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Especulación inmobiliaria
All Iron, los emprendedores vascos que turistifican ciudades y aspiran a dirigir el Athletic
Hubo un momento en la historia del capitalismo vasco en que el hierro de Bilbao era una materia prima fundamental para los empresarios británicos. La mano de obra semiesclava, los mineros de la margen izquierda, excavaban los alrededores de la villa hasta que se topaban con el preciado material. Cuando avistaban el hierro puro gritaban: “All Iron”. Se dice que, como compensación, quien lo encontraba recibía una limosna extra. “Alirón”, una vez interiorizado por los trabajadores locales, se convirtió en un grito de victoria. Es posible escucharlo en las gradas de San Mamés, desde la tribuna hasta la zona VIP situada en el palco. Allá por 2009, justo cuando explotó la burbuja inmobiliaria, este nombre adquirió un nuevo significado: dos jóvenes emprendedores, herederos de la fortuna familiar de banqueros industriales jubilados, levantaron 400.000 euros para el grupo de inversión especializado en activos inmobiliarios All Iron RE i Socimi S.A.
Uno de estos dos jóvenes, Jon Uriarte, es hijo del “faro económico del PNV” y exvicepresidente de BBVA, Pedro Luis Uriarte, a quien la Fiscalía Anticorrupción pidió 3 años de cárcel por ocultar las cuentas fraudulentas del banco: la jefatura superior había descubierto 225 millones depositados en paraísos fiscales. Este emprendedor se presenta ahora a la presidencia del Athletic Club y encabeza las encuestas entre acusaciones de “conflicto de intereses” por parte de Ricardo Barkala, el candidato jeltzale a la presidencia del club y máximo responsable de la Autoridad Portuaria de Bilbao, desde donde adjudicó 100.000 euros a una consultora acusada de cártel después de que fichara a su hermano, Javier Barcala. A ellos se suma una tercera candidatura, la de Iñaki Arechabaleta, adjunto al consejero delegado de Vocento. Antes había pasado por la consultora KPMG, El Mundo y El Correo. Alardea de contactos por haber vivido en Madrid.
Inicios controvertidos
Jon Uriarte se educó en la Deusto Business School (antes, estudió en la ikastola Lauro, además de en Jesuitas). Junto a su socio Ander Michelena, que venía de ICADE, crearon la plataforma Ticketbis en el año 2010. Tras varias rondas de financiación, en las cuales llegaron a movilizar 26 millones en poco más de un lustro, erigieron un gigantesco negocio de compra-venta de entradas de espectáculos. Se cuenta que iban por ahí, llenos de energía aunque dando lástima sobre su situación económica, con solo un PowerPoint en la cartera, buscando un sostén para su carrera emprendedora.
Finalmente vendieron Ticketbis en 2016 por 147 millones al gigante del comercio online eBay, quien había comprado la plataforma de pagos PayPal (fundada por Elon Musk) poco antes. Ello les permitió iniciar un negocio muy castizo, y se pasaron al negocio del ladrillo. De ser un portal de compra-venta de entradas para escuchar en directo a Camela a especular con inmuebles por toda España. Dada la reactivación inmobiliaria prevista, visión no les faltó a los jóvenes vascos que fundaron All Iron.
Ticketbis, la empresa con la que Jon Uriarte triunfó, fue señalada como “estafa” y “fraude” por su funcionamiento de especulación con entradas a eventos
Pese a su éxito, Ticketbis fue un negocio controvertido. Hay decenas de mensajes en la red señalando su mal funcionamiento y su cuestionable sistema. Fue calificado como “estafa” y tildado de “fraude”. Hay usuarios que denuncian incluso haber quedado sin escuchar cantar a Joan Manuel Serrat. Otros apuntan que el mecanismo de la reventa favoreció la especulación con la entradas, como denunció ante la Justicia River Plate, el mítico club de fútbol argentino. También existen denuncias cruzadas entre Ticketbis y promotoras de artistas.
Primero conquistaron las metrópolis
El resto del team de All Iron, según se hacen llamar en la compañía, se encuentra conformado por doce emprendedores exitosos (o “successful entrepreneurs”, de la manera en que se autodenominan). Diez hombres y dos mujeres. Algunos, formados en grados universitarios de áreas económicas en la Deusto Business School, que cuestan más de 8.000 euros; otros, en la Universidad Pontificia de Comillas (ICADE), una institución católica dirigida por la Compañía de Jesús que ofrece másteres a más de 1.800 euros al mes.
Ahora bien, ¿cómo ha conseguido esta kuadrilla de entrepeneurs crear un grupo de inversión con una posición cada vez más poderosa en el mercado inmobiliario español? Todo comenzó especulando con el suelo de Euskal Herria: ese fue su primer gol. Las instituciones de Euskadi y Navarra principalmente, recibieron con los brazos abiertos las inversiones del All Iron, dinero que venía como agua del cielo para reactivar las macro-operaciones urbanísticas que enterró la crisis de 2008.
¿Cómo ha conseguido esta 'kuadrilla' de 'entrepeneurs' crear un grupo de inversión con una posición cada vez más poderosa en el mercado inmobiliario español?
Iruñea, Bilbao, Gasteiz y Donostia son ejemplos de ciudades que, gracias a los planes de este fondo, han experimentado la reconstrucción de edificios en zonas históricas y una mayor cantidad de espacios turísticos dentro de sus barrios. El pasado verano, All Iron anunció la compra de un edificio de casi 1.500 m2 y dos plantas en el parque Yamaguchi de Iruñea. 3,7 millones de euros de inversión para facilitar la vida a los turistas, como explicaba la inmobiliaria Idealista. Yamaguchi es un parque con una gran colección botánica, emparejado con otro a miles de kilómetros, en la ciudad japonesa del mismo nombre y hermanada con Iruñea desde hace 40 años. En la misma línea “turistificadora”, compraron en el año 2021 un inmueble de cinco pisos y 2.000 m2 en Bilbao por 5,1 millones y para levantar 45 pisos turísticos.
En total, en Euskal Herria All Iron RE i Socimi S.A. tiene tres edificios en Bilbao, dos en Gasteiz y uno en Iruñea, como informan en su cartera de negocios. Este grupo de inversión posee más de 15.200 metros cuadrados entre las tres ciudades. O, lo que es lo mismo, 213 apartamentos. A ello se han de sumar 70 plazas de aparcamiento y un local comercial. Por su parte, en Donostia abrieron un hostel con 25 habitaciones y 124 camas en el barrio El Antiguo, cuyo arrendatario es Líbere hospitality, firma de la que la socimi es propietaria desde 2020.
La cadena de hoteles Líbere posee establecimientos en Gasteiz, Bilbao, Granada, Valencia y Madrid, y otros nuevos que abrirá, próximamente, en Córdoba, Málaga y Donostia, según anuncian. Con todo, la expansión hacia el resto del Estado español de esta marca no ha hecho más que empezar: la última inversión de la socimi especializada en alquiler de corta y media estancia, que ascendió a 111 millones de euros, se destinó a la compra de nueve activos en Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Granada y Donostia, que aportaron 316 habitaciones más al grupo.
Recientemente All Iron, comandada por Jon Uriarte y Ander Michelena, ha llegado a Málaga y por 7 millones ha adquirido un inmueble residencial de 1.350 m2, con veinte apartamentos operativos, y varios locales comerciales de 152 m2. El fin: turistificar, aún más, el centro de la ciudad andaluza. Mismo objetivo que han seguido en Madrid al comprar Hotel Tryp Chamberí por 18,5 millones de euros, los Apartamentos Naitly Cuatro Torres y un edificio de 1.000 m2 en el barrio Salamanca por el que ha pagado 2,72 millones de euros.
En total, la cartera de All Iron asciende a 735 apartamentos, de los que 158 están actualmente en explotación. Entre ellos, 200 habitaciones para hospedaje en Budapest, donde poseen 4.123 m2, en el distrito VII de la ciudad. En esa ciudad, esperan que, con una galería comercial y una zona aparcamiento, finalmente la superficie ascienda a 25.000 m2. La apertura al público está prevista en 2023.
Un fondo para todos
La rentabilidad de sus iniciativas ha contribuido a que All Iron Ventures creara en junio de 2022 un fondo de venture capital, All Iron Ventures Fund I, dotado con 110 millones de euros. “El objetivo ha sido precisamente evitar esa tiranía del horizonte temporal para invertir con una visión a más largo plazo. Estamos regulados por el régimen de VC, que nos obliga a liquidar el vehículo en 10 años, pero no tenemos plazos de inversión establecidos”, señalaba Ander Michelena, Socio Fundador de All Iron, en un evento del Foro CVC organizado por Capital & Corporate, gracias al patrocinio de su grupo, Iberdrola, Red Eléctrica y Bankinter.
A principios de este mes de junio, All Iron RE i Socimi S.A. también lanzó su primer fondo de fondos, AIV Bilbao FDF I, incrementando los activos bajo su gestión hasta los 140 millones de euros gracias a la confianza de más de 180 inversores. Como explicaba Cinco Días, su objetivo es invertir en fondos de inversión europeos especializados en startups con distintas fases de desarrollo. En otras palabras, invertir de manera indirecta en no menos de 300 startups del ámbito tecnológico, con una inyección media por compañía de 2 millones de euros. “Somos insiders de la industria”, señalaba Diego Recondo, socio y director general de All Iron. Al menos el 75% del dinero se dirigirá a inversiones en Europa (incluyendo Reino Unido), y excluyendo España, para evitar un potencial conflicto de intereses. Estos movimientos tratan de incrementar su rentabilidad empresarial. La empresa cerró el pasado ejercicio con unos ingresos de 1,36 millones de euros, un 9% más que en 2019, a pesar de la pandemia. La compañía redujo las pérdidas de explotación hasta los 173.153 euros. A finales de 2020 alcanzaba los 57 millones en capital y el número de sus accionistas, desde entonces, se ha multiplicado por tres, superando ya los 350.
La familia Uriarte-Uranga
Más allá de la fábula popularizada por Silicon Valley, ningún emprendedor se ha fraguado en un garaje, más bien en alguna que otra alta cuna. Siguiendo el refranero, la realidad es que los creadores de All Iron (o Ticketbis) nunca han caminado sin línea de vida, ni descalzos.
Como se ha explicado, el padre de Jon Uriarte es Pedro Luis Uriarte, quien fuera consejero de Economía y Hacienda en el primer Gobierno Vasco posterior a la Transición, en 1980. Posteriormente, Pedro Luis fue consejero delegado y vicepresidente del Consejo de Administración del Banco Bilbao Vizcaya (BBV). Más tarde, ocupó el mismo puesto en el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y también fue el primer presidente de Innobasque, Agencia Vasca de la Innovación, entidad privada creada a instancias del Gobierno Vasco en 2007 como instrumento de coordinación e impulso del sistema vasco de ciencia, tecnología e innovación.
El periodista Orio Malló revela en El libro negro del BBVA que un joven estudiante, Pedro Luis Uriarte, buscó en 1966 al jesuita Luis Bernaola para que lo recomendara en algún banco vizcaíno. No lo hizo, pero le dio el pase a General Eléctrica, lo que fue una buena catapulta para formar cuadros capitalistas en ese esquema darwinista en el que solo sobreviven “los más aptos”. Tras su paso por el Gobierno Vasco volvería a su casa, su banco, pero se situaría en la cúspide y se encargaría de la expansión latinoamericana. El banco lo jubiló junto a Emilio de Ybarra y Churruca y les premió con 57 millones de euros por los servicios prestados.
Los miembros de All Iron que quieren dirigir el Athletic Club son hijos de exdirectivos del BBVA y fondos de inversión como Qualitas.
En concreto, Jon y Pedro Luis Uriarte (y su familia) poseen casi el 15% de la sociedad All Iron. Antes de la ampliación, Jon Uriarte como fundador contaba con 419.910 acciones (7,34%). La familia de Uriarte es la máxima accionista con medio millón de participaciones y un 8,74% del capital, gestionado a través de la empresa familiar Langarica, comandada por la madre de Jon Uriarte y sus dos hermanas, Ana y Nerea.
Los vínculos entre las relaciones familiares y el éxito empresarial del vehículo de inversión son absolutos. Hoy, Langarica S.A. posee el 5,13% de All Iron, con 500.000 acciones. El propio fundador posee el 4,31% a través de una entidad intermediaria con el nombre de All Iron Portfolio. Por otro lado, la madre de Jon Uriarte, María Emiliana Uranga, es la administradora de Langarica S.A., y sus hermanas, Nerea y Ana, son apoderadas. Tras la ampliación de capital, el número de acciones se ha elevado hasta las 9,7 millones, oficialmente registradas el 26 de julio de 2021. Antes las participaciones ascendían a 5,7 millones, es decir, cuatro millones menos.
Los 'entrepeneurs' de All Iron que quieren dirigir el Athletic Club a través de la presidencia de Jon Uriarte son, en realidad, hijos de exdirectivos del BBVA y de gestoras de inversiones como Qualitas.
El garaje de All Iron
Por su parte, Ander Michelena, confundador de All Iron RE i Socimi S.A., tiene en su haber el mismo porcentaje de la empresa (4,3% tras la ampliación de capital) que su socio Jon Uriarte. Según El Diario, su padre es Pedro Michelena, presidente del Consejo de Administración de All Iron RE i Socimi S.A. en 2019 y consejero de la socimi. Antes de la ampliación de capital, en 2020, Bikiak Capital, S.L. poseía una pequeña parte de All Iron, concretamente un 0,44%. Esta empresa estaba participada en un 100% por Michelena padre, también socio de Qualitas y exdirectivo del BBVA. Desde luego, salieron de un garaje, pero de un garaje de algún chalé de La Margen Derecha de la ría.
El family office de la familia Gassó, a través de la sociedad Gassbona 2006, una inversora que especula con alojamientos turísticos, ha elevado su peso dentro de All Iron de un 1,14% a un 5,28% en la última ampliación de capital de 18 millones. El número de acciones de All Iron RE I Socimi S.A. ha pasado de 11.648.491 acciones a 13.219.787 acciones.
Más allá del rompecabezas familiar y la amistad que une al equipo de All Iron y sus accionistas, impulsores y sostenes, se observan otros vínculos fuera de las fronteras vascas. Sin ir más lejos, la familia Polanco, que mantiene un 7% del grupo mediático PRISA, está estrechamente vinculada a Home Capital Rentals Socimi, empresa con la que saltaron al sector inmobiliario. En su lanzamiento, esta empresa, Home Capital Rentals era socio único de All Iron, contando también con Pedro Michelena en el consejo de administración.
All Iron quiere aumentar en 500 millones su capital. Para ello, compran y venden, compran y venden. Da igual que sea una entrada para un concierto de Camela que un edificio del casco histórico de alguna ciudad
En ese momento, por tanto, el presidente de la socimi vasca era también consejero de la empresa inmobiliaria recién creada y miembro del comité de inversiones de Q-Prime. Esta última fue el primer vehículo de inversión de la gestora de los Polanco, Qualitas. Entre los sostenes económicos de All Iron también se pueden listar otros capitalistas conocidos en la ecúmene vasca. Jon Riberas, máximo accionista del grupo de ingeniería automotriz Gestamp y la octava personas más rica de España, ostenta un 7,8% de la socimi All Iron y se encuentra en su consejo de administración. De cara al futuro, en concreto a 2024, All Iron RE i Socimi S.A. quiere aumentar en 500 millones su capital. Para ello, compran y venden, compran y venden. Da igual que sea una entrada para un concierto de Camela que un edificio del casco histórico de alguna ciudad.
Si finalmente Jon Uriarte se convierte en el presidente del Athletic Club lo dirán los socios, pero no hace falta un máster en Deusto Business School para darse cuenta de que utilizará el equipo de una manera similar a Florentino Pérez, aunque con un rostro más amable, joven, emprendedor, con el objetivo de expandir su negocio gracias a los contactos y las relaciones que permite el mundo del fútbol profesional. La ciudad marca bilbaína, entre cuyos bastiones más poderosos se encuentra el club rojiblanco, tratará de ser utilizada como el faro turistificador de All Iron. Ante esta realidad, también la hegemonía del PNV peligra o, al menos, su visión de la metrópoli. ¿Conquistarán Bilbao los fondos de inversión?
All Iron está posicionada como una de las empresas a seguir en el desarrollo y la inversión del ‘gaming’, como muestra su apuesta eGoGames. Esta empresa, según Lucas Gómez, del equipo de inversiones de All Iron, “abre una nueva rama de ingresos, al proveer una plataforma que permite ejecutar torneos basados en el nivel de habilidad de los gamers”. Allá donde haya margen para la financiarización de cada esfera de la vida estará All Iron. No podría sorprender que, una vez llegado el momento, si Jon Uriarte alcanzase la presidencia del Athletic Club, vendiera colecciones de NFT en las gradas, como si fueran perritos calientes, o convirtiera San Mamés en una experiencia inmersiva a la que el espectador accede con una gafas de Facebook.
Por el momento, Uriarte cuenta con el equipo que lideró la transformación digital del Barça con un negocio de más de 600 millones. “Lezama Tech Lab se hace para llegar rápido e implantar tecnología de vanguardia. El mundo del negocio del deporte se está acabando como modelo y las áreas que permiten crecer son la construcción de marca, establecer comunidades potentes y ofrecer servicios que están dispuestos a pagar,” explicaba Guillem Grael, integrante del grupo que lanzó la transformación digital del Barça.