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Tribuna
Despidos lingüísticos ilegales en el «kibutz» vasco
@AlfonsoRiosV
Responsable de salud laboral, medio ambiente y política lingüística de CCOO de Euskadi
Recientemente el director del periódico Gara respondía así en el semanario Argia, para defenderse de una pregunta sobre que su periódico se publique muy mayoritariamente en castellano: “Gara no está unida a mis deseos particulares, no está orientado al mundo que a mí me gustaría. No vivimos en un kibutz, un pueblo no es un kibutz. Trabajar por el pueblo exige responsabilidad, me exige actuar con responsabilidad, no satisfacer mis deseos.”
En CCOO compartimos esa reflexión, un país no es un «kibutz», la sociedad vasca es plural, también en lo lingüístico. Y si hasta la prensa abertzale quiere incorporar entre sus lectores esa diversidad sociolingüística, qué no deberían hacer nuestras administraciones públicas para reflejar e incluir la pluralidad social vasca.
Sirva para ejemplificar el despropósito una de las últimas sentencias, favorable a 8 cuidadoras de residencias de la Diputación de Gipuzkoa por dejarles fuera de la estabilización de puestos en los que llevan entre 15 y 25 años
Lamentablemente en los últimos dos años estamos viendo llegar a los juzgados una deriva antipluralista bien distinta. Tras décadas sin ofertas de empleo público, con una interinidad récord en Euskadi, se aprobó a final de 2021 una ley especial para estabilizar a decenas de miles de trabajadores y trabajadoras en precariedad crónica. Pero en este proceso extraordinario no se han respetado los altos índices de obligado cumplimiento para la exigencia de perfiles lingüísticos, ya muy altos para la imprescindible atención de la demanda lingüística real.
Téngase en cuenta que ese índice para el conjunto de Euskadi es el 53% de perfiles obligatorios, para el aproximadamente 17% de ciudadanía que opta por la atención en euskera, y que por supuesto tiene que ser atendida en la lengua de su elección. Y en cambio se ha excluido, y hasta despedido, a trabajadores y trabajadoras, por unas exigencias lingüísticas desproporcionadas para la demanda real, y por lo tanto discriminatorias y contrarias al propio artículo 25 del Decreto vasco de perfiles lingüísticos.
Sirva para ejemplificar el despropósito, una de las últimas sentencias, tras la de limpiadoras de albergues, por dejar fuera de la estabilización a cuidadoras de residencias de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Se ha excluido a ocho de las trabajadoras con mayor puntuación para las 20 plazas ofertadas, es decir, al 40% de las aspirantes con más antigüedad y OPE aprobada. Estas ocho trabajadoras llevan trabajando entre 15 y 25 años en la Diputación, donde han encadenado decenas de contratos temporales. La mayoría atienden en euskera a las personas residentes. Todas han intentado conseguir el exigido B2 de euskera oral y escrito (¿para qué piden redacciones de nivel a cuidadoras?) y varias llevan intentándolo 10 años en el euskaltegi.
Euskera
Políticas lingüísticas El fin de 40 años de consenso sobre el euskera
Escarmentados por el comportamiento de la anterior Viceconsejera de Política Lingüística en la tramitación del nuevo Decreto de perfiles, en la que el PNV hasta se autoenmendó asumiendo tesis excluyentes de ELA y LAB contrarias a sus prácticas pluralistas anteriores, debemos recordar que también vetó nuestras propuestas a favor de la gratuidad de euskaltegis y las liberaciones para cursos de euskera en empresas de subcontratas públicas. Vistas las sentencias judiciales que se van sucediendo, desde el punto de vista de CCOO los consensos lingüísticos han sido traicionados.
Un consenso sobre el sistema de perfiles lingüísticos que resumió acertadamente en 1996 el entonces Director del IVAP Josu Erkoreka: “Como puede verse, pues, el esfuerzo de acomodación a cada realidad sociolingüística no solamente no es inexistente, sino que conforma una de las claves de bóveda sobre las que se apoya el sistema. Cabe afirmar en este sentido que el Plan no pretende otra cosa sino asegurar que, desde el punto de vista lingüístico, cada una de las administraciones públicas vascas sea reflejo fiel de la comunidad humana a la que ha de servir.”
Tendemos la mano para articular unas instituciones en las que quepa su diversidad, pero si siguen con su huida sectaria hacia adelante seguiremos respondiendo como su rodillo excluyente se merece
Ahí podríamos volver a encontrarnos. En que las administraciones integren la pluralidad social, que no sean «kibutz» excluyentes, y construyan puentes facilitadores del aprendizaje del euskera. Porque una política lingüística democrática-pluralista debería promover el euskera desde la ciudadanía vasca real, no convertir las instituciones comunes en bunkers lingüísticos artificiales, que segregan y amputan ilegalmente nuestro país.
Si reflexiones pluralistas como las mecionadas del director del diario Gara y del que fuera director del IVAP, se abrieran un hueco en PNV, EH Bildu, ELA y LAB, sin duda podríamos reconstruir los hoy dinamitados consensos lingüísticos. Ahí les esperamos con la mano tendida para articular unas instituciones de país en las que quepa su diversidad. Pero si siguen optando por la huida sectaria hacia adelante, seguiremos respondiendo como su rodillo excluyente se merece.