Pensamiento
Qué pasó con la Utopía

Algunas posturas y decisiones que toman en estos días allá donde ya tocan poder señalan con claridad hacia dónde caminaría un Gobierno de la extrema derecha. Hacia la distopía.
Acción FV Lona Vox - 2
Acción contra la lona de Vox en Madrid. Alberto Astudillo

Mugarik Gabe

11 jul 2023 06:00

Aunque se pueden encontrar precursores más antiguos en el pensamiento occidental fue Tomás Moro el primero que nos habló de la utopía. Hace algo más de 500 años describió un “buen lugar” en el que la sociedad sería perfecta, basada en la convivencia armoniosa, el bienestar de todas las personas y el disfrute común de los bienes. Desde entonces otros muchos han reflexionado y escrito sobre ese lugar que debería construirse con la característica fundamental del igualitarismo como norma esencial. Será de Moro, y de cuantos después mantuvieron el sueño de ese tiempo y lugar, de donde deriva la corriente de pensamiento denominada como utopismo. A partir de ahí, habrá detractores, que lo imaginan como un lugar de fábula, inexistente e inalcanzable mientras, otros y otras, partiendo de su urgencia, lucharán toda la vida por conseguirlo y, como diría B. Brecht, estos y estas serán imprescindibles.  

Ya entrado el siglo XIX esta corriente alcanzará nuevas dimensiones con los planteamientos del socialismo utópico, el cual traspasaba la teoría para adentrarse en los primeros intentos por llevar a la práctica la posible sociedad perfecta. Avanzado el siglo, y con las primeras consecuencias de la industrialización, la pobreza, el individualismo y la insolidaridad fracturaban las sociedades europeas y hacían que las tradicionales brechas de desigualdad de la antigua sociedad medieval se ensancharan vertiginosamente, condenando a millones de personas al empobrecimiento a pesar del aumento de la riqueza. El panorama seguía sin ser la siempre anunciada sociedad feliz. 

De ahí las urgencias por poner en práctica experiencias que enfrentaran estas duras realidades. Nacen así experimentos sociales, pequeños, pero siempre orientados a la ruptura con una sociedad caracterizada por la injustica social y la explotación. La utopía seguía siendo perseguida pero siempre como un sueño inalcanzable. Un paso más en ese camino será su definición y concreción política a través de nuevas teorías y prácticas, como son el marxismo o el anarquismo. Ahora se propugnaba directamente la revolución, y no salidas de pequeños grupos más o menos comprometidos. Se pretenderá el fin de la explotación en la sociedad, mediante, entre otras, la redistribución justa de la riqueza, la justicia social y la libertad en aras del bien común. Cierto es que la concreción décadas después de alguna experiencia en ese sentido tampoco fue capaz de dar lugar a ese “buen lugar” largamente ansiado.

La utopía no es propiedad exclusiva de las izquierdas y el capitalismo también define su propia utopía. En esta prima, por encima del bienestar de todas las personas, la libre empresa, la propiedad privada y la libertad absoluta de los mercados

Pero, la utopía no es propiedad exclusiva de las izquierdas y el capitalismo también define su propia utopía. En esta prima, por encima del bienestar de todas las personas, la libre empresa, la propiedad privada y la libertad absoluta de los mercados. Dicen que unas y otras son fundamentales para construir sociedades en libertad y que por sí mismas regularán la economía, primarán el esfuerzo individual, y poco a poco irán equilibrando también la desigualdad elevando la calidad de vida de todos y todas. La práctica aquí también demuestra que la sociedad utópica no solo no se alcanza, sino que se aleja si pensamos en grandes grupos de población marginados y que se invisibilizan para crear una imagen engañosa de progreso y crecimientos alcanzados que no lo son. 

Con el correr del siglo XX, y especialmente con las décadas avanzadas del XXI, comprobamos que lo de los mercados más que libertad es libertinaje y que lo que caracteriza a la sociedad actual es la búsqueda, por parte de las élites, del beneficio a cualquier precio, incluso a costa de golpear y sangrar continuamente al propio planeta hasta poner en riesgo la vida futura en el mismo. Por supuesto, el espejismo del bienestar que un día pudo brillar en cierta forma en las sociedades europeas, esta utopía capitalista lo va borrando y las brechas de desigualdad crecen. Con el agravante de que ahora, en el campo político, gana fuerza el autoritarismo y la negación de derechos a cada vez más colectivos sociales en una carrera desenfrenada que alcanza día a día a más y más sectores sociales. Incluso principios que se consideraban cimentados e inequívocos, hoy vemos como la derecha política y mediática empiezan a negar abiertamente. Recordando de nuevo a Brecht, aunque no fuera quien lo señaló por primera vez, se puede pensar en aquello de que “cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar”. 

Este es el camino a la distopía, hacia el “mal lugar”. En el mismo, vuelve a mandar solo la autoridad competente, es un hecho el cierre de espacios de libertad y democracia —aunque a la distopía le encanta hacer un uso prostituyente de estos términos—, y la clausura de derechos colectivos e individuales duramente conquistados en las décadas y siglos pasados.

La sociedad justa se niega, se polemiza e incluso se ridiculiza, cuando no directamente se anatemiza. Qué es eso de que todos somos iguales, qué es eso del género y la violencia machista, qué es eso de los derechos de los migrantes… y así hasta el infinito. En este camino enfangado asistimos a un tiempo en el que podemos ver un despliegue inmenso de medios de todo tipo para salvar a cinco millonarios atrapados en su estupidez y prepotencia por hacer turismo en el fondo de los mares, mientras miramos para otro lado cuando quinientas personas más se ahogan en la mayor fosa común de la historia en que se ha convertido el mar Mediterráneo. Su pecado, haber tratado de ganar su derecho a una vida digna lejos de la tierra que los vio nacer, pero donde esta, la vida, hoy es imposible. 

Este es el camino a la distopía. Es un hecho el cierre de espacios de libertad y democracia y la clausura de derechos colectivos e individuales

Podemos ver también cómo políticos profesionales hacen gala de su ignorancia, por ejemplo, afirmando que no conocen el Convenio de Estambul sobre violencia contra las mujeres, mientras esta se cobra en los últimos años miles de víctimas. Y esto se puede entender como solo fruto de la estupidez del político de turno, pero es prueba de un brutal alarde de desprecio hacia los derechos de las mujeres, por parte de quienes se creen con derecho —qué cruel paradoja— de dirigir un país. En 1936 tras el golpe de Estado fascista alguien gritaba muera la inteligencia y en 2023 otro alguien muestra con cierto orgullo que ya la mató y reivindica con arrogancia su estupidez.

Karl Marx —tranquilos aquellos a los que les sale un sarpullido solo con leer el nombre— dijo que la historia se repite dos veces: la primera como una gran tragedia y la segunda como miserable farsa. El nazismo y el fascismo de la primera mitad del pasado siglo, sin duda, fue la primera vez; pero ahora estamos en el grave riesgo de la repetición. Y no pensemos que esa farsa será puro teatro, pura comedia; al contrario, parece que se encamina hacia la farsa trágica. Ya se prohíben banderas que solo pretenden significar amor entre las personas; se nombra a toreros consejeros de cultura; a diplomadas en ciencias religiosas, pero con estudios inacabados en otras ciencias, como presidenta de un parlamento mientras hace gala de su pensamiento ultracatólico, antiabortista y declara estar en contra de las “milongas ecologetas”. Se eliminan departamentos de igualdad, e incluso, como en los mejores tiempos del nazismo, ya se prohíben obras de teatro o se suspenden conciertos por mostrar las tetas en el escenario. Salen de sus refugios negacionistas lo mismo de la crisis climática como de la violencia machista y tratarán de convencernos que la tierra es plana. Pero todo esto no son simples anécdotas, sino pasos en el camino hacia su conversión en algo generalizado; cuando menos esa es la intención que queda de manifiesto a través de la imposición política y mediática de un relato que lo mismo niega fervientemente lo que todo el mundo puede ver, como siglos de ciencia probada. 

Karl Marx dijo que la historia se repite dos veces: la primera como una gran tragedia y la segunda como miserable farsa. El nazismo y el fascismo de la primera mitad del pasado siglo, sin duda, fue la primera vez; pero ahora estamos en el grave riesgo de la repetición

Pero, en esta senda hay cómplices. Los bárbaros dan pasos de gigante cuando pretendidos y civilizados demócratas de toda la vida, ahora entornan sus miradas hacia esas ideas, o las disculpan, para poder mantenerse en el poder a cualquier precio; o cuando pretendidos centristas e izquierdistas aceptan esos marcos para la discusión política y blanquean así actitudes e ideas. Así reconstruyen su hegemonía, consiguiendo que todos y todas hablemos solo de lo que ellos quieren que hablemos. En suma, pareciera que la historia en vez de correr hacia el futuro ha sufrido el impacto de un meteorito y girando bruscamente, reencamina sus pasos hacia el pasado, hacia la nueva Edad Media.

Y, sin embargo, parafraseando el cuento de Monterroso, cuando despertemos, gracias a muchos y muchas imprescindibles, la utopía todavía estará ahí. Y solo habrá que hacerla realidad.

Archivado en: Pensamiento
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Paco Caro
11/7/2023 15:40

Esta vez voy a empezar por el final, para que se me entienda. Los oligarcas occidentales, creen en el cambio climático y la crisis de recursos global. Tienen la información fiable necesaria para saberlo. Por eso, precisamente, financian a la ultraderecha negacionista en todo Occidente, y la blanquean en los medios de su propiedad. Porque saben perfectamente, que la única manera de parar la crisis ecológica global, es que un Estado globalizado administre todos los recursos del planeta y los gestione de manera planificada. La ultraderecha es el brazo político (y militar) de los oligarcas occidentales para blindarse ante la que se avecina.

0
0
isa
11/7/2023 10:05

Sólo es imposible, inalcanzable, lo que no se intenta.
Y en el camino hacia la utopía la vamos viviendo y realizando.
Ánimo, arriba esos corazones ✊❤️✌️

2
0
Sirianta
Sirianta
11/7/2023 12:55

¡Gracias por el ánimo! :-)

0
0
BMM
BMM
11/7/2023 8:42

Qué triste.

Hace poco hablaba de por qué después del siglo XX la utopía ha sido derrotada. En la cultura popular ha habido varias oleadas de triunfos de la distopía. ¿Será que hemos perdido la esperanza?

0
0
Dana
València Mazón se atrinchera detrás de un militar y cierra su crisis de gobierno
El president valenciano ha remodelado el Consell de la Generalitat dando salida a dos conselleras y fichando un general en la reserva para la vicepresidencia.
Opinión
Opinión Yo he venido aquí a licitar
El capitalismo de licitación, o capitalismo licitador, es el modelo económico que mejor define las prácticas que los diferentes gobiernos del PP valenciano han llevado a cabo a lo largo de la historia.
València
Dana La Diputación de València adjudica a dedo otros 735.000 euros a una empresa de Gürtel para obras de la dana
El gobierno del Partido Popular contrata por el procedimiento de emergencia a CHM Obras e Infraestructuras, que tienen detrás a los hermanos Martínez Berna, condenados en el marco del 'caso Gürtel' a un año y nueve meses de prisión.
COP29
Cumbre del clima La propuesta de los países ricos para cerrar la COP29 enfurece a las naciones en desarrollo
El Norte global, causante histórico del cambio climático, propone 250.000 millones de dólares anuales para la adaptación y mitigación climática del Sur, cuando el propio borrador del acuerdo establece que al menos serían necesarios cinco billones.
Opinión
Opinión Vacío y censura en el colonialismo del interior
VV.AA.
La historia está siendo escrita con un silencio cómplice con el genocidio y mediante la censura a su condena. El silencio implica un precio terrible, pues consolida el borrado impune de la existencia, la cultura y el futuro del pueblo palestino.
Argentina
Argentina El Bonaparte: la historia del hospital de salud mental que le torció el brazo a Milei
Es el centro referente en Argentina para tratamientos de salud mental y adicciones. Javier Milei intentó acabar con él, pero los profesionales sanitarios y los pacientes del hospital no lo permitieron. Esta es su historia.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Italia
Italia Milán, cuando la ciudad de las oportunidades se hace inaccesible
Ya quedan pocos talleres, farmacias, peluquerías o papelerías de barrio en Milán, y el precio de la vivienda aniquila su población originaria.
Brasil
Brasil Bolsonaro es acusado por la policía del intento de asesinato de Lula da Silva para dar un golpe de Estado
El expresidente tenía “pleno conocimiento”, según la policía brasileña, de un plan para asesinar a los elegidos por el pueblo para ser presidente y vicepresidente después de las elecciones de 2022.
Opinión
Opinión El TPI finalmente emitió las órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant. La lucha está lejos de terminar
La corte ha emitido órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ex ministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra cometidos en Gaza. Como resultado, ambos no podrán viajar a al menos 124 países.
Violencia machista
Convenio de Estambul GREVIO alerta de los sesgos machistas contra las mujeres en los juzgados pese a los intentos de erradicarlos
El Grupo de Expertos en la Lucha contra la Violencia contra la Mujer y la Violencia Doméstica (GREVIO) alerta del “uso persistente” del llamado Síndrome de Alienación Parental y urge a regular la figura del coordinador parental.
Alicante
maltrato animal El PP de Alicante aprueba de forma “urgente” un aumento de presupuesto para la Escuela Taurina Municipal
El gobierno de Barcala aprueba un gasto de 105.754,90€ para la escuela taurina como “proyecto educativo”. La Diputación de València, por su parte, gasta un millón para la iluminación de su coso.

Recomendadas

Fondos buitre
Fondos buitre El Sindicato de Inquilinas demanda al fondo buitre Néstar-Azora por las cláusulas abusivas de sus contratos
Las vecinas afectadas por este fondo, en huelga de alquileres desde septiembre, están obligadas a asumir los gastos de comunidad y abonar los costes del seguro de impago e IBI a la propiedad, pese a ser estos requisitos totalmente ilegales.
Estados Unidos
Hari Kunzru “En EE UU hay dos tipos de nazis: los que llevan botas y los que llevan corbata”
El escritor británico reflexiona sobre la victoria de Donald Trump y cómo los conservadores han movilizado teorías como la psicología evolutiva para renovar sus posiciones y plantear una batalla cultural en foros online o redes sociales.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.