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Elecciones
La Policía retiene e identifica a un fotógrafo por grabar a Abascal en el colegio electoral
Agentes de la Policía Nacional han retenido e identificado esta mañana de domingo al fotoperiodista Rodrigo Mínguez, colaborador de El Salto, por grabar con su móvil al presidente de Vox, Santiago Abascal, cuando ambos se dirigían a votar en el colegio público Pinar del Rey del madrileño distrito de Hortaleza. El fotógrafo, que iba acompañado de su madre, fue reducido por dos escoltas del líder ultraderechista vestidos de paisano, y tras identificarlo le comunicaron verbalmente que se le iba a “sancionar por un delito de odio”, asegura el fotógrafo a El Salto.
Tras identificarlo le comunicaron verbalmente que se le iba a “sancionar por un delito de odio”, asegura el fotógrafo a El Salto
Según el testimonio de Rodrigo, cuando se acercaba al colegio electoral situado en la avenida de San Luis de la capital vio a Abascal unos metros delante de él. “Seguí caminando y lo adelanté. Decidí informar, así que me di la vuelta y comencé a grabar con mi teléfono móvil. ¿Por qué está Abascal votando en un barrio obrero?, dije. Unos segundos después, dos escoltas vestidos de paisano se abalanzaron sobre mi, agarrándome por las muñecas y golpeándome en la pierna para ponerme contra el capó de un coche. Mi madre, que iba a votar conmigo, se acercó para recoger mi teléfono móvil, ya que me lo habían tirado al suelo. Le dieron un empujón y la hicieron caer”.
Después, los agentes de paisano pusieron a Rodrigo contra la pared mientras le gritaban. En ese momento le pidieron la documentación, mientras el fotógrafo reclamó a los individuos que se identificaran. “Niño, estás hablando con un agente de la Policía Nacional”, le respondió uno de los escoltas mientras un grupo de viandantes se aglomeraba ante ellos, relata Rodrigo. “Se te va a sancionar por un delito de odio, has grabado a un candidato en un día de elecciones”, afirma que le dijeron los agentes antes de reclamar una patrulla que llegó a los pocos minutos. “Tras hablar con ellos los escoltas, los agentes uniformados se acercaron a mí y me preguntaron por qué había insultado a los agentes, a lo que respondí que en ningún momento lo había hecho. Luego me preguntaron por qué entonces me habían retenido”. Los policías que llegaron en el coche patrulla le dijeron entonces que no tenía derecho “a grabar la cara” de los escoltas. Rodrigo respondió que era periodista, que estaba informando y que ni siquiera estaban uniformados.
“Uno de ellos afirmó que estaba incitando a la violencia y que yo había dicho que Abascal estaba votando en un barrio obrero cuando no era así...“
Los agentes replicaron entonces, siempre según la versión del fotógrafo, que debía llevar un chaleco de prensa. Rodrigo intentó entonces acreditarse como periodista, pero los policías rehusaron el ofrecimiento porque no tenían acceso a ninguna base de datos para verificarlo. “Uno de ellos afirmó que estaba incitando a la violencia y que yo había dicho que Abascal estaba votando en un barrio obrero cuando no era así, aseguró que quizás yo debía ser obrero, pero el presidente de Vox vivía en unos chalets de varios millones de euros unas calles más arriba”, relata Rodrigo. “Respondí que yo no había incitado a la violencia, que las cosas estaban muy tranquilas hasta que sus compañeros decidieron utilizar la violencia en mi contra”.
“Me fui a casa con una sensación desagradable y la impotencia de que ni siquiera el derecho más básico, como el de la libertad de información, está garantizado en este país”
Tras unos minutos, los agentes devolvieron a Rodrigo su documentación mientras su madre asistía atónita a la escena. Pudo marcharse, pero los agentes le siguieron a tres metros de distancia. “Los policías nos dijeron que nos iban a acompañar a votar”, según el fotógrafo, que tras dar una vuelta a la manzana pudo zafarse de los agentes y votar “tranquilamente”. “Salí del colegio y me fui a casa con una sensación desagradable y la impotencia de que ni siquiera el derecho más básico, como el de la libertad de información, está garantizado en este país”, apostilla Rodrigo.
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Yo lo que veo ahí, según explica el artículo de prensa, es que ese individuo está cometiendo "supuestamente" unos clarísimos y notorios delitos de organización criminal, organización terrorista, delito de rebelión (pues lleva armas también), injurias y terrorismo contra la instituciones públicas, quebranto de la constitución, estragos terroristas; todo esto "supuestamente" porque aquí tenemos democracia, etc.
Entonces, lo que se debe hacer es iniciar también el correspondiente procedimiento contra esos funcionarios públicos por unos "supuestos" graves delitos de omisión de perseguir delitos obvios, así como otros delitos, "supuestamente", como los de prevaricación, connivencia con esos delincuentes, etc.
Bueno, menos mal que todos esos gravísimos "supuestos" delitos serán enmendados por la vigente democracia y blablablá.