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Memoria histórica
Del memorial en honor a las víctimas de los bombardeos, aún sin reparar, a los vestigios franquistas de Alacant
La exaltación alrededor de los monumentos fascistas ha sido posible en la ciudad alicantina porque todavía existe un gran número de éstos en la localidad. El último de estos capítulos fue hace seis meses: los nostálgicos de Falange se reunían frente a la tumba de su líder, José Antonio Primo de Rivera, en el homenaje fascista que viene siendo habitual en el mes de noviembre, aniversario de su fusilamiento. Tras la veneración al falangista, la placa a las víctimas del bombardeo sobre el Mercado Central de Alicante, a escasos metros del acontecimiento, amanecía destrozada. La tumba de Primo de Rivera despertaría entre esvásticas además de banderas polacas y alemanas.
Tras la denuncia pública que este medio hizo de la noticia, la Conselleria de Participació, Transparència, Cooperació i Qualitat Democràtica solicitó a la Subdelegación del Gobierno en Alicante un informe acerca de los hechos acontecidos durante la mañana del 21 de noviembre con la intención de esclarecer lo sucedido y actuar en concordancia, pero la administración competente no cedió a su petición, según ha confirmado esta Conselleria a El Salto Diario. A su vez, el grupo municipal de Unides Podem en el Ayuntamiento de Alicante expuso su malestar por un posible delito de odio y requirió su reparación o reemplazo.
Ante la petición de la oposición en el Pleno del Consistorio, el alcalde del Partido Popular, Luis Barcala, aseguró que la placa sería reparada “a la mayor brevedad posible”. Sin embargo, seis meses más tarde, el memorial todavía no ha sido instalado y devuelto a su emplazamiento original junto a las fosas comunes que albergan algunas de las víctimas del bombardeo.
Al respecto, el jefe del departamento de Memoria Histórica y Democrática en el ayuntamiento de Alicante, Pablo Rosser, ha contado a este medio que la demora en su reemplazo se debe a la continuación de manera “intensiva y extensiva” de los trabajos de exhumación y recuperación de víctimas del franquismo. Tareas que acontecen actualmente en los alrededores de la ubicación original de la placa. “La concejalía de infraestructuras y mantenimiento, en reunión con la Comisión Cívica, acordó posponer todas las intervenciones en la zona hasta que se ultimen los trabajos, momento en que se decidirá qué tipo de memorial y tratamiento se da para la zona y dónde se ponen las leyendas necesarias”, ha señalado el jefe del departamento de Memoria Histórica en el ayuntamiento de Alicante. Desde la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica, propulsora en 2016 de la instauración de la placa, apuntan que lo importante es que no se olviden del memorial ni de lo que representa, “el sufrimiento de los ataques aéreos sobre la población alicantina durante la guerra civil española”, ha apostillado el secretario de la Comisión Cívica, Óscar Llopis.
El grupo municipal de la oposición Unides Podem sugiere que esta demora es fruto de las negociaciones de la coalición de Gobierno, PP y Cs, con el grupo de extrema derecha en el consistorio, Vox, a toda voz contrario a las iniciativas en materia de Memoria Histórica, para sacar adelante los presupuestos
El grupo municipal de la oposición Unides Podem ha sido más crítico al respecto y sugiere que esta demora es fruto de las negociaciones de la coalición de Gobierno, PP y Cs, con el grupo de extrema derecha en el consistorio, Vox, a toda voz contrario a las iniciativas en materia de Memoria Histórica, para sacar adelante los presupuestos. “Han dilatado todo lo posible las exhumaciones, incluso estuvieron a punto de cumplir el plazo de la Conselleria y perder la subvención”, ha subrayado el asesor de Unides Podem en el ayuntamiento de Alicante, Tomás Muñoz.
“El PP ha sido un partido al que le ha costado mucho asumir la carga histórica que tiene la ciudad de Alicante como la última ciudad en caer en manos del bando sublevado. Queremos hacer un seguimiento del tema y mostrar el máximo respeto a las asociaciones de memoria histórica que están haciendo esta labor por su recuperación en Alicante, dejando de lado la disputa ideológica”, ha concluido Muñoz.
Vestigios franquistas y la historia desconocida
La provincia de Alicante actuó como refugio político a lo largo del conflicto ante el avance de las tropas sublevadas y, en especial, durante los últimos días de la contienda. En este territorio del País Valencià se daría por concluido el conflicto armado civil y comenzaría la represión de posguerra. Un episodio final que dotó a la provincia de Alicante de un importante valor histórico, aunque ciertamente desconocido.
Refugios antiaéreos todavía ocultos, públicos y privados, así como campos de concentración o fosas comunes por determinar en cementerios y cunetas son la muestra más evidente de la lacra de investigación oficial sin censuras sobre la guerra civil española y el franquismo. Este desconocimiento se extiende a monumentos, insignias, placas y verdugos. A calles testigos del horror de la desmemoria.
Hace unos días, la concejalía de cultura del ayuntamiento de Alicante procedió a limpiar el monumento franquista de Agua Amarga, una estatua en memoria a “los Caídos de la Vega Baja” situada a la entrada del complejo audiovisual de la Ciudad de la Luz
En ese mismo contexto, hace unos días, la concejalía de cultura del ayuntamiento de Alicante procedió a limpiar el monumento franquista de Agua Amarga, una estatua en memoria a “los Caídos de la Vega Baja” situada a la entrada del complejo audiovisual de la Ciudad de la Luz.
La estructura de piedra se erigió en honor a un grupo de falangistas procedentes de la Vega Baja que, en 1936, fueron detenidos por la Guardia de Asalto en su misión de liberar a José Antonio Primo de Rivera y al resto de camaradas presos en la cárcel provincial de Alicante. Los arrestados fueron juzgados y algunos de ellos ejecutados el 12 de septiembre del mismo año en el Barranco de las ovejas, según una reseña publicada por la Asociación cultural Alicante Vivo en su página web.
Se cuenta al respecto que, para la construcción de la obra, entre 1941 y 1944, se emplearon algunas de las piedras procedentes del Monumento a los Mártires de la Libertad. El escritor alicantino Enrique Cerdán Tato calificó la estatua como el monumento “más ostensible a los falangistas de la Vega Baja”.
En 2008, a través de una queja planteada por la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas, se pidió su retirada. El entonces alcalde de Alacant por el Partido Popular, Luis Díaz Alperi, remitió una carta al defensor del pueblo de la Comunitat Valenciana, el Síndic de Greuges, en la que se acogía a la Ley de Memoria Histórica de 2007 para alegar que la misma no obligaba a la Administración a la retirada del monumento franquista.
Un año más tarde, en 2009, el ayuntamiento procedió a su restauración, eliminando la simbología falangista y dedicando el memorial a todos los caídos. Esta actuación ya se había dado en otro vestigio franquista instalado también durante la dictadura, la Cruz de los Caídos, situada en la plaza alicantina de Calvo Sotelo. En 1987, el alcalde socialista, José Luis Lassaletta, sustituyó la inscripción original de la cruz en la que se leía “caídos por Dios y por España” por “a todos los hombres y mujeres que murieron en defensa de sus ideales”.
Resignificación o retirada de vestigios
Ambos vestigios franquistas forman parte del Catálogo de protecciones del municipio de Alicante, en fase provisional, desde que el gobierno del tripartito (2015-2017), encabezado por el socialista, Gabriel Echávarri, los añadiera al inventario. Dentro del repertorio, las obras están clasificadas como bienes de protección general parcial, una categoría que reciben las piezas con valores apreciados “presentes solo en algunas partes del elemento o conjunto catalogado”. Lo que quiere decir que “solo algunos de los componentes pueden tener interés desde el punto de vista ambiental o tipológico y el resto, o bien carecen de interés o constituyen elementos impropios”.
Ante la intención de proteger los citados monumentos, la Comisión Cívica de Alicante por la Recuperación de la Memoria Histórica mostró su disconformidad en un alegato público al ayuntamiento de Alicante. En el escrito, la agrupación memorialista alegó que la finalidad de las obras nunca fue la de homenajear a todas las personas que, en defensa de la libertad y la democracia, fueron asesinadas, sino la de “exaltar el presunto heroísmo de un grupo de sublevados contra el legítimo gobierno republicano”.
“Así debe explicarse en los carteles, polípticos y cuantos elementos informativos se editen y publiciten, integrados o no en los circuitos histórico-turísticos que pudieran habilitarse en el futuro para homenajear y dinamizar la imagen de Alicante como “ciudad de la Memoria. Ello sin descartar que se valore la oportunidad de trasladar los referidos memoriales a lugares de la ciudad más adecuados y/o acordes con sus propias características y/o su original intencionalidad”, subrayó la Comisión Cívica en 2017, en un ejercicio por evitar las posibles discrepancias entre la imagen actual y la finalidad auténtica de las obras tras “reciclar” los citados monumentos.
La Asociación cultural Alicante Vivo, por su parte, apuesta por la resignificación democrática de los monumentos siempre que sea posible, aportando su origen y una señalética que los describa. Esta agrupación cultural apoya mantener la cruz a los caídos con su actual resignificación, aunque añaden que es necesaria una ampliación del periodo al que hace referencia, 1936-1940, por otro que englobe todo el periodo franquista, además de la señalética oportuna. En referencia al monumento de Agua Amarga, teniendo en cuenta que la estatua mira hacia el mar, proponen que la misma pase a homenajear a los demócratas que tuvieron que marchar al exilio en 1939.
Alfredo Campello, coescritor de Callejero Biográfico del barrio de Benalúa de Alicante y miembro de Alicante Vivo, recuerda que además de estos dos monumentos, la ciudad de Alicante todavía cuenta con una infinidad de vestigios franquistas, como calles y barriadas, en referencia, entre otras, a organizaciones sindicales políticas del franquismo que, asegura, “no tienen cabida en nuestra democracia actual”.
Catálogo de vestigios franquistas del País Valencià
El ayuntamiento de Alicante, en conversación telefónica con este medio, ha descartado modificar el catálogo, pendiente de ser revisado y aprobado por la Conselleria de Educació, Cultura i Esport, donde se incluyen los vestigios franquistas que infringen la ley valenciana de memoria democrática 14/2007. El artículo 39 de la citada ley considera “contrario a la memoria democrática y a la dignidad de las víctimas la exhibición pública de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones, como el nomenclátor de calles, inscripciones y otros elementos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública realizados en conmemoración, exaltación o enaltecimiento individual o colectivo de la sublevación militar de 1936 y del franquismo, de sus dirigentes o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial”.
El ayuntamiento de Alicante ha descartado modificar el catálogo, pendiente de ser revisado y aprobado por la Conselleria de Educació, Cultura i Esport, donde se incluyen los vestigios franquistas que infringen la ley valenciana de memoria democrática 14/2007
La Conselleria de Participació, Transparència, Cooperació i Qualitat Democràtica, junto con el objetivo de un territorio valenciano “libre de fosas”, también se propuso al inicio de la presente legislatura eliminar los múltiples vestigios franquistas “contrarios a la memoria democrática”, y todavía presentes a lo largo y ancho de la comarca. En concordancia con su propósito, la Direcció General de Qualitat Democràtica, Responsabilitat Social y Foment del Autogovern impulsó la continuación de los trabajos para la elaboración de un catálogo de vestigios relativos a la Guerra Civil y la dictadura “en base a la información facilitada por las entidades locales, asociaciones que tienen entre sus objetivos o actividades los relacionados con la recuperación de la memoria histórica y el reconocimiento de las víctimas de la guerra civil y del franquismo y que desarrollan sus actividades principalmente en la Comunitat Valenciana, y el conjunto de consellerias de la Generalitat”.
Para la elaboración del catálogo, el ayuntamiento de Alicante comunicó que la ciudad “no tiene vestigios”, a pesar de las evidencias detalladas a lo largo de este artículo y de las aportaciones del grupo municipal Unides Podem al equipo del gobierno municipal para su inclusión. El grupo morado asegura que todas sus propuestas eran “vestigios franquistas situados en la vía pública y que se erigieron con la única y exclusiva intención de exaltar o enaltecer al franquismo o a personas que incitaron y apoyaron la sublevación militar contra el gobierno legítimo de la II República. Sorprendentemente el Ayuntamiento de Alicante, en su respuesta al catálogo de vestigios franquistas, comunica que no tiene vestigios en su municipio, lo que significa la más absoluta falta de colaboración y un incumplimiento flagrante de la ley de Memoria Democrática Valenciana”, lamentan desde la agrupación de izquierdas.
“Estos vestigios franquistas no deberían permanecer donde y como están. Deberían o bien ser trasladados, siempre en consonancia con las directrices marcadas por la Comisión Técnica, resignificados o retirados”, ha concluido el portavoz de Unides Podem EU, Xavier López.
A pesar de que para la elaboración del catálogo se constituyó una Comisión técnica de Coordinación exclusivamente a cargo de la materia, sólo un 51% de los ayuntamientos participaron en la iniciativa, según ha confirmado recientemente la consellera, Rosa Pérez Garijo, en una entrevista a la radio autónoma valenciana de À Punt. Como consecuencia, en lo que refiere a la ciudad de Alicante, el inventario sólo incluye una vidriera con el escudo del águila de San Juan en la sede del Banco de España de los más de una decena de vestigios franquistas con los que cuenta la ciudad alicantina.
En respuesta, la Conselleria ha confirmado que el catálogo contempla ampliaciones y que las propuestas pueden ser remitidas a la dirección de correo electrónico de Calidad Democrática.