Medio ambiente
Fukushima, Francia y Almaraz

En el aniversario de la catástrofe de Fukushima, una mirada crítica al “ejemplo francés” y a la situación de Almaraz, la central nuclear más obsoleta e insegura de la península.
Fukushima 1
Visita a la central nuclear de Fukushima en 2011. Foto: David Guttenfelder
11 mar 2023 07:00

No se nos va a olvidar tan fácilmente Fukushima, y eso a pesar de los esfuerzos del gobierno nipón en provocar la vuelta a casa de toda la población que pudiera regresar a la zona de un seísmo que resultó devastador al toparse con seis reactores nucleares. Se desea una vuelta al turismo (incluso virtual, después de los juegos olímpicos del 2021) que encuentre a residentes deambulando (“que los pueblos del desastre no estén vacíos”). Mientras tanto, nadie sabe qué pasó con las víctimas y se intenta, al igual que en Chernóbil, desvincular los decesos de las radiaciones emitidas. Fueron evacuadas cerca de 200.000 personas y miles las desaparecidas. Un “bosque del recuerdo” aun perdura en Navalmoral de la Mata, desde hace 12 años.

Energía nuclear
Kolin Kobayashi: “No hablamos de los peligros tras Fukushima porque entraríamos en pánico”
El periodista japonés Kolin Kobayashi hace seguimiento de las consecuencias del accidente nuclear de Fukushima y es uno de los impulsores del Foro Mundial Antinuclear, fundado en 2016.

Aquel 11 de marzo de 2011, solo dos de los reactores se salvaron del impacto (el 5 y el 6) que provocó el mayor desastre nuclear conocido y todavía sin control efectivo. Hablamos de centrales construidas por la industria del átomo americano, vencedor de la segunda Guerra Mundial, donde poco importaba ubicarlas en una zona de alta actividad sísmica. Desde los comienzos de la era nuclear, toda esa industria del átomo celebraba cualquier incidente y accidente sucedido como lecciones de las cuales aprender y mejorar. Aun hoy se las sigue denominando “mejoras de seguridad aprendidas”, como si cualquier accidente fuese bienvenido.

¿Cuáles son esas mejoras?

Esconder y no preocuparse. A fin de quitar del medio todo el almacenamiento de agua contaminada usada para enfrentarse a la fusión de los núcleos (se sigue usando para refrigerar los reactores), Japón ya anunció el vertido al océano Pacifico de millones de toneladas de agua radiactiva que solo la contestación de las islas y países vecinos ha postergado. Pero seguir almacenándolos en tierra dejaría sin espacio para poder continuar con el proceso de refrigeración de los reactores aun activos.

Así, evacuar residuos radiactivos para su disolución paulatina es una práctica habitual en aquellas centrales nucleares que se encuentran a orillas del mar y, por tanto, el gobierno japonés ya está construyendo un conducto submarino para poder realizarlo lejos de la orilla y de manera paulatina durante decenios. Se prohibió lanzar bidones al mar con residuos radiactivos (años 70), pero no el derrame directo de los mismos. Sin ello hubiese sido imposible tener centrales nucleares en el mundo.

Evacuar residuos radiactivos para su disolución paulatina es una práctica habitual en aquellas centrales nucleares que se encuentran a orillas del mar y, por tanto, el gobierno japonés ya está construyendo un conducto submarino para poder realizarlo lejos de la orilla

No se pueden ocultar las relaciones militares que aun sostiene la industria del átomo, que en este final de la era nuclear solo el gobierno francés de Macron pretende desarrollar. No le basta con llevar a la ruina a las dos empresas públicas de la industria nuclear, Edf y la antigua Areva ( hoy multinacional Orano), cuyo nuevo prototipo (reactor EPR, Reactor Europeo Presurizado en Flamanville) lleva 11 años de retraso desde 2004, y con un presupuesto varias veces superior (entonces valorado en 3.000 millones y hoy en 13.500 millones de euros), sino que lo vende, a mejorar, como desafío climático y energético a sabiendas que el reactor de nuevo diseño no estará disponible hasta el año 2043. En los actuales han detectado problemas de corrosión graves, y son reactores que apenas tienen 40 años de funcionamiento.

Por tanto, todos los anuncios de nuevas centrales en el mundo ocultan tanto el enorme presupuesto exigido como el tiempo de construcción real, a fin de hacer creíble cualquier anuncio al respecto. Y, mientras tanto, seguirán propagando que están en vías de reducir la generación de residuos que las empresas propietarias niegan haber originado.

Desde luego, en un mundo cada vez más inseguro y con cambios de una economía de consumo a otra no centralizada, la presión del gobierno Macron instrumentaliza un futuro del átomo irreal e inseguro. ¿Necesidades militares que Francia no quiere perder en el nuevo mapa geopolítico?

Bien hemos sabido que, en la pugna europea por el hidrógeno, el gobierno francés ha propuesto que sean sus centrales nucleares las que activen el vector hidrógeno, y no las renovables españolas. Para nada se menciona el aumento en la generación de residuos radiactivos cuya problemática de modelo de gestión en cementerio geológico profundo está ya soportando Finlandia sin ningún tipo de certeza acerca de su permanencia segura y controlable durante miles de años (Onkalo; “Into eternity”).

En un mundo cada vez más inseguro y con cambios de una economía de consumo a otra no centralizada, la presión del gobierno Macron instrumentaliza un futuro del átomo irreal e inseguro. ¿Necesidades militares que Francia no quiere perder en el nuevo mapa geopolítico?

Para nada se menciona la fragilidad de este tipo de industrias frente a conflictos armados (la central de Zaporiya en Ucrania, como ejemplo). Tampoco se informa de que, dado que Francia no tiene uranio, lo obtiene con un fuerte despliegue militar en varios países africanos (Mali, Niger) y su soberanía energética pretendida es un nuevo engaño a destacar, con una fuerte dependencia francesa de reprocesamiento del uranio gastado en Rusia.

En este final de la era nuclear, apenas se informa de todo el plan de cierre y desmantelamiento de gran parte de centrales en el mundo con grandes problemas de seguridad, como la planta nuclear armenia de Metsamor, sobre la que acaba de alertar el presidente de Azerbaiyán. Tampoco se habla de las carencias de seguridad en la gran mayoría de centrales que tienen más de 40 años de funcionamiento. Hay que seguirlo a través de redes ciudadanas tanto de desarme nuclear como de científicos responsables.

Guerra en Ucrania
¿Qué harías tú en un ataque preventivo a Almaraz?
El ataque a las centrales nucleares ucranianas nos pone frente a la evidencia de que toda central nuclear es objetivo militar, y en Extremadura debemos preocuparnos mucho de albergar en Almaraz una amenaza cierta para toda la población extremeña. Una dramática amenaza que tiene responsables.

Desde luego, el Gobierno español vuelve a recordar que se ha pactado un calendario de cierre de todas las centrales nucleares con un margen de tiempo suficiente, dado que la primer en cerrar será Almaraz I (2027) y la ultima la de Trillo en 2035. Todo un largo y costoso proceso de desmantelamiento y gestión de residuos que aun mantendrá en vilo a las poblaciones vecinas de cada central durante los próximos 60 años.

Pero, de aquí al año 2027-2028, la central nuclear de Almaraz sigue acumulando “sucesos” (es decir, defectos tecnológicos), evacuación de residuos al rio Tajo y atmosféricos, así como una falta de cultura de seguridad que, desde sus inicios (1981-83) y según un informe de Adenex, acumula cerca ya de 3.000, algunos de gran trascendencia.

Hoy podemos afirmar que Almaraz sigue incumpliendo determinadas especificaciones técnicas de funcionamiento. La última, relativa a la existencia de un programa de cualificación ambiental de los componentes mecánicos

Desde luego, la responsabilidad del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha variado mucho en estos últimos años, fundamentalmente por las presiones y denuncias del movimiento ecologista, y hoy podemos afirmar que Almaraz sigue incumpliendo determinadas especificaciones técnicas de funcionamiento. La última, relativa a la existencia de un programa de cualificación ambiental de los componentes mecánicos, que lleva sin resolverse desde el año 1993. Es decir, que han incumplido la vigilancia debida de mantenimiento de determinadas piezas, alegando que para ello se provocaban altas dosis radiactivas. Quizá con medidas coercitivas, en su momento, se hubiese corregido dicha anomalía, pero unos consejeros demasiado implicados en la industria del átomo lo impidieron. 

No queremos, ni debemos, olvidar el mayor fiasco tecnológico y de mayor ganancia económica de la segunda mitad del siglo XX, ni siquiera disfrazado de mix eléctrico por las multinacionales publicas francesas. Se trata de una tecnología atentatoria contra la vida humana por sus efectos a largo plazo, que ni se ve ni se huele, pero que es la que más muertes y destrucción deja en el mundo desde 1945. La energía nuclear nació de un impulso militar y hoy vuelve amenazar nuevamente a todo el mundo, siempre con incidentes y siendo la que más huella letal, e imprevisible, dejará en el planeta durante los próximos miles de años.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.
COP29
Cumbre del clima La COP29 encara su última jornada con un final agónico sin acuerdo en los temas clave
Los borradores de los textos de negociación sobre la mesa quedan muy lejos de un acuerdo sobre financiación climática en línea con las necesidades para que el planeta no rebase los 1,5ºC de calentamiento medio.
Brasil
Brasil Bolsonaro es acusado por la policía del intento de asesinato de Lula da Silva para dar un golpe de Estado
El expresidente tenía “pleno conocimiento”, según la policía brasileña, de un plan para asesinar a los elegidos por el pueblo para ser presidente y vicepresidente después de las elecciones de 2022.
Estados Unidos
Hari Kunzru “En EE UU hay dos tipos de nazis: los que llevan botas y los que llevan corbata”
El escritor británico reflexiona sobre la victoria de Donald Trump y cómo los conservadores han movilizado teorías como la psicología evolutiva para renovar sus posiciones y plantear una batalla cultural en foros online o redes sociales.
Opinión
Opinión El TPI finalmente emitió las órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant. La lucha está lejos de terminar
La corte ha emitido órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ex ministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra cometidos en Gaza. Como resultado, ambos no podrán viajar a al menos 124 países.
Violencia machista
Convenio de Estambul GREVIO alerta de los sesgos machistas contra las mujeres en los juzgados pese a los intentos de erradicarlos
El Grupo de Expertos en la Lucha contra la Violencia contra la Mujer y la Violencia Doméstica (GREVIO) alerta del “uso persistente” del llamado Síndrome de Alienación Parental y urge a regular la figura del coordinador parental.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Política
El Salto Radio Podcast | Todas las elecciones hablan de mí
Aprendizajes de la derrota en EE UU para nuestro contexto, claves de la deserción de Twitter a Bluesky y ecos de la retirada de Nadal.
Análisis
Análisis Europa no puede blindarse contra Trump
Tras las elecciones estadounidenses los expertos europeos en política exterior están reviviendo las ideas de autonomía estratégica de 2016, sin entender todo lo que ha cambiado en los últimos ocho años.
Medios de comunicación
Financiación a medios ultras María Guardiola justifica financiar medios ultraconservadores condenados alegando “independencia periodística”
La líder de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, ha preguntado a la presidenta de la Junta de Extremadura por su financiación a Ok Diario, Libertad Digital y The Objective, pidiendo que cese de “financiar a pseudomedios de extrema derecha”.
Cádiz
Derecho a la vivienda Así prepara la asamblea de Jerez por la Vivienda su primera gran movilización contra gobiernos y rentistas
Cuatro meses después de haberse constituido, el colectivo convoca una manifestación el sábado 23 de noviembre gracias al trabajo de activistas como Inma, Jaime, Olga o Alberto: “En la última década el alquiler en la ciudad ha subido un 65%”
Más noticias
Cine
Cine Nicolás Pereda, el Hong Sang-soo mexicano que habla de clases y desigualdad con humor (extraño)
El realizador presenta su último largometraje, ‘Lázaro de noche’, una comedia contenidísima sobre los deseos y sobre el trabajo cultural, en el marco de L’Alternativa, Festival Internacional de Cinema Independent de Barcelona.
República Dominicana
América Latina República Dominicana en disputa: Trujillo contra Bosch
El trujillismo, pilar del pequeño estado caribeño en su configuración contemporánea, es también fundamental para entender el origen de las políticas intervencionistas estadounidenses en América Latina.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Estados Unidos aprueba la “ley más peligrosa para las libertades” desde la Patriot Act
En Gaza, Cisjordania y Líbano, nuevos ataques israelíes dejan más de un centenar de muertos. En Washington, el Congreso aprueba una ley que permite quitar fondos a ONG, universidades y colectivos sin pruebas ni un proceso transparente.

Recomendadas

Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.