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Residencias de mayores
Denuncian irregularidades en la toma de medicamentos y en los recibos de las farmacias en las residencias
“Tengo a mi madre otra vez con infección de orina y desde la Comunidad de Madrid me han confirmado que han recibido mi queja”. Así empieza su relato María Mercedes Huertas, cuya madre reside en el centro DomusVi Parque Coslada, centro con plazas públicas de gestión privada. Ella lleva tiempo advirtiendo de que a su madre no le están dando los medicamentos según lo pautado, lo que ha hecho que además de las numerosas quejas en el centro, lo eleve a la Consejería de Asuntos Sociales del gobierno regional madrileño de la que depende en última instancia. Entre otras cosas, Mercedes denuncia que los antibióticos para la infección no se los dan cada ocho horas, como se han pautado, si no de manera mucho más aleatoria. Su madre, que su salud cognitiva está perfectamente, ha llegado a quejarse a la doctora del centro, la cuál, según madre e hija, les ha llegado a decir que “tomar el antibiótico cada ocho horas es una tontería”.
Entre otras cosas, Mercedes denuncia que los antibióticos para la infección no se los dan cada ocho horas, como se han pautado, si no de manera mucho más aleatoria
“Las medicinas se suelen pautar cada seis, ocho o doce horas y solo se da con las comidas, sin respetar las horas”, explica Carmen Martín, de Marea de Residencias. En efecto, Mercedes explica que desayunan a las 9:30 o 10, comen a las 13:30 y cenan entre las 19:30 y las 20h, lo que hace que entre las tomas de la noche y la mañana pasen muchas horas. “Los enfermeros escasean -sigue explicando Carmen-, a veces hay uno por cada 180 residentes, así que al final son las auxiliares y las gerocultoras quienes dan los fármacos. No debería ser así”. Ella, en la antigua residencia de su madre, DomusVi Leganés, vivió situaciones similares de toma de medicamentos incorrecta. “He llegado al centro y he visto a mi madre con cinco parches en la espalda, dos para el corazón y tres para el Alzheimer. Otras he llegado y no tenía ninguno. ¿Cómo puedes poner un parche sin retirar el anterior? ¿Cómo pueden no tener ningún control?”, se pregunta Carmen, que seguidamente se responde: “Esto pasa porque están sobrecargados de trabajo, con falta de manos, de enfermería sobre todo, para dar un trato digno y adecuado”. El Salto se ha puesto en contacto con la empresa DomusVi pero han derivado las respuestas a la Comunidad de Madrid.
“He llegado al centro y he visto a mi madre con cinco parches en la espalda, dos para el corazón y tres para el Alzheimer. Otras he llegado y no tenía ninguno. ¿Cómo puedes poner un parche sin retirar el anterior? ¿Cómo pueden no tener ningún control?”, se pregunta Carmen
“En muchos centros -explica Carmen con experiencia en escuchar historias similares desde Marea de Residencia- se machacan las pastillas en un mortero para poder dárselo a residentes que tienen deterioro cognitivo y retiran los restos con una servilleta. Si alguien tiene alergia al medicamento del anterior residente, como mi madre al antibiótico, imagínate el riesgo que supone”. Esta falta de personal y de responsables de enfermería también lo achaca Mercedes, que incluso, explica a El Salto, ha visto como se han tenido que retrasar curas diarias porque no había enfermeros o enfermeras para hacerlas.
Copago, caducidad de los medicamentos y fraude
Además de las pautas o las dosis adecuadas, los familiares y las asociaciones también denuncian poca transparencia a la hora de justificar el gasto farmacéutico. Tanto la gestión de las medicinas que cubre 100% las Seguridad Social como las que son susceptibles de copago están en entredicho. “Nosotros no entendemos que los médicos de cabecera tenga que estar firmando recetas cuando no conocen al residente ni han hecho seguimiento del problema o del tratamiento”, explican desde Marea de Residencias, que ponen un ejemplo concreto: “Sabemos que están sacando medicamentos como el paracetamol por si hay dolor a demanda y, aunque no se lo den porque no lo necesitan en ese momento, se sacan. ¿Qué pasa con esas cajas que no se toman?”. Este es otro de los puntos que ha afeado Mercedes tanto a la residencia de su madre, ya que esta notó que le faltaron dos dosis de sus pastillas para el corazón y tanto a ella como a otras compañeras, les ha faltado la Vitamina D que toman en falta de cápsula. Mercedes está segura del testimonio de su madre, entre otras cosas porque ella apunta en un cuaderno lo que debería tomar según lo pautado y lo que le dan.
“El problema es que las residencias tienen que tener un control de responsable de farmacia. Es mucho dinero y no hay ningún motivo para que no tengan la medicación que necesiten, por eso es fundamental un control”, explica José Ángel Gómez Chamorro, exdiputado del PSOE en la Asamblea de Madrid
“El problema es que las residencias tienen que tener un control de responsable de farmacia. Es mucho dinero y no hay ningún motivo para que no tengan la medicación que necesiten, por eso es fundamental un control”, explica José Ángel Gómez Chamorro, secretario de Atención a la Dependencia del PSOE madrileño y presidente de la comisión de residencias de la Asamblea de Madrid. En concreto, el socialista asegura que puede ser que “cueste” mucho cambiar de farmacia por el volumen de negocio que supone, lo que le hace reafirmarse en que con la tarjeta sanitaria electrónica, “debería ser el hospital de referencia del centro de mayores quien controlara la farmacia”.
“Existen muchas quejas en todas las residencias en este sentido y es por la falta de responsables y de control en todas ellas”, comenta Gómez Chamorro, que considera que la triada perfecta para atender en condiciones a los mayores es la dieta, los medicamentos y el trato personal”. S i falla una de estas patas, se perjudica mucho tanto a los mayores como a los trabajadores de estos centros”, concluye. Para esquivar esta falta de control, la única manera que ha encontrado Mercedes es que pasen el recibo del copago separado al recibo de la residencia. “Si yo devuelvo un recibo en conjunto, con la residencias y la farmacia, me pueden buscar problemas en la Comunidad de Madrid pero si lo tengo por separado, puedo reclamar”, explica la familiar, que se muestra sorprendida de que se pueda pasar el copago sin una relación de los medicamentos que ha sido cobrados. Cuando la pidió, descubrió que no correspondía el coste de una y otra relación o que habían sacado hasta cuatro cajas de un medicamento que solo es necesario una al mes y que, además, tiene una caducidad muy temprana. “Y a nadie le saltaron las alarmas en la residencia, no lo entiendo, porque es un fraude”, protesta Mercedes.
El pasado lunes, Mercedes, que también es miembro de la plataforma Verdad y Justicia para las residencias tras la muerte de su padre por covid, ha logrado que la Comunidad de Madrid revise la pauta de medicamentos de su madre y le asegure que van a poner toda su atención en que se cumpla. “Esperemos que sea así -explica-, porque están jugando con las vidas de personas muy vulnerables”.