We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Culturas
Raymond Williams: cien años de cultura y sociedad
Se cumplen cien años del nacimiento de Raymond Williams (1921-1988), escritor, crítico literario y teórico cultural galés, cuya obra representa uno de los momentos cumbre del pensamiento humanístico y social en lengua inglesa durante la segunda mitad del siglo XX.
Nacido a pocos kilómetros de la frontera con Inglaterra, en una familia obrera vinculada al ferrocarril y a las luchas sindicales de los años 20, Williams es una de las figuras centrales de la Nueva Izquierda y un referente inexcusable en la tradición socialista británica. La publicación de Culture and Society en 1958 marca un punto de inflexión en la historia moderna tanto de la crítica literaria como de la teoría social. Reconocido como uno de los textos fundacionales de lo que pronto daría en llamarse “estudios culturales”, el libro propone una reconstrucción histórica del concepto de cultura, entendido como respuesta a las transformaciones y crisis generadas por el capitalismo a partir de la Revolución Industrial. Para Williams, la noción de cultura es holística y dinámica, ante todo una “forma total de vida” que no puede reducirse a artefactos concretos o textos canónicos.
Para Williams, la realidad emergente de los medios de comunicación de masas, sobre todo a partir de mediados del siglo XX, plantea un desafío social y político de primer nivel. El gran auge de la prensa popular y de nuevas tecnologías como la televisión no representa en sí mismo un avance democratizador, pero tampoco supone automáticamente un ataque a valores culturales de orden superior
Nace aquí una ruptura crucial con la tradición elitista del pensamiento cultural inglés, desde Matthew Arnold hasta T.S. Eliot, pero también un intento por actualizar el sentido de una crítica de raíz romántica a los procesos de abstracción y “racionalización” de la modernidad capitalista. Esta nueva idea de cultura representa, sobre todo, un esfuerzo por reconstruir una experiencia social verdaderamente inclusiva y democrática, capaz de dar respuesta a la división y fragmentación impuestas por la sociedad industrial y sus estructuras de producción y comunicación. Para Williams, la realidad emergente de los medios de comunicación de masas, sobre todo a partir de mediados del siglo XX, plantea un desafío social y político de primer nivel. El gran auge de la prensa popular y de nuevas tecnologías como la televisión no representa en sí mismo un avance democratizador, pero tampoco supone automáticamente un ataque a valores culturales de orden superior. Lo que estos desarrollos comunicativos plantean, según Williams, es la necesidad de situar la creación y transmisión de experiencias y significados colectivos (es decir, la idea misma de cultura) en el centro de los procesos de transformación social.
No se puede apreciar el verdadero sentido de la apuesta teórica de Williams sin entender el contexto de parálisis ideológica en la que los diversos “socialismos” británicos pugnaban en los años 50. Por un lado, la crisis del estalinismo en la esfera del Partido Comunista, cuyo punto álgido se sitúa en 1956, coincidiendo con la represión soviética de la Revolución Húngara. Por otro, la fragmentación en el seno del Partido Laborista, entre “revisionistas” partidarios del acomodo ideológico a la nueva sociedad “opulenta” (teorizada por economistas como J. K. Galbraith), e izquierdistas comprometidos con el programa tradicional de socialización de los medios de producción. Para Williams, ninguna de estas opciones puede, por sí misma, dar respuesta a la necesidad de democratización en la vida colectiva, ya que todas aspiran a reproducir políticamente fórmulas de construcción social enraizadas en la propia modernidad capitalista.
Su prolífica trayectoria, en la que destacan novelas como Border Country (1960) y ensayos como The Long Revolution (1961), The Country and the City (1973) o Marxism and Literature (1977), ofrece al tiempo una reflexión analítica sobre la problemática asociada a la idea de cultura y una respuesta crítica al imperativo de transformación social.
Toda la obra de Williams puede leerse como un intento por pensar la sociedad en tanto que búsqueda de comunidad a través de las múltiples “fronteras” erigidas por la historia del capitalismo
Toda la obra de Williams puede leerse, de hecho, como un intento por pensar la sociedad en tanto que búsqueda de comunidad a través de las múltiples “fronteras” erigidas por la historia del capitalismo. Para Williams, no se trata de recuperar una esencia ideológica o de fijar una realidad institucional, sino de medir las fracturas sobre las que reposa la experiencia social moderna y de buscar fórmulas comunes de recomposición y transformación. La respuesta política, igual que la cultural, no puede darse de antemano y ha de ser una exploración permanente de opciones, una apertura a “múltiples socialismos”, en la que nuevos desafíos históricos y demandas emancipatorias (como el ecologismo, que ocupa un lugar cada vez más destacado en su pensamiento a partir de los años setenta) puedan tener cabida.
Raymond Williams sigue resultando un autor de obligada lectura por las claves que ofrece para entender, desde una perspectiva teórica amplia, no solo fenómenos como el Brexit o nuevas formas de comunicación como las redes sociales, sino también la relación profunda y contradictoria, pero siempre actual, entre política, cultura y sociedad.