We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Opinión
Una carta antidepresiva y varias razones para votar todo a la izquierda que puedas
Concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
el coraje para cambiar las cosas que puedo y la sabiduría para reconocer la diferencia.
Plegaria de la Serenidad, Reinhold Niebuhr
Quizás, la gran diferencia está en la definición de lo posible. El PSOE es experto en moverse en lo Posible aceptando que los límites ya están puestos por un status quo en el que los poderes, las normativas europeas, los mercados, las mentalidades convencionales, la amenaza de perder votos, lo definen.
Podemos y otras fuerzas a la izquierda aspiran a romper ese posible. A veces rompiéndose en ese intento, pero esas fuerzas no existirían si no fueran para eso. Criticar los fracasos de esas fuerzas es fácil, porque la probabilidad de encontrarlos es alta. Nunca ha estado Podemos tan cerca de esos límites y ha demostrado que se pueden traspasar y con ello ha puesto en evidencia también lo dura que es esa pared, la reacción de todo el poder real (al que últimamente Sánchez también se atreve a nombrar un poco). Y obviamente hay batallas que ha perdido, contra los medios, contra los jueces, contra los que detentan el poder económico y contra las mentalidades no solo de la gente, también del propio PSOE, que antepone la seguridad del status quo a una novedad que para ellos también les es ajena.
¿Alguien es tan ingenuo para pensar que el entramado jurídico, no solo de leyes también de sus ejecutores, no está manejado para mantener los privilegios y la pervivencia de los que ya tienen el poder?
Esperar que esas fuerzas estén más preparadas y con más poder que los guardianes de los límites seria iluso, pero no es razón para abandonar el intento. Porque es abandonar toda esperanza. Hay saberes por hacer y los que ya existen solo sirven para conformar lo dado ¿Alguien es tan ingenuo para pensar que el entramado jurídico, no solo de leyes también de sus ejecutores, no está manejado para mantener los privilegios y la pervivencia de los que ya tienen el poder? ¿Alguien piensa que se puede cambiar la ley y su aplicación de forma fácil? ¿Alguien piensa, siquiera, que una ley sola sobrepasa todo el entramado de lo que ya está escrito? Ni siquiera el Gobierno y el Parlamento lo consiguen, al menos cuando no están en manos de la derecha.
Lo de la Ley del ‘solo sí es sí’ es un ejemplo. Un atrevimiento de cambiar la idea de que violencia contra la mujer no es solo forzarla con violencia, quizá con más arrogancia de la necesaria (o no, sabiendo lo que hay en frente), que acaba parándose por el aparato del bipartidismo, no corrigiendo lo que hubiera sido su mayor error (que nadie en el gobierno, ni su ministerio de justicia y sus expertos legales supo hacer ver que era determinante): una disposición transitoria aclaratoria. Se prefirió cambiar el espíritu del consentimiento.
El escándalo que armaron las derechas y sus voceros fue tan mayúsculo que asustó incluso a los que se supone que estaban agarrando el ariete en contra de lo posible y optaron por vetar tal atrevimiento. No importaba la paradoja de que el escándalo lo armaron los que están en contra de limitar esta violencia sobre la mujer. Ni siquiera se pararon a entender la raíz de la paradoja: son los partidarios de la violencia institucional, que es, claro, su terreno, pues sacar a los violadores a la calle es liberarlos de la capacidad represora del Estado y eso no les gusta nada. Quizá sirvió para desviar otras miradas de indultos, sediciones y malversaciones, pero claro eso no era achacable a esos arrogantes.
Opinión
Opinión Es tiempo de unión
El impulso de las ganas de romper lo posible ha movido algunos metros el muro de lo posible, mostrando otro posible de salarios mínimos, de derechos laborales, de mejora de las pensiones, de protección del colectivo lgtbq+ y de las mujeres, de poder avanzar en convertir la vivienda en un derecho de verdad, de protección de la infancia, de cuidar a los animales como se merecen, de más ayuda a los cuidados, de protección del medio ambiente, de hacer pagar más a los que más tienen, topes a los costes de la energía, impuestos a la banca y las energéticas... Y hacerlo mejorando el paro y reduciendo la precariedad.
Aún así, sólo fueron unos metros los que se desplazó el antes inmutable muro de lo posible. Las mejoras no llegaron a todos, y el poder adquisitivo se ha perdido, la inflación no se ha parado suficientemente, la vivienda sigue siendo un lujo, las ayudas o no llegaron o se quedaron cortas por esa inflación, el principal medio de comunicación público y la educación se dejaron, igual que el gobierno de los jueces, en manos de la derecha. Nada se hizo contra la privatización de la enseñanza y la sanidad o la regulación de los monopolios. Nada por liberarse de la subordinación a los intereses de EEUU. Pero eso fueron dinámicas que no venían del romper el muro, sino de lo que ya estaba dentro: burocracia y un estado débil en gestionar lo social, respetar el negocio inmobiliario, ortodoxia económica neoliberal, alianza con los que promueven la guerra, años de construcción social de buscarse la vida…
Los de ‘valentía para transformar’ han sufrido una derrota impulsada por todos, incluso por los que quieren cambiar la valentía por un relato convincente, amable y astuto
Los de ‘valentía para transformar’ han sufrido una derrota impulsada por todos, incluso por los que quieren cambiar la valentía por un relato convincente, amable y astuto. Veremos si no es solo marketing electoral y coartada para enlucir el muro de lo posible hasta que parezca el cielo. Ahora les toca a ellos demostrar hasta dónde pueden llegar. Así están las cosas. Yo de momento dudo incluso de hasta dónde les llega la mirada. Toca darles la oportunidad.
Pero por favor, que no sea excusa para volver a los que no piensan que el muro de lo posible se pueda romper, los que prefieren pensar en la serenidad de aceptar lo que no se puede cambiar, que solo se trata de acomodarnos dentro. Que se trata de Poner Solamente Orden En las cosas, lo que ya existe, lo posible.
En realidad, la frase de arriba nos dice que socialmente nos dirimimos entre elegir serenidad o valentía. La frase es de un poema de un teólogo en su Oda a la Serenidad pues no en vano la cristiana es la religión de la resignación. Pero podría haber sido una oración dedicada a la valentía con algún pequeño cambio.
Concédeme el coraje para cambiar las cosas que merecen ser cambiadas,
la serenidad para descansar cuando las fuerzas ya no lleguen
y la sabiduría para reconocer la diferencia
porque sólo así recobraré la fuerza para seguir cambiando lo que se debe cambiar
Relacionadas
Opinión
Ascenso de la derecha Donald Trump, Javier Milei, Giorgia Meloni… en el Jardín del Profeta
Estados Unidos
Estados Unidos Directo | Trump será el presidente 47 de la historia de Estados Unidos
Estados Unidos
Elecciones en EE UU Pensilvania y otros seis estados definen unas elecciones que Trump y Harris disputan al milímetro
Una muy buena reflexión de lo que ha ocurrido en el gobierno de coalición, de los muros infranqueables levantados por el poder de la derecha neoliberal y de las aspiraciones de la verdadera izquierda política
Todo a la izquierda? La misma izquierda que aplaude a Zelensky y sus lacayos, se pliega a la Otan, dice que le parece mal el envió de las armas pero las manda, aumenta el gasto militar, nos arresta en casa mas toques de queda en la plandemia,.... eso es izquierda? Si eso es la izquierda...madre mía. Que poca capacidad critica y objetividad. Todo a la izquierda es NO ir a votar. De esa manera tu voto, sigue siendo tuyo y NO lo delegas en un tercero que a saber que hace con el( bueno, si se sabe porque los actores deben mucha lealtad a los que les ponen en este teatro que es "la democracia"). Luego alguno saldra diciendo que si no votas no tienes derecho a quejarte. A ese le digo que precisamente en lo haber delegado mi voto me lo permite hacer y TÚ que si lo has delegado y has participado en esta pantomima de mismo dueño TE LA COMES. ¡Ya esta bien de engañar a la gente!