Coliflor
Una coliflor. Elvira Megías

La semana política
Moción de verdura

La derecha no está para echar cohetes pero la sensación térmica es que ha llegado su turno. La moción de censura no va a terminar con el Gobierno de coalición y, no obstante, los signos no le son propicios.
Pablo Elorduy
Fotografía de una coliflor, por Elvira Megías.
25 feb 2023 05:41

Ramón Tamames deshojó la margarita y, como de la solapa del payaso, salió un chorro de agua. El próximo lunes, Vox registrará su moción de censura. A esta hora del viernes no se sabe cuándo la programará la presidenta del Congreso. Lo normal es que el monólogo del viejo aspirante a primo divo sea el entremés previo a la campaña electoral de municipales y autonómicas. Viva el espectáculo.

La moción de censura, la cuarta en cinco años, está destinada a sacar al partido de los ultras de una crisis que es más de sentido —quiénes son, qué hacen, para qué sirven— que demoscópica. El país en el que fue invocada la nueva extrema derecha de toda la vida ha cambiado desde aquel momento de excitación en el que surgió Vox. 

La entrevista en televisión a la arrepentida Macarena Olona, el pasado domingo, demostró que la facción derecha de la derecha española vive su particular hora del desencanto. Los 52 diputados de Abascal se antojan hoy una exageración, una sobrerrepresentación de un grupo social minoritario, el producto de un robo de votos a un Partido Popular en horas bajas. Tamames es el pretexto para recuperar cuota de pantalla.

Ninguna de las familias está en su momento feliz. Isabel Díaz Ayuso llega a las elecciones de mayo perdiendo ventaja. Las manifestaciones por la sanidad en Madrid han revitalizado el tejido político y social de la defensa de los servicios públicos.

Si no cambia mucho el viento, Ayuso vencerá en mayo en las autonómicas y, sin embargo, la protesta por la sanidad es una advertencia muy seria para el Partido Popular

La de la sanidad es una protesta cívica, de esas que terminan en comidas familiares antes que en disturbios pero que, a fuerza de repetición, acaba por tambalear los planes de desposesión de lo público. Es un movimiento que agrupa a la izquierda de la ciudad con sectores de las clases medias que pueden ser conservadores en otros aspectos pero se sienten concernidos por la precariedad de centros de atención primaria y hospitales. Ese tejido mixto no forma mayorías en una comunidad en la que el proyecto del turbocapitalismo de amiguetes se ha extendido durante décadas por medio de fondos públicos y privados, pero frena las aspiraciones de Díaz Ayuso en clave estatal. Ya sucedió con Esperanza Aguirre. Si no cambia mucho el viento, Ayuso vencerá en mayo en las autonómicas y, sin embargo, la protesta por la sanidad es una advertencia muy seria para el Partido Popular en su conjunto de cara al asalto al poder en el resto de España.

Tampoco Alberto Núñez Feijóo está en su mejor momento. Ya se ha escrito. El expresidente de la Xunta de Galicia ha aterrizado en el Madrid sistémico como un xenomorfo con los papeles en regla. Feijóo, turista accidental, encajaba en el plan de la derecha de recuperar el BOE lo antes posible. Pero el ourensano no termina de encajar. 

Quizá eso sea lo que funcione. El tiempo de los joker —políticos cuya principal táctica es la búsqueda de una reacción afectiva, visceral— puede estar acabándose. Feijóo tendrá que creerse que el viento torció cuando Boris Johnson, el penúltimo de esa estirpe, se fue con la margarita de chufla y las salidas de pata de banco a otra parte. Un político gris, que provoca menos emoción que chistes sobre sus gazapos, eso puede encajar en lo que está por venir.

El coste de la vida sube otra vez 

Luis Planas podría ser ministro en cualquier momento, bajo cualquier régimen, para cualquier partido, en cualquier país. Aunque los políticos de la sentimentalidad y las vísceras tengan más telespectadores, aunque exista la tentación de ver al joker riéndose en nuestra cara una vez más, siempre hay un camino a la tecnocracia. En condiciones normales, los ministros como Planas viven más, son poco conocidos y bien valorados, cumplen su papel.

En condiciones extraordinarias, se columpian. El martes, Planas se reunió con el Observatorio de la Cadena Alimentaria, un grupo consultivo que decidió que no hay un problema con el precio de los alimentos, que el problema está en otro sitio, quizá en nuestra imaginación. Después de salir de esa reunión, en una entrevista en La Noche en 24 horas, Planas declaró: “¿Sabe usted el mejor instrumento que tiene una familia, un ciudadano, un usuario si no está de acuerdo con los precios? Irse al supermercado de enfrente”.

En el supermercado de enfrente, el que sea, el coste de la vida ha seguido su curso. Coliflores, patatas y cebollas valen el doble de lo que costaban antes de la guerra de Ucrania. En el súper de enfrente, la verdura ha subido:  el 11,3% en Alcampo, un 11,8% en DIA, un 20,3% en Hipercor, el 27,7% en Carrefour y un 31,1% en Eroski. Ha subido también todo lo que no es verdura y es de primera necesidad. Son los datos de un estudio sobre más de mil productos hecho por Facua que no incluye, porque Mercadona no publica catálogos, los precios de la primera cadena distribuidora de España. La misma organización de consumidores publicaba en diciembre de 2022 una encuesta sobre hábitos de consumo. Una de cada cuatro familias ha reducido la compra de verduras, hortalizas y frutas. Para pasar la crisis, comemos peor (o los hogares pobres comen peor).

La ocurrencia de Planas, un tic de creyente en el libre mercado, proporciona indicios de por qué el Gobierno de coalición no está aprovechando el momento de indefinición de la derecha. No ha sido el único signo, el jueves, el PSOE votaba en contra de una moción para recuperar los 45 días en la indemnización por año trabajado. Los socialistas que no aprecian la diferencia entre un despido con indemnización de 33 y otro de 45 días, los ministros que no notan el descontento en los pasillos del supermercado, que dicen frecuentar como cualquier españolito de a pie, no tienen las claves de qué puede estar fallando para que Eurosánchez, el presidente que vuelve loco a los medios internacionales, no termine de arrancar en las encuestas. El ser o no ser del PSOE se debe representar, a estas alturas de 2023, con una pieza de coliflor en lugar de con un cráneo: eso les puede dar una pista (he ahí la cuestión). 

Permiso
El titular de esta sección se toma una larga licencia hasta el próximo sábado 15 de abril.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Solo para socias
Solo para socias Nueva carta mensual: “Redactor en crisis”, por Pablo Elorduy
Después de La Semana Política, el coordinador de Política de El Salto regresa a un formato periódico.
La semana política
La semana política Lo que pasó, pasó
Hora de algunas despedidas. Ada Colau tiene difícil volver a ser alcaldesa de Barcelona y la izquierda tiene difícil volver a convocar el espíritu de una época en la que pudieron cambiar muchas cosas.
La semana política
La Semana Política La nave del misterio electoral
La compra de votos en Melilla y otros puntos del Estado agita la última semana de campaña y muestra el auge del conspiracionismo.
RamonA
25/2/2023 13:26

Coliflor en mano, el PXXE ya no está en el ser o no ser. Ha decidido ser… como el PP. Después, que te venga con programa publicitario de izquierdas.

3
0
Gobierno de coalición
Política institucional Pedro Sánchez no dimite: “He decidido seguir”
El presidente del Gobierno vuelve a sorprender y anuncia que no se va. Sánchez se encarama como cabeza visible de un movimiento cívico contra la intoxicación política.
Gobierno de coalición
Encuesta del CIS El amago de Sánchez refuerza al PSOE a costa del espacio a su izquierda
La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas refuerza al PSOE, que recupera la primera posición en intención de voto.
Análisis
Análisis Sánchez gana su “moción de confianza popular”
La audacia de la jugada que termina hoy con la permanencia de Sánchez en La Moncloa tiene aristas, pero le vuelve a colocar como vértice de un movimiento de regeneración que hace años pasaba por impugnar al propio PSOE.
Inflación
IPC La inflación interanual de abril se situó en el 3,3% y la subyacente baja hasta el 2,9%
El incremento de una décima se debe, principalmente, a la subida de los precios del gas en comparación a la caída del año pasado y al aumento de los precios de la alimentación.

Últimas

El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Desempleo juvenil
Desempleo juvenil Extremadura lidera el desempleo juvenil en España
La tasa de desempleo juvenil ha aumentado trece puntos hasta alcanzar un 44,91% de paro. Más de 20.000 jóvenes han migrado en los últimos años.
Palestina
Bloqueo israelí Activistas toman el embarcadero de El Retiro en favor de la Flotilla a Gaza, bloqueada por Israel
“La Flotilla, rompiendo el bloqueo”, han coreado activistas que han desplegado pancartas y banderas palestinas en el embarcadero del Retiro en un homenaje a la Flotilla de la Libertad.
Más noticias
Tribuna
Escuela pública madrileña Del tupper war a #MenosLectivas: razones para la huelga de la educación pública madrileña en tres actos
Más de una década después de los inicios de las movilizaciones de la Marea Verde, el proyecto neoliberal se ha profundizado, pero las respuestas también se están articulando.
Palestina
Palestina Misión incumplida: sobre la cobertura de El Salto de la Flotilla rumbo a Gaza
Queremos dar una pequeña explicación a nuestra comunidad y, especialmente, a las personas que con su suscripción permiten que un medio como el nuestro, que es una rara avis en el contexto político y social en el que vivimos, salga adelante.
País Valenciano
Diada valenciana El País Valencià asume “la voz de todo un pueblo” por el 25 de abril
El 27 de abril, las calles de Valencia fueron testigo de la manifestación valenciana en conmemoración del 25 de abril, una fecha con un alto significado histórico para el País Valencià.
Galicia
Política autonómica Redes clientelares, falta de autogobierno y consensos neoliberales: las claves del Gobierno gallego sin Feijóo
Políticas y analistas desgranan la hoja de ruta de la primera legislatura gallega de la era post-Feijóo: reforzamiento de los hilos de poder locales, falta de vocación autonómica, complejo de inferioridad y una marcada agenda neoliberal.

Recomendadas

Genocidio
Genocidio Rebelión en las universidades y acampadas: ¿una primavera antisionista?
Los principales aliados de Israel, Estados Unidos y Alemania, están siendo testigo de un desborde en las protestas contra el genocidio.
México
América Latina México a las urnas: los claroscuros de AMLO y la primera presidenta
Todo apunta que el 2 de junio, por primera vez en la historia, una mujer llegará a la presidencia. Claudia Sheinbaum, sucesora de Andrés Manuel López Obrador, se presenta como “hija del 68” en un país todavía asolado por el conflicto interno.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Vivir y resistir en Andalucía, la comunidad con más desahucios del Estado español
En Andalucía, la comunidad con mayor número de desahucios, se producen 11 al día. En todo el territorio surgen experiencias que luchan por la vivienda digna en un lugar donde tener un techo “se ha vuelto una utopía”.