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Memoria histórica
Un juicio “kafkiano” de la ultraderecha contra activistas de la memoria histórica
Este lunes 20 de febrero se ha celebrado en el Juzgado de Instrucción número nueve de Sevilla el juicio contra las activistas Paqui Maqueda y Cristina Honorato. Ambas fueron denunciadas por un partido de ultraderecha por la participación en unos altercados el pasado 26 de diciembre de 2021, cuando unas vecinas desmantelaron el puesto del grupo de ultraderecha en la sevillana plaza del Pumarejo. El abogado de ambas acusadas, Francisco Tejada, defiende que “se trata de una denuncia falsaria porque una no estaba en Sevilla y la otra no participó, es más, Cristina Honorato hizo una labor mediadora y ni tocó el tenderete”.
Paqui Maqueda, presidenta de la asociación Nuestra memoria, es una reconocida activista por la memoria histórica, de hecho el pasado noviembre fue protagonista al ser una de las pocas testigos de la exhumación de los restos del general Queipo de Llano de la basílica de la Macarena. Momento que aprovechó para gritar el nombre de sus familiares asesinados por el régimen franquista. A pesar de que Paqui Maqueda ha demostrado que no se encontraba físicamente en el lugar de los hechos, ya que se encontraba en Pontevedra, sino que era su hermana gemela Gracia Maqueda, el juicio se ha realizado con la acusación hacia la activista. Maqueda y Honorato han señalado este señalamiento por parte de la ultraderecha como una persecución por “ser feministas y guardar la memoria”.
El juicio ha comenzado a las 11.30 de la mañana, de modo paralelo se han concentrado distintos representantes de los movimientos sociales andaluces para mostrar su apoyo a las acusadas. “Se trata de un juicio a los movimientos sociales de Sevilla”, ha expuesto Mariví López, de la asociación La plaza. El proceso judicial se ha extendido, de modo extraordinario, hasta pasadas las dos de la tarde, desinflando los apoyos sociales de la entrada. El juicio se ha celebrado como una imputación por delitos leves tras la denegación de la Audiencia Nacional de tratarlo como un delito de odio, en un auto fechado el pasado 22 de noviembre de 2022, tal y como exigía la acusación.
Un juicio “kafkiano”
Tejada sostiene que en el juicio se ha tratado de “la confrontación de dos concesiones de una sociedad organizada, la de las personas que defienden los derechos que están en la Constitución y que tanto trabajo nos costó conseguir, y la de otras personas, las de ultraderecha que quieren destruir esos derechos”. Durante el juicio, la acusación ha pedido para Cristina Honorato la condena por tres delitos leves, uno de ellos coacción con agravante de odio: “No tiene en cuenta la Fiscalía que ya el juez titular anterior y la audiencia dijeron que el llamar fascista no puede ser constitutivo de odio, lo olvida de manera interesada”, sostiene el abogado.
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Además, el letrado comenta que en las pruebas audiovisuales se puede observar la no participación de Honorato “hizo una labor de mediadora y no tocó el tenderete”. En cuanto a las hermanas Maqueda, el letrado tilda la situación de “kafkiana”, ya que sigue la imputación de Paqui, que ni siquiera estaba allí, y la acusación se ha referido durante el juicio que se trataba de un intercambio interesado de las hermanas para realizar la acción.
“Ha sido muy desagradable y agresivo, ha sido un juicio político, querían ir a por nosotras”, ha comentado Honorato. Gracia Maqueda ha sentenciado: “Los fascistas no nos van a callar”.