Huelga general
¿Para cuándo una huelga general de verdad?

Para impugnar, con seriedad, las políticas de las élites neoliberales son necesarias tres circunstancias: izquierdas institucionales dispuestas a desobedecer, agendas políticas, sindicales y sociales continentales, y un contrapoder fuerte y no mediado por el teatro de la política. Sin la interacción de esos tres planos, la derrota está garantizada.

Huelga genenral pensionistas
El momento de la incorporación de la columna sindical a la manifestación encabezada por los pensionistas. Gessamí Forner
Aitor Balbás Ruiz

@aitorbalbasruiz

13 feb 2020 00:05

Las decisiones económicas importantes que afectan a cualquier región de nuestro continente no se toman en Pamplona. Ni en Vitoria ni en Madrid. Las decide la Troika, preferentemente a través del Banco Central Europeo. En los últimos años sólo un gobierno europeo ha osado desafiar las medidas de ajuste estructural. Fue en 2015 en Grecia, y la izquierda institucional helena que, en clave de país, se atrevió a echar aquel pulso acabó claudicando, a pesar del apoyo social mayoritario que había obtenido a través de un referéndum.

Para impugnar, con seriedad, las políticas de las élites neoliberales europeas son necesarias tres condiciones. En primer lugar, que haya izquierdas institucionales dispuestas a desobedecer. En segunda instancia, que haya organizaciones y agendas políticas, sindicales y sociales continentales cuyos fantasmas vuelvan a recorrer Europa. Y, por último, que exista un contrapoder fuerte y no mediado por el teatro de la política. Sin la interacción de esos tres planos, la derrota está garantizada. Y el fascismo sigue avanzando.

Huelga general
Somos pueblo y somos clase trabajadora

No podemos pensar la extensión en el tiempo de esta huelga francesa sin integrar las características del movimiento de los chalecos amarillos, que se ha inscrito difusamente en las categorías de los humillados (desdentados, analfabetos, escoria, proletarios, lumpen, salvajes).

Respecto a lo primero, la desobediencia institucional brilló por su ausencia cuando Geroa Bai y EH Bildu capitanearon las dos principales instituciones navarras entre 2015 y 2019. La posibilidad de desafiar la regla de gasto nunca estuvo encima de la mesa, ni siquiera en la forma poco arriesgada de la declaración política o del gesto simbólico. A día de hoy, la socialdemocracia consiste justo en eso: asumir las políticas neoliberales emitidas desde Bruselas y participar de la representación sin impugnar el modelo. En el caso del consistorio pamplonés, el alcalde de EH Bildu llegó, incluso, a celebrar la elevada calificación que le otorgaban las agencias de rating a la máxima institución municipal navarra, esas mismas que poco antes habían alfombrado el camino para destrozar la economía griega.

La mayoría de los agentes que han convocado la reciente huelga general en Navarra, con LAB a la cabeza, se plegaron a la agenda de esa izquierda institucional que había descartado desobedecer a la Troika.

Durante dicha legislatura, la mayoría de los agentes que han convocado la reciente huelga general en Navarra, con LAB a la cabeza, se plegaron a la agenda de esa izquierda institucional que había descartado desobedecer a la Troika. Hubo excepciones puntuales por parte de ELA y de algunos colectivos sociales, pero la estrategia general fue la de replegarse para dar tiempo a que la labor de los compañeros y compañeras del frente institucional diera sus frutos. Se disciplinaron las correas de transmisión y se arrinconaron las voces críticas. Se demandó la paciencia que, tras el fiasco electoral de 2019, esos mismos organismos han convertido en prisa.

Respecto a la dimensión internacional e internacionalista, cada movilización que deja de incorporar el marco continental, es un clavo en el ataúd para los escenarios emancipadores. Más aún cuando vemos que el fascismo cabalga desatado por distintas provincias europeas alimentando proyectos soberanistas racistas y xenófobos. Por su parte, la (re)constitución de nuevas institucionalidades de contrapoder autónomo se encuentra, en Euskal Herria, en fases embrionarias.

Y en estas, una huelga general en Euskal Herria.

Respecto a Navarra, el seguimiento en los polígonos industriales fue entre pequeño y mínimo; el transporte público urbano, el privado interurbano y los camiones de la logística circularon con normalidad; el comercio estuvo abierto de forma mayoritaria (¡una tercera parte de las tiendas del Casco Viejo de Pamplona con las persianas levantadas!); la administración funcionó sin mayores contratiempos; las PYMEs a pleno rendimiento; y solo tuvo un eco amplio en los centros educativos cuya lengua vehicular es el euskera. Podrá decirse que en el noroeste fue un éxito, pero en esas comarcas sólo vive el 10% de la población de la comunidad foral. Podrá decirse, también, que tuvo un seguimiento desigual en los distintos sectores, pero ese tipo de aproximaciones ambiguas suelen emplearse a modo de cortinas de humo. Porque lo cierto es que no se consiguió detener, ni siquiera parcial o simbólicamente, la cadena de valor capitalista. No se interrumpieron la producción de plusvalía, la venta de fuerza de trabajo, ni la reproducción feminizada de la vida. No consiguió interpelar al grueso de los segmentos precarizados y proletarizados, aunque seguramente cubrió el expediente de otros objetivos políticos. En este sentido, todo apunta a que las elecciones de la CAV han sido determinantes.

La huelga sólo movilizó a quienes previamente compartían la inmensa mayoría del programa, a quienes ya estaban de acuerdo. O sea, a una minoría que es grande, pero que es minoría al fin y al cabo.

Hubo manifestaciones muy concurridas, cierto, pero inferiores a las de la huelga feminista del ocho de marzo del año pasado. Y también fueron menores que las de la huelga unitaria de 2012 con CCOO y UGT. Atendiendo al impacto global de la jornada, es decir, a la suma de las movilizaciones en la calle y de los paros en los centros de trabajo, esta huelga general ha estado por debajo de las convocadas en jornadas diferentes, pero contiguas, de ELA y LAB por un lado, y de CCOO y UGT por otro. Se situaría, eso sí, por encima de las huelgas que la izquierda abertzale impulsaba en solitario en épocas pasadas. Pero sólo por encima de ese tipo de huelgas generales organizadas por motivos exclusivamente políticos y no laborales.

Es cierto que la jornada consolidó la dimensión social de huelgas generales anteriores. Sin embargo, su concepción y desarrollo respondieron a la misma lógica que ha conducido a vías muertas en el pasado. Sólo movilizó a quienes estaban previamente de acuerdo y, tácticamente, a pesar de los relatos triunfalistas, su menor capacidad de convocatoria respecto a la anterior huelga del 8M, supone un paso atrás. No es verdad que se haya acumulado potencia política, al contrario, ha ensanchado más que difuminado las fisuras sociales, sindicales y políticas previas.

Con una apelación muy codificada y rígida, le ha faltado la transversalidad que le sobró a la huelga feminista que se dirigía a todas las mujeres, con independencia de adscripciones identitarias y con un anclaje de clase nítido, poniendo el conflicto de la economía de los cuidados en el centro. Por último, y en lo que se refiere al campo de la ruptura (libertario, autónomo, anticapitalista, comunista), se ha subordinado, una vez más, a la agenda del sindicalismo liderado por la aristocracia obrera vasca y basado en la colaboración de clases. Y con ello, ha debilitado sus propias hipótesis y sus marcos de acción sociales, sindicales y políticos.

En todo caso, es sorprendente la falta de autocrítica de los organismos convocantes. Todo recuerda un poco a esa pareja de mus que, yendo de contramano, corta el descarte sin pares ni juego y que, en el desastre posterior del recuento, te explica que llevaba treinta, para a continuación detallar las bondades de su estrategia. Y da un poco igual que le cuentes que es una mala jugada... lo hagas en salacenco, en código morse o con sombras chinas. Llevas muchos años diciéndoselo, pero sabes que volverá a hacerlo. Porque, por encima de todo y más allá del resultado, el problema es que lo único que realmente le divierte es jugar a su juego. Por eso nunca ha sido buena jugando en equipo.

Y otro patxaran sin hielo, por favor.

Huelga general
Voces después de la huelga

Dos semanas después de la huelga convocada en Euskal Herria abrimos un espacio para los análisis y el debate desde los movimientos. En lo próximos días publicaremos diversos textos de valoración.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Huelga general
Huelga general Piquetes de mañana y manifestaciones de tarde, así ha sido la huelga general por Palestina
La principal central sindical convocante, CGT, cifra en más de 150.000 las personas que han participado en el conjunto de las actividades del Estado.
Palestina
Huelga General El Estado español se prepara para la primera huelga general y jornada de lucha en solidaridad con Palestina
La solidaridad con Palestina y Líbano es el eje principal de la jornada. Una solidaridad internacional de la clase obrera que usa sus mejores armas, la huelga y movilización en la calle, para demandar al gobierno español que corte toda relación con e
Huelga general
Huelga por Palestina CGT y Solidaridad Obrera convocan una huelga por Gaza el 27 de septiembre
La iniciativa, impulsada por CGT y Solidaridad Obrera, toma fuerza en al menos 50 localidades del Estado español. A 48 horas de la cita, ya hay más de 100 convocatorias descentralizadas entre piquetes, concentraciones y marchas.
#47676
18/2/2020 16:42

Un articulo muy bueno.

0
1
#47673
18/2/2020 15:55

COMPLETAMENTE DE ACUERDO CON EL ANALISIS.

1
1
#47537
16/2/2020 11:52

Aitor, mudate a Madrid o algo anda...

2
0
#47475
15/2/2020 3:12

¿No decis en "El salto" que no permtís publicidad del IBEX? Aquí se os a colado uno.
¿Analisis? ¿Que analisis? Esto ya lo hemos oído de la izquierda "desobediente" (jaja). Propugnar desde el sillón que los demás se queden en el sillón.
Los griegos ahora tienen a la derecha, y vuelta a empezar. Si quieres desobedecer no te apuntas al sistema politico indtitucional y te organizas fuera del sistema, que considero que eso de por sí ya es desobecer. Lo que tú dices es sencillamente una gilipollez.

6
0
#47471
14/2/2020 18:04

"En todo caso, es sorprendente la falta de autocrítica de los organismos convocantes. " Que esto lo diga el autor del articulo me resulta dificil de creer, consejos vendo.
Cuando los analisis se hacen con el unico objeto de criticar al resto, dejan de ser analisis para convertirse en otra cosa....Desde despecho y la frustracion mal llevadas, es dificil aportar. Animo.

11
0
#47470
14/2/2020 17:49

Aitor tiene un ego que no cabe en las páginas de este medio.

9
0
#47459
14/2/2020 13:21

¿Para cuándo un El Salto en el País Vasco sin Aitor?

11
0
#47458
14/2/2020 13:16

Pues menos mal que ante ese fracaso de los partidos que están en la institución tenemos a Aranzadi... ¡AH, NO Aitor! Que se me olvidaba que tu Aranzadi se ha quedado fuera de toda institución por no tener ni idea de lo que significa hacer política!

Bueno, pues menos mal que tenemos a esos movimientos sociales fuertes en los que tú participas... AH! NO, Aitor, que tú no participas en nada porque tú soberbia ha hecho que no estés en nada porque te crees mejor que todo el mundo...

12
0
#47457
14/2/2020 13:13

Sobre todo viendo cómo otros supuestos movimientos de izquierda se esfuerzan en boicotear lo que no controlan, qué cara!

10
0
#47439
13/2/2020 21:37

Muy buen analisis.

1
13
#47414
13/2/2020 13:11

Venga Aitor pintxa la pelota!

7
0
Galicia
Galicia ¿Quién es quién en Greenalia? La empresa que quiere otra celulosa en Galicia y arrasa olivares en Andalucía
Los tentáculos del entramado empresarial tras esta corporación tocan a gran parte de la oligarquía gallega. Desde medios de comunicación como 'La Voz de Galicia' hasta equipos de fútbol como el Deportivo o entidades financieras como Abanca.
Salario mínimo
Pacto bipartito Trabajo y sindicatos acuerdan la subida del salario mínimo en 50 euros sin el apoyo de la patronal
Díaz anuncia un acuerdo con los sindicatos que llevará al Congreso de Ministros de forma “inminente” la propuesta del Ministerio de Trabajo. Los sindicatos proponían una subida de 66 euros y la patronal, de 34 euros.
Hidrógeno
Descarbonización Los planes de expansión del hidrógeno en Europa chocan con la falta de energía verde para producirlo
La escasez de hidrógeno producido con renovables y el exiguo desarrollo del aluvión de proyectos anunciados ponen en entredicho la estrategia de descarbonización en Europa, según un informe de Global Energy Monitor.
Madrid
Justicia El fiscal general del Estado, en el alambre, declara como investigado ante el Supremo
Álvaro García Ortiz acude al alto tribunal a explicar su versión de las filtraciones denunciadas por el entorno de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Es la primera vez que un fiscal de su categoría declara como investigado.
Pensiones
Revalorización de las pensiones Los pensionistas no se fían y salen a la calle tras el rechazo al decreto ómnibus
Coespe convoca a manifestarse este viernes 31 frente a la sede del PP tras la “posición negativa de la derecha ultranacionalista, sea española o catalana”.
Crímenes del franquismo
Víctimas de la dictadura Admitida a trámite otra querella por los crímenes del franquismo en Madrid
Carlos Serrano Suarez denuncia que fue sometido a torturas por parte de cinco policías de la Brigada Político Social. El juzgado número 41 ha decidido abrir el caso, algo que desde CEAQUA califican como “excepcional”.
Opinión
Opinión Monetizadores de la estupidez
Ser un chalado anticiencia puede llevar a pasearte por radios, televisiones y streamings porque eres rentable para gente sin un mínimo de ética periodística.

Últimas

El Salto Radio
EL SALTO RADIO Cultura y resistencia desde América del sur
Cuatro historias sonoras de experiencias creativas y comunitarias en algunas ciudades de Perú, Argentina y Paraguay
Opinión
Opinión Un monstruo camina sobre suelo urbanizable
El cojín socioeconómico y cultural que sostiene los sucesivos desfalcos del PP valenciano solo se entiende desglosando un ecosistema alimentado por la catalanofobia y las fiestas con toros.
Editorial
Editorial Ni puto caso
No habrá dividendos en un mundo en llamas, no habrá bonus en un mundo invivible. No somos agoreros, lo dice la ciencia.
Más noticias
Sanidad
Sanidad privatizada Óscar López vuelve a ceder al chantaje de las aseguradoras y aumenta un 41% el dinero para Muface
El gobierno aprueba en el Consejo de Ministros un aumento de las primas para las aseguradoras privadas del 41,2%, superior al que en un primer momento estas empresas demandaban.
Euskal Herria
Justicia Aplazado el juicio contra los activistas por el paso de migrantes durante la Korrika
La vista se retrasa al 7 de octubre para que el tribunal pueda responder a las preguntas de los abogados. Los acusados han presentado más de 3500 autoinculpaciones recogidas con la campaña “J'accuse”
Madres protectoras
Justicia Colectivos feministas piden medidas para asegurar un juicio justo a una madre protectora acusada de secuestro
Las organizaciones piden que se tome en consideración la denuncia por abusos sexuales contra el progenitor, los intentos de la mujer por buscar medidas de protección en España y el arrancamiento de su hija.

Recomendadas

Crímenes del franquismo
Isabel Alonso Dávila “El franquismo fue una máquina de fabricar miedo y dolor hasta el final”
Detenida en Granada en 1974 y 1975 por su vinculación con el movimiento estudiantil antifascista de la época ha presentado la primera querella en Andalucía por Crímenes contra la Humanidad en la dictadura franquista
Jaén
Andalucía Lopera no quiere que Greenalia especule con sus olivos
Decenas de pequeños olivareros de la Campiña Norte de Jaén podrían perder sus terrenos en beneficio de una empresa que quiere talar los árboles para instalar siete parques fotovoltaicos.
Redes sociales
Nuevas normas Meta abraza el discurso de odio y desafía la normativa anti discriminación
La plataforma de Mark Zuckerberg anunció cambios en sus normas: cuando empiecen a aplicarse, los comentarios misóginos y LGTBIAQ+fobos no violarán su política, pero existen herramientas para denunciar el discurso de odio.
Cómic
Cómic Cómo la gentrificación del webcómic explica el estado de internet y de la cultura actual
Las nuevas generaciones leen viñeta a viñeta en la pantalla del móvil y las plataformas rentabilizan la parte del león de las visitas e influyen en el tipo de historias y estilos que se leen o no.