Opinión
Intervención social, ¿eso qué es?

Nos resulta especialmente preocupante la pérdida de importancia de nuestro sector en la conciencia de los responsables públicos, quienes, al no considerar como prioritarios los derechos que garantizamos, devalúan nuestra labor.
Intervención social bizkaia
Trabajadoras de Intervención social y miembros de LAB
31 oct 2023 08:08

Integradoras, educadoras, trabajadoras sociales, psicólogas y demás profesionales formamos una red de Servicios Sociales con una larga trayectoria. Aunque apenas se nos conoce, estamos en todas partes: en viviendas, salas de espera, supermercados, farmacias, hospitales, tiendas, bares, calles… Atendemos en persona, por teléfono, on-line. Estamos en todos los lugares imaginables, haciendo todo tipo de tareas, para atender las necesidades de las personas. Nuestra tarea es acompañar personas, apoyarlas para que ocupen su lugar en la sociedad. Por eso no se nos ve, porque no somos las protagonistas, sino las que las acompañamos. Defendemos el derecho de todas a tener una vida digna y un lugar donde poder ser y estar mejor.

Cuidados
Trabajo de cuidados Cuidar mirando el Excel
La precariedad y la mercantilización del sector de los cuidados y la intervención social son la regla en Euskal Herria, un territorio donde fondos de inversión y grandes empresas se han hecho con el control de un lucrativo negocio.

Últimamente la sociedad ha atravesado distintas crisis económicas y sanitarias, también de valores. Estas crisis han tenido consecuencias en nuestro sector, sobre todo porque han afectado a las personas con las que trabajamos, pero también porque han supuesto un deterioro de las condiciones en las que trabajamos. Lo social nunca es lo prioritario en los programas políticos, ni tampoco lo más urgente en las agendas institucionales. Desde la pandemia, esta situación, que siempre fue bastante precaria, ha empeorado, agrandando la vulnerabilidad de las personas con las que trabajamos. Una precariedad que también ha golpeado a las profesionales.

Nuestro trabajo es de interés público porque atiende derechos, por ello las administraciones públicas son tan responsables, o más, que la propia patronal

Nuestro trabajo es de interés público porque atiende derechos, por ello las administraciones públicas son tan responsables, o más, que la propia patronal del sector social a la hora de garantizar la financiación y las condiciones de nuestro trabajo. Sin embargo, nos encontramos con cada vez menos subvenciones, con convenios que plantean exigencias desproporcionadas y condiciones inasumibles, con burocratizaciones excesivas y un largo etcétera de situaciones que redundan en el empeoramiento de nuestro trabajo. Son muchas las razones que explican la situación, pero nos resulta especialmente preocupante la pérdida de importancia de nuestro sector en la conciencia de los responsables públicos, quienes, al no considerar como prioritarios los derechos que garantizamos, devalúan nuestra labor, generando la indefensión de las personas con las que trabajamos y el abuso hacia ellas.

En nuestro mundo las prioridades cambian rápida y constantemente, lo que lleva a las administraciones a responder a estímulos virales de las redes sociales o a incendios artificiales generados por los medios de comunicación, desatendiendo las necesidades reales. No nos escuchan a las profesionales del sector, que somos quienes deberíamos marcar las prioridades de la agenda social, desde el conocimiento de los problemas a los que nos enfrentamos en nuestro día a día. Como consecuencia de la falta de criterio y el seguidismo de las “modas” mediáticas, las administraciones públicas realizan peticiones inconsistentes, apresuradas e incluso contradictorias del tipo “extinción de incendios”, que no siguen planificaciones ni metodologías adecuadas para atender a las necesidades reales. Esto nos impide desarrollar la buena praxis y la calidad de atención que las profesionales buscamos y deseamos, y que nuestras usuarias merecen.

¿Cómo han respondido las entidades sociales a esta deriva de la administración? Poco a poco han ido pasando de asociaciones a empresas y han adquirido los modos y formas de la propia administración

Y, ¿cómo han respondido las entidades sociales a esta deriva de la administración? Poco a poco han ido pasando de asociaciones a empresas y han adquirido los modos y formas de la propia administración, los mismos que criticaban y contra los que luchaban, no hace tanto. Podemos definir este proceso como burocratización, aunque han pretendido “venderlo” como profesionalización, pero, en realidad, no ha sido una búsqueda de la mejora de las condiciones laborales y de intervención (que es la profesionalización por la que luchamos las profesionales), sino una excusa para jerarquizar y privatizar las entidades que habían construido la red de intervención social en nuestro territorio. 

Las más de 30 organizaciones del sector en Bizkaia, apenas nos conocemos entre nosotras. Estamos bajo el paraguas de las instituciones, tanto ayuntamientos como DFB, y son ellas las que tienen la obligación de prestar los servicios que damos de forma privatizada y delegada. Nos mantienen separadas y nos hacen competir por unos recursos insuficientes, nos empujan a negociar por separado con una patronal que saben sumisa a sus intereses y que vive amenazada por el sistema de financiación que han construido en el sector, que se convierte así en un chantaje, más que en una herramienta de profesionalización y garantía de servicios. 

El deterioro de nuestras condiciones laborales es evidente: más trabajo, menos dinero, pérdida y reducción de derechos, precarización de nuestros empleos

El deterioro de nuestras condiciones laborales es evidente: más trabajo, menos dinero, pérdida y reducción de derechos, precarización de nuestros empleos, faltas de respeto continuadas, ataques a la dignidad, pérdida de poder adquisitivo, deterioro de calidad de vida, falta de estabilidad, etc. 

¿Cómo nos sentimos? Frustradas, desesperadas, desmotivadas, tristes… ¿Dónde quedan la filosofía y la ética de nuestro trabajo, de la intervención social? ¿Dónde están los valores de nuestras entidades y de las administraciones públicas? ¿Dónde la dignidad de las usuarias, pacientes y receptoras, pero también de las trabajadoras? Estas dudas nos enfadan, porque indican que se ha perdido la humanidad en nuestra labor, que por definición es humana y humanitaria.

Por eso, en este 2023, aunque no nos guste, nos toca ponernos en el centro, para reivindicar la mejora de nuestra profesión. Por nosotras y por las personas a las que acompañamos, para poder hacerlo con los recursos adecuados a las necesidades de acompañantes y acompañadas.  Para conseguir unas condiciones laborales que nos permitan tener proyectos de vida dignos, recursos suficientes para no enfermar ni sufrir burn out. Para evitar los riesgos que implican ratios imposibles de cubrir, para defender derechos y sueldos dignos, garantizar las sustituciones, apoyar al desarrollo laboral y formativo. 

Cargamos con la herencia de una profesión feminizada y ligada a la beneficencia, por eso se espera que estemos siempre ahí

Cargamos con la herencia de una profesión feminizada y ligada a la beneficencia, por eso se espera que estemos siempre ahí, dispuestas a todo,si no, ¿quién prestará esos cuidados?

Pero si realmente se quiere que estemos, se debe atender a nuestras demandas. Porque pedimos que se nos trate con la misma dignidad y profesionalidad con la que queremos atender a las personas a las que tratamos. Queremos que se entienda la necesidad de nuestro trabajo, porque si hacemos estas demandas de dignidad y justicia laboral, es para reivindicar la dignidad y la justicia social que merecen las personas a las que acompañamos, que son las que más van a beneficiarse de las mejoras de nuestras condiciones laborales. 

Trabajamos cuidando personas y garantizando derechos, por eso reivindicar nuestros derechos y nuestro propio cuidado forma también parte de nuestro trabajo.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Educación pública
Michelle Gunderson “Debe entenderse que nuestras condiciones de trabajo son las condiciones de aprendizaje de nuestro alumnado”
Michelle Gunderson, maestra durante 34 años en la escuela pública de Chicago, fue una de las impulsoras de un movimiento que llevo a dos huelgas históricas, en 2012 y 2019, para conseguir nuevos derechos y mejora de las condiciones laborales
Servicios públicos
Servicios públicos Galicia, Aragón y Castilla y León usaron el aumento del presupuesto en dependencia para sanear sus cuentas
Entre 2020 y2023 el Gobierno español incrementó su aportación para la dependencia en un 138% frente al 9% de las comunidades autónomas. La Asociación de Directores y Gerentes en Servicios Sociales denuncia que estos gobiernos del PP “hicieron caja”.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Más noticias
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.
Dana
Encuesta Tres de cada cuatro personas en España ligan la virulencia de la dana con el cambio climático
Una encuesta realizada por More in Common señala que una amplia mayoría de la población considera que el país está mal preparado para adaptarse a los fenómenos extremos que trae la crisis climática y debe hacer más esfuerzos al respecto.

Recomendadas

València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Redes sociales
Redes sociales Bluesky, la red social donde se libra la batalla por el futuro de internet
Ni es descentralizada ni está fuera de la influencia de los ‘criptobros’ que han aupado a Trump a la Casa Blanca, pero ofrece funcionalidades útiles para recuperar el interés por participar en redes sociales.