Opinión
Necesitábamos encontrarnos

Fue precisamente en una manifestación por el derecho a la salud de todas, cuando conseguimos que nuestro metabolismo reaccionara, después de ser castigado de shocks y trumpismo.
Sarah Babiker
14 nov 2022 09:59

Una mujer mayor, flaca y determinada, esperaba ayer por la mañana el tren en la estación Doce de Octubre. No era la única allí, una afluencia inusual de gente esperando, padres y niños, abuelas, hijas y nietas, parejas de todas las edades, grupos de amigos variopintos, poblaban el andén con las ganas resplandeciendo en sus caras.

Imaginé los metros y cercanías de la ciudad, acostumbrados a llevar individualidades cansadas, exultantes ellos también ese domingo, como arterias que transportan colectivo entusiasmo al corazón de la ciudad. Tanto entusiasmo que cuando el tren entró en la estación Doce de Octubre, los vagones reventaban. Muchos se resignaron, con sus carritos, sus amigos, sus madres y abuelas, a esperar el próximo tren. Pero la mujer mayor, flaca y determinada no iba a esperar más. “Necesito ir a esta manifestación”, dijo, mientras que rebañaba un hueco mínimo, a mi lado, en un vagón repleto.

Viendo una ciudad como de mayo, aplastada contra la puerta, el verbo “necesitar” pronunciado por la mujer me empezó a dar vueltas en la cabeza. Mientras, escuchaba a mis espaldas debates sobre si la manifestación serviría o no, recordatorios de que estamos a seis meses de unas elecciones, expresiones de agobio suavizado por las ganas de estar en ese vagón, la felicidad de viajar en ese tren, y palpitar junto a otros.

Necesitábamos que se activarán por fin los anticuerpos ante el ataque que contra nuestras vidas, contra nuestros cuerpos, contra la dignidad, imprescindible para que todo organismo funcione, supone el gobierno de las gentes de Ayuso

Necesitamos que esto cambie, pensé, pero lo que necesitábamos sobre todo, después de las distancias sociales y virtuales, después del atracón de esperpento y espanto de estos años, lo que necesitábamos, era esto. Soltar nuestras impotentes individualidades y sentirse parte de algo más grande, algo enorme, ser masa heterogénea en rebelión: caminar junto a abuelos y bebés, niños que aprenden lo hermoso de la lucha colectiva encaramados a los hombros de sus padres, señores elegantes y adolescentes queer que se miran y se sonríen mientras gritan ¡Sanidad Pública!

Necesitábamos que se activarán por fin los anticuerpos ante el ataque que contra nuestras vidas, contra nuestros cuerpos, contra la dignidad, imprescindible para que todo organismo funcione, supone el gobierno de las gentes de Ayuso. Precisábamos que nuestro metabolismo reaccionara, después de ser castigado de shocks, y trumpismo, de esa ignominia que si no consigues pararla en sus primeros estadios, avanza y se extiende por todo el cuerpo social como gangrena, llevándose toda capacidad de respuesta al terreno de los memes y de la queja estéril. Necesitábamos ser el altavoz compuesto de cientos de miles de voces de quienes nunca han dejado de gritar.

Lejos de la vida y de la gente, de la alegría y la dignidad compartida, un coro de bots-humanos cacareaba no sé qué de fracasos y bocadillos de jamón. No tenemos tiempo para ellos

Quienes organizaron la convocatoria de ayer, situados en un escenario, en el vórtice de las cuatro columnas entusiastas, manifestaban ayer su orgullo y su sorpresa por lo masivo de una movilización histórica, esto solo es el principio, prometían, Madrid se ha llenado de dignidad, celebraban, y esa afirmación era lo más palpable y cierto que hemos podido acariciar en la incertidumbre de los últimos años. Ante esto, la evidencia de que nadie hace historia solo. Nadie sale de los raíles de la rutina y se despereza sin un poco de entusiasmo, pero un entusiasmo que se empapé del entusiasmo de otros.

Lejos de la vida y de la gente, de la alegría y la dignidad compartida, un coro de bots-humanos cacareaba no sé qué de fracasos y bocadillos de jamón. No tenemos tiempo para ellos. Son solo ratas asustadas, que observan peligrar sus negocios, que por fin ven silenciadas las insultantes letanías que sueltan desde los altavoces de las televisiones y los atrios, eclipsadas por las voces de esos madrileños y madrileñas en cuyo nombre pretenden hablar.

Que tiemblen: han visto prender la mecha y quizás tengan que aprender por una vez a perder. No van a perder solos, hay que empujarles. Ayer, entre cientos de miles de voces, y sonrisas, y cabezas bien en alto, volvió la sensación de que quizás, esta vez, podríamos ganar. O al menos de que necesitamos intentarlo.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Sanidad pública
Sanidad a la madrileña Vecinas y vecinos de Madrid acampan frente al Hospital Doce de Octubre de Madrid
El colectivo prevé permanecer frente al gran hospital madrileño para mostrar su rechazo al deterioro de la sanidad pública y programa actividades para los próximos tres días.
Periodismo
Periodismo Desinforma, que algo queda
En la fecha que se conmemora el Día de la Libertad de Prensa, hay que analizar sus dimensiones, la opacidad en el reparto de la publicidad institucional, la necesidad de la alfabetización mediática y qué medidas concretas pueden llevarse a cabo.
Educación pública
Educación a la madrileña Huelga de profesorado en Madrid o cómo organizar la protesta desde abajo
El profesorado madrileño convoca los próximos 8 y 21 de mayo dos jornadas de huelga para que se reviertan los recortes de la época Aguirre en una protesta que tuvo su génesis al margen de la mesa sectorial.
Rap
Rap Viaje a los orígenes del hip hop en España: “Nadie esperaba ganar dinero con el rap”
El historiador Nicolás Buckley y el periodista Jaime Valero, exredactor jefe de HipHop Life, publican Maestro de ceremonias, un libro sobre la historia de la cultura hip hop en España.
Análisis
Análisis No dejemos de hablar de Siria
La situación humanitaria en Siria se endurece en un contexto de inestabilidad regional, mientras que la ayuda internacional que el país recibe es muy inferior a la necesaria.
Represión
Represión La Policía detiene por segunda vez en 2024 al portavoz del SAT, Óscar Reina
La Policía Nacional ha detenido al Portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores, Óscar Reina, durante la mañana del jueves en Navarra. El líder del SAT es uno de los sindicalistas que más detenciones acumula dentro del Estado español.
Sindicatos
1 de mayo Cargas policiales mandan a una persona de 70 años al hospital en el 1 de mayo de Castelló
Desde CGT Castelló anuncian que tomarán medidas legales por las provocaciones y agresiones sufridas por los diferentes cuerpos policiales que han actuado en las cargas.
Francia
1 de mayo La policía carga violentamente contra la manifestación de CGT en París y detiene a 45 personas
Las cargas policiales extremadamente violentas, de la unidad BRV-M, dejaron decenas de heridos. Según CGT en la manifestación participaron más de 50.000 personas.

Últimas

El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: Una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Derecho a la vivienda
Elecciones catalanas El futuro de la regulación de los alquileres en Catalunya se juega el 12M
El decreto que regula los alquileres de temporada que lanzó el Govern era la pieza que faltaba para que funcionen los topes de los precios. Pero la norma debe ser revalidada con los votos socialistas y convergentes, que se han opuesto a la medida
Sidecar
Sidecar Las reglas del juego
Aunque es poco probable que el reciente intercambio de fuego entre Israel e Irán desemboque en una guerra total, este ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de Israel en un momento político decisivo.
Más noticias
PNV
CLIENTELISMO El Ayuntamiento de Bilbao coloca como interventor al cuñado de Josu Erkoreka por libre designación
Juan Mari Aburto explicó que Mikel Astorkiza, pareja de una hermana del vicelehendakari, “es el único candidato que cumple con los requisitos del puesto” para el control y fiscalización interna de la gestión económico-financiera.
Opinión
Opinión El debate europeo… contaminado
Hoy más que nunca necesitamos abrir un debate europeo que supere los lugares comunes y el regate corto porque es mucho lo que nos jugamos.
Reducción de jornada
Laboral Los convenios colectivos del País Vasco tienen la jornada anual más baja y los de Canarias, la más alta
La jornada anual varía muy lentamente desde que el Ministerio de Trabajo tiene una serie histórica, apenas 22 horas desde 2001. El País Vasco aventaja en 49 horas a esa media estatal en los convenios colectivos firmados.
1 de mayo
1 de mayo La transición ecosocial y frenar el genocidio de Palestina, ejes de la clase trabajadora de Bilbao
En una ciudad acostumbrada a buscar consensos y apartar las siglas abrazando un eslogan común y caminar detrás de una sola pancarta, hoy es el día de sacar pulso, ondear bandera propia y tomar la Gran Vía, el Arenal y la plaza Santiago.

Recomendadas

Arte contemporáneo
Artivismo Lara Ge: “A través de la práctica creativa nutrimos el espacio comunitario”
Ideadestronyingmuros desarrolla temas sobre feminismo, alternativas de vida al capitalismo y también sobre movimientos migratorios, con una fuerte posición transfronteriza.
En el margen
Francisco Godoy Vega “El ojo del blanco es como el ojo de Dios: es abstracto, es superior y puede verlo todo”
Doctor en Historia del Arte, Francisco Godoy Vega forma parte del colectivo de arte colaborativo Ayllu. Este activista antirracista aborda las consecuencias del supremacismo blanco. En 2023 publicó el libro ‘Usos y costumbres de los blancos’.
Laboral
Laboral Xavier Minguez: “Ni la rabia contra la empresa ni el orgullo de éxito de una huelga son solo tuyos”
Xavier Minguez es profesor de psicología social y análisis de resolución de conflictos en la UPV/EHU y ha realizado para el sindicato ELA la investigación ‘Un acercamiento psicosocial a la huelga’.