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Música
Josep ‘Panxo’ (La Raíz): “No se puede construir un proyecto de país sin conocer su historia”
“En una tierra dominada por las apariencias como era la valenciana, nosotros decidimos gritar contra todo eso y agitar ese baile de formas con la música", dijo La Raíz en uno de sus últimos conciertos de despedida. Concluida la gira ‘Volveremos a vernos’, Josep ‘Panxo’, detalla cómo se inició ese grito que 13 años después todavía resuena.
Montar un grupo de música con los colegas con los que quedas para tocar en el parque y terminar llenando pabellones y colgando el “no hay billetes” en todos tus conciertos. Este sueño, probablemente el de cualquier músico, lo han cumplido un grupo de amigos de Gandía que en 2004 se juntaron para resucitar una banda llamada La Raíz que se ha convertido en referente de la chavalada más reivindicativa.
Trece años después, en el momento de más éxito de su carrera, deciden hacer un parón, no sabemos si definitivo. Charlamos con José 'Panxo', letrista y uno de los cuatro cantantes del grupo valenciano sobre esta despedida, sobre su música y sus letras y sobre otros asuntos de actualidad.
Tomando el título de vuestro último disco y de esta misma gira, la pregunta es inevitable, ¿nos volveremos a ver?
Yo creo que sí. Estas cosas se llevan muy adentro y al final pasará un tiempo y sentiremos morriña. Eso quiero pensar yo al menos.
A la hora de tomar esta decisión de parar habéis priorizado el cuidado personal y del grupo humano por encima de la carrera musical del grupo
Sí, siempre ha sido así. Esto nació como un hobby y no queremos dejar que deje de ser un juego entre nosotros y arrastramos cansancio. Los últimos años han sido muy vertiginosos. Ha sido un crecimiento muy exponencial, nos hemos visto desbordados y hemos decidido parar un poco.
¿Cómo se lleva el tener tanta repercusión?
¿Sabes qué pasa? Que nos movemos en un circuito en el que la gente es muy parecida a nosotros. Los seguidores que conocemos en los conciertos tienen inquietudes e ideas muy parecidas a las nuestras… y son gente muy amable (risas)
Sois un grupo muy numeroso, once personas encima del escenario, ¿cómo os organizáis?
A la hora de organizar el grupo contamos con David Simes, que se dedica a que todo salga bien siempre. Como dice Pablo Sánchez (otro cantante del grupo) es como nuestro padre, es el que nos enseñó a ser profesionales y el que se encarga de organizar el rollo logístico. Por otra parte, con las canciones, normalmente viene Pablo con una idea musical, con un estribillo. Entonces nos ponemos a trabajar los escritores un poquito, hacemos unas estrofas, a lo mejor Xavi le hace un arreglo… Vamos, que la idea principal nace siempre de Pablo y luego en el local ya se le da una forma.
Venís de Gandía, un lugar a priori poco propicio para que surja una banda como la vuestra, pero además en València han surgido en los últimos años un montón de grupos como Zoo [cuyo cantante es hermano de Pablo Sánchez, otro de los vocalistas de La Raíz], Los Chicos del Maíz, La Gossa Sorda, Aspencat… ¿a qué se debe esta “primavera valenciana” de la música contestataria?
Yo siempre digo que es la segunda ola, porque durante la transición hubo una, con Ovidi Montllor o Raimón. No hacían rock pero el hilo era el mismo, la música reivindicativa y que defendía algo que se había perdido durante tantos años de dictadura que era la libertad como pueblo. Durante 20 años de gobiernos del P.P. se forjó una estructura en Valencia en defensa de la lengua, la gente tenía necesidad de expresarse. Fue como una explosión de la que surgió primero Obrint Pas, haciéndonos a muchos jóvenes seguidores, fue como una semilla de la que surgieron un montón de bandas y siguen surgiendo más. Es una pasada, yo me comparo con los adolescentes de hoy y les digo “no sabéis la suerte que tenéis, nosotros no teníamos a donde ir” (risas).
Pasando al tema político, ¿qué aires se respiran en la Valencia “post-caloret”, en la Valencia post-PP?
Digamos que ahora hay un sentimiento optimista porque se está investigando toda la corrupción de la etapa del P.P., se están haciendo cosas importantes en educación, la deuda está desapareciendo. Por ejemplo en Gandía, aunque pueda discrepar en algunas cosas del gobierno actual, sí que es cierto que la deuda que había está casi resuelta y se están haciendo cositas. Se está comprobando que con poco se puede hacer mucho y eso es una buena sensación. Hay un buen sabor de boca de momento.
Habéis hecho auténticos himnos sobre la memoria histórica como “Entre poetas y presos” o “Suya mi guerra” ¿consideráis que como artistas tenéis responsabilidad en recuperar la memoria silenciada de aquellos años?
Nosotros expresamos simplemente lo que nos nace y lo hacemos porque pensamos que no se puede construir un proyecto de país sin saber su historia. Es importante que la gente tenga la oportunidad de recuperar a sus familiares. Es importante saber qué hubo detrás del golpe de estado, porque es una historia además muy reciente, apenas son tres generaciones. Es muy importante para entender la estructura actual de este país porque, aunque parece que ha cambiado todo mucho, si escarbas, la estructura judicial, económica, etc. sigue siendo la misma.
Ya que estamos hablando de los años oscuros de la dictadura y el tema está en el candelero, te quería preguntar ¿qué harías con el cadáver de Franco?
(Risas) No sé, haría una performance simulando la captura de Mussolini, por ejemplo. El Valle de los Caídos dejaría que se lo comiera la naturaleza.
También habéis cantado a África y América Latina intentando darle “ritmo decolonial”, un sentimiento que creo que expresáis muy bien en vuestro tema "La hoguera de los Continentes". Además de tener miembros de Colombia y Mozambique ¿qué os ha inspirado a la hora de escribir estas canciones?
Igual que hablamos de memoria histórica con respecto a la Guerra Civil, es importante tener memoria histórica y saber el colonialismo que ha habido en el mundo y la responsabilidad que tenemos de que los países estén como están. Es importante difundirlo porque somos continentes hermanos. Hemos tenido mucha repercusión en países, sobre todo de América pero también en África y Asia, y creo que les dejamos un buen berenjenal.
Además siempre he seguido muy de cerca los movimientos latinoamericanos porque siempre he tenido la idea de que el cambio es más posible que empiece en un sitio revuelto que en un sitio organizado. Ha habido un tiempo en que las cosas parecía que iban a cambiar un poquito pero siempre que ha habido una revolución o un movimiento social fuerte, ahí ha estado la mano del imperialismo para atajarlo.
Volviendo al Estado español, ¿creéis que algún día veremos, como dice el título de una de vuestras canciones, cómo “Rueda la corona”?
No creo que veamos rodar la corona pero estaría muy bien vernos en un país sin un rey.
2018 será recordado como el año en el que el feminismo pasó al primer plano de la política. Teniendo en cuenta que sois un grupo formado solo por hombres, al menos los que salís al escenario, ¿tratáis de llevar esta perspectiva de género a vuestro trabajo musical?
Personalmente estoy muy emocionado, me he criado con mi madre y con mi hermana en casa y he visto lo difícil que es para una madre trabajadora salir adelante con cinco hijos. Es muy importante el trabajo y el esfuerzo que se está haciendo para conseguir una igualdad real.
Nosotros como grupo venimos de una época en la que, por desgracia, era muy difícil encontrar una mujer música. Hoy en día estamos comenzando a ver mujeres, no sólo cantantes y músicas, si no también en el equipo técnico. Están en todos lados. Estamos consiguiendo una estructura de igualdad real y nos vamos a comer a los “carcas”. Van a perder esta partida segurísimo porque es algo que ya no puede dar marcha atrás, afortunadamente.
Desde la proximidad geográfica y lingüística, ¿cómo veis la situación política que se vive en Catalunya?
Lo vivimos muy de cerca. En primer lugar, yo mismo tengo familiares que viven en Barcelona, pero además somos pueblos hermanos, hermanísimos. La gente que tenemos un sentimiento cultural muy arraigado en el País Valencià, nos vemos muy reflejados en lo que sucede en Catalunya, en sus movimientos, porque es un pueblo que ha conseguido que nunca se borre la semilla del sentimiento cultural. También tenemos ganas de ser queridos, de ser respetados, de que no se nos mire raro por hablar nuestra lengua en cualquier lugar, porque, aunque parezca mentira, puedes estar hablando en inglés en una cafetería o en cualquier sitio de España y no pasa nada pero si hablas en valenciano, en catalán o en euskera te pueden mirar un poco raro, incluso se puede ver como una falta de educación algunas veces. Creo que hay un largo camino para crear una normalización lingüística real.
Puedes estar hablando en inglés en una cafetería y no pasa nada pero si hablas en valenciano, en catalán o en euskera te pueden mirar un poco raro, incluso se puede ver como una falta de educación algunas veces
Es muy importante que la gente comprenda que la mayoría de la gente que está luchando hoy en día por la independencia de Cataluña no es independentista. La gente está enfadada y, si no se comprende esto, va a ser muy difícil llegar a un acuerdo. Estás viendo cómo se están aprovechando los partidos políticos también de esto. Parece que termina ETA y ahora viene Catalunya. Creo que algunos desde Catalunya y muchos desde España se están aprovechando mucho de la situación.
Esta situación convulsa puede ser uno de los motivos que está agitando a la ultraderecha. El 9 de octubre vimos incidentes provocados por la extrema derecha en Valencia y un par de días antes un partido de extrema derecha como Vox llenó la plaza de Vista Alegre donde vais a actuar. ¿Os preocupa que haya un auge del fascismo como está sucediendo en otros lugares?
Claro que preocupa. Yo he estado muchos años militando y luchando contra ello y creo que es algo con lo que nunca se ha querido acabar. Ha habido acciones que nunca han sido condenadas, se ha pillado a radicales del fútbol con un lanzagranadas, además de más armas almacenadas en una cochera y creo que no cayó ni pena de prisión ni nada. Nunca se ha luchado para que desaparezca desde las instituciones, ¿por qué? Porque yo creo que es una herramienta que tienen para cuando las cosas se ponen tibias. Tienen a los agitadores de turno. Al fin y al cabo me da pena por ellos que son solo unas marionetas.
Muchas gracias y que nos volvamos a ver…
Muchas gracias a vosotros por hacerme pasar este mal rato (en referencia a los nervios) (risas)