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Sanidad pública
El anuncio de estabilización de personal sanitario que sabe a poco
“Vamos a hacer fijos a 67.000 sanitarios en España”. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, daba este titular en una entrevista con El País el pasado domingo. Una promesa jugosa en un país que cuenta con una tasa de temporalidad en este sector de más del 30%, según datos de CC OO, disparada en las últimas décadas. Días después, el Consejo Ministerial aprobaba un cambio en el Estatuto Marco del personal sanitario, para eliminar la palabra “eventual” y limitar los contratos temporales a un máximo de tres años. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, explicaba un plan de estabilización a dos velocidades para aquellos profesionales que lleven más de tres años ocupando el mismo puesto. Asociaciones, sindicatos y profesionales avisan: el Gobierno está obligado a ello desde estancias europeas, de un lado por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia que falló en favor del personal sanitario español tras denunciar el fraude en el uso de contratos temporales. Del otro, la Unión Europea, que condiciona las ayudas a la recuperación tras la pandemia a que España reduzca su temporalidad en un 8%.
Y algunas destacan que el anuncio se queda corto. En España hay muchos tipos de contratos temporales en Sanidad, tal y como explica Ángela Hernández Puente, secretaria general del sindicato médico Amyts. Estas medidas, ya recogidas en el Real Decreto 21/2020 conocido como Ley Iceta, están destinadas a los temporales estructurales; esto es interinos y eventuales que ocupan plazas reconocidas. “Dejan fuera a todos los demás, que son los contratos eventuales que no están hechos sobre plaza vacante, que esos ni siquiera cuentan para las administraciones. Así hay unos 1.000 médicos”.
“Aunque dicen que van a reducir la temporalidad en un 8% no es cierto, en nuestros cálculos se quedará en un 25%. No son 67.000, son muchísimos más”
Para entenderlo, pone un ejemplo: “Las Urgencias del madrileño Hospital del Sureste cuentan con 15 plazas reconocidas en la plantilla orgánica y otros 14 que no están reconocidos. La estabilización solo afectaría a los primeros”. “Por tanto—prosigue la secretaria general de Amyts— aunque dicen que van a reducir la temporalidad en un 8% no es cierto, en nuestros cálculos se quedará en un 25%. No son 67.000, son muchísimos más”.
Sanidad pública
Personal sanitario Una ETT llamada sanidad pública
Concurso de méritos
El plan de estabilización, explicaba la ministra de Sanidad, Carolina Darias, comprende dos mecanismos: por un lado, y para las personas que lleven trabajando de manera ininterrumpida desde el 1 de enero de 2017, un concurso de méritos. Por otro, quienes lleven trabajando desde antes del 31 de diciembre de 2020 podrán consolidar su plaza mediante un concurso-oposición. Además, el Gobierno insta a las Comunidades Autónomas a tener publicadas las convocatorias y aprobadas las bases antes del 31 de diciembre de 2022, como ya indicara la Ley Iceta.
“Nosotros pedimos que el 90% de los méritos sea la experiencia como valor porque si no hay gente que se va a quedar en la calle. En la sanidad trabajan muchas más personas que médicos y enfermeros, incluso categorías que no tienen formación”
Por tanto, se van a estabilizar plazas y no personas. En ello incide Santiago Zarapuz, portavoz del sindicato MATS y miembro de la Plataforma de Personal Temporal de la Comunidad de Madrid, quien habla de un posible “ERE encubierto”. Dentro del concurso de méritos, avisa Zarapuz, si la formación tiene más peso que la experiencia muchos trabajadores y trabajadoras pueden quedarse fuera. “Nosotros pedimos que el 90% de los méritos sea la experiencia como valor porque si no hay gente que se va a quedar en la calle. En la sanidad trabajan muchas más personas que médicos y enfermeros, incluso categorías que no tienen formación. Si sacan un concurso de méritos que dé mucho peso a la formación, y a gente que se encarga de poner bandejas en los carros les obliguen a realizar cursos de informática... Para esta gente la formación no es un valor y pueden quedarse fuera”, avisa.
Zarapuz es celador, lleva 25 años con contratos temporales y aprobó una oposición en 2018 pero su plaza, expresa, está “secuestrada” y aún no ha salido. “Aquí hay que consolidar a las personas en abuso, no a las plazas en abuso”, insiste. “Yo he estado desde en una UCI a una unidad de psiquiatría”, relata para quien la experiencia es el valor primordial para mantenerse en activo.
Falta de personal
Con todo, la pelota para gestionar los procesos de estabilización está en el tejado de las Comunidades Autónomas, que son quienes tienen la competencia de gestionarlos. La oferta pública de oposiciones se publicó el pasado 1 de junio, tal y como marca la Ley Iceta. Y algunas ya están tirando a la baja. “En Madrid se han comprometido a estabilizar a 9.000 trabajadores y trabajadoras cuando, según nuestros cálculos, hay 12.000 en esta situación”, explica el portavoz del MATS.
“Nos parece muy bien que se garantice la estabilidad de un cupo muy importante de profesionales sanitarios, pero entendemos que hay muchos problemas en la sanidad y necesitan un refuerzo de personal”
Tampoco la medida supone un incremento de personal, que sigue siendo necesario. “Nos parece muy bien que se garantice la estabilidad de un cupo muy importante de profesionales sanitarios, positivo para el funcionamiento sanitario, pero entendemos que hay muchos problemas en la sanidad y necesitan un refuerzo de personal”, expresa Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP).
Sánchez Bayle avisa de que sólo en Atención Primaria se necesitan 8.000 profesionales médicos más, 15.000 de enfermería y 6.000 en las unidades administrativas. “Estabilizar al personal es un avance sobre la situación anterior pero no va a solucionar la mayoría de problemas de la Sanidad como es la situación de la Atención Primaria, o la deficiente utilización de los recursos en atención especializada”, sentencia.
Para Ángela Hernández Puente un anuncio tan efectista acarrea otros problemas: la generación de falsas esperanzas. “Sanitarios y sanitarias nos preguntan si estas plazas son nuevas y si les van a hacer fijos ya. Se generan expectativas frustradas que no casan con los tiempos que maneja la administración. Probablemente no haya plazas reales hasta, con suerte, el segundo trimestre de 2023, y se traslada a la población que van a hacer fijos a un montón de sanitarios que siguen siendo tan temporales como antes del anuncio”, concluye.