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Análisis
Megaincendios forestales en Chile: una alerta para la Península Ibérica y el mundo
En el año 2017 Chile rompió todos los récords históricos del país, al registrar mega incendios forestales que quemaron 547.189 hectáreas en una sola temporada. Hoy en el año 2023 nos encontramos cerca de romper ese récord. Los megaincendios en Chile de esta temporada ya han consumido más de 450.000 hectáreas. Para tener una idea de la magnitud de esta catástrofe, la superficie quemada corresponde aproximadamente a la mitad de todo el territorio de la Comunidad Autónoma de Madrid.
Los números son desoladores: 25 personas muertas. Más de 5000 viviendas destruidas. Decenas de miles de damnificados. Además de decenas de miles de personas que se han quedado en la pobreza, sin trabajo por la quema de sus cultivos agrícolas, sus animales, abejas y ganado.
Los daños al ecosistema aún no se pueden evaluar. Cientos de miles de hectáreas de biodiversidad arrasadas. Bosques, humedales y montañas que son primordiales para el ciclo del agua y la vida de miles de especies han sufrido impactos negativos por el fuego.
Las problemáticas de un campo empobrecido, con una enorme crisis hídrica y con una población envejecida, se están profundizando con los incendios. Los jóvenes quieren escapar ante una tierra quemada y sin oportunidades
Las más afectadas son las comunidades campesinas y mapuches de las regiones del Biobío, Araucanía, Ñuble y Maule (zona centro sur del país). Las problemáticas de un campo empobrecido, con una enorme crisis hídrica y con una población envejecida, se están profundizando con esta crisis. Los jóvenes quieren escapar ante una tierra quemada y sin oportunidades.
Las razones tras esta catástrofe son conocidas. Por un lado la crisis climática que está generando aumentos récord de temperatura, escasez hídrica y vientos extremos. Y por el otro las extensas plantaciones de especies inflamables como el pino, y especialmente el eucalipto.
Las grandes empresas forestales en Chile (CMPC y Arauco) hicieron su fortuna durante la dictadura militar de Pinochet. Apropiándose a la fuerza de tierras mapuche y campesinas, las cuales fueron plantadas sin regulación alguna y subsidiadas por el Estado. Hoy en día son cientos las ciudades, pueblos y villorrios en donde el monocultivo forestal colinda con las poblaciones, sin cortafuegos, ni medidas de seguridad.
Incendios Forestales
Enfoques La geografía calcinada del peor verano de incendios forestales
Actualmente existen más de 3 millones de hectáreas de monocultivo de pino y eucalipto sin una planificación territorial que genere un paisaje resistente al fuego, en donde existan mosaicos de coberturas distintas al monocultivo forestal, con diversos usos de suelo y una gestión correcta de las emergencias.
El Estado chileno, promotor del modelo neoliberal, ha dejado que los privados sean quienes gestionen su territorio. Cediendo la soberanía territorial a empresas como CMPC y Arauco, quienes monopolizan la producción de celulosa en Chile, además de concentrar el mayor número de tierras bajo su propiedad y total árbitro. Los documentales Plantar Pobreza y Llamas del Despojo cuentan esta historia.
A esto se suma que son las empresas privadas quienes combaten los incendios, teniendo problemas como el “Cartel del Fuego”, en donde empresas españolas (Faasa y Martínez Vidau) de extinción aérea de incendios han sido multadas por colusión en Chile. Porque para las mentes ambiciosas hasta una catástrofe socio ambiental también puede ser un negocio inescrupuloso.
La situación en Chile debe alertar a la Península Ibérica, la cual también tiene grandes extensiones de monocultivo forestal, en particular de eucalipto en zonas como Portugal, Galicia y el País Vasco, las cuales cada vez serán más peligrosas ante la ocurrencia de incendios forestales. Especies como el Eucalipto son altamente inflamables, y constituyen una combustible difícil de apagar cuando están densamente plantadas como monocultivo.
Los tiempos han cambiado ante la actual crisis climática, en general el ordenamiento territorial y jurídico fue pensado para otros tiempos. Ahora urge que a nivel planetario busquemos nuevas formas de prevenir y combatir los fuegos que cada vez serán más devastadores si no hacemos algo ahora.