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Derecho al agua
Grupos ecologistas y regantes de Granada unidos en la guerra por el agua de una Sierra cada vez menos nevada
Granada abre las puertas al turismo de nieve para el puente de la Constitución. Para estas fechas, la estación de esquí de Sierra Nevada tiene sus pistas listas sí o sí a pesar de la escasez de lluvia y bajas temperaturas: si no hay nieve, se fabrica. Así que CETURSA, la empresa pública que explota Sierra Nevada, en manos de la Dirección General de Movilidad de la Junta de Andalucía con sede en Sevilla, puso sus 427 cañones de producción de nieve artificial en marcha, “uno de los mayores sistemas de producción de nieve artificial de España”, según figura en su página web, para poder abrir la estación el 2 de diciembre, tal y como estaba previsto.
Este pistoletazo de salida habitual en el panorama del esquí nacional ha generado bastantes titulares durante estos meses. Colectivos ecologistas, ciudadanos y regantes no sólo han señalado, también denunciado, que esta apuesta por mantener e incluso ampliar el turismo de nieve en una sierra cada vez menos nevada tiene un coste y advierten sobre el impacto medioambiental que supone la extracción de agua de los ríos y balsas, y de las obras de ampliación en las pistas de la estación de esquí, situada en los municipios de Monachil y Dílar, en el Parque Natural de Sierra Nevada, incluído en la Red Natura 2000, un espacio con una protección especial, en un momento en el que el calentamiento global es notable y cada vez se producen menos precipitaciones. El ruido ha llegado hasta el Gobierno de España por una pregunta formulada por Podemos Granada aunque el músculo y la información ha sido trabajada por los colectivos citados.
El desastre de la gestión del agua en Doñana está creando una atmósfera desalentadora para estos colectivos en Andalucía, y también en Granada, donde los ecologistas temen por el futuro de Sierra Nevada, espacio que alberga un singular ecosistema de altísimo valor medioambiental, único en todo el continente y que consideran que está “siendo agredido por obras financiadas con fondos de la Unión Europea”, según un informe de los colectivos. Andalucía además, atraviesa una sequía prolongada que está empezando a afectar al servicio de agua potable de uso doméstico en algunas zonas.
Medio ambiente
Medio Ambiente Doñana y Sierra Nevada, fuera de la Lista Verde a causa de las políticas de la Junta de Andalucía
Después de años enzarzados en un debate sobre el uso del agua y el equilibrio para mantener el caudal ecológico necesario para conservar los ecosistemas fluviales y la subsistencia de la agricultura, parece que las posturas entre agricultores y ecologistas en Granada se han encontrado para señalar lo que consideran la causa principal de las restricciones de agua sufridas este verano: lo que consideran un “robo de agua” por parte de la empresa que explota la estación de esquí en Granada.
Pero no todos piensan así, hay expertos en el uso del agua y por supuesto, la empresa pública que hace uso industrial del agua para mantener esa nieve que el Gobierno andaluz estima como el principal aporte no sólo del Producto Interior Bruto de Granada sino de toda Andalucía, que defienden, respecto al tema del agua, que la cantidad extraída dirigida a estos menesteres no es especialmente significativa en comparación con el uso del agua destinada al consumo agrícola y que además, cuando se derrite vuelve a integrarse en el ciclo del agua, por tanto su uso no es consuntivo: no se consume, sólo se “utiliza” y vuelve a la tierra.
El problema en la gestión y el uso del agua es complejo porque se dan intereses divergentes que defienden diferentes modelos económicos ante el cambio climático: la “patada para adelante” aplicando más o menos maquillaje o más o menos medidas de “desarrollo sostenible” y el debate impronunciable por muchos medios hasta que la mismísima reina de España lo puso sobre la palestra mediática: la necesidad de reflexionar sobre la teoría del decrecimiento económico para consumir menos. Pero, ¿Por dónde empezamos? ¿Quién empieza a decrecer? y sobre todo, ¿Cómo? ¿Tenemos un plan?
Ecologistas en Acción Granada: los mosqueteros de la Sierra
El grupo ecologista granadino de la confederación verde lleva años denunciando diferentes actuaciones que considera irregulares por parte de CETURSA: extracción de más agua de la concesionada, agua extraída en épocas del año en las que no tiene permiso, de lugares donde no cuenta con autorización, que no instala los contadores necesarios para cuantificar el agua que utiliza, entre otras.
Cumbre Social Granada
Captación ilegal de agua Denuncian una extracción ilegal de agua de la Laguna de las Yeguas en el Parque Nacional de Sierra Nevada
Recientemente Ecologistas ha presentado alegaciones a la solicitud temporal por parte de CETURSA a Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para renovar el permiso de extracción de los 350.000 m3/año del río Monachil que caduca en febrero de 2024, hasta que se resuelva el expediente solicitado en 2007 para ampliar esa extracción por el doble hasta alcanzar los 725.000 m3/año. La solicitud de permiso temporal de extracción ha incluido la ampliación de apertura de tres puntos de toma de agua hasta ahora precintados por la CHG y de dos meses de extracción extra: abril y mayo, pero no de ampliación de volumen de agua. Sin ser cierto que la CHG se haya pronunciado todavía en ninguno de los dos casos que siguen su trámite burocrático.
El expediente para doblar la cantidad de agua concesionada a CETURSA está por resolver, queda pendiente de resolución una concesión temporal por la misma cantidad de 350.000 m3/año del río Monachil que caduca en febrero de 2024.
Pendiente queda, según la CHG, un expediente sancionador a CETURSA, que todavía está por resolver, por una denuncia sobre captación de agua fuera del periodo otorgado, “que conllevará, si se confirma el incumplimiento, su correspondiente sanción”, explica en una comunicación el órgano de gestión del agua competente.
“CETURSA ha estado haciendo las cosas mal muchos años y no se le puede conceder nuevas tomas o más agua mientras no se resuelven los expedientes y se instalan contadores para medir todo lo que se llevan”, Javier Egea de Ecologistas.
Ecologistas en Acción va más allá y consideran escandaloso “el trato privilegiado de la CHG a CETURSA”, según declaraciones a El Salto Andalucía de Javier Egea, ecologista y experto con una gran trayectoria en esta materia. Javier asegura que llevan años señalando irregularidades y la CHG sólo ha amonestado hasta el momento a la empresa infractora sin tomar ninguna medida sancionadora. En las últimas alegaciones presentadas sobre la renovación temporal del permiso a CETURSA señalan fallos jurídicos en la exposición pública del anuncio, presentan pruebas que según ellos cuestionan la validez de informes de planificación y dictámenes ambientales presentados por la empresa solicitante; para Egea, “CETURSA ha estado haciendo las cosas mal durante muchos años y no se le puede conceder nuevas tomas o aumentar cantidades de agua mientras no se resuelven los expedientes y se instalan contadores para medir todo lo que se llevan”.
“Sólo nosotros, los humanos, podemos dar de beber al agua”, Araújo
Hace unos días que el naturalista Joaquín Araújo grabó un vídeo dedicado al colectivo ‘La Nieve es de Naide’ con la lectura de un fragmento de su libro Somos agua que piensa. El autor de numerosos libros, divulgador y director de documentales explica en su grabación que “tenemos que entender que en estos momentos nada tiene más sed que la misma agua y sólo nosotros, los humanos, podemos dar de beber al agua”.
Respondía así al efecto llamada que ha propulsado el colectivo con la reciente lectura en el Parlamento Europeo de un dossier-manifiesto elaborado el colectivo de Monachil, junto a ‘Que Corra El Agua’, de Dílar, en estrecha colaboración con Ecologistas en Acción Granada y Somos Vega, Somos Tierra. El trabajo ha sido apoyado por más de 15 colectivos ecologistas, comunidades de regantes, laboratorios de investigación de la Universidad de Granada, de Córdoba e incluso una de Países Bajos; y más de 36.000 firmas recogidas contra la ampliación de la estación de esquí de Sierra Nevada en Change.org.
Cristina Quijera, representante del colectivo ‘La nieve no es de naide’ se mostraba, en declaraciones para El Salto Andalucía, muy contenta y agradecida por la oportunidad de llevar sus reivindicaciones a Bruselas, invitada por el grupo parlamentario de IU. Para ella lo importante es que el dossier con toda la información recogida y ordenada está sirviendo como catalizador para agrupar a muchas personas con una inquietud común y poder compartir y contrastar la información de este “documento vivo”, “y unirnos para crear red, gente que antes estaba peleada entre sí se une y señala arriba, a CETURSA y a su gestión del Parque”.
En el dossier denuncian a CETURSA por uso irracional del agua para producción de nieve artificial, destrucción de los ecosistemas hídricos, degradación del suelo protegido, afección a especies protegidas de fauna y flora, algunas en riesgo de extinción; de captaciones irregulares de agua en los ríos Monachil y Dílar, y de la falta absoluta de adaptación a la situación climática. Para los grupos firmantes, “el agua es un recurso necesario para el mantenimiento de la vida y no del esquí”.
Exigen: la retirada de la prioridad al uso industrial para producir nieve artificial sobre el agrícola en las cabeceras de los ríos Monachil y Dílar recogida en el Plan Hidrológico Guadalquivir 2022-2027; la correcta investigación, denuncia y paralización de todas las extracciones de agua ilegales realizadas por CETURSA en la cuenca de esos ríos y de cualquier expediente que tenga que ver con aumentar la cantidad de agua extraída de los mismos para nieve artificial; la retirada de los Fondos Europeos a proyectos del Plan Estratégico 2020/2030 de CETURSA, por no estar cumpliendo los principios europeos de adaptación y mitigación del cambio climático y protección de los recursos naturales y el cese inmediato de la ampliación de la estación de esquí por incumplir la legislación europea de protección a la Sierra Nevada como parte de la Red Natura 2000.
“El agua es un recurso necesario para el mantenimiento de la vida y no del esquí”, Cristina Quijera de 'El agua no es de naide'.
Para los ecologistas, el negocio del esquí, que contempla la posibilidad de existir sin nieve natural, “está acaparando un agua necesaria para el territorio de Sierra Nevada, su fauna, su flora, habitantes y economía”. Consideran que el agua “está siendo raptada, maltratada y malgastada por abusos inaceptables orquestados desde la Junta de Andalucía sin importar quién la gobierne”.
Otros datos, diferente perspectiva
Sin embargo, si se trata de contrastar información, hay otros datos que señalan un panorama completamente distinto. Alejandro Ramos-Bossini, de la Asociación para la conservación piscícola y de los ecosistemas acuáticos del sur - ACPES y experto en la gestión del agua en Granada señala que la cantidad usada por la estación de esquí es ínfima si la comparamos con el uso del agua de los ríos Monachil y Dílar destinada a la agricultura o el consumo hidroeléctrico.
ACPES ha obtenido información del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sobre las concesiones de uso del agua que indican que en el río Monachil el agua utilizada para el riego llega a 5.549.397 m³, cifra similar a la usada por las dos centrales hidroeléctricas, que consumen 5.350.000 m³, mientras que el agua concesionada a la producción de nieve artificial es de 350.000m³. En el río Dílar, según el volumen total de agua concesionada a regadío es de 9.553.511,5 m3, el hidroeléctrico es de 3.642.000m3 y también tienen una concesión destinada a la piscicultura de 4.500.000m3, que según la asociación nunca se ha usado y se encuentra actualmente en en trámite de caducidad. Estos datos están basados en las concesiones oficiales ya que no existe ningún elemento de control de caudales utilizados por ninguno de los usuarios enumerados.
Para Alejandro, los datos proporcionados por los colectivos ecologistas son erróneos ya que según estas cifras, el agua que se destina a riego equivale a la consumida por 1.078 estaciones de esquí considerando el porcentaje de sublimación del agua del 4% aducido por CETURSA y a 144 estaciones de esquí considerando como pérdidas el 30% que proponen los ecologistas. Para su asociación, un incremento concesional del doble de agua del actual para la producción de nieve supondría la elevación del porcentaje de consumo del 0,12% del que se consume o al 1.16%, con las diferencias de sublimación —evaporación del agua en el proceso— respectivamente.
“La gran afección de la estación de esquí de Sierra Nevada no está en el agua, está en el paisaje”, Alejandro Ramos de ACPES.
Por tanto, ACPES pone sobre la mesa que el consumo de agua destinado para las estaciones de esquí es ínfimo en comparación con el de otros usos aunque señala que es un tema complicado de tratar ya que el verdadero problema es que estamos en un momento de sequía en el que “falta agua para todo”. Apunta que es cierto que no hay datos de registro exactos por la ausencia de contadores y que “si nos basamos sólo en los datos de las concesiones se llega sólo a una parte del uso”.
Alejandro reclama más información y estudios objetivos para tener datos concretos sobre la cantidad de agua que se pierde por sublimación, aunque recalca que “no es cierto que no haya ninguna afección en la Sierra, como dice la Junta de Andalucía, por esa concesión; tampoco es cierto que se de la afección que dicen, ni mucho menos, las plataformas ecologistas. La gran afección de la estación de esquí de Sierra Nevada no está en el agua, está en el paisaje, el terreno; directamente en la flora y la fauna por el destrozo que suponen los remontes, las ampliaciones de pistas, etc”.
Muchas cuestiones entran dentro del debate sobre el futuro de Sierra Nevada: economía, agricultura, energía, turismo, sostenibilidad, de un espacio natural andaluz candidato a formar parte de la lista verde de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) pero que, sin embargo, lleva cuatro años fuera de indicador, como informábamos en un reciente artículo.