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Movimiento vecinal
Contra la privatización del Parque del Oeste de Málaga: vecinas en lucha
Para quien no conoce el parque del Oeste en Málaga, si hace una primera búsqueda en internet, encontrará actividades para niñas y niños, esculturas e intervenciones artísticas y alguna página que lo señala como punto turístico. Entre la barriada de la Paz y la de Santa Paula, esta zona verde al oeste de la ciudad de Málaga es utilizada por las vecinas y vecinos de todas las edades para pasear, estar y disfrutar el tiempo libre. Sin embargo, desde hace unas semanas, si buscas un poco más encontrarás concentraciones en contra de la privatización del parque.
Durante casi cinco meses, el Ayuntamiento ha cedido el parque público para la celebración del Festival de Linternas, cobrando 20 euros la entrada (15 si es compra anticipada). Este festival está a cargo de Iluminaciones Ximenez y de la empresa más importante de China en la organización de festivales de linternas, Lantern Group, que prevén ganar en torno a cinco millones de euros. La cesión del espacio conseguida por 100.000 euros ha obligado al cierre de más de la mitad del parque desde el momento de su preparación. El Festival de las Linternas tiene como título 'La luz de un viaje milenario único' y hará uso de 600 linternas y 4.000 puntos de luz.
Las vecinas reclaman poder usar “el único espacio público de la zona”
Frente a esto, la población responde y las vecinas se concentran. Empezaron el 10 de noviembre, continuaron el domingo pasado y lo harán el próximo domingo 24. Carteles donde se lee “Parques sí, negocios no” recuerdan a otras luchas vecinales de la ciudad de Málaga, como el Bosque Urbano Málaga. Y es que la necesidad de tener espacios de ocio y refugios climáticos se manifiesta en los barrios que cada vez son más dejados de lado por el Ayuntamiento. Las vecinas reclaman poder usar “el único espacio público de la zona” que declaran esencial para “la salud del barrio y sus habitantes”.
¿Cómo comenzó todo?
Yolanda Rodero, vecina del parque y parte del Movimiento Vecinal por el Parque del Oeste cuenta que ella iba al parque todos los días. Una tarde oyó que iban a hacer el festival, a los días estaba todo vallado y los accesos cortados. “Es lo más parecido a la naturaleza que tienen cerca muchas vecinas”, afirma Yolanda.
Teresa Porras, concejala de Servicios Operativos y Fiestas del Ayuntamiento, dice que se reunió con algunas de las asociaciones de vecinos antes del anuncio oficial. Y digo algunas, porque la mayor parte de las vecinas llegaron un día al parque y se encontraron la zona con más uso vallada y restringida. Elena Guzmán Blanco, vecina del barrio, explica que “no hubo anuncio previo, y las informaciones que se hicieron a las diferentes comunidades de vecinas fueron mentiras”. Sin dar muchas explicaciones ni precisiones, desacreditó las quejas de residentes del cierre de gran parte del parque “para que se lucre una empresa privada” comparando esta inversión con las luces en calle Larios. Rafael Sánchez, un vecino del barrio, califica de inadmisible el proyecto, afirmando que “es como si decidieran cerrar la calle Larios y cobrar por entrar en ella”. María Ángeles Arribas, otra vecina, complementa a Rafael denunciando que se trata de un cierre “para un uso privado y mercantilista”.
Un grupo de vecinos comenzó una recogida de firmas para presentar y pedir al Ayuntamiento que reabran el parque en su totalidad. En este momento ya superan las 2.000. La respuesta que obtuvieron fue un comunicado donde se especifica que el parte tiene una parte abierta durante la preparación del evento. Y es que el parque cerró a mediados de octubre y reabrirá a mediados de marzo, aunque las fechas del festival van desde el 30 de noviembre hasta el 14 de febrero. Los dos trozos de parque que han dejado habilitados no están conectados, por lo que para ir de uno a otro hay que salir del parque y cruzar la carretera. Porras entiende que haya un “poco de incomodidad”. Elena Guzmán, por su parte, responde que “no es una “incomodidad”, es la disrupción total de la vida en los barrios y de las vecinas alrededor de disfrutar y atravesar este espacio”.
Las quejas de las vecinas dieron paso a una moción en la Comisión de Medio Ambiente del Ayuntamiento debido al desplazamiento de la fauna del parque así como la contaminación acústica y lumínica y la eliminación de la flora real para “flores de plástico y adornos”. La moción fue tumbada el pasado 18 de noviembre. En esta sesión tuvieron mucha voz las vecinas y los vecinos que no pueden entender que el Ayuntamiento “prive a sus ciudadanos de lo que aman” a la vez que exigen que “devuelvan el parque a quienes lo habitamos”, en palabras de la vecina María Ángeles Arribas.
“La zona ya tiene su valor y no necesita más vida en forma de turismo”
Sin embargo, Teresa Porras se ha convertido en la firme defensora de esta iniciativa. Su propuesta es dar 4.000 entradas gratis a los vecinos así como un 10% de descuento para las malagueñas y malagueños. Elena declara que ella no quiere una entrada gratuita, sino “disfrutar del parque sin restricciones, en el que pasear con mi familia y mis mascotas, sin la mercantilización del espacio”. Porras defiende que se trata “de los mejores proyectos que tenemos ahora sobre la mesa” porque “hay que llevar cosas a los barrios, después nos dicen que lo hacemos todo en el centro”. Sin embargo, las vecinas se preguntan “¿a quién va a beneficiar este parque? ¿Cómo va a mejorar nuestra calidad de vida?” a la vez que afirman que “La zona ya tiene su valor y no necesita más vida en forma de turismo”.
“El parque no es un sitio baldío, es un lugar lleno de vida, con su propia identidad y un ecosistema particular”, afirmaba en el pleno María Ángeles. El Movimiento por el Parque del Oeste es una plataforma ciudadana que se creó para pedir al Ayuntamiento que “deje de usar el parque del oeste para un fin privado y lo devuelva en su totalidad a la ciudadanía para su uso y disfrute”. Yolanda Rodero afirma que “el parque no es suyo, y menos para hacer negocio”. Además de las concentraciones, desde el movimiento difunden la recogida de firmas, envían cartas a la población que se verá afectada -en especial a asociaciones de personas mayores del distrito y AMPAS- y facilitan el proceso para plantear quejas privadas al Ayuntamiento.
Las vecinas afirman que hoy les ha tocado a su parque, pero “mañana ¿qué será?. Y es que si el evento les reporta suficientes beneficios, el festival se repetirá otros cinco años, “cinco años de cierre desde octubre hasta marzo”. Por ello, el próximo domingo 24 a las 18:00 se volverán a concentrar en el parque “contra la privatización de espacios públicos”.