Elecciones Madrid 4M
Trazas de fascismo

Votar es una opción, pero no basta. Será duro pero hay que reapropiarse del discurso, el marco y la palabra y tomar los espacios otra vez para ocuparlos sin trazas de fascismo, para pisar las calles nuevamente.
Campaña Electoral 4M PP
Carteles de la campaña electoral del PP para la Comunidad de Madrid. No CC David F. Sabadell
Paula Llaves
1 may 2021 06:00

Yo, por poder comer, como de todo. Me libré de la alergia al cacahuete, a la lactosa, al gluten y al marisco. Sin embargo, tengo una severa intolerancia al fascismo y a sus derivados. Tal vez por eso lo detecto rápido, aunque venga edulcorado y entre líneas, o mezclado con el resto de ingredientes. No lo puedo evitar, se me atraganta. Pero hay quien, de tanto tragar, ya no lo nota. Y, claro,  luego vienen los pobres inocentes, los sorprendidos demócratas: “¿Eran fascistas? ¿Cómo? No sabíamos… Qué impredecible, ¿quién iba a pensarlo? Si no iban vestidos de Hugo Boss ni habían nacido todos en 1925”. En el espacio de lo tolerable no hay un “yo no soy fascista, pero”. Hay solo un “yo no soy fascista” y punto.

La derecha de puro y carajillo va a votar al fascismo chocarrero, porque se siente bien representada. La otra, la que come con cubiertos, votará a Alianza, como siempre, pero al menos sin sentir vergüenza ajena

Pero permitidme que me ponga en situación, a base de tanta traza de fascismo hemos llegado a un momento interesante. La actual presidencia de la Comunidad de Madrid se había escorado tanto a la derecha que los partidos de extrema derecha eran ya una redundancia. Cuando se sacó las elecciones de la manga para evitar la moción de censura necesaria, los que ya sabían que no iban a ganar aceptaron suavizarla por contraste. Es normal, saben ya que si ella gana siempre tendrán espacio en su cortijo. Podemos dio un golpe de efecto y acaparó las cámaras y en su pataleta infantil, el partido de Abascal decidió hacer campaña de la provocación y el victimismo, buscando en los barrios proletarios la foto que justificase su existencia. El resto ha sido una escalada vergonzosa y bestial de desvergüenza amparada en una impunidad flagrante, hasta llegar al objeto del deseo: acabar con el espacio de debate. Y esto es muy bueno para sus votantes. La derecha de puro y carajillo va a votar al fascismo chocarrero, porque se siente bien representada. La otra, la que come con cubiertos, votará a Alianza, como siempre, pero al menos sin sentir vergüenza ajena.

La campaña de Ayuso es no existir, presenta propaganda con su foto y su nombre como único argumento. Y hace bien: para una vez que estuvo ni siquiera supo contener la risa floja mientras le hablaban de los fallecimientos en las residencias que no medicalizó. Le viene bien, así no sale que Domus V cobra comisión por cada muerto, o las prisas que ha tenido en cerrar contactos y licitaciones con empresas afines.

Pero la escalada de histrionismo es una bomba en las ruedas del PSOE, que presentaba un proyecto liberal con rostro de señor civilizado y se podía haber comido la merienda del autónomo que votaba a Ciudadanos. Gabilondo, en el ultimo momento, tuvo que tirar de freno de mano para marcarse un “giro escandinavo” antes de que se lo llevara la corriente.

Más Madrid se aferra a los cuidados usando el feminismo de estandarte y con Podemos la cosa está muy seria, algunos medios andan desubicados, titubean entre ir de democráticos o seguir con la cháchara franquista del extremo centro que predica que aquí eran y son iguales los dos bando.

Cosas que antes estaban reducidas a un grupúsculo de perfiles muy concretos empiezan a aflorar entre nosotros, llamando “dictadura de lo progre” al mínimo exigible para poder vivir con otra gente

Sin embargo, lo preocupante no será televisado y el trabajo sucio no lo hacen quienes tienen nombre, una S.L. y el carnet del partido. Lo hace la gente de a pie, y este problema, que hace unos años era más minoritario, se les está yendo de las manos. Bromas con violar, chistes racistas que se convierten en amenazas, ataques y agresiones. Cosas que antes estaban reducidas a un grupúsculo de perfiles muy concretos empiezan a aflorar entre nosotros, llamando “dictadura de lo progre” al mínimo exigible para poder vivir con otra gente. 

Por mucho tiempo, “partiditos” como ese lo intentaron y jamás consiguieron un escaño porque cualquiera entendía su desvarío. Pero desde hace tiempo se alimenta desde arriba, por debajo de la mesa, a escondidas como quien da pan al perro sin permiso, la idea que el odio es aceptable, comestible y que se puede consumir todo o por partes. Mientras, nos quitaban los lugares comunes, los espacios de encuentro y de diálogo.

Han pasado diez años desde aquel mes de agosto en que decretaron en Madrid el Estado de Excepción y una Ley Mordaza irrevocable nos vigiló en las canciones y las redes, impidiéndonos incluso la metáfora. Porque era evidente que, al juntarnos y al hablar, llegábamos a acuerdos, y eso era un delito inadmisible. Pusieron a funcionar la rotativa de sus lacayos, desde periodistas a youtubers, pasando por bots y trolls con contrato de becario, normalizando el discurso despreciable que, como las canciones del verano, a base de repeticiones se te graba y hay hasta quien, sin querer, la tararea.

Y, copiándonos algunas estrategias, nos sustituyeron en las redes, crearon centros sociales ocupados o no mientras cerraban los espacios donde hablábamos de apoyo, de igualdad, de ayuda mutua, en fin, de lo bueno y lo decente…

Y fueron secuestrando los discursos, sustituyendo por monólogo el diálogo, con propaganda feroz y esas falacias de que los extremos se tocan y de que condenan todo tipo de violencia. Vaya chiste… En fin, bromas aparte, quienes condenan todo tipo de violencia (si es de rabieta de pobre, claro está) normalizan la violencia del desahucio, de la existencia de CIE, de Raíces, de la reforma laboral, de los recortes en servicios socio-sanitarios, del machismo imperante, del racismo de estado, de la especulación con la vida y la vivienda… Pero nada de esto fue fascismo. Tenía trazas, claro, pero bueno, por un poquito no te va a hacer daño. ¿Verdad? Es bien sabido que con la ingesta de porciones muy pequeñas se acaba desarrollando tolerancia.

La frontera de lo aceptable es muy estrecha, es esa paradoja de que para merecer respeto y escucha tienes que soportar las injurias en silencio

No es accidental, no es un despiste. Para garantizar que siempre gane un bando juegan con dos reglamentos diferentes. Para quien defiende lo humano, la norma es clara, tajante y cristalina: se prohíbe todo tipo de violencia, física, verbal y hasta simbólica. Para que se acepte su proclama es imprescindible que no hiera, que no manche, que no ofenda, que no interrumpa el trafico, que salvaguarde el mobiliario urbano, que no cobre, que no grite, que no llore, que no haga feo, que no enseñe las cicatrices que es muy desagradable... La frontera de lo aceptable es muy estrecha, es esa paradoja de que para merecer respeto y escucha tienes que soportar las injurias en silencio.

Para el otro contrincante, el que se posiciona a favor de los intereses financieros, es algo más flexible, mas abierta. Puede usar todo el armamento disponible: propagandístico, burocrático, jurídico, económico, policial y hasta militar si se le presta. El fascismo milita en este bando, por eso hay quien lo trata en connivencia. Porque nunca molesta a los mayores. Es un secreto a voces, en los barrios obreros está claro. La aciaga tarde de las cargas en Vallecas recuerdo a un muchacho que interrumpió a unos periodistas con un “¡Eso que dices es una mentira!”. No sé qué estaba diciendo el reportero pero rápidamente un agente se acercó al chaval para calmarlo, y no tuvo otra idea que apelar al relativismo solipsista: “Bueno, hay muchas verdades. Tú tienes la tuya y él, la suya”. A lo que el chico respondió: “Si, si verdades seguramente hay muchas pero las hostias siempre caen para la nuestra”.

Se empieza ilegalizando un referéndum y hay quien acaba convencido de que el voto por correo consiste en enviar balas de Cetme

Al margen de la anécdota, lo cierto es que esa táctica ha sido usada por muchos porque a muchos ha garantizado puestos, plazas, comodidades y hasta simpatías. Pero el problema de tanta postverdad y tanto odio en la dieta de la gente es que acaba provocando anafilaxia. Nadie ha sido inocente en todo esto. Se empieza ilegalizando un referéndum y hay quien acaba convencido de que el voto por correo consiste en enviar balas de Cetme. 

El caso es que, llegados a esta parte, algo habrá que hacer para evitar, que mirando al lobo se nos coma el tigre. Y en vez de desarrollar más tolerancia deberíamos empezar a hacer análisis para evitar más intoxicaciones. que ya estamos en pandemia y con la vírica parece que tenemos suficiente. Votar es una opción, pero no basta. Será duro pero hay que reapropiarse del discurso, el marco y la palabra y tomar los espacios otra vez para ocuparlos sin trazas de fascismo, para pisar las calles nuevamente.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Elecciones Madrid 4M
El PP ganó el 4 de mayo en todas las franjas de edad salvo una
El Centro de Investigaciones Sociológicas arroja la foto de la incontestable victoria de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid.
Política
A río revuelto en Madrid, ganancia de malhechores
26 años de poder de la derecha madrileña deja un poso que solo puede eliminarse recuperando sin impaciencia lo colectivo frente al “sálvese quien pueda”
Opinión
La fuerza superadora
La mayoría habló, no lo hizo posible y no se fijó en lo que de verdad importa. Perder estaba dentro de lo previsible, hacerlo con los resultados finalmente obtenidos, no. Para tener opciones en 2023, la nueva derrota de las fuerzas progresistas madrileñas el 4 de mayo debe dar paso a una reflexión profunda y a decisiones extraordinarias.
#88580
1/5/2021 15:43

muy bueno. gracias!

0
2
Turismo
Turismo Free tours: la atracción turística de la precariedad
La popularidad del 'free tour' para visitar las ciudades ha aumentado de manera vertiginosa, especialmente con la proliferación de plataformas intermediarias que se encargan de su comercialización.
Alemania
Alemania La izquierda alemana, esperanza al borde del precipicio
Die Linke deberá conseguir que quienes lideran su candidatura sean un poco menos desconocidos para el gran público cuando llegue el día de las elecciones. Las encuestas no le acercan al 5%, pero la formación sigue confiando en ganar tres distritos.
Desahucios
Escudo social Sanitarios y sanitarias de atención primaria se unen contra los desahucios, “un problema de salud pública”
Depresión, ansiedad, empeoramiento de enfermedades crónicas o surgimiento de nuevas afecciones acompañan a los problemas habitacionales. Lo denuncian médicos de Vallecas (Madrid) y lo refrendan los estudios.
Análisis
Análisis Making Europe Competitive Again: Ursula von der Leyen quema su propio Pacto Verde
La Comisión Europea antepone la desregulación a la descarbonización con el Partido Popular Europeo compitiendo con la extrema derecha en romper, diluir e impedir leyes de protección socioambiental.
Galicia
Galicia La Xunta filtra a su prensa afín un informe decisivo sobre Altri mientras se lo niega a las partes afectadas
Los grupos ecologistas señalan que la actuación es un “desprecio a la ciudadanía” y a los trámites medioambientales. En el diario que la publica, ‘La Voz de Galicia’, fue vicepresidente uno de los altos cargos de Greenalia.

Últimas

Entrevista La Poderío
Claudia GR Moneo “Intento observar desde el buen pensamiento. Rechazo el ‘piensa mal y acertarás’”
Claudia GR Moneo retrata lo bello que se escapa por las rendijas del día a día de su tierra. Es una periodista que ilustra con tino la sencillez que nos rodea, pero también una ilustradora de inevitable mirada periodística, gitana y andaluza
Periodismo
Premio libertad de expresión Las periodistas de El Salto Aurora Báez y Susana Sarrión, premiadas por su trabajo sobre violencia sexual
La investigación que recoge la denuncia de nueve alumnas contra el director de una escuela de teatro por violencia sexual ha merecido el reconocimiento en los Premios de Periodismo de la Asociación de Periodistas de Granada.
Palencia
Agresión El Sindicato de Estudiantes denuncia una agresión fascista en Palencia: “Rojo de mierda”
Los hechos ocurrieron delante del profesor del aula, que no actuó para evitarlos. El estudiante ya ha denunciado lo sucedido ante la Policía y exige la expulsión inmediata de los agresores y una investigación a la directora del centro y al docente.
Argentina
Argentina “Existen solo dos géneros: fascistas y antifascistas”: las luchas LGTBIQ+ aglutinan el rechazo a Milei
Una gran movilización recorrerá centenares de localidades en Argentina y en grandes ciudades del mundo este 1 de febrero en respuesta al discurso de odio del líder ultra.
Análisis
Análisis El gobierno neoliberal de la vida: ¿un crimen perfecto?
El último libro de Borxa Colmenero sintetiza gran parte del pensamiento crítico sobre el concepto neoliberalismo y opta por una lectura alternativa a la empleada habitualmente: más que una ideología mercantilista, es un gobierno económico de la vida.
Más noticias
Sareb
Madrid Una rentista planea desahuciar a una pareja con tres niños en Tetuán
Su vivienda pertenecía al parque de pisos de la Sareb, que puso a subasta pública en 2023. Hoy, la nueva propietaria pretende echar a la calle a Alam y a su mujer “para arrendar la casa a un precio mucho más alto”
Estados Unidos
Extrema derecha Trump anuncia un campo de concentración para 30.000 migrantes en Guantánamo en el 80 aniversario de Auschwitz
La estrategia de llevar la detención de migrantes a territorios lejanos, opacos y sin garantías de derechos también ha sido la opción elegida por la Unión Europea en el último año.

Recomendadas

Galicia
Galicia ¿Quién es quién en Greenalia? La empresa que quiere otra celulosa en Galicia y arrasa olivares en Andalucía
Los tentáculos del entramado empresarial tras esta corporación tocan a gran parte de la oligarquía gallega. Desde medios de comunicación como 'La Voz de Galicia' hasta equipos de fútbol como el Deportivo o entidades financieras como Abanca.
Siria
Kurdistán Entre las bombas turcas y las negociaciones con el Gobierno: Rojava ante la construcción de la nueva Siria
La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria presiona al nuevo Gobierno para crear un Estado que respete los derechos de las mujeres, descentralizado, tolerante y multiétnico.
Dana
Tres meses de la dana “Aquí no llovió casi nada”
VV.AA.
Un vecino de Benetússer explica cómo la riada arrasó y cambió para siempre las vidas de miles de personas.
Crímenes del franquismo
Isabel Alonso Dávila “El franquismo fue una máquina de fabricar miedo y dolor hasta el final”
Detenida en Granada en 1974 y 1975 por su vinculación con el movimiento estudiantil antifascista de la época ha presentado la primera querella en Andalucía por Crímenes contra la Humanidad en la dictadura franquista