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Actualidad africana
De la lucha contra la violencia policial a la innovación literaria
Mientras en Nigeria una protesta contra la brutalidad policial ha acabado cuestionando los pilares del sistema, las elecciones en varios países del continente ponen a prueba las costuras de la democracia; y en paralelo coinciden festivales literarios que ponen de manifiesto la efervescencia de las letras en África, sus innovación y la defensa de las lenguas nacionales en la producción cultural.
Ya sea por amplios procesos de protesta, por la voluntad de aferrarse al poder o por la combinación de la amenaza terrorista y la violencia desencadenada en su respuesta, las construcciones institucionales se tambalean en varios países africanos. Se tambalean ante los latidos de las calles llenas de ciudadanos y ciudadanas exigiendo poder decidir más. Al mismo tiempo, la cultura recibe la vibración de ese mismo pulso y la convierte en una lucha por preservar los rasgos más particulares a la vez que propone fórmulas innovadoras para su desarrollo y su difusión.
Contra la violencia policial
Comenzó de una manera casi espontánea y ha acabado convirtiéndose en la mayor movilización social de las últimas décadas, según algunos analistas. Una recurrente queja sobre la brutalidad policial ha encendido los ánimos en las calles de Nigeria y está planteando un pulso insospechado a las autoridades. El 3 de octubre un mensaje en Twitter denunciaba el enésimo atropello de los miembros del SARS, un comando especial de la policía nigeriana que fue creado para luchar contra robos, asaltos y secuestros y ha acabado fuera de control. Las organizaciones de defensa de derechos humanos, acusan a sus miembros de amenazas, de extorsiones constantes, de sustracciones e, incluso, de asesinatos. Las denuncias son recurrentes desde hace años y la población nigeriana acumula agravios y experiencias de abusos.
El mensaje del pasado 3 de octubre ha generado la tormenta perfecta en torno al lema #EndSARS. Primero avivó la actividad en las redes sociales. Más experiencias. Más víctimas. Más casos de violencia policial. Esta protesta sorda, recibió el apoyo de algunos de los personajes públicos más populares del país. La flor y nata del mundo espectáculo, de la música y el cine nigerianos y también de las redes sociales.
Estrellas con millones de seguidores en Twitter e Instagram hicieron de altavoz de la indignación que hace quince días se trasladó a las calles de las principales ciudades. Las autoridades se apresuraron a anunciar la disolución inmediata del SARS, un domingo a mediodía en una rueda de prensa improvisada. Pero la queja ya había derivado en una reforma de la policía que acabase con la corrupción y la violencia policial que no se agota en la unidad señalada. De ahí, los manifestantes, que han mantenido las movilizaciones en las calles, han pasado a identificar esa violencia policial como una muestra del mal gobierno al que hay que poner fin.
Ante la escalada represiva del gobierno nigeriano la reivindicación de #EndSARS contra la violencia policial, ha pasado a ser #EndBuhari reclamando la dimisión del presidente del país, como responsable de mal gobierno.
En los últimos días las autoridades ha abandonado la apariencia conciliadora, toques de queda, movilización del ejército y acciones policiales contundentes. Tanto que el martes, presuntamente, agentes de las fuerzas de seguridad dispersaron con fuego real un bloqueo masivo del peaje de Lekki, una de las principales entradas a Lagos, la ciudad más importante del país. Con al menos 15 muertos durante las protestas, ante esta escalada, la reivindicación de #EndSARS ha pasado a ser #EndBuhari con la que se reclama la dimisión del presidente del país, como responsable de ese mal gobierno.
En defensa de la democracia
Las elecciones del pasado 18 de octubre se produjeron en un clima de relativa calma que era poco previsible, teniendo en cuenta el nivel que había alcanzado la tensión durante los últimos meses en la República de Guinea. La participación del presidente Alpha Condé, que opta a un tercer mandato, gracias a una modificación in extremis que él mismo ha introducido en la Constitución, era la clave de las desconfianzas en torno a las votaciones. Una parte del espectro político y social había llamado al boicot de la elección y otra parte se había preparado para lo peor. Sin embargo solo hubo durante la jornada electoral algunas denuncias de fraude e incidentes puntuales.Angry Mob Set Ablaze Police Station In Onitsha, Anambra State After Police Officers Killed Several #EndSARS Protesters. #EndPoliceBrutalityinNigera pic.twitter.com/bOcjrCuROO
— Somto Okonkwo (@MrSomtoOkonkwo) October 22, 2020
Las informaciones difundidas durante la misma noche electoral por algunos medios de comunicación y una gran parte de los mensajes difundidos en las redes sociales apuntaban a la derrota de Condé y hacían a los y las ciudadanas guineanas contener la respiración. El precario equilibrio se quebró definitivamente cuando el principal candidato opositor Cellou Dalein Diallo salió al paso de una posible manipulación de los resultados y se proclamó vencedor de la contienda en la primera vuelta, antes de que se hiciesen públicos los resultados oficiales. A partir de ese momento se han desencadenado celebraciones en las filas de sus partidarios, pero también movimiento intimidatorios, como el bloqueo de Diallo en su propia casa y enfrentamientos en diferentes lugares del país.
En los últimos días, la tensión ha estado yendo en aumento a la espera de que la CENI (la comisión electoral independiente) termine de desvelar las incógnitas sobre el recuento. De momento se han registrado varios muertos en enfrentamientos entre los partidarios del candidato opositor y la policía.
Incertidumbre electoral
En las próximas semanas hay previstas otras dos elecciones que se celebrarán en un clima de considerable incertidumbre. Por un lado, los comicios en Tanzania donde el voto está previsto para el 28 de octubre y donde la clave es el severo retroceso del espacio cívico que se ha producido durante el gobierno de John Magufuli. El principal baluarte de la oposición, Tundu Lissu, regresó recientemente al país después de pasar por una serie de acusaciones penales y de recuperarse parcialmente de las secuelas de un atentado contra su vida en 2017. Además de los ataques directos contra la oposición y organizaciones de la sociedad civil, el régimen de Magufuli ha tenido especial inquietud en los últimos años por acallar las voces críticas en los medios de comunicación y por controlar el uso de las redes sociales y del entorno digital.A pesar de haber anunciado que no competiría por un tercer mandato, el actual presidente marfileño Alassane Ouattara está entre los candidatos, lo que ya ha provocado manifestaciones y enfrentamiento en las calles
El segundo escenario de elecciones es Costa de Marfil, previstos para el próximo 31 de octubre que se celebran también bajo la sombra del tercer mandato. A pesar de haber anunciado que no comparecería a la renovación, el actual presidente Alassane Ouattara está entre los candidatos, lo que ya ha provocado manifestaciones y enfrentamiento en las calles. En los últimos compases de la carrera hacia las urnas, los candidatos de la oposición han coincidido en llamar a sus militante al boicot de las elecciones, lo que incrementa aún más la incertidumbre. Ouattara llegó al poder en 2011, precisamente después de una grave crisis poselectoral que se saldó con la intervención de tropas francesas y la detención del hasta entonces presidente Laurent Gbagbo.
Las víctimas de la violencia
El norte de Mozambique sigue siendo escenario de una violencia poco visibilizada. La emergencia y la rápida expansión de grupos extremistas que han intensificado su actividad en la provincia de Cabo Delgado ha desencadenado una espiral de violencia y de silencio. A medida que se ha hecho evidente la presencia de estos grupos armados, que en primer momento fue negada, se ha hecho más difícil documentar la actualidad en la zona e incluso prestar asistencia a las poblaciones afectadas.La emergencia y la rápida expansión de grupos extremistas que han intensificado su actividad en la provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, ha desencadenado una espiral de violencia y de silencio
Además de las noticias sobre la presencia de empresas privadas de seguridad (o mercenarios, según las denominaciones) en la zona. En los últimos meses se han extendido las denuncias en torno a las actividades de las propias fuerzas de seguridad en las operaciones antiterroristas. En septiembre, Amnistía Internacional alertó sobre la veracidad de algunos vídeos en los que se evidenciaban torturas y malos tratos en el escenario de un conflicto que según la organización se ha cobrado ya más de 2.000 víctimas. La Comisión Nacional de Derechos Humanos se unió después a la petición de una investigación independiente para poder descartar cualquier abuso en la zona. Mientras los medios y los periodistas tienen dificultades para obtener informaciones de primera mano, continúan llegando a diario desplazados a Pemba, la capital de la provincia, desde zonas más remotas donde se producen los enfrentamientos. Cabo Delgado, además de la provincia más alejada de la capital, es el escenario de la mayor explotación extractiva del país, con la minería de piedras preciosas, el gas y el petroleo.
La fiesta de las letras
Ayer comenzó el Ake Arts & Book Festival, una de la mayores citas literarias del continente africano y una auténtica celebración de las letras, que se prolongará hasta el próximo domingo. El festival prevé la participación de 700 artistas en más de 60 actividades, que este año se celebran virtualmente de manera que son accesibles desde cualquier lugar del mundo. En el programa aparecen presentaciones de libros como la conversación que mantendrán Maïmouna Jallow con Yvonne A. Owuor, autora de The Dragonfly Sea; o la esperadisima Maaza Mengiste, que hablará sobre su novela The Shadow King con Rémy Ngamije. Además el festival reserva un espacio privilegiado para los debates con un elevado contenido crítico. Desde los paneles sobre “Por qué África necesita gigantes feministas” o “Descolonizar África en el tiempo feminista”, hasta reflexiones sobre los nuevos liderazgos y la canalización de la ira para el cambio, pasado por el uso de las tecnologías y el papel de las redes sociales o la literatura queer, sin escatimar un espacio para la reflexión sobre el afrofuturismo, que se está haciendo un espacio artístico y político. La mayor parte de las actividades son gratuitas y se pueden reservar entradas en la web del festival.Watch the live panel discussion with @efie41209591 & @maseramaru on https://t.co/Mpu8rDqYLc
— AkeArts&BookFestival (@akefestival) October 22, 2020
OR
if you'd like to interact directly with the panelist live, join us in the studio virtually for the broadcast here: https://t.co/rWnCak31Pa #AfricanTime #AkeFest2020 #EndSARS pic.twitter.com/hzhRXHJEDj
A partir del lunes se celebra también un festival más modesto por sus dimensiones pero con un enfoque evocador. El AfroLit Sans Frontières, que fue una de las primera citas virtuales que se organizaron durante los confinamientos motivados por la pandemia, celebra su sexta edición desde marzo. Durante una semana se han programado dos sesiones diarias que se desarrollan a través de los perfiles de redes sociales del festival. En esta ocasión, el hilo conductor de los encuentros son las lenguas africanas, de manera que cada uno de los ocho días estará consagrado a un idioma diferente: Kiswahili, hausa, lingala, ewe, isiZulu, amharic, yoruba y shona.