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Año 2038
Fin de semana de desconexión. Junto con las pastillas es la terapia más recomendada. Jose tiene muchas adicciones con las que convivir y para ello necesita desenchufarse de la máquina algunos findes. Adicción a las pantallas, al trabajo, al alcohol, a las relaciones sociales efímeras.
Jose tiene la suerte de que sus bisabuelos, antes de migrar a Madrid, vivían en una pequeña calle del pueblo de Cañaveral, en Cáceres. Según acaba la jornada de 8 horas este viernes monta en su coche eléctrico, que está cargando en el parking de la empresa para poder hacer las tres horas de camino sin repostar.
No habla con nadie del pueblo. Va allí a lo que va por prescripción terapéutica; construir un templo de aislamiento y soledad entre esas paredes de cal blanca que parecen eternas. Según el ritual, se levanta por las mañanas con algo de resaca. Toma un reconstituyente y se va a comprar churros a uno de los únicos dos bares del pueblo para acompañar el café y la lectura del cómic que ha seleccionado de su biblioteca para purgar a los demonios que invocó la noche anterior.
Altera el paseo para ver su coche y, como esperaba, tiene las ruedas pinchadas, le falta un retrovisor y los cristales están rotos. En todos los pueblos de la comarca pasa lo mismo. Por las noches, la chavalada sale los fines de semana a reventar los coches eléctricos de quienes vienen de fuera.
Hay voces que se susurran alrededor del hule de las mesas durante las comidas, estrategias que se organizan, poco a poco, durante años, en la cola del mercado. Son los adultos quienes han venido enseñando e instruyendo estos juegos a la juventud. Jose esquiva sus miradas, si no lo hiciera, vería el rencor de quienes conocieron aquellas tierras antes de convertirse en páramos por culpa de las minas de litio.
Ciudades un poco más limpias, atestadas de coches y aquel antiguo paraíso perdido al final de la Vía de la Plata devastado. Ahora vivían sobre una cicatriz en la tierra que trataban de sanar a base de cooperativas.
Jose envía un mensaje al seguro. Paga y sabe que en dos horas llegarán operarios de la compañía para arreglarlo en el momento, como todos los fines de semana. Es un buen pellizco, pero un lujo que puede permitirse, para eso trabaja 40 horas a la semana.
Año 2025
Crónica de una estafa anunciada. “Extremadura es una potencia que tiene litio para abastecer al 10% de litio necesario para Europa”. La realidad es que apenas estaba dando ni para cubrir un 10% de la demanda del Estado español. Ana acaba de finalizar el máster en “Procesamiento y transformación de litio para baterías” en la universidad pública de Extremadura. Quienes estaban detrás de todo aquello, habían hecho lo mismo con el grafeno años anteriores. El timo del vendedor de crecepelos 2.0.
Para Ana, el máster había sido un total fracaso que solo había dejado un regusto a pérdida de tiempo y de dinero, de sentirse estúpida. Los profesores eran un puñado de empresarios y técnicos que venían de la empresa Phi4Tec, responsable de la explotación del valioso material tras su extracción en todas las minas extremeñas.
Las consecuencias de la minería empezaban a verse: los socios locales habían quedado fuera de los tratos, tenían un papel consultivo subsidiario. Las puertas a la reclamación hacia las instituciones europeas solo devolvían silencio. Movimientos de población no deseados ni advertidos que muchas veces se resolvían con la policía echando a golpes a la gente de sus pueblos. La agricultura y la ganadería tradicionales arruinadas por el envenenamiento del agua ya que apenas estaba habiendo control de residuos. Ni los propios habitantes podían beberla y tenían que comprarla en botellas hasta para cocinar.
Los tipos del máster les ofrecían puestos de prácticas en países de África y otras periferias de Europa. Pero Ana se encabronó. Se arropó con el rencor acumulado de estos años y dijo, de aquí no me movéis, y pienso criar a mis hijos para que se coman a los vuestros putos pijos.
Arrancamos con un FnC plagado de las cagadas de Tesla, como el túnel rave de Las Vegas o coches autónomos que se estrellan.
“El periodismo crítico con la ciencia nunca se ha atrevido a preguntar los efectos de la precariedad sobre los propios resultados científicos. ¿Es robusta una investigación científica con estos niveles de precariedad y acoso?”, pregunta Alfredo Caro
Para hablar de divulgación en ciencia y desarrollismo tenemos con nosotros de nuevo a Alfredo Caro, Ciencia Mundana en redes, y miembro del colectivo La paradoja de Jevons. Nos deja reflexiones como estas en la entrevista:
“Adoptar desde la ciencia un discurso contra las teorías negacionistas de las vacunas deja de lado las preguntas críticas pertinentes como ¿quién las hace? ¿quién las vende?, que hablemos de las patentes y las propiedades de las vacunas”.
“Naukas empieza como un club de divulgadores que empieza a ser subvencionado y que empieza a hacer un evento anual en Bilbao y crece hasta dar espectáculos para miles de personas. Es la estructura de comunicación científica del PNV y la patronal vasca. Es la que está detrás de la forma hegemónica de ver la ciencia”.
“¿Cuando no te salen los resultados esperados por tener a gente investigando en precario que haces? Falseas los resultados. El fraude científico es enorme y no es por la falta de financiación, sino por la estructura piramidal de manejo de presupuestos”
En este episodio Comportamientos Digitales y Memética Avanzada se fusionan a ritmo de drill. Aurora nos habla sobre las relaciones parasociales. Relaciones que creamos con los personajes de ficción, y cómo algunas redes sociales han construido un modelo de negocio en torno a este fenómeno, como ocurre con Twitch.
“Las fan fiction son una forma sana de relación parasocial. Pasaba mucho con Star Trek, pero también con Harry Potter. Cuando las minorías no se veían representadas en esos universos, los reescribían y dejaban de pertenecer a sus autoras”
“Las redes sociales van asociadas a emociones. Parece que Facebook es la necesidad de conectarse, de estar ahí y hacer amigos. Tinder es la del sexo y el amor. Linkedin es la necesidad de encontrar un sustento. Twitch es la de la soledad, el algoritmo premia que la gente pase muchas horas seguidas dentro”.
El Alemán Impasible nos habla sobre un fenómeno en TikTok en el que varias personas jóvenes afirman entrar en trances largos y pasar meses viviendo mentalmente en Hogwarts a través de técnicas de supuesta autohipnosis.
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En el margen
Zinthia Álvarez “Se ha tenido la idea de que las mujeres negras no han pensado el mundo”
txikes, desde el cariño, controlad un poquito el fader del volumen ..
q se me ha soltado un empaste en uno de estos saltos decibélicos, y luego de q voy a subir el volumen por que las voces están bajas o yo sorda..meteis otro subiduki y venga a vibrar mis audios.. poned un dB limiter o argo please.. por lo demás me encantais! besos
elon musutruk
El capitulo no esta disponible desde la pagina de radio:
https://www.elsaltodiario.com/el-salto-radio
Un saludo y animo a todos los que haceis el saltodiario posible.
Yo, recoger el lavavajillas. No. No pienso eso. Pienso que un obrero tiene derecho a tomarse un café.
No. Tampoco pienso eso. Pienso que un obrero tiene derecho a vestir bien.
No. Tampoco pienso eso. Pienso que un obrero tiene derecho a una vivienda digna.
Y, no. Tampoco pienso eso. Pienso que la riqueza tiene que estar bien repartida.
Por lo demás, obrero de profesión y no creo en la burguesía. Creo tan poco que no les hago caso.