Sáhara Occidental
El Sahara Occidental y las dos caras de Pedro Sánchez

En las entrañas del Majzén, los estrategas del servicio secreto se esmeran en conseguir los mejores resultados de su maquinaria de propaganda. Mientras, el presidente Sánchez, en lugar de condenar los crímenes contra la población saharaui, alienta y encubre al régimen que los comete.
Policias marroquies vigilan casas de saharauis
Policias marroquies vigilan casas de saharauis
8 dic 2022 06:00

El pasado lunes 28 de noviembre, en un homenaje en el Ateneo de Madrid a la escritora Almudena Grandes, fallecida hace un año, Pedro Sánchez vaticinaba: “Una de las cosas por las que pasaré a la historia es por haber exhumado al dictador del Valle de los Caídos”. Al presidente se le olvidaba que la Historia es un río enorme que fluye con un caudal potente y vertiginoso que solo deja en pie aquellos árboles firmes que tienen raíces sólidas, mientras que la hojarasca se queda en las márgenes y se desvanece en el olvido. En la parte baja de este río, suele haber también una laguna de aguas estancadas, donde se acumulan los residuos que destacan por su putrefacción. Eso es lo que hace la Historia con los hombres: A unos, los eleva a lo más alto, por sus virtudes y su valía; a otros, los olvida porque son evanescentes, y a otros, los arroja a la laguna de la ignominia, por infames y canallas.

Sí, la exhumación del dictador del Valle de los Caídos es un acto simbólico loable. Pero, si detrás de ese acto, no existe una convicción profunda e incuestionable de lo que es justo y lo que no lo es, ese acto se queda solamente en eso: un mero acto simbólico. El señor Sánchez nos ha demostrado, y con creces, que la exhumación del dictador del Valle de los Caídos, supone un simple acto propagandístico con el que pretende colarse en el impetuoso caudal del río de la Historia. Pero el líder del PSOE es el hombre de las dos caras. En una mano sostiene una rosa, y con la otra estrecha la mano ensangrentada de un genocida, la de Mohamed VI. Un rey al que el presidente Sánchez adula y mima, y que encabeza un régimen terrorista contra el pueblo saharaui. Sánchez lo sabe y el mundo entero también.

El número de saharauis desaparecidos en las oscuras fauces del Majzén (de los que nadie ha vuelto a saber) es desconocido. Lo único que sabemos es que son más de 600 almas. No hay forma de seguir su paradero

Y es que, quien también es conocido como M6, ha convertido el Sahara Occidental, que, hasta ayer, era la provincia 53 del Estado español, en un colosal campo de concentración nazi, cercado por un muro de 2720 Km –sembrado con minas de todo tipo–. Este muro, por su longitud y por la cantidad de minas sembradas en el mismo (entre 10 y 40 millones de minas) es considerado actualmente el mayor campo minado del mundo.
La policía del Majzén, imagen calcada de la macabra Gestapo, masacra, diariamente, desde hace más de cuatro décadas, la población civil saharaui —jóvenes, ancianos, mujeres y niños— pisoteando, a su antojo y a plena luz del día, los derechos humanos más elementales.

El número de saharauis desaparecidos en las oscuras fauces del Majzén (de los que nadie ha vuelto a saber) es desconocido. Lo único que sabemos es que son más de 600 almas. No hay forma de seguir su paradero. Quién osa preguntar por ellos, es inmediatamente engullido por la maquinaria represiva del Majzén.  En las cárceles de Kenitra, Maguna, Tazmamaret, la cárcel Negra del Aaiún y demás cárceles secretas del régimen alauí, los presos agonizan y son vejados y torturados hasta la muerte, sin derecho siquiera a conocer los cargos que se les imputan, y mucho menos a aspirar a un juicio justo.

La faceta terrorista del régimen alauí, la práctica del terrorismo de Estado, no es algo nuevo en él, más bien, es algo estructural y sistémico que se remonta a su mismo nacimiento como Estado. Los saharauis —y los españoles también— empezamos a conocerlo la noche del 22 de enero de 1975, cuando a las diez menos cinco, nos sobresaltamos por la explosión simultánea de tres bombas en diferentes lugares de El Aaiún.  A partir de ese día, se sucedieron en la capital, de forma intermitente y a lo largo de 1975, una serie de atentados —ejecutados por agentes bajo las órdenes directas del coronel Ahmed Dlimi— que segaron la vida de numerosos civiles (entre ellos niños de corta edad) y dejaron mutilados a otros tantos.

Al año siguiente, el ejército marroquí bombardea con napalm y fósforo blanco el campamento de Um Dreiga, en el que se había concentrado parte de la población civil —mayoritariamente ancianos, mujeres y niños— que huía de la represión, hacia la vecina Argelia. Las imágenes de mujeres y niños, diezmados por las bombas y tiznados de fósforo blanco, dan la vuelta al mundo, que, impasible, las contempla con indiferencia.

En la guerra que libra actualmente con el Ejército Popular de Liberación Saharaui, sale a relucir nuevamente la práctica del terrorismo de Estado que caracteriza al Majzén, utilizando sofisticados drones contra civiles indefensos

En la guerra que libra actualmente con el Ejército Popular de Liberación Saharaui, sale a relucir nuevamente la práctica del terrorismo de Estado que caracteriza al Majzén, utilizando sofisticados drones contra civiles indefensos. A pesar de que estos artefactos tienen una alta precisión, los teledirige intencionadamente con alevosía y ensañamiento, contra personas cuyo único delito es poseer algunas cabezas de ganado en medio del desierto o tratar de ganarse la vida a duras penas en este medio hostil, asesinando a ciudadanos saharauis, argelinos y mauritanos.

En las profundas y oscuras entrañas del Majzén, los estrategas del servicio secreto trabajan día y noche para esmerarse en conseguir los mejores resultados de la maquinaria de extorsión y propaganda majzení. Sin embargo, el presidente Sánchez, en lugar de condenar y repudiar estos hechos, alienta y encubre al régimen que los comete. Así, su nombre, al igual que el de Carlos Arias Navarro, siempre estará ligado a la infamia de haber vendido el Sahara Occidental a un sátrapa mezquino que encabeza un régimen terrorista. Si quiere saber dónde está su lugar en la Historia, debe buscarlo en la laguna de la ignominia.

Sobre este blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Yemayá Revista
Yemayá Revista El feminismo saharaui, una lucha debilitada por el abandono de un pueblo
Pese a lo esencial de la lucha de las mujeres saharauis por reivindicar sus derechos y los de su tierra, 50 años de exilio y colonización han tenido impactos en los ejes patriarcales de los campamentos de personas refugiadas en Tinduf.
Colonialismo
Laura Casielles “No se pueden entender los regímenes europeos del siglo XX sin pensar en el colonialismo”
En su libro ‘Arena en los ojos’, la periodista, poeta y escritora Laura Casielles recorre el mapa de las antiguas colonias españolas en el Norte de África, en busca de memoria y sentido.
Opinión
Opinión Actuar con responsabilidad y humanidad: el pueblo saharaui merece vivir con dignidad
De los 92 millones de euros que se requieren para cubrir las necesidades básicas de la población refugiada saharaui en 2024, solo se ha garantizado el 31%.
Sobre este blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas las entradas
Redes sociales
El asesino de los CEO El fenómeno fan Luigi Mangione, ¿por qué tanta gente apoya a un asesino?
El caso del chico de clase alta que disparó sobre un CEO de una aseguradora médica ha desatado una ola cultural y de apoyo como no se había visto antes.
Literatura
Literatura Silvia Nanclares: “Moratalaz nace como barrio franquista, solo que no contaban con la presión vecinal”
Con ‘Nunca voló tan alto tu televisor’ la escritora madrileña regresa a su barrio y examina lo que quedaba debajo de la cáscara de progreso que supuso la construcción del edificio de Torrespaña, aun hoy uno de los más reconocibles de la ciudad.
Sexualidad
Consultorio de sexualidad Los mil y un orgasmos femeninos
El clítoris, la vagina y el cérvix están inervados por distintos nervios que, al ser activados en distintas combinaciones, producen sensaciones diversas.
Análisis
Análisis Inmigración, trenes e ilusiones de soberanía
El mayor beneficiario de la situación política en Catalunya sigue siendo el PSC, que ve cómo la definitiva irrupción demoscópica de Aliança Catalana reduce el campo de los principales partidos del independentismo.
Que no te lo cuenten
Que No Te Lo Cuenten De amenazas ambientales y memoria histórica
VV.AA.
La ciudadanía gallega y extremeña alza la voz contra proyectos que amenazan sus territorios y medioambiente.
La vida y ya
La vida y ya Cinco chimpancés
Les dijo que cuando se caza a una cría en su entorno natural, de media se mata a diez chimpancés de su grupo.
Opinión
Opinión Chicas, cheeseburguers, y soles negros: militarizar la adolescencia en Ucrania
Para militarizar a una generación que hasta hace pocos crecía aspirando a becas, trabajos de oficina o empleos de cuello azul, es necesario mucho más que ofrecer el ejército como una salida laboral: hay que cambiar su concepto del mundo.

Últimas

Dependencia
Dependencia Los cuidados necesitarán entre 300.000 y 600.000 trabajadores más en cinco años
Las empleadas de residencias y ayuda a domicilio reclaman mejoras en esas nuevas plazas. “Debemos tener un sistema de cuidados universal y público, debe ser un derecho y no un negocio”, piden desde el sindicato ELA.
València
Dana 20:11, Ni oblit ni perdó: los pueblos de la Dana amanecen con pintadas contra Mazón
Tras cinco meses de catástrofe, aparecen numerosas pintadas en los municipios afectados por la riada para señalar la tardía gestión de la Generalitat.
Precariedad laboral
Precariedad Voluntariado en el sector social: un monstruo con tres cabezas
La precarización del sector social es algo de lo que se viene hablando cada vez más en los últimos años, pero es un hecho que lleva conviviendo con nosotras mucho tiempo, y que es consecuencia de varios factores.
México
México El Coyul, un ejemplo de resistencia indígena frente al despojo en el Istmo de Oaxaca
La Sociedad Agrícola y Ganadera El Coyul continúa apelando la sentencia por despojo agravado y secuestro interpuesta a 21 de sus miembros
Sevilla
Proyectos estratégicos Ilegalidades pasadas y peligros futuros de la mina que la Unión Europea quiere revivir en Sevilla
Las Cruces tiene un historial de más de 6,5 millones de euros en sanciones e indemnizaciones por extracciones ilegales de agua. El espaldarazo de la UE y del Gobierno al proyecto podría empeorar los vertidos que ya realiza la mina en el Guadalquivir.

Recomendadas

Cómic
Cómic Un gran poder conlleva una gran responsabilidad: ¿los superhéroes de cómic son de derechas o de izquierdas?
¿Encarna Superman a la socialdemocracia liberal, es Batman un militante anarcocapitalista y el Capitán América la bandera del nacionalismo? La respuesta no es tan sencilla si se repasa la historia del género.
Memoria histórica
Manuel Pérez, ‘camarada Arenas’, tras salir de prisión “Cordón trató de escaparse, se cayó y se mató”
El militante histórico del PCE reconstituido y, según la Justicia, líder de los Grapo, mantiene su inocencia en todos los casos que le han llevado a pasar 32 años en prisión.
América del Sur
América del Sur La batalla por el litio: pueblos originarios resisten un “genocidio medioambiental y cultural”
Sudamérica se ha convertido en la proveedora mundial de materias primas para la transición energética. Las comunidades afectadas se rebelan ante una actividad que genera desposesión de tierras, contaminación, sequía y conflictos internos.
El Salvador
Ivania Cruz “El estado de excepción se está utilizando en El Salvador para gobernar en base al miedo”
A esta defensora de derechos humanos y comunitarios le allanaron su casa mientras se encontraba en un viaje internacional. Desde el exterior, denuncia la persecución del gobierno salvadoreño hacia su organización y hacia las comunidades que defiende.