Terrorismo
En mi país hubo una guerra

Muchos pensamos que en mi país hubo una guerra, y que hablar y el encuentro con el otro son los únicos métodos para dejar paso a una nueva etapa que reconozca a todos los que vivieron aquellos años y habitaron esas ciudades, esos pueblos y esos caseríos.

Patria HBO cartel
Cartel promocional de la serie ‘Patria’, de HBO, basada en la novela de Fernando Aramburu.
3 sep 2020 11:50

En mi país hubo una guerra. Las palabras (a veces) construyen realidades, delimitan y dibujan sentidos y expresan dolores antiguos y heridas sin restañar, anhelos de un futuro mejor y sentires colectivos. Los diccionarios no son solamente tratados lingüísticos, sino auténticos ensayos políticos que desvelan la ideología de quienes construyen los relatos sobre los que se edifican cotidianidades y comunidades y memorias colectivas. Es por esto que cómo definamos el pasado de un pueblo condicionará su futuro. En mi país hubo una guerra.

Una guerra es un conflicto bélico sobre un suelo determinado que enfrenta a dos o más bandos por el control del territorio o los recursos del mismo, son las experiencias de quienes las viven, tangencial o directamente implicados, son los silencios que pesan una vez finalizadas, es la exaltación pública de los vencedores y la losa que se impone sobre la memoria de aquellos que han sido derrotados, desterrándola a lo más privado, a la imposibilidad de expresarla en el espacio público, a la vergüenza.

En mi país hubo una guerra. Existen muchas maneras diferentes de nombrar a mi país. Algunos lo llaman Euskadi. Otros País Vasco. Hay quien mira más allá del Bidasoa y dice Euskal Herria. A mí me gusta pensar, como dijo el escritor donostiarra Jose Luis Álvarez, Txillardegi, que mi patria (y la del resto de los euskaldunes) es el euskera, porque me permite anidar en casa en cualquier parte del mundo. En mi país hubo una guerra. No creo que de ocupación y resistencia, como dicen algunos. Pero sí de maneras diferentes de sentirse vasco, de habitar las siete provincias, de cómo resolver tener un país que vive en dos Estados, de entender quiénes son los vascos, de ideas distintas de comprender el pasado de un pueblo.

El franquismo declaró la guerra a los euskaldunes y al euskera, confinando su identidad y sus sentires a lo más profundo de aldeas remotas escondidas entre el verdor de sus montes, al interior de los caseríos

El franquismo declaró la guerra a los euskaldunes y al euskera, confinando su identidad y sus sentires a lo más profundo de aldeas remotas escondidas entre el verdor de sus montes, al interior de los caseríos, a solamente las relaciones entre aquellos que no vivían en las ciudades, donde la presencia visiblemente más numerosa que en el ámbito rural de las fuerzas y cuerpos de seguridad del régimen reprimió una lengua, una cultura, una historia, una forma de nombrarse en el mundo.

Mi país es un territorio verde y gris y marrón y azul, diminuto y salpicado de pueblos pequeños, de microrrealidades, que ha conocido el dolor de más de un bando. Desde Madrid resonaban los ecos enfurecidos de voces que gritaban “asesinos”, pero en el interior de Erandio, de Irún, de Zizurkil, de Goizueta, de Tolosa o de Getxo, todos, todo el pueblo, conocía más de un testimonio. Fueron los asesinatos por parte de ETA, de los GAL, del Batallón Vasco-Español, las torturas policiales, el miedo que inspiraba la comisaría de Intxaurrondo y lo que allí se perpetraba, son los miles y miles de kilómetros de viaje de familiares para visitar a quienes estaban (y están) presos, sin entender el porqué de un conflicto del que no participaban, pero que atravesaba su vida. Son las viudas de los muertos llegando a casa años después de la desaparición de sus compañeros con dianas pintadas en la puerta, quienes se afiliaban a partidos políticos para intentar esclarecer por la vía de la palabra un clima enrarecido en el que todo el pueblo sabía a quién apoyabas, quienes descubrían por estar en una determinada lista que necesitaban vivir con escolta o la lógica enloquecida de la justicia española en la lucha antiterrorista que cerraba publicaciones en euskera sin juicio alguno o detenciones exacerbadas. Hubo quien perdió la libertad, otro que perdió una pierna. Hubo muchos que perdieron la vida.

Estos días está en boca de muchos el cartel promocional de la serie Patria, producida y distribuida por HBO, basada en la novela superventas de Fernando Aramburu. En él se muestran dos imágenes. En una, una mujer sostiene el cadáver inerte de su marido bajo la lluvia gris y plomiza. En la otra, un cuerpo maniatado y desnudo sobre el suelo de una comisaría. Las críticas en redes sociales y desde tribunas periodísticas no se han hecho esperar. Equidistantes, amigos de los etarras, se lo merecían.

Todavía no se ha producido una gran conversación en la cual los temas sobre la mesa sean la toma en consideración de todas las posturas políticas, la importancia del papel de la memoria. La verdad, la justicia y la reparación, para todos, sin distinciones

Sin embargo, hay algo que comparten las dos imágenes. Y es el silencio y la soledad. Aunque la mujer llore y grite, aunque el hombre torturado tenga a sus torturadores detrás charlando, los dos están solos, nadie los oye, ya nadie puede oírlos. El dolor que produce que te roben una vida, la palabra, la dignidad, es un dolor conocido por muchos en mi país. Nuestra historia reciente está repleta de pérdida y de tristeza, porque todavía no se ha producido una gran conversación en la cual los temas sobre la mesa sean la toma en consideración de todas las posturas políticas, la importancia del papel de la memoria. La verdad, la justicia y la reparación, para todos, sin distinciones. El reconocimiento en público al dolor del otro. Por una vida robada, a punta de pistola, por una vida secuestrada en una cárcel a muchos kilómetros de lo que marca la ley. El reconocimiento en público al valor del otro, por afiliarse a un partido político español para trazar un futuro de paz, por abandonar una vida que aniquilaba otras vidas y apostar por construir un país libre, donde las ideas sean discutidas en ágora pública en buena lid, porque no sean ilegales.

Debates como el surgido en torno a la promoción de la serie pueden ayudar a esta resolución, a hablar de penas antiguas y de voces acalladas, siempre que, desde las voces que son más escuchadas, se hable desde el cariño y desde el compromiso por un futuro mejor

Las soflamas desde la comodidad de quien no ha vivido este conflicto, de quien no conoce de primera mano ambas realidades, no solo no ayudan a establecer un escenario en el que la resolución y el recoser heridas sea posible, sino que prescriben soluciones que no son tales, sino silencios dolorosos y enraizados. Tengo la sensación de que debates como el surgido en torno a la promoción de la serie pueden ayudar a esta resolución, a hablar de penas antiguas y de voces acalladas, siempre que, desde las voces que son más escuchadas, se hable desde el cariño y desde el compromiso por un futuro mejor y no desde el intento de apuntarse tantos políticos pueriles.

Muchos pensamos que en mi país hubo una guerra, y que hablar y el encuentro con el otro son los únicos métodos para dejar paso a una nueva etapa que reconozca a todos los que vivieron aquellos años y habitaron esas ciudades, esos pueblos y esos caseríos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Terrorismo
Aniversario 11M 11M, el día que cambió España
20 años son nada, pero han sido suficientes para hacernos entender que aquel día, aquel 11M, cambió España.
Terrorismo
Aniversario 11M El 11M desde los ojos de un niño de Vallecas
La mañana del 11 de marzo todo fue diferente. A apenas 800 metros se estaba cometiendo el mayor atentado en Europa.
Culturas
Culturas El 11M no tiene quien lo escriba... y quizá sea mejor así
Veinte años después de la explosión de diez bombas en varios puntos de la red de cercanías de Madrid, el reflejo de los atentados en la ficción es pálido.
#69242
5/9/2020 17:02

¡Qué pocas veces se ve una equidistancia tan honrada! Pero, a pesar de ello, seguro que desde uno u otro lado de la trinchera la van a poner a la autora bajar de un burro. ¡Qué pena de país! Muchas gracias Arantza por tu valentía. Perdona, pero soy tan cobarde, que no me he atrevido a compartir tan excelente artículo.

3
1
#69205
5/9/2020 0:49

Vaya broma de artículo

1
10
#69178
4/9/2020 18:17

El artículo delata mucho sufrimiento de la escritora, de la cual se puede-creo modestamente- inferir a que grupo pertenece, con un esforzado intento de comprensión de otras partes. Pero también hace referéncia a hablar entre las partes.
De los tres o cuatro actores del llamado "conflicto"- ella dice guerra, etc.Me consta que sólo uno habla claridad. Lo cual diría que es frecuente en éste tipo de situaciones.Pero hace más muy desgarrador el relato por la imposibilidad de saber el ¿porqué? Si no se analiza el papel del País Vasco, Euskalerria,antes Vascongadas etc......en la historia de España creo que es imposible saber y entender.Y, francamente creo que no se ha hecho nunca más que de mínimos.

3
3
#69168
4/9/2020 15:38

Lo que repugna más de los ofendiditos con el cartel de HBO es que dan por bueno que la víctima de un lado era inocente pero la del otro "algo habría hecho"....

12
1
#69221
5/9/2020 11:51

¿Te imaginas a todos esos ofendiditos echando bilis hasta ahogarse en su miseria si alguien en este país tuviera los arrestos de hacer una serie como "Derry Gilrs" aquí? ..... Oreretako neskatillak ;)

3
1
#69160
4/9/2020 13:01

No comparto la idea de que se viviera/experimentara una guerra, aunque respeto la opinión/visión subjetiva expresada. En mi opinión (humilde) y también desde el terreno, se vivió/experimentó un conflicto violento y armado.
Nota: Lo único que quiero expresar con mi comentario, es que existen múltiples visiones, la mayoría de las veces ligadas a las propias experiencias personales vividas/experimentadas. Un caleidoscopio complejo.
Otra nota: Personalmente (y esto también es una opinión muy personal), considero que de las violencias ejercidas, la violencia de un Estado 'Democrático' e impune es (al menos), igual sino más injustificable.

7
0
#69104
4/9/2020 6:41

Si hubiera habido una guerra de verdad, con muertos en los dos bandos, el conflicto habría acabado antes.

3
8
#69089
4/9/2020 2:32

Red Quantum?

0
0
#69076
3/9/2020 22:25

El ofendido Aramburu no sabe que, una vez escritas, las obras no pertenecen al autor sino al pueblo que las hace suyas.
Ongi izan

7
1
#69065
3/9/2020 20:37

Ojalá una Euskal Herria independiente, libre, unida y amiga de una España y una Francia que la valoren y cuiden como lo que es: una nación distinta pero hermana y un tesoro para toda la humanidad.

A los trolls: Me crié a 100 metros de la Puerta del Sol de Madrid. No se puede ser más español que yo.

12
3
#69143
4/9/2020 11:12

¿Y éso que quiere decir? ¿"He nacido en la puerta del Sol, tengo la razón"?

3
8
#69179
4/9/2020 18:20

Quiere decir que es vasco que se crió en la puerta del sol (y expresa un deseo legítimo)

5
2
#69297
6/9/2020 15:46

No tiene por qué. Se puede ser madrileño y no defender ni desear la idea del estado español unificado y centralista.

3
0
#68990
3/9/2020 12:37

Lo único constatable es que siempre, siempre, siempre son los 'yankees' los que hacen caja, además de apropiarse y construir las narrativas. #nagikeria

10
6
Gasto militar
Gasto militar El Gobierno reconoce 22.000 millones de nuevos programas de armas, el doble del presupuesto de Defensa
La cifra admitida por el Gobierno se queda corta, según denuncia el Grupo Tortuga, ya que esconde sobrecostes, créditos a coste cero y otros gastos asociados a esta nueva escalada armamentística.
Lawfare
CLOACAS DEL ESTADO Manos Limpias: génesis de la querella como arma política de la ultraderecha
Ruiz-Mateos fue pionero en presentar demandas y personarse como acusación particular en causas judiciales sobre la corrupción del PSOE. Miguel Ángel Rodríguez y Manos Limpias sofisticaron este ‘modus operandi’ con bulos desde “pseudomedios”.
Desempleo
Paro El paro cae en abril y se superan los 21 millones de afiliados
La cifra de desempleo disminuye en 60.503 personas y se sitúa en 2.666.500, la cifra más baja registrada desde septiembre de 2008.
Baleares
Plurilingüismo Mallorquines y mallorquinas salen a la calle y gritan un rotundo “Sí a la llengua”
La Plaça Major de Palma se quedó pequeña para albergar a las miles de personas que acudieron al acto organizado por la OCB en defensa del catalán.
Educación pública
Julio Rogero “La dignidad docente está secuestrada por el poder para que el docente haga lo que el poder quiere”
Desde sus inicios como profesional de la educación Julio Rogero encontró en los Movimientos de Renovación Pedagógica su ‘leitmotiv’ en la enseñanza. Aunque jubilado, continúa su labor de innovación pedagógica.
Literatura
Literatura La Feria del Libro de Buenos Aires, sin plata
La 48º edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires no es una más, se volvió un síntoma de la situación del libro y su industria en la Argentina gobernada por la extrema derecha.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: Una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Green European Journal
Green European Journal ¿Qué une al activismo climático con la guerra en Gaza?
La guerra de Israel contra Gaza ha dado mucho de qué hablar entre los movimientos por el medio ambiente.
Catalunya
Catalunya Pere Aragonès, de presidente a segundo plato de Illa o Puigdemont
Las encuestas y el tirón de Pedro Sánchez acompañan a Salvador Illa, quien probablemente volverá a ganar las elecciones catalanas, como ya ocurrió en 2021. Esta vez, tiene más probabilidades de gobernar.
Tauromaquia
Federico García Lorca Usar el nombre de Federico García Lorca en vano
El alcalde de Madrid genera controversia al usar una cita de Lorca para defender la tauromaquia. Una apropiación paradójica de un símbolo de izquierdas y de la memoria histórica.
Más noticias
Memoria histórica
Memoria Olvidadas por la historia: las mujeres del Patronato
Durante más de cuarenta años, la libertad de miles de mujeres fue arrebatada por el Patronato de Protección a la Mujer. Siguen invisibilizadas por una Ley de Memoria Democrática
Comunidad El Salto
Palestina La campaña de apoyo a Gaza de El Salto recauda más de diez mil euros para la UNRWA
El pasado 26 de febrero, tras más de cuatro meses de ofensiva militar de castigo por parte Israel sobre la Franja de Gaza, desde El Salto decidimos ir más allá del periodismo ante la gravedad de los hechos.

Recomendadas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Pueblo gitano
Pueblo gitano Silvia Agüero y Nicolás Jiménez: “Hay que gitanizar a los anarquistas que se han burocratizado”
Son pareja en la vida, en la divulgación y en la tarea de gitanizar el mundo. Silvia Agüero y Nicolás Jiménez acaban de publicar '¿Anarquismo gitano?' para romper estereotipos y profundizar en la realidad de su pueblo.
Migración
Migración Maternidades migrantes: criar entre la precariedad laboral y la ley de extranjería
Sin redes familiares en las que sostenerse y en un contexto laboral enfrentado con la conciliación, las madres migrantes se ven especialmente expuestas a la precariedad.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.