We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Melilla
Disparos al aire, devoluciones en caliente y 20 hospitalizados tras dos días de saltos a la valla de Melilla
Más de 3.500 migrantes han intentado saltar la valla de Melilla esta semana, en dos saltos multitudinarios que se han producido a primera hora de ayer jueves y durante la mañana del miércoles, en las inmediaciones del arroyo de Villa Pilar. Desde las 10 horas del pasado 2 de marzo, cientos de personas ya se encontraban en la carretera colindante de la valla, algunas de ellas en estado grave, teniendo que ser atendidas por ambulancias y posteriormente trasladadas al hospital. A las 7.30 de la mañana del jueves, el dispositivo policial, que contabilizaba casi un centenar de agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional entre las zonas fronterizas de Beni Enzar y Arroyo Aceituno, recibieron el nuevo intento de cruce con disparos al aire y golpeando a los migrantes para hacerlos caer en el lado marroquí del vallado.
Se contabiliza que al menos 540 personas habían entrado ayer al CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes) de Melilla, entre los que se estima una veintena de personas hospitalizadas. Según explica la organización Solidary Wheels, vecinos cercanos a la valla, y trabajadores de la zona, han confirmado que la reacción por parte de las autoridades españolas y marroquíes ha sido extremadamente violenta, sin tomar en consideración las necesidades de las personas migrantes. En este contexto, la organización ha documentado hasta tres devoluciones en caliente.
En territorio marroquí, los testigos confirman haber podido distinguir a al menos 30 personas, tres de ellas en un estado muy grave, que no habrían recibido asistencia médica
Se trata de tres hombres procedentes de la región central y meridional de África, que a las 11 horas del pasado miércoles permanecían en lo alto de la valla. “La policía les ha obligado a bajar al grito de ‘¡tíralo, tíralo!’, finalmente les han bajado con escaleras a territorio español y una vez han tocado suelo nos han pedido que nos fuéramos y han utilizado los vehículos para tapar lo que hacían por detrás”, denunciaban desde la organización. Minutos después, la Guardia Civil les trasladaba hasta la puerta de la valla, que se encuentra a unos 50 metros de distancia del punto de salto. Estas devoluciones se han realizado por las puertas 153 y 154 del perímetro fronterizo, donde los migrantes han sido entregados a las autoridades marroquíes. Los trabajadores de la valla trasladaban su preocupación ante esta situación comentando que “se han devuelto a muchas personas más”. Al otro lado del vallado, en territorio marroquí, los testigos confirman haber podido distinguir a al menos 30 personas, tres de ellas en un estado muy grave, que no habrían recibido asistencia médica.
“La Guardia Civil pegaba con porras a los chicos para que se bajaran hacia el lado de Marruecos, había mucho ruido y todo ha pasado muy rápido… Ha habido varios disparos al aire, pero no sé si de munición real o de fogueo”, cuenta María Moreno, testigo de la situación vivida ayer en la valla de Melilla. Cuenta que la Guardia Civil ha impedido a la gente y a los periodistas que se acercaban acceder a ver lo que pasaba en la frontera, reteniéndoles fuera del dispositivo. “Intentaban empujarlos hacia una puerta de la valla de vuelta a Marruecos, pero los chicos han conseguido correr campo a través, y les han tirado algo que parecía un bote de gas lacrimógeno”, expone. Algunos otros jóvenes conseguían dirigirse también al CETI, donde al menos 50 de ellos entraron a lo largo de ayer jueves.
Migración
Las expulsiones en caliente
Desde la Delegación de Gobierno en Melilla han evitado realizar declaraciones con relación a estos hechos. La delegada Sabrina Moh Abdelkader se centraba en poner en valor la coordinación con las fuerzas marroquíes y el trabajo que han realizado Guardia Civil y Policía Nacional, señalando los esfuerzos del gobierno por reforzar aún más el vallado: “Ya son 7 km de la valla a los que se han incorporado nuevos elementos para ayudar en la labor de control a las Fuerzas de Seguridad del Estado, como los peines invertidos, y se va a proceder a la instalación de los mismos en el resto de la valla”, declaraba este pasado miércoles. Respecto a las preguntas relacionadas con las devoluciones en caliente, en la comparecencia de este jueves, Moh ha guardado silencio al respecto. Otras fuentes de la delegación han declarado a El Salto que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han contenido una situación “extremadamente violenta” y que, a pesar de “desconocer la figura de devolución en caliente”, valoran la respuesta de los agentes “acorde a la legislación vigente”.
Ante estos hechos, Solidary Wheels, ha declarado a El Salto que, aunque por el momento no se vayan a realizar acciones en el plano legal, van a interponer una queja formal al Defensor del Pueblo ante los hechos que se están viviendo en la frontera estos días. Junto a otras organizaciones como No Name Kitchen, Geum Doudou, el Servicio Jesuíta a Migrantes y Alarm Phone, solicitan que se cumpla el Convenio Europeo de Derechos Humanos que prohíbe las expulsiones colectivas a extranjeros en su protocolo cuarto, así como la legislación vigente en materia de protección internacional y derechos humanos, de la que deriva el principio de no devolución.
Las organizaciones solicitan que se cumpla el Convenio Europeo de Derechos Humanos que prohíbe las expulsiones colectivas a extranjeros en su protocolo cuarto, así como la legislación vigente en materia de protección internacional y derechos humanos
En este sentido, el principal obstáculo con el que se encuentran las organizaciones de derechos humanos en la práctica, es la disposición adicional décima de la Ley de Extranjería, a través de la que se permite el rechazo de los extranjeros detectados en la línea fronteriza de la demarcación territorial de Ceuta o Melilla mientras estos intentan superar los elementos de contención fronterizos. Sin embargo, este rechazo ha de hacerse conforme a la normativa de protección internacional vigente, y por tanto, respetando también el principio de no devolución y garantizando el derecho de los migrantes a un recurso efectivo en suelo español. En este sentido, cabe destacar que el aval del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) a las devoluciones sumarias en 2020, supone otra dificultad añadida, ya que considera que la decisión de no abrir procedimientos individualizados de expulsión puede justificarse a través de la conducta de los migrantes en frontera, desplazando la responsabilidad de actuación del propio Estado.
En este contexto, las organizaciones también solicitan que, de no derogar la mencionada disposición de la Ley de Extranjería, se lleve a cabo su desarrollo legal para dar respuestas a las necesidades de protección internacional y de otros tipos de protección adaptados a las circunstancias de vulnerabilidad.