en Ucrania
Diplomacia armada Misiles más cerca y negociaciones más lejos en una semana clave en la guerra de Rusia y Ucrania
Estados Unidos ultima la concesión del permiso de uso de misiles de largo alcance a petición del Gobierno de Zelensky. Rusia amenaza con consecuencias por lo que consideran una escalada de la OTAN en su auxilio a Kiev.