Análisis
Vidas que importan. A propósito de la recién aprobada resolución del Parlamento alemán

El Parlamento alemán ha aprobado una resolución sobre el problema del antisemitismo en Alemania que constituye un instrumento político contra las voces disidentes. Pero también tiene como objetivo la instrumentalización del antisemitismo.
Homboldt Propalestina - 5
Dos agentes de la policía alemana detienen a un manifestante propalestina en la Universidad Humboldt de Berlín. Montecruz foto
17 nov 2024 05:21

El pasado jueves 7 de noviembre se aprobaba en el pleno del Parlamento alemán una así llamada “resolución” titulada: «Nunca más es ahora: Proteger, preservar y fortalecer la vida judía en Alemania». Era un documento anunciado veladamente durante meses, pero elaborado con secretismo y alevosía. Una muerte anunciada durante el último año en el que los derechos fundamentales de opinión, reunión, expresión, manifestación, acceso a la cultura o no discriminación han saltado por los aires, esa línea que marca la diferencia entre lo que se entendía como una democracia (si bien sea liberal) y el abismo. Nuestro presente.

Hace meses, al inicio de este año, tratábamos de explicar en una serie de artículos cuál era la situación en Alemania al respecto del genocidio en Palestina y la gravedad de las consecuencias que eso iba a tener y estaba teniendo en el marco político de derechos y libertades de las democracias liberales occidentales. Otras compañeras también lo han seguido y han escrito sobre ello. Pues bien, esta resolución viene a poner negro sobre blanco la matriz racista y autoritaria de esa ideología y esa práctica que se han ido intensificando a lo largo del año del genocidio (aunque vengan de antes): se ha construido —a conciencia— un enemigo y “el otro” como amenaza vuelve a ser en Alemania el elemento que moviliza y justifica la discriminación, la represión, la exclusión y el borrado social. Pero nos obliga también a pensar a qué apelamos en un panorama político global donde lo que ya antes nos parecía insuficiente (las normas de las democracias liberales y el derecho internacional) se ha borrado como marco.

Hace meses se anunciaba que el Parlamento alemán estaba redactando a puerta cerrada una resolución sobre el problema del antisemitismo en Alemania. Sabíamos ya entonces que se trataría de un instrumento político contra las voces disidentes y críticas con el genocidio y la política colonial de Israel. La redacción secreta y la casi total connivencia de los medios de comunicación alemanes con la política oficial de apoyo incondicional a Israel no permitían que se filtrase mucho de lo que se estaba elaborando.

Una de las principales organizaciones judías activas contra el genocidio (Voces Judías) ya se ha pronunciado contra esta resolución, junto a otra treintena de organizaciones judías de todo el mundo

El Bundestag elige la forma resolución porque, al tiempo que marca directrices políticas, al no ser jurídicamente vinculante, permite eludir apelaciones (incluida la de anticonstitucionalidad), como ya lo hiciera con la resolución contra el BDS de 2019. Es la plasmación en papel de lo que hemos ido viviendo de forma intensificada a lo largo del último año: la retirada de subvenciones, las propuestas de exmatriculación universitaria, los despidos, el asalto domiciliario a activistas, los juicios políticos (se acumulan ya más de tres mil casos), la violencia policial, la ilegalización de grupos y, como marco para todo ello, el señalamiento de quiénes son la amenaza, ese “otro”, en este caso, la comunidad árabe, como antaño lo hicieran con la judía. Misma lógica.

En estos últimos días, los previos y los inmediatamente posteriores a la aprobación de dicha resolución (presentada por la CDU/CSU y los grupos parlamentarios de centro-derecha, con el entusiasta voto a favor de la extrema derecha AfD y solo el voto en contra del grupo BSW y la abstención del grupo Die Linke), se han intensificado también los actos y las declaraciones de crítica y oposición a la misma por parte de diversas organizaciones y movimientos. Nos apoyaremos en esos urgentes y valiosos esfuerzos (la crítica mediática es prácticamente inexistente; salvo alguna excepción que plasma la controversia: Junge Welt, o la misma Amnistía Internacional, para tratar de reflejar aquí el contenido de la resolución, ante cuya literalidad resulta difícil no escandalizarse y aterrarse a partes iguales. A pocos días de su aprobación, como paso siguiente para la implementación de la primera resolución, se está discutiendo para su aprobación una moción para escuelas y universidades que, en este caso, ataca al estudiantado disidente. Nos limitaremos por espacio a analizar la primera resolución, a sabiendas de que es un punto de partida para socavar más y más garantías mínimas del Estado, un refrendo más bien de lo que de facto ya se está haciendo.

El texto de la resolución, arranca como sigue:

A raíz de la Shoah, la privación de derechos y el asesinato de seis millones de judíos europeos, Alemania tiene una responsabilidad especial en la lucha contra el antisemitismo. [...] El Bundestag alemán agradece que la vida y la cultura judías vuelvan a existir en Alemania tras la dictadura nacionalsocialista y a pesar de la Shoah.

Y sigue:

Desde el horrible ataque terrorista de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, hemos visto el odio a los judíos y el antisemitismo relacionado con Israel en Alemania a un nivel no visto en décadas. El aumento de actitudes y actos antisemitas es profundamente preocupante. El antisemitismo es un fenómeno muy dinámico y profundamente misántropo. La evolución desde el 7 de octubre de 2023 se debe tanto a un antisemitismo cada vez más abierto y violento en medios de extrema derecha e islamistas como a un enfoque relativizador y a un creciente antisemitismo antiimperialista relacionado con Israel y de izquierdas.

En primer lugar, cabe preguntarse: ¿por qué una resolución ahora? El domingo 3 de noviembre se celebró un evento en Oyoun (ese espacio cultural también víctima de la política de cancelación alemana:) llamado “vigilancia, censura y criminalización: una lectura urgente de la resolución filtrada del Parlamento” que consistió en una lectura pública del documento y un panel de discusión de cuatro expertas. Entre otras cosas, se reflexionaba sobre el porqué una resolución sobre “las vidas judías”: no hubo una resolución, por ejemplo, cuando los ataques en Hanau ni una resolución sobre el antigitanismo. La respuesta es que la resolución tiene como objetivo la instrumentalización del antisemitismo, y en este primer párrafo vemos ya tres elementos que lo prueban: el primero es que en todo el documento no hablan de Holocausto, sino de Shoah, descartando con ello las vidas no judías víctimas del mismo régimen de exterminio (el millón de asesinados del pueblo sinti roma, por ejemplo); lo segundo es situar el origen del problema en el 7 de octubre, descargándose así de la responsabilidad (y la culpa) y depositándola en ese enemigo construido que esta resolución quiere apuntalar como diana de la política represiva; y lo tercero es la no diferenciación entre población judía e Israel, borrando las voces judías disidentes en Alemania (recordemos que suponen un 30% de las personas víctimas de represión policial y estatal a lo largo del último año de protestas contra el genocidio y la ocupación israelís).

El movimiento BDS lleva siendo demonizado en Alemania desde hace más de un lustro. Esta resolución sugiere su ilegalización

Una de las principales organizaciones judías activas contra el genocidio (Voces Judías) ya se ha pronunciado contra esta resolución, junto a otra treintena de organizaciones judías de todo el mundo, mientras lleva largo tiempo siendo víctima de la política supuestamente defensora de las vidas judías de la que Alemania presume.

Estas tres ideas se van a repetir e intensificar a lo largo del texto. Por si quedaran dudas respecto a la descarga racista del problema del antisemitismo alemán, reproducimos aquí el inicio del siguiente párrafo:

En los últimos meses se ha puesto de manifiesto el alarmante alcance del antisemitismo basado en la inmigración procedente de los países del norte de África y Oriente Próximo, donde el antisemitismo y la hostilidad hacia Israel están muy extendidos, en parte debido al adoctrinamiento islamista y estatal antiisraelí.

Y un poco más adelante:

Reconocer, hacer visible, preservar y proteger la diversidad de la vida judía es una expresión de la razón de Estado de Alemania. Este autocompromiso se deriva de nuestra democracia liberal y de nuestra especial responsabilidad histórica hacia los judíos de todo el mundo, y también establece nuestra promesa inalterable de proteger el derecho del Estado de Israel a existir como hogar seguro para el pueblo judío.

El enemigo ha quedado definido: musulmanes e izquierdistas antiimperialistas (sic), y el objeto a defender también, aunque profundicen más adelante: la vida judía que importa no es cualquier vida, es aquella que se identifica con el Estado de Israel. Nuevamente, se trata de reforzar la asimilación de judío con Israel y, por ende, la crítica al Estado de Israel y su política genocida y de extrema derecha como antisemita. Sentadas estas bases, la resolución pasa a la acción prescribiendo cuáles deben ser las políticas federales al respecto: el Bundestag alemán reafirma su decisión de garantizar que no se conceda financiación a organizaciones y proyectos que difundan el antisemitismo, cuestionen el derecho de Israel a existir, llamen al boicot de Israel o apoyen activamente el movimiento BDS.

Las voces judías, las voces palestinas y toda la resistencia que logremos articular son la semilla de las vidas que importan

El movimiento BDS, una iniciativa que se aviene al marco legal internacional respaldado por Naciones Unidas y la Corte Internacional de Justicia, lleva siendo demonizado en Alemania desde hace más de un lustro. Esta resolución sugiere su ilegalización, contraviniendo la legislación internacional.

La línea política de estas directrices la encontramos de nuevo en la no exenta de crítica IHRA (recordemos, la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto) y su definición de antisemitismo, a la que el Parlamento alemán vuelve a adscribirse sin fisuras

En este contexto, la resolución del Gobierno federal del 20 de septiembre de 2017, que adopta políticamente la definición de antisemitismo realizada por la IHRA, y la resolución del Bundestag alemán del 17 de mayo de 2019, en la que el Bundestag se comprometió con la definición de la IHRA, deben tomarse como autorizadas. El Gobierno federal está llamado a presionar a los estados federales y a las autoridades locales para que implementen las regulaciones apropiadas y, si aún no lo han hecho, utilicen la definición de antisemitismo de la IHRA como la autorizada.

Palestina Berlín
Manifestación en el barrio de Kreuzberg el 28 de octubre de 2023. Montecruz foto


Una de las prácticas habituales de censura política ha sido penalizar las expresiones de solidaridad con Palestina en redes: la retirada de fondos para algunas iniciativas culturales, despidos, asaltos policiales domiciliarios y arrestos han tenido que ver con lo publicado en redes sociales. Aquí se insta a seguir en esa dirección:

Debemos seguir comprometidos con la seguridad de la vida judía [...]. El odio a los judíos también debe combatirse con determinación en el espacio digital, especialmente en las redes sociales. Debemos contrarrestar la desinformación selectiva y los llamamientos a la movilización antidemocrática. [...] El Bundestag alemán celebra también que el Gobierno federal haya prohibido las actividades de la organización terrorista Hamás y de la red internacional Samidoun. Otras organizaciones extremistas deben ser ahora investigadas y, si es posible, prohibidas. El Bundestag alemán reafirma su resolución del 17 de mayo de 2019 titulada «Contrarrestar decididamente el movimiento BDS - combatir el antisemitismo» y pide al Gobierno federal que intensifique sus actividades contra el movimiento BDS para implementar esta resolución. Esto incluye estudiar una prohibición de las actividades del BDS o una prohibición organizativa del BDS en Alemania.

Y concluye:

La Estrategia Nacional contra el Antisemitismo y por la Vida Judía debe completarse y aplicarse de forma completa y sostenible. Esto incluye, entre otras cosas, «colmar las lagunas legales y hacer un uso coherente de las opciones represivas». Esto se aplica en particular al derecho penal, así como al derecho de residencia, asilo y nacionalidad, a fin de garantizar que el antisemitismo se combata con la mayor eficacia posible. El Bundestag alemán celebra que el Gobierno federal ya haya tomado medidas en este ámbito.

Después arremete contra el mundo del arte, la cultura y la investigación en la línea de lo que hemos ido viendo a lo largo de estos meses: retirada de fondos, represalias en universidades.

Los estados federales, el Gobierno federal y las autoridades locales deberían —si aún no lo han hecho— elaborar regulaciones legalmente seguras, en particular presupuestarias, para garantizar que no se financien proyectos y planes con objetivos y contenidos antisemitas.

Por aclarar a que se refieren cuando en la introducción a este párrafo habla de “grandes escándalos de antisemitismo” el texto pone como ejemplo la Berlinale 2024 donde No other land (Basel Adra, Hamdan Ballal, Yuval Abraham y Rachel Szor, 2024) ganó el premio a mejor documental: si no la han visto, dejen de leer, y búsquenla.

Y aquí la resolución da un giro particular:

el artículo 5 de la Grundgesetz (Constitución) garantiza la libertad académica con rango constitucional. Esto también debe aplicarse sin restricciones al personal docente y a los estudiantes con raíces judías, de origen israelí o con una mentalidad solidaria con Israel.

Aquí las vidas a proteger ya no son las judías, ni las judías de origen israelí, sino las “mentalidades solidarias con Israel”. ¿Y quiénes son esas? Pues nada más y nada menos que los alemanes sionistas. Sean estos judíos o no. Podría acabar aquí, porque han cerrado el círculo de lo que ya se ha señalado en otras ocasiones: que el anti-antisemitismo alemán no es más que un ejercicio de supremacismo ario (volvemos a referirnos, como ya hiciéramos, al artículo Bad memory).

Lo cierto es que la resolución continúa con sus sugerencias: expulsión o exmatriculación de universidades, formación de alumnado y profesorado en esta particular visión del antisemitismo, oficinas de control en las instituciones educativas..., y cierra con la intempestiva apelación a la solución de los dos Estados y, sobre todo, con un

Israel tiene derecho, en virtud del derecho internacional, a defenderse de los ataques que violan el derecho internacional

afirmación que por, si quedasen dudas, legitima, en palabras recientes de la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock (Los Verdes), el asesinato de civiles.

Nada, ni una solo medida en todo el texto respecto a la supuesta amenaza antisemita de la extrema derecha. Esta resolución tiene además una función de refrendo de la política disuasoria más potente en Alemania y en el Occidente contemporáneo: el miedo. Es un aviso a no moverse o caer.

¿Debemos seguir en este marco hablando de antisemitismo? ¿Cómo combatir la narrativa del terror? ¿Cómo seguir nombrando la verdad?: que las armas producidas en Alemania (y en España) matan en Gaza, que cada barco que atraca en nuestros puertos contribuye al exterminio palestino, que vivimos en un régimen de muerte.

Hace algo más de dos semanas, se celebraba, de nuevo en el centro cultural Oyoun de Berlín, una conferencia con el historiador Israelí Ilan Pappé. En esa conferencia, Pappé señalaba que en el último año cerca de medio millón de israelís se han exiliado, han abandonado el Estado de Israel (cifra nada desdeñable en una población de menos de diez millones de habitantes). ¿Quién va a proteger esas vidas? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que esa diáspora y la diáspora palestina son de las pocas garantías de no erradicación completa de la resistencia al supremacismo sionista. Las voces judías, las voces palestinas y toda la resistencia que logremos articular son la semilla de las vidas que importan.

Bienvenidas sean las iniciativas que pongan la cooperación alemana con el genocidio en el punto de mira de la crítica internacional. Porque, efectivamente, nunca más es ahora.

Genocidio
Genocidio Gabor Maté: “El sionismo será visto por la historia judía como uno de sus mayores desastres”
El médico y escritor Gabor Maté, que nació en la Hungría dominada por los nazis, ha reflexionado sobre los traumas en la infancia. En esta charla conversa con el autor y activista Frank Barat.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Alemania
Unión Europea Alemania llevará su crisis a las urnas el próximo 23 de febrero
La coalición semáforo se apaga definitivamente en Alemania. El cese la semana pasada del ministro liberal deja solo a Scholz, uno de los cancilleres peor valorados de la historia democrática del país.
Análisis
Análisis Die Linke necesita más políticas de clase
La Izquierda se ha convertido en un partido de académicos. Esto es un hecho. Un nuevo estudio revela cómo ha ocurrido y por qué la nueva dirección del partido no tiene delante suyo una tarea fácil.
Estados Unidos
Estados Unidos La liga de los deleznables: Trump lanza el no va más para su segundo mandato
Acusados de violencia sexual, abiertamente racistas y sionistas, destacados antivacunas y haters profesionales de China. El equipo elegido por Donald Trump no defrauda a los militantes de la extrema derecha mundial.
COP29
Sandra Guzmán “La primera semana de la COP deja una sensación de mucha frustración”
La fundadora del Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe traza un cuadro de situación sobre las negociaciones abiertas para alcanzar una nueva meta de financiación para mitigación y adaptación de los países en desarrollo.
Opinión
Opinión Poder popular y confederación de luchas: hipótesis para un nuevo ciclo político
VV.AA.
Las manifestaciones de vivienda pone de relieve el inicio de un nuevo ciclo político. Ni estamos ante un nuevo 15M, ni queremos otro 15M, pero debemos aprovechar los aprendizajes para iniciar un nuevo ciclo político que nos lleve más lejos.
Extrema derecha
Política La victoria de Trump, ¿beneficia o perjudica a las derechas en el Estado español?
Nunca la derecha radical populista había alcanzado tanto poder en Estados Unidos. Su impacto en el cosmos español todavía está por ver. Vox capitaliza y el PP mira con temor.
Análisis
Análisis Vidas que importan. A propósito de la recién aprobada resolución del Parlamento alemán
El Parlamento alemán ha aprobado una resolución sobre el problema del antisemitismo en Alemania que constituye un instrumento político contra las voces disidentes. Pero también tiene como objetivo la instrumentalización del antisemitismo.
La vida y ya
La vida y ya Esas ganas de hacer cosas
Me refiero a esa solidaridad y apoyo mutuo que salen de manera espontánea cuando se ha perdido todo, o casi todo. Cuando hay gente sufriendo.
COP29
COP29 Lobbistas del mal, vendehumos y activistas en la COP29
VV.AA.
Los participantes de la COP29 tienen una composición muy distinta a lo que la primera cumbre de las partes tenía pensado, desde activistas que se desplazan para plantar cara al poder fósil hasta quienes utilizan sin pudor la cumbre para enriquecerse

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Crisis climática
Análisis La industria del hormigón más allá de su descarbonización
VV.AA.
La producción de hormigón es responsable del 8% de las emisiones mundiales de CO2 y de mútiples impactos. Tras décadas con un desproporcionado uso de este material, toca recular, aplicar algo de raciocinio y darle un uso más justo sin renunciar a él.
València
València El rescate en los refugios tras la dana: “Pensábamos que íbamos a encontrar a todos los animales ahogados”
Refugios y santuarios de animales destrozados por la dana siguen buscando a sus perros y gatos que huyeron tras el temporal. Piden ayuda para acoger y adoptar a sus animales además de manos para reconstruir sus albergues.
Dana
dana Un grupo de familias migrantes revela los abusos sufridos en el hostal donde residían tras la dana
La pinza entre la irregularidad administrativa y el inaccesible mercado del alquiler tenía a decenas de personas en una situación de vulnerabilidad residencial que ha sido puesta en evidencia por la situación de emergencia.
Opinión
Opinión Mantícoras
Durante unas jornadas supuestamente feministas en una universidad pública, una ponente se atrevió a decir: “Las trans no sufren violencia porque son hombres”. Los espacios seguros no existen, aunque nos pese.

Recomendadas

México
Identidades no binarias ‘Muxhes’: visibilidad y realidad del “tercer género”
En las comunidades zapotecas del Istmo de Tehuantepec, el colectivo rompe la dicotomía de género abrigándose en la tradición cultural de su pueblo originario.
Culturas
Raquel Peláez “No estamos en un momento en el que haya odio a los ricos, aquí hay odio a los pobres”
La subdirectora de S Moda ha escrito una historia de lo pijo profundamente política que no renuncia a presentar un retrato ameno de las clases altas y sus vaivenes estéticos.
Memoria histórica
Memoria histórica Tras las huellas de un internacionalismo olvidado: el diario del brigadista chino Xie Weijin
Un centenar de brigadistas chinos luchó en la guerra civil española. Nueve de ellos acabaron en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer en Francia.
Agricultura
Agroindustria Por qué la agricultura intensiva aumenta el riesgo de inundaciones
Mientras los peritos de Agroseguro siguen evaluando los daños de una dana que ha dejado una “destrucción histórica” en los campos del sureste peninsular, expertos advierten que las prácticas agrícolas intensivas favorecen las escorrentías.