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China
Libertad para Tashpolat Tiyip, académico detenido y condenado a muerte por el Gobierno chino
Marie-Françoise Courel, presidenta honoraria de l’Ecole Pratique des Hautes Etudes (EPHE), directora de estudios emérita y miembro de la Academia de Ciencias de Ultramar, denuncia el arresto arbitrario y la condena a muerte de Tashpolat Tiyip, acusado de doble juego, separatismo, utilización de sus amigos y de sus relaciones internacionales para “fomentar su golpe”.
En la provincia autónoma de Xinjiang, al noroeste de la China, el Gobierno de Pekín ‘decultura’ todo un pueblo para avanzar hacia una sinisacion a pasos agigantados.
Todos los medios son buenos: más de tres millones de personas encerradas en campos de recuperación, adoctrinamiento, tortura física y mental, desmembramiento de familias, separación de niños, desapariciones…
China encarcela a sus élites regionales y condena a muerte a sus científicos.
Uno de ellos, nuestro colega asociado.
Tashpolat Tiyip, presidente de la Universidad del Xinjiang durante casi diez años, doctor honoris causa de la École Pratique des Hautes Études, ha sido condenado a la pena capital. La figura de Tashpolat Tiyip es emblemática del sufrimiento actual de todo un pueblo, cuya erradicación cultural ya está en marcha.
Tashpolat Tiyip ‘desapareció’ en mayo del 2017. Apasionado profesor, investigador de renombre, durante años hemos trabajado en conjunto. Construimos una red mundial pluridisciplinaria dedicada al estudio de regiones áridas —zonas recurso para el planeta—. Tres volúmenes publicados por editores científicos de prestigio (Springer y Hermann) son el testimonio de esta colaboración junto con la organización de cuatro conferencias internacionales. El 14 de noviembre 2008, en la Sorbona, en homenaje a sus méritos científicos excepcionales, Tashpolat Tiyip fue elevado al rango de doctor honoris causa por sus pares de l’Ecole Pratique des Hautes Etudes.
El 3 de octubre nos hemos enterado de que ha sido condenado a muerte. Después de su arresto, hace más de un año en el aeropuerto de Pekín, donde se encontraba con siete de sus estudiantes con destino a Europa para participar en un coloquio científico, hasta el anuncio de su condena a la pena capital, no se tenía noticias de él. Hoy en día no se sabe dónde se encuentra.
¿De qué es culpable Tashpolat Tiyip? El Gobierno chino lo acusa de “doble juego”, o sea, de seguir vinculado a su cultura en secreto, lo que lo convierte en un sospechoso de “separatismo”, un crimen a los ojos del Partido Comunista Chino que exige una sumisión absoluta. En nombre de ese crimen, Pekín ejecuta científicos, encierra a pensadores, amenaza a los especialistas de la literatura uigur y cierra los museos luego de hacer “desaparecer” a sus directores.
Hoy en día, en el Xinjiang, no basta aceptar la dominación china ni someterse. El poder apunta definitivamente a la sinisacion, es decir a la erradicación total de todo lo que hace a un pueblo y a una cultura. Desde la elección del nombre hasta la religión, pasando por las tradiciones culinarias y las vestimentas, China ha decidido destruir de manera sistemática la memoria de un pueblo.
Desde hace tiempo, el desarrollo del turismo interno había impuesto una “folklorizacion” del territorio: los barrios históricos en las ciudades han sido destruidos para ser reemplazados por arquitecturas pseudo-tradicionales; en los desiertos se expande un “turismo de aventura” que consiste en una vuelta de una hora a lomo de camello por 90 euros. Parques de atracciones rutilantes son construidos en algunos de los sitios naturales más bellos del mundo...
Y para llevar a cabo esta erradicación, se hace desaparecer a los individuos capaces de denunciar, y se hace reinar el terror para imponer el silencio. Más allá de las condenas a muerte de personalidades, el conjunto de la población es objeto de una agresión sin precedentes.
Mas de un millón de uigures están encerrados en campos de internación, llamados púdicamente “centros de formación profesional”. Otros dos otros millones se encuentran en campos “abiertos” separados del mundo.
¿Cual es el objetivo? “Favorecer la armonía religiosa”, eliminar el extremismo gracias a una armonía religiosa con el recurso de una educación ideológica apropiada.
Todo facilitado con “tratamientos psicológicos”. Además, varios cientos de miles de detenidos han sido enviados por la fuerza a campos situados fuera del Xinjiang, en Manchuria y en el Gansu. A pesar de la tentativa de las autoridades chinas de dar un fundamento legal a estos campos de internación, se trata en realidad de la mas grande encarcelación en masa de una minoría en el mundo.
En paralelo a estos millones de detenciones extrajudiciales y al adoctrinamiento político en masa, China despliega una gran cantidad de instrumentos de control: vigilancia permanente, cámaras de reconocimiento facial, colecta de datos del ADN de toda la población, inscripción de códigos QR en los domicilios y documentos, presencia militar y policial intensificada, visitas domiciliarias de “control de lealtad”. Sin contar con el recurso “clásico” de amenazas, arresto de familiares y tortura.
Todos los medios son buenos para poner de rodillas a los uigures y a los kazakhs (otra población autóctona del Xinjiang) acusados —injustamente— de recurrir a la violencia para tratar de frenar la invasión de Xinjiang por la colonización de chinos venidos del interior (Han en su mayoría). Puestos en práctica desde hace varios meses en el Xinjiang, estos métodos deberían intensificarse según You Quan, un miembro influyente del Partido Comunista Chino, particularmente comprometido en asuntos étnicos y religiosos, como es el caso de la protección frente a la “infiltración del extremismo religioso”.
Nuestro colega iraní Mahmoud Taleghani de la Universidad de Teherán, director de Institut de Recherches Appliqués pour la Culture Iranienne (IRACI), fundador del Museo del Patrimonio Cultural del Guilan (Rasht, Irán) promotor junto a Tiyp Tashpolat y yo misma de nuestra Conferencia Internacional sobre Agua, Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible en regiones áridas y semi-áridas, nos recuerda “su apoyo a la idea de una nación construida sobre la base del multiculturalismo, pues consideramos como algo esencial el enriquecimiento de la cultura dominante gracias a las culturas regionales. Esta triste noticia exige de nosotros sostener sin condiciones la causa de este eminente colega. Nos unimos a nuestros colegas franceses y chinos, particularmente a los miembros de la Academia de Ciencias de China, para hacer toda la presión posible sobre las autoridades competentes con la finalidad de impedir por todos los medios este resultado fatal”.
En Francia, país de los derechos humanos, de la libertad, de la laicidad no se dice nada o muy poco sobre esto.
Éste es un llamado que lanzo al mundo hispánico. Debemos salvar a nuestro colega Tiyip Tashpolat (si es que está todavía vivo), a sus familiares, y a sus colegas que encarnan la cultura del pueblo uigur. Hay que exigir del Gobierno chino que pare de martirizar a los uigures y a los kazakhs de China. No podemos dejar desaparecer todo un pueblo sin reaccionar. Está en juego la conciencia de toda la humanidad.