Carta desde Europa
Ilusiones útiles que han dejado de serlo

Los mandatarios europeos juegan en una especie de esquema de Ponzi, que finalmente está a punto de derrumbarse primero en Roma y en Londres, después, en Berlín, París y Bruselas.

Emmanuel Macron y Brigitte Macron
Emmanuel y Brigitte Macron despiden el coche oficial de Donald Trump tras una visita de homenaje al papel de los dos países en la I Guerra Mundial.
Wolfgang Streeck

Director emérito del Max Planck Institute for the Study of Societies de Colonia.

Todos sus artículos en El Salto.

27 nov 2018 06:23

En medio de la crisis italiana y con el Brexit ante portas, Emmanuel Macron escenificó una verdadera orgía de memoria en torno a la Primera Guerra Mundial. En esta ocasión, no se celebraba la victoria sino la paz, aunque el tema real era “Europa” y el papel de Francia en ella. Incansablemente, se esparció el mito de la Unión Europea fundada en 1956 y garante de la seguridad europea desde 1945, gracias al concurso de toda la caterva de bienpensants del establishment europeo, incluido el filósofo alemán Jürgen Habermas.

En realidad, por supuesto, se trataba de la ruptura en cuatro o cinco trozos, depende cómo los contemos, de la Alemania derrotada por los Aliados y, en particular, por la Unión Soviética para resolver la “cuestión alemana”. Con independencia de todo ello, ahora “Europa”, esto es, el gobierno supranacional centralizado y tecnocrático de Bruselas controlado por Francia o Alemania o por ambas, debe “fortalecerse”, porque, de lo contrario, se reanudarán las guerras terrestres europeas que jalonaron los siglos XIX y XX.

A pesar de los desastres italiano y británico, la consigna de Merkel fue, como siempre, “más Europa”, con independencia de lo que ello signifique

Nadie se sintió impresionado y, ciertamente, no en Francia. A mediados de noviembre, un levantamiento popular de cientos de miles de ciudadanos franceses bloqueó el tráfico en todo el país en protesta por la introducción por el gobierno de un nuevo impuesto sobre la gasolina, concebido por Macron para pagar las rebajas fiscales concedidas a los ricos y a la beautiful people, quienes, no hace falta decirlo, no han hecho nada para crear empleo, ni han aumentado los salarios que supuestamente se derivarían del crecimiento del mismo.

Merkel, cuyo apoyo ha servido a Macron para asegurar su supervivencia en un primer momento, tampoco estaba ni está en buena forma. Invitada a unirse al espectáculo de la paz, se sumó al mismo, advirtiendo sobre la guerra iniciada en Europa, como era de esperar, por los nuevos “populistas”. A pesar de los desastres italiano y británico, la consigna fue, como siempre, “más Europa”, con independencia de lo que ello signifique.

Macron voló a Berlín para dirigirse al Bundestag en la conmemoración del centésimo aniversario de la finalización de la Primera Guerra Mundial, celebrado el pasado domingo 18 de noviembre, y presentar, de nuevo, lo que ahora la prensa del establishment denomina su “visión de Europa”, que siguió siendo tan vaga como siempre lo había sido.

La “visión” de Macron no se ha dotado de mayor claridad desde la reelección de Merkel en septiembre de 2017, dado el rápido declive de la canciller como fuerza política. En estos momentos, sus días están finalmente contados tras los desastrosos resultados electorales cosechados en octubre de este año en las elecciones regionales de Baviera y Hesse.

Bajo su mandato, el gobierno alemán no puede asumir compromisos importantes respecto a ninguna de las cuestiones europeas fundamentales y ello, incluso, menos que en el pasado. El partido de Merkel está vigilando atentamente para que la canciller no destroce las perspectivas del próximo o próxima candidata, que todavía se halla pendiente de elección, mientras que el SPD, su socio de una coalición que está lejos de ser “grande”, debe comportarse del mismo modo. Todo lo que Merkel puede hacer es mirar a Macron profundamente a los ojos y permitir que le bese cuando aparece una cámara. Únicamente puede intentar continuar haciendo lo que siempre se le ha dado mejor hacer: comprar tiempo mediante concesiones simbólicas efectuadas en discursos públicos ininteligibles imposibles de traducirse en algo concreto.

El resultado de todo ello son expectaciones ilusorias, que pueden satisfacerse únicamente animando más expectaciones ilusorias: una especie de esquema de Ponzi, que finalmente está a punto de derrumbarse primero en Roma y en Londres, después, en Berlín, París y Bruselas.

Un ejemplo de la política al estilo de Merkel es su respuesta al proyecto favorito de Macron consistente en un presupuesto para la eurozona, que supuestamente pondría fin a todos los males: el bajo crecimiento, la austeridad, las crecientes disparidades internacionales. Merkel podría y debería haber dicho a su amigo en el Eliseo que ni ella ni su sucesor o sucesora, quien quiera que sea, se implicará en nada próximo a la “visión”, que Macron presentó ante el Parlamento alemán. Por el contrario, para no acudir con las manos vacías a las conmemoraciones por la paz, la canciller permitió que su ministro de Finanzas mostrara su acuerdo con la inserción de un presupuesto de la eurozona en el presupuesto de la Unión Europea a partir de 2020, dejando en el limbo, sin embargo, la cuestión de todas las cuestiones políticas: “Quién obtiene qué y cuánto de quién?”.

Ni un palabra sobre sus dimensiones, financiación o gasto, aparte de que se hallará bajo la autoridad de los veintisiete Estados miembros, incluyendo los que no pertenecen a la eurozona. Aunque esto añade el insulto a la injuria, Macron es demasiado débil en Francia para decirlo así públicamente.

Algo similar puede decirse del “ejército europeo”, otro de los proyectos predilectos de Macron y Habermas. Merkel, por supuesto, se declara partidaria decidida del mismo, pero solo “en último término” y siempre que el ejército europeo encaje en la OTAN. Pero, ¿qué significa esto y quién es el “ejército europeo” que, en opinión de Merkel, luchará? ¿Quién va a pagarlo? ¿Qué sucede con la fuerza nuclear francesa? ¿Se integrará en el mismo? Por supuesto que no, ningún presidente francés podría mostrarse de acuerdo al respecto. ¿Y cómo abordar el asiento permanente ocupado por Francia en el Consejo de Seguridad? ¿Sería este “europeizado”? La misma respuesta. Sin embargo, ni en Francia ni en Alemania existe la más mínima discusión pública sobre el asunto a fin de que el otro país pueda seguir creyendo en lo increíble.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Carta desde Europa
Carta desde Europa Crisis en el extremo centro alemán
Los votantes que hace cinco años podrían haber confiado en que era posible un modelo de «resolución de problemas» de corte despolitizado, como el practicado por la Unión Europea, han llegado a la conclusión de que esta no ha superado la prueba.
Carta desde Europa
Carta desde Europa Notas sobre la actual economía política de guerra
La propaganda de guerra tiene como objetivo disfrazar un conflicto de intereses que podría resolverse por la diplomacia como un conflicto de vida o muerte entre formas de existencia incompatibles.
Carta desde Europa
Carta desde Europa De la integración a la cooperación: menos Europa para más Europa
Las clases políticas nacionales se aferran a la Unión Europea porque han aprendido a utilizarla como escenario para la prosecución de sus intereses nacionales.
Represión
Represión Una marcha reclama la liberación de los seis de Zaragoza tras un año en prisión
Organizaciones como Amnistía Internacional han expresado su preocupación por este caso, apuntando a posibles vulneraciones de derechos y al aumento de la represión de la protesta social.
Globalización
Crisis del multilateralismo El terremoto Trump sacude las instituciones del orden mundial y la “globalización feliz”
Muchas de las instituciones que marcaron la vida internacional desde la caída del Muro han entrado en crisis. ¿Todas? No, especialmente aquellas que intentan regular los derechos humanos, de los pueblos y de la naturaleza.
La vida y ya
La vida y ya Una espiga entre los dientes
La idea de que las armas sirven para mantener la paz se coloca con la confianza con la que el polvo se deposita encima de los libros apilados en un desván sabiendo que nadie vendrá a limpiarlo.
Literatura
50 aniversario Aresti vive en la memoria de un pueblo vasco en disputa
Hoy comienzan en Bilbao los actos del 50 aniversario de la muerte de Gabriel Aresti, referencia ineludible e incómoda de la literatura vasca moderna.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De violencia institucional y protestas
VV.AA.
Mientras Granada se revela contra el acoso de seis policía local a una víctima de violencia machista, en Catalunya se presenta un informe que concluye que el 65% de los casos de violencia institucional se archivan sin que se completen las pesquisas

Últimas

Podemos
Izquierda Podemos mantiene el ‘modo revancha’ y en Sumar se dividen entre el hartazgo y la resignación
En su V Asamblea Estatal, la formación morada pisa el acelerador en su confrontación pública con el grupo de Yolanda Díaz. Con Montero ya precandidata, la confluencia electoral parece una quimera aunque algunos yolanders no ven otra opción.
Sanidad
Sanidad La Atención Primaria, uno de los escalones de la Sanidad más abandonados
Este 12 de abril se celebra el Día Internacional del primer peldaño de acceso a los servicios sanitarios. Falta de inversión, largas listas de espera y falta de tiempo para atender son algunas de las denuncias más repetidas.
Eventos
Taller de podcast El Salto invita a estudiantes a explorar las posibilidades del formato audiovisual
Proponemos un taller de guion y producción de programas para estudiantes de comunicación y periodismo los días 24 de abril y 8 de mayo.
Memoria histórica
Memoria histórica Sin fondos para identificar los restos de la primera exhumación en la Comunidad de Madrid
La asociación impulsora de los trabajos de recuperación en el cementerio de Colmenar Viejo denuncia que no tienen contestación sobre la financiación prometida por el Gobierno.
Palestina
Palestina Israel avanza en su plan con la anexión de Rafah y el sur de la franja de Gaza
Con este movimiento, Israel ha declarado “zona de seguridad israelí” el 20% del territorio del sur mientras que mantiene bajo su custodia el 66% de la franja.
Más noticias
Opinión
Opinión Sindicalismo que gana: la clave no es la unidad, sino organizar a las mayorías
Mientras el anarcosindicalismo debate estructuras, las plantillas siguen desmovilizadas. La verdadera batalla es organizar a las mayorías. Sin victorias concretas, incluso el modelo más puro es papel mojado.

Recomendadas

Salud mental
Cambio de paradigma De la deprescripción de psicofármacos al refuerzo de plantillas: claves del Plan Nacional de Salud Mental
El Ministerio de Sanidad ha logrado un consenso para aprobar una nueva estrategia en salud mental, poniendo de acuerdo de un lado a todas las comunidades autónomas y del otro a todas las asociaciones.
Lobo
Especies protegidas Organizaciones tratan de evitar la caza del lobo: “Volver a la receta de la gestión letal no funciona”
El lobo está desprotegido desde la entrada en vigor de la ley de desperdicio alimentario el pasado 2 de abril. Organizaciones ecologistas y Podemos están llevando a cabo denuncias, recursos y otras acciones para revertir la desprotección del cánido.