We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Explotación laboral
Condiciones indignas de trabajo en una empresa de Aceuchal (Badajoz)
Un sector “indignificado”, donde las trabajadoras dedicadas a la limpieza y el desgrane de los ajos realizan sus tareas sentadas sobre cajas de fruta y donde se obedece al principio de que “mientras hay ajo hay trabajo”, lo que hace que se vivan jornadas interminables de hasta once horas continuadas en el tajo, dependiendo de la voluntad de la dirección y sin poder planificar conciliación laboral ninguna. Esa sería la situación de unas ocho cooperativas de la comarca de Tierra de Barros.
En las que han podido ser visitadas por CCOO, esta organización afirma que “utilizan todas las mismas prácticas; la diferencia es que en este caso las trabajadoras se han organizado, llamaron al sindicato que las visitó y vio sus condiciones, consiguieron que el empresario ajustara el salario pero, posteriormente, despidió a las cinco compañeras que lo promovieron con una actitud mafiosa”.
El contenido de la denuncia se dirige en lo concreto a la situación que sufren cinco trabajadoras de la sociedad cooperativa Ajos Tierra de Barros, despedidas “solamente por reclamar el salario y la jornada que marca el convenio” y cuya situación judicial será defendida por el sindicato CCOO.
“Utilizan todas las mismas prácticas; la diferencia es que en este caso las trabajadoras se han organizado, llamaron al sindicato que las visitó y vio sus condiciones, consiguieron que el empresario ajustara el salario pero, posteriormente, despidió a las cinco compañeras que lo promovieron con una actitud mafiosa”
Los problemas que han tenido estas trabajadoras en esta cooperativa, explica Satu Lagar, secretario general de CCOO de Industria de Extremadura, “son extensibles al resto de cooperativas de la zona, en las que la intervención sindical es complicada por las resistencias de los empresarios que quieren seguir actuando con impunidad”.
Este sector se encuentra mayoritariamente feminizado, por lo que Comisiones Obreras alerta de que “los empresarios se aprovechan de su mayor necesidad y debilidad económica para precarizar sus condiciones con la amenaza de no llamarlas a trabajar si no cumplen con jornadas interminables, mal pagadas, a destajo y en instalaciones que en algunos casos rozan lo tercermundista”. Precisa el sindicato que “quienes afirman que en el campo falta mano de obra se confunden. [...] lo que falta en el campo extremeño son derechos y dignidad. Cuando mejoren las condiciones laborales y la sensibilidad humana de algunos empresarios se verá como desaparecen los problemas de mano de obra”.
Este contencioso se enmarca, además, junto a una realidad laboral de los trabajadores y trabajadoras del campo extremeño, e industrias asociadas al mismo, objeto de constantes denuncias, con incumplimiento de la normativa laboral por parte de numerosos empresarios del sector, ignorancia de las garantías y derechos laborales e incluso con un convenio colectivo del campo encallado y que el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura declaró nulo en enero. Esta circunstancia provoca, según distintas fuerzas sindicales, una completa indefensión de las personas empleadas en el sector, propiciando todo tipo de prácticas irregulares donde todavía se llega a cuestionar, por parte de la patronal, la simple aplicación del ya aprobado Salario Mínimo Interprofesional.
Extremadura
Convenio del campo Sindicato 25 de marzo demanda condiciones laborales dignas en el convenio colectivo del campo
Por su parte, el Sindicato 25 de Marzo ha venido desarrollando en este sentido una intensa campaña de información y denuncia de las condiciones de trabajo en el sector hortofrutícola, incluso con caravanas y asambleas en diferentes pueblos. Como afirma esta fuerza sindical, la situación se resumiría en “tres años sin renovar el convenio del campo ante una patronal insensible que pretende bordear la ley y no incluir el SMI con la jornada actual. Su intención durante estos tres años es, por muy increíble que parezca, aumentar la jornada laboral en el campo a cambio de incluir el SMI, lo cual supone una flagrante amenaza a la dignidad de los jornaleros y jornaleras en Extremadura porque implica, ni más ni menos, que después de tres años de negociaciones el resultado final sea una reducción del salario en el campo”.
Las trabajadoras dedicadas a la limpieza y el desgrane de los ajos realizan sus tareas sentadas sobre cajas de fruta y donde se obedece al principio de que “mientras hay ajo hay trabajo”, lo que hace que se vivan jornadas interminables de hasta once horas continuadas en el tajo, dependiendo de la voluntad de la dirección y sin poder planificar conciliación laboral ninguna
Como muestra del estado de cosas creado, mencionan desde 25 de Marzo que “en Torre Alta, por ejemplo, si la máquina se para las trabajadoras no cobran esas horas. Les regatean las peonadas de la seguridad social. E incluso les apuntan el número de veces que van al baño. Hace dos años la Asociación 25 de Marzo denunció ante la Inspección de Trabajo a la empresa, que no pagaba el salario mínimo. Pero, por lo que se ve no sirvió de mucho… Y otro tanto podría decirse de algunas de las otras grandes centrales, como Tany Nature, donde a centenares de trabajadoras y trabajadores se les niega la condición de fijo discontinuo a pesar de llevar currando allí seis, ocho o diez temporadas. O en Haciendas Bio, donde la empresa ha impuesto un sistema de recogida de fruta a destajo, algo completamente ilegal y que no ha sido capaz de implantar en otros centros de trabajo”.
Por su parte, paradójicamente y coincidiendo prácticamente en el tiempo con estas denuncias de vulneración de derechos laborales básicos, Juan Metidieri, presidente de APAG Extremadura ASAJA, la patronal agraria extremeña, ha denunciado la recepción por parte de agricultores y ganaderos extremeños de cartas enviadas desde el Ministerio de Trabajo en las que se amenaza con inspecciones de trabajo.
En la Unión Europea, España es el principal productor de ajo, con el 57% de la producción, en una superficie de 27.348 hectáreas dedicadas a este cultivo. La principal zona de producción es Castilla La Mancha, con unas 19.150 hectáreas cultivadas, seguida de Andalucía con 4.940; Castilla y León, con 1.740; Madrid, con 810 y Extremadura con aproximadamente 500 (datos de 2019). En esta última comunidad autónoma la producción está concentrada en el entorno de la localidad de Aceuchal, donde se calculan en más de 600 las mujeres empleadas en el sector. Anualmente, el corte y recolección del ajo genera aproximadamente 900.000 jornales en todo el Estado español.