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Coronavirus
La solidaridad colectiva brota en la peor crisis de Italia desde la posguerra
Los grupos de apoyo y las iniciativas solidarias, el bono-compra del Gobierno italiano, los ayuntamientos y la Protección Civil evitan el colapso de la población más vulnerable.
Desde los balcones, a varios metros de distancia o por medio de una pantalla. Las conversaciones en Italia nunca habían sido tan asépticas, tan limpias, tan frías. El olor químico del desinfectante impregna el aire de los pocos comercios abiertos. De vez en cuando las palabras se clavan. Se habla del nuevo virus con etiquetas nacionales, de enemigo, de guerra y tregua. No se volverá a la calle en masa como un ejército que regresa, tampoco habrá vencedores. El mundo que nazca tras la covid-19 despierta dudas muy interesantes, pero el escenario actual es extraño y solitario para las familias italianas. Se han olvidado de la Pascua y la pasquetta, dos festividades imprescindibles en su cultura. Este año, muchas no podrán rencontrarse. Sin embargo, la unión propia de la fiesta se materializa en las innumerables acciones solidarias, más esperanzadoras que los datos y que desdibuja la división histórica entre norte y sur.
Todas las noches, Italia hace recuento de los nuevos positivos, las personas recuperadas y las fallecidas. En los últimos días, se lee el balance nocturno con un suspiro de alivio. Tras 152.000 casos positivos y 19.000 fallecidos, se estabilizan los nuevos contagios, aunque con repuntes desde el jueves; caen los ingresos en UCI y ligeramente las muertes. Si se confirma el descenso de la curva de contagios como una tendencia, las autoridades pensarían en la segunda fase de la cuarentena, bautizada por el primer ministro Giuseppe Conte como “convivencia con el virus”. Por el momento, la cuarentena se extiende hasta el 3 de mayo y a partir del 14 de abril se reabren librerías, comercios de ropa infantil y algunas empresas ligadas a la alimentación. Conte calificó esta crisis como “la peor que vivimos desde el final de la II Guerra Mundial” cuando ordenó el cierre de toda actividad productiva que no fuese imprescindible para el funcionamiento del país.
En menos de una semana, Francesca, una asistente social en el Consistorio de Verona, ha recibido más de 6.000 solicitudes para obtener el mencionado bono-compra
Desde que el primer ministro decretó el confinamiento el 9 de marzo, la crisis sanitaria ha supuesto graves consecuencias económicas y sociales, que el Ejecutivo intenta paliar con medidas por valor de 750.000 millones de euros, casi la mitad del PIB italiano. Sin embargo, la asistencia a las familias más vulnerables y dependientes no solo recae en las autoridades estatales como la Protección Civil Italiana, gran parte de la gestión se lleva acabo a través de los consistorios, asociaciones privadas como Cruz Roja y Cáritas o campañas altruistas nacidas durante la pandemia.
El papel de los ayuntamientos
Ennio es uno de los beneficiados de los llamados bono-compra. Desde el pasado lunes, los residentes que atraviesen dificultades económicas pueden dirigirse a su ayuntamiento para solicitar estos cupones, subvencionados por el Estado y canjeables en los establecimientos para comprar alimentos. Ennio se encuentra en una situación precaria debido a las grandes pérdidas que ha sufrido su negocio. Cuando lo inauguró el pasado 6 de marzo, no se imaginó tener que cancelar todos los compromisos cuatro días más tarde.
En menos de una semana, Francesca, una asistente social en el Consistorio de Verona, ha recibido más de 6.000 solicitudes para obtener el mencionado bono-compra. “La pandemia ha golpeado a las personas que vivían al día, sin ahorros, pero que podían mantenerse en el sistema”, aclara, “el hecho de que el confinamiento se haya prorrogado dos veces y que pueda volver a hacerlo, aterra a quien se encuentra en esa situación. Temen quedarse sin nada”.
Desde el Pacto de Milán, el Ayuntamiento de la capital lombarda tiene como obligación garantizar el acceso a una dieta equilibrada. Eso se tiene como premisa en la asistencia durante la crisis
Este joven siciliano de 29 años recuerda que hubo protestas en el sur de Italia a finales de marzo porque muchas familias no podían cubrir sus necesidades por la falta de empleo y subsidio. “Un problema frecuente en la Italia meridional es la economía sumergida”, explica, “al no tener contrato, muchos trabajadores llevan en casa más de un mes y no tienen derecho a las ayudas estatales”. Se asfixia una economía que previamente ya colgaba de un hilo.
Prestaciones a domicilio
La mayoría de ayuntamientos, también los de las grandes capitales como Roma, Milán o Nápoles, han creado redes de distribución titánicas para entregar alimentos o medicinas a domicilio, tanto a familias en dificultad como a población de riesgo. De hecho, la Protección Civil está depositando en los buzones de todo el país mascarillas de forma gratuita. Las donaciones a este cuerpo por parte de ciudadanos y empresas ya han superado los cien millones de euros.
Desde el Pacto de Milán, el Ayuntamiento de la capital lombarda tiene como obligación garantizar el acceso a una dieta equilibrada. Por ello, se tiene en cuenta esta premisa en la asistencia durante la crisis. El Consistorio envía alimentos a domicilio a más de 13.000 personas. Los lotes se confeccionan siguiendo la premisa de su política alimentaria, por lo que priman la fruta y verdura fresca y las legumbres, además de latas de conserva, pasta y arroz. Entre los atendidos, se encuentran los menores que habían obtenido una beca comedor. Según el Ayuntamiento, esta comida era la única completa y saludable que muchos escolares vulnerables consumían en el día. De hecho, sus funcionarios afirman que el ritmo de trabajo actual es frenético. Sin duda, una resolución muy diferente a la polémica gestión que se hizo en la Comunidad de Madrid.
Coronavirus
Qué hay detrás del plan de Díaz-Ayuso que da a Telepizza la gestión de los menús escolares
Después de desautorizarlo, el Ministerio de Sanidad da vía libre al plan del Díaz-Ayuso para que Telepizza elabore y reparta miles de menús infantiles en sus locales. Esta empresa, junto con Coca-Cola, Campofrío, Pepsico y Nestlé, forma parte de la Fundación Española de la Nutrición, un lobby agroalimentario que asesora y evalúa lo que se come en los colegios de la Comunidad de Madrid.
Las acciones solidarias por parte de la ciudadanía son incontables. En los barrios de Nápoles se ha extendido una llamativa recogida de alimentos en plena calle. Pueden verse muchas cestas repletas de comida que cuelgan desde los balcones. El cartel que las acompaña reza: “quien pueda, deje. Quien no pueda, coja”. La misma iniciativa se ha reproducido en los comercios de todo el país. Giampiero Ottaviano, un vecino del municipio, niega la mala prensa que ha tenido su región recientemente. Afirma que las protestas han sido “excepcionales”, y que sobre todo han ocurrido en los barrios populares, donde la densidad de población es elevada y está muy concentrada.
En las islas de Cerdeña y Sicilia la situación es “trágica” según sus gobiernos regionales. En Sicilia la práctica totalidad de los pescadores artesanales no faenan.
La asociación veronesa Sapere Aude reparte todos los sábados comida a domicilio gratuitamente. Durante esta emergencia, los hogares atendidos han pasado de 24 a 39. Más de un centenar y medio de personas en Verona y alrededores recibe gracias a ella un lote de alimentos para pasar la semana. Se percibe su miedo al contagio en cada entrega. “La mayoría llevan un mes sin salir de casa. Siempre intentamos dedicarles unos minutos para romper su soledad”, narra Valentin Simion, el presidente del colectivo. Los repartos han debido modificarse, sólo trabajan dos voluntarios, que acuden sin pausa a los domicilios desde las siete de la mañana hasta las seis de la tarde.
Producto de kilómetro cero en peligro
La pesca es de los sectores más castigados por las medidas de contención, la más afectada es la familiar, la del producto fresco y de proximidad. El acceso al pescado local estos días es una tarea muy complicada, cuando no imposible. Las pescaderías lucen sus bancos con la mitad de género habitual. El producto en venta procede en su mayoría de piscifactorías o de pesqueros internacionales, cuyo género llega congelado a los establecimientos.En las islas de Cerdeña y Sicilia la situación es “trágica” según sus gobiernos regionales. En Sicilia la práctica totalidad de los pescadores artesanales no faenan. De hecho, el viernes se decretó el estado de crisis del sector pesquero y agrícola. Debido a la dificultad de mantener las distancias de seguridad durante la actividad y a la caída de la demanda por el cierre de restaurantes y mercados, los trabajadores tradicionales han decidido bloquear sus embarcaciones para evitar perdidas.
La asociación palermitana Donne di Mare lucha por la inclusión de las mujeres en el sector y por la revalorización del mismo. Una de sus fundadoras, la jurista Daniela Mainenti, advierte que la pesca es un alimento básico en la dieta pero “que no recibe la protección que merece”. La industrial continúa funcionando y forniendo a los grandes establecimientos, aunque aporta un pescado “ultracongelado”. En la actualidad, el acceso al pescado local es una quimera en la isla de Sicilia y gran parte procede de las aguas del Adriático, americanas o africanas.
El colectivo trabaja en un proyecto para potenciar la venta directa entre pescadores y vecinos, en la cual se aseguren las medidas de distanciamiento y la calidad del producto. Esto último es primordial para la salud, pues han observado que estos días algún pescador ha vendido a domicilio, prohibido por ley y desprovisto de controles sanitarios. Asimismo, creen que esta amenaza puede servir como punto de inflexión para modernizar el mercado y darle “la importancia que se merece”.
En las últimas semanas se confirmó el aprobado general para todos los alumnos de educación primaria, secundaria y bachiller
Debido a la limitación de los desplazamientos, ha aumentado la demanda de los productos agrícolas de proximidad. Muchas son las plataformas que envían pedidos o incluso que impulsan campañas de recogida para la distribución gratuita a familias en situaciones precarias. Es el caso de la fundación Campagna Amica, que ha recogido casi una tonelada de alimentos en todo el país.
Metamorfosis de la educación
Por lo que respecta a la educación, otra actividad en crisis, son muchas las familias que no disponen de la tecnología para que los estudiantes llevan a cabo las tareas asignadas en línea. Los trabajos de fin de grado o de máster ya han comenzado a ser defendidos de forma telemática.En las últimas semanas se confirmó el aprobado general para todos los alumnos de educación primaria, secundaria y bachiller. Se respetarán las notas obtenidas hasta la fecha en trimestres anteriores y las asignaturas suspendidas serán aprobadas. El Ministerio de Educación prevé que la materia perdida se recupere en el inicio del próximo curso y también prevé un mayor refuerzo para los estudiantes con dificultad de aprendizaje o con asignaturas no superadas.
Antes de las fatales consecuencias, a finales de febrero, la patronal difundía un vídeo afirmando que en Bérgamo “estaba todo bien”
Teresa Ambrosi se enfrenta este año al acceso universitario. La selectividad italiana tradicional está dividida en dos exámenes escritos y uno oral, ahora queda reducida en una prueba oral que durará una hora y por vía telemática. “No entendemos todavía cómo se hará, cambian constantemente los decretos”, cuenta Ambrosi, “de momento, no tenemos información oficial. Nos informamos a través de la prensa”. Aunque ha perdido casi la mitad del año escolar y no cree que el instituto reabra, no está preocupada por los resultados. Lo que más le ha sorprendido de la cuarentena es la unión de su país y los gestos de solidaridad. “He visto a la nación unida por primera vez”, afirma.
¿Hubo presiones para evitar el cierre de las fábricas?
Lombardía, Véneto, Piamonte y Emilia-Romaña, al norte de Italia, son las regiones más industrializadas del país y también las más afectadas por el virus. La provincia lombarda de Bérgamo ha sido la más castigada y no se blindó inmediatamente. Durante la cuarentena, las iglesias funcionaron como tanatorios, los cementerios no daban abasto y los crematorios funcionaban las 24 horas. Antes de las fatales consecuencias, a finales de febrero, la patronal difundía un vídeo afirmando que en Bérgamo “estaba todo bien”. Hoy se debate si hubo presiones para no bloquear la zona con tal de evitar el descalabro económico, lo que la patronal desmiente.Se prevé que los primeros en reincorporarse a sus puestos de trabajo sean los empleados de las actividades productivas no esenciales y que la población recupere la normalidad de forma gradual. No obstante, tal y como apuntan los expertos científicos que asesoran al Gobierno, la pandemia se descifrará cuando se dé con una vacuna. Además, todavía falta estudiar la efectividad y duración de la inmunidad, como apuntaba Gianni Rezza, director del departamento de Enfermedades Infecciosas del Instituto Superior de Salud italiano. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud advierte de que levantar las medidas restrictivas puede provocar nuevas olas de contagios.
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Gracias por el artículo, pero por favor no nos llaméis asistentes sociales, me recuerda a la beneficencia, somos Trabajadoras y Trabajadores Sociales. Por cierto de los que pocos en esta crisis se acuerdan y están a pie de cañón acompañando a las personas más vulnerables desde los Servicios Sociales que han seguido abiertos al igual que los centros de salud.