We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Andalucismo
La continuidad de la tercera ola andalucista
El andalucismo se encuentra en un punto de inflexión en el cual debe decidir qué objetivos perseguirá a futuro como movimiento. La primera ola andalucista, la de Blas Infante, allá por principios del siglo pasado, se caracterizó por sentar unos pilares ideológicos a este nacionalismo andaluz humanista: reparto justo de la riqueza y de la tierra, soberanía del pueblo andaluz, solidaridad para con el resto de pueblos, defensa de nuestra identidad, etc. La segunda ola andalucista, aquella del Partido Socialista Andaluz (PSA) y del Partido Andalucista (PA) y que se desarrolló desde la transición hasta hace una década, será recordada por la experiencia de construcción de partidos plenamente andalucistas que consiguieron representantes de forma sostenida a nivel local, autonómico, estatal y europeo, pero también será recordada por sus fracasos. La pregunta que nos atañe ahora es, ¿cómo queremos que sea recordada la tercera ola andalucista en la que estamos actualmente inmersos e inmersas? Para responder a esta pregunta, primero tenemos que dar algo de contexto.
En forma de broma suelo decir que existe una brecha generacional andaluza bastante evidente que puede dividir en dos a nuestra población. Esa brecha consiste en si uno pudo haber visto a Curro de la Expo 92 en persona y siendo consciente, es decir, es una brecha entre los nacidos antes de los años 90 y el resto (donde yo me incluyo). Para abreviar y si me lo permitís, podríamos decir a.C. y d.C. (antes y después de Curro). Siendo yo un andalucista que se activó políticamente durante esta tercera ola del andalucismo, percibo que convivimos en ella militantes de ambos lados de la brecha, lo cual es enriquecedor porque podemos recoger el testigo de aquello que salió bien en el pasado y aportar elementos nuevos que son vitales para el andalucismo en esta época.
Uno de estos elementos renovadores, y diría que el más importante, es el asamblearismo. Si podemos aprender algo de experiencias pasadas en política durante los últimos 40 años es que cualquier organización de izquierdas que pretenda generar un cambio real en nuestra sociedad está abocada al fracaso o al ostracismo mientras su estructura sea vertical y no participativa. Algunas organizaciones ya han aprendido esta lección y se enorgullecen de ser asamblearias: votan estatutos, hacen primarias, etc, pero no basta solo con eso. ¿De qué sirve realizar asambleas si un solo voto puede hacer que la mitad de los asistentes pierda y sean derrotadas sus propuestas? El asamblearismo real es algo más complicado y debe aspirar al consenso entre los miembros, debe aspirar a llegar a puntos de encuentro, no al rodillo de las mayorías simples en la que unos salen victoriosos y otros derrotados.
En cuanto a aspectos que salieron bien de las olas andalucistas pasadas podríamos hablar de la creación de movimientos y organizaciones de estricta obediencia andaluza, que no estén “supeditados a Madrid”, ya sea en forma de sindicatos andaluces, como el SAT, o de partidos políticos. En cuanto a estos últimos, podríamos decir que el andalucismo se encontrará atado de manos mientras haga coaliciones con organizaciones estatales, las cuales no siempre actúan respondiendo al interés del pueblo andaluz.
En cuanto a errores que tuvo el andalucismo y siguen teniendo algunas organizaciones, es la pérdida paulatina de su ideología plenamente de izquierdas y el escoramiento al centro del tablero político, abrazándose poco a poco a elementos conservadores y neoliberales con tal de intentar contentar a todo el mundo. Fue el caso del PA y está siendo el caso de Andalucía Por Sí (AxSí) o Convergencia Andaluza (CA). Estas estrategias, no solo ya se han visto fracasadas, sino que ocasionan caer constantemente en incoherencias ideológicas cuando pretendes llamarte andalucista y defender los intereses de nuestra gente.
Como conclusión, nos encontramos ante un punto de inflexión frente a las próximas elecciones europeas. Adelante Andalucía ha renunciado en asamblea a presentarse, tal como hizo relativamente en las anteriores generales, debido principalmente a la negativa de Anticapitalistas (organización estatal). Por otro lado, se ha creado una candidatura andalucista en forma de coalición llamada Ahora Andalucía, de la que forman parte personas a nivel individual y diferentes organizaciones, entre las que se encuentran AxSí y CA. ¿Qué debe hacer esta tercera ola andalucista? Si nuestro objetivo es que Andalucía tenga voz propia tenemos ante nosotras dos luchas: liberarnos tanto de las ataduras de organizaciones estatales como de las ataduras del capitalismo que corrompe a algunos de nuestros partidos. Tome la decisión que tome cada andalucista frente al escenario que nos aguarda, mi recomendación es la siguiente: Es la hora de levantar el puño por todas y todos aquellos que no pudieron. Es la hora de luchar por un futuro digno para nuestra tierra y nuestra gente. Es la hora de alzar la voz exigiendo la justicia social que nos han arrebatado.
¡Viva Andalucía Libre!